Está en la página 1de 9

CONOCIENDO LOS CRITERIOS

GENERALES DE VACUNACIÓN
Curso : inmunización

Lic. Enf.: Lisseth Elvira Miranda Cava

CONOCIENDO LOS CRITERIOS


GENERALES DE VACUNACIÓN
 La administración simultánea de las vacunas de indicación habitual para cada edad pediátrica
y adulta es recomendable, segura y efectiva.
 Los lactantes y niños poseen suficiente capacidad inmunológica para responder a múltiples
antígenos.
 Debe ser, de modo ineludible, la primera opción cuando esté en riesgo el cumplimiento de
los calendarios de vacunaciones estándares o acelerados.
 Cuando se administran simultáneamente las vacunas, habrá que utilizar jeringas y sitios
separados, y la inyección en la misma extremidad debe estar a 2.5 cm de distancia para así
ADMINISTRACIÓN diferenciar cualquier reacción local.
SIMULTÁNEA DE  La administración simultánea de múltiples vacunas incrementa significativamente las tasas
MÚLTIPLES de inmunización. Nunca se mezclará en la misma jeringa vacunas individuales, salvo que
VACUNAS haya sido aprobado específicamente y el fabricante lo señale en la etiqueta. En el caso de
personas que se preparan para un viaje internacional, es posible aplicar en forma concurrente
múltiples vacunas.
 Se ha demostrado científicamente que administrar varias vacunas al mismo tiempo no causa
efectos negativos. Los niños están expuestos cada día a cientos de sustancias que
desencadenan respuestas inmunitarias. Al ingerir un alimento, introduce nuevos gérmenes en
su organismo, y su nariz y su boca albergan muchas bacterias.
 Cuando se administra a un niño una vacuna múltiple (por ejemplo, contra la difteria, la
tosferina y el tétanos) se reduce el número de inyecciones y se le causa menos malestar.
Además, se garantiza que recibe las vacunas que necesita en el momento adecuado para no
exponerlo al riesgo de contraer enfermedades potencialmente mortales. 
La administración simultánea de vacunas se define como la administración de más de un preparado vacunal en una misma visita médica, en áreas anatómicas distintas y no mezcladas
en una misma jeringa.

La administración simultánea de vacunas es recomendable para asegurar el cumplimiento de un calendario de vacunaciones o conformar estrategias vacunales aceleradas, como las
pautas de rescate o ante viajes internacionales inminentes.

Prácticamente, todas las vacunas de uso pediátrico habitual pueden administrarse de modo simultáneo sin que su inmunogenicidad y reactogenicidad se vean afectadas.

Las diferentes vacunas inactivadas; las atenuadas y las inactivadas; y las atenuadas orales, pueden administrarse en cualquier momento, antes o después, sin necesidad de respetar
intervalo alguno entre ellas.

Las vacunas atenuadas orales y las parenterales atenuadas pueden administrarse en cualquier momento, antes o después de cada una de ellas.

Por el contrario, las vacunas atenuadas parenterales, no administradas simultáneamente, deben separarse por un intervalo mínimo de 4 semanas, para evitar interferencias en su
inmunogenicidad. La misma estrategia debe conformarse entre estas vacunas y la antigripal intranasal.

Las dosis de vacunas multidosis deben separarse, al menos, por los intervalos mínimos que aseguren la efectividad y tolerabilidad de cada uno de sus componentes antigénicos.

La administración de productos que contienen inmunoglobulinas debe distanciarse de la de vacunas virales atenuadas parenterales, por intervalos que dependerán de la concentración y
de la especificidad de los anticuerpos que vehiculan, para no inhibir la respuesta inmunológica a las vacunas.

Algunos productos biológicos, naturales o farmacológicos, pueden interaccionar negativamente con la administración de determinadas vacunas.
 Las vacunas inactivadas pueden administrarse en
cualquier momento antes o después de cualquier otra
vacuna, atenuada o inactivada .
 La administración no simultánea de vacunas parenterales
atenuadas, incluida la BCG, debe separarse por un
INTERVALOS EN LA intervalo mínimo de 4 semanas. Intervalos menores
ADMINISTRACIÓN pueden interferir en la respuesta inmune de la última.
NO SIMULTÁNEA DE  Las vacunas atenuadas orales y las parenterales
VACUNAS DISTINTAS atenuadas pueden administrarse en cualquier momento,
antes o después de cada una de ellas.
 Las vacunas orales e intranasales y las inactivadas,
también pueden administrarse en cualquier momento,
antes o después de cada una de ellas.
 Las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del organismo y,
de ese modo, reducen el riesgo de contraer enfermedades. Actúan
desencadenando una respuesta de nuestro sistema inmunitario, que:
• reconoce al microbio invasor (por ejemplo, un virus o una bacteria);
• genera anticuerpos, que son proteínas que nuestro sistema inmunitario
produce naturalmente para luchar contra las enfermedades;

• recuerda la enfermedad y el modo de combatirla. Si, en el futuro, nos


vemos expuestos al microbio contra el que protege la vacuna, nuestro
sistema inmunitario podrá destruirlo rápidamente antes de que
empecemos a sentirnos mal.
Duración de la inmunidad
 En definitiva, las vacunas son una forma ingeniosa e inocua de inducir
una respuesta inmunitaria sin causar enfermedades.
 Nuestro sistema inmunitario está diseñado para recordar. Tras la
administración de una o más dosis de una vacuna contra una
enfermedad concreta, quedamos protegidos contra ella, normalmente
durante años, décadas o incluso para toda la vida. Por eso las vacunas
son tan eficaces: en vez de tratar una enfermedad cuando esta aparece,
evitan que nos enfermemos.
 La cadena de frío
 Es un sistema organizado de transporte, almacenamiento y distribución de
vacunas en las condiciones térmicas recomendadas, de modo que se
garantice el mantenimiento de la potencia inmunizante desde su fabricación
hasta su administración. Debe ser mantenida, pues de ella dependen la
efectividad y la seguridad de la vacunación.
 La sensibilidad de las diferentes vacunas al calor es variada.
Conservación de • Las vacunas de gérmenes vivos (triple vírica y varicela) son, en general,
las vacunas poco resistentes al calor. Por ello, conviene situarlas en los estantes más
fríos del frigorífico (si los hubiera).
• Las vacunas inactivadas (difteria-tétanos-tos ferina acelular, polio
inactivada, hepatitis B, hepatitis A, Haemophilus influenzae tipo b,
meningococo C, neumococo, papilomavirus y gripe) son más resistentes al
calor.
Para lograr el mejor efecto inmunizante y
• Hay que colocarlas en los estantes menos fríos del frigorífico. Pierden poder
protector de las vacunas y minimizar sus
posibles reacciones adversas, las vacunas inmunizante por congelación, y por este motivo deben ser rechazadas. 
deben conservarse en frío (2-8°C) y evitando
la luz.
Normas generales de
conservación de vacunas
 Guardar las vacunas de modo que permitan la circulación del aire, dejando
espacio entre las cajas y evitando que éstas toquen las paredes interiores del
Conservación de refrigerador. Se recomienda que las bandejas donde reposan las vacunas sean

las vacunas de malla metálica o con perforaciones en su base, para evitar la acumulación de
humedad en las bandejas.
 La nevera debe descongelarse siempre que la capa de hielo acumulada en el
congelador supere los 5 mm de grosor. Una excesiva acumulación de hielo
disminuye la capacidad refrigerante del aparato
 No colocar vacunas en la puerta del refrigerador. En este lugar, la temperatura
es muy inestable.
 No abrir y cerrar el frigorífico muchas veces a lo largo de la jornada, ni dejar
mucho tiempo abierta la puerta. Comprobar que ésta quede bien cerrada. 
Transporte de vacunas
 Para transportes de corta duración de pequeñas cantidades de vacunas, como por ejemplo
entre el almacén principal y los puntos de vacunación o entre distintos puntos de
vacunación (domicilios, consultorios locales…), se debe usar un contenedor aislante –
nevera rígida tipo «camping»– provisto de acumuladores de frío, que deben dejarse a
temperatura ambiente durante 15-20 minutos, hasta que aparezcan gotitas de condensación
en su superficie.
 Los acumuladores de frío no deben entrar en contacto con el embalaje de las vacunas, ya

Conservación de que éstas podrían congelarse; pueden separarse con una placa de poliestireno, cartón grueso
rugoso o papeles arrugados.
las vacunas Fotosensibilidad de las vacunas
  Las vacunas son sensibles a la luz, por lo que deben almacenarse a oscuras y no dejarlos
expuestos a la luz.
 Las más fotosensibles son: sarampión, varicela y BCG (tuberculosis).
 Otras vacunas que deben preservarse de la luz son la VPI (antipoliomielítica inactiva
trivalente), SRP (triple vírica: sarampión, rubéola, paperas), Hib (Haemophilus
influenzae tipo b), VHA (hepatitis A), gripe, neumococo y meningococo C.
 Las vacunas que no son fotosensibles son: DTPa (difteria, tétanos, tos ferina) y VHB
(hepatitis B).

También podría gustarte