MANUEL ARÉVALO

SÍNBOLO DE LA JUVENTUD COMBATIVA

VIDA FAMILIAR
 Nació en Santiago de Cao, ubicada en el valle
Chicama, el 15 de octubre de 1903, producto de
un hogar humilde. Sus padres fueron Manuel
Arévalo Holguín y doña Angelita Cáceres, eran
gente ligada al campo.
 A los siete años de edad, ingresa a la escuela local en
busca de los primeros fundamentos que su formación
necesitaba; pero, debido a la escasez económica de su
familia, sólo tuvo la oportunidad de estudiar hasta el
segundo grado.
 A los 23 años se casó con Edelmira Huamán.
VIDA LABORAL
 A los 10 años comenzó a trabajar en la Hacienda Chiquitoy
donde su labor consistía en separar hierbas y hacer espacios a
filo de machete.
 A los 13 años trabajo en la Hacienda Cartavio por 30 centavos
diario, cinco veces más de lo que ganaba anteriormente.
 Cuando andaba por los 15 años, consiguió que la Hacienda
Roma lo aceptara como trabajador en virtud del respaldo que
le dio un tío suyo que se desempeñaba como mecánico en esa
hacienda. Su salario mejoró.
 En enero de 1920, paso a desempeñarse como ayudante de
mecánico en la sección talleres de Casagrande, la empresa
alemana de los Gildemeister, conocidos por las pocas
consideraciones que guardaban a los campesinos y por los
privilegios que los gobiernos de turno les otorgaban.
APARIENCIA
 Impresionaba porque su tipo no era común. Mozo fuerte,
de anchas espaldas y alta estatura, abultada cabeza, cutis
blanco, ojos verdes, medio oblicuos, cabello castaño
oscuro que lo peinaba hacia atrás. Sus amigos más
cercanos le llamaban “el gato Manuel” por el color de
sus ojos y lo penetrante de ellos.
PERSONALIDAD
 No ocultaba sus simpatías y le gustaba compenetrarse
cada vez más cuando leía las palabras imperialismo y
antiimperialismo. “Aquí hay un reflejo de esto”, dijo
alguna vez.
 La gente mayor a su alrededor valoraba su trabajo, afán
de superación, y por ello le guardaban gran
consideración. Siempre se le encontraba con algo de
lectura en sus manos.
POEZAS

 Cuando aun trabajaba en la Empresa Alemana Los Gildemeister, acepto presentar las
demandas de la clase trabajadora al administrador. Los trabajadores exigían el aumento del
salario, trabajo no mayor de 8 horas y mejor trato hacia ellos. A pesar de que al
administrador se le conocía por ser bien déspota, Manuel Arévalo coligió entrégale las
demandas, saliendo del lugar a rastas en dirección la cárcel y, posteriormente, el aumento
los salarios de la clase trabajadora fue aceptado y liberado.
 Tras haber sido apresado por ser un de los lideres que inicio la revuelto, fue llevado al Callao, después de
meses vuelve a Trujillo y con ayuda de anterior Orrego, retomo su labor sindical. A la mano de Orrego se
vincula con los intelectuales grupos del Norte.
 Eran los días de la clandestinidad del Apra. Haya lo nombró secretario general del Comité Regional del Norte y
delegado de la Jefatura con poderes especiales. En la lucha ilegal, Arévalo se mostró como un gran
organizador. Una red subterránea orquestaba el movimiento de las masas apristas. En esos días acuñó el lema
que el APRA haría suyo: Fe, Unión, Disciplina y Acción
 El 1ro. de febrero de 1937 lo capturaron en las inmediaciones de Mansiche. Estaba escondido en un
subterráneo. Hubo, parece, una delación. Quienes estuvieron presos con Manuel antes de su fatídico día,
cuentan que lo habían torturado en los calabozos de Trujillo colocando sus dedos de manos y pies en las
bisagras de las puertas de hierro para luego cerrarlas con violencia, luego lo colgaron de una soga sujetada al
techo y le golpearon la espalda con palos envuelto con trapo mojado. Al día siguiente, el nuevo destacamento
ordena a Arévalo que camine hacia el arenal. Después de un tránsito de pocos metros, le disparan por la
espalda. Los soplones Enrique Espantoso, Ricardo Polo y Luis Saldarriaga habían cumplido su misión.
 “Manuel Arévalo mantuvo su integridad aprista no sólo en
vida, sino que lo hizo más allá de la muerte para avisar al
jefe del partido y mantener viva la esperanza de un cambio
que sólo el partido del pueblo puede lograr”