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Fibras de colágeno: dan resistencia al tejido conectivo y son especialmente abundantes en tendones,
ligamentos y fascias.
Fibras reticulares: unen el tejido conectivo con otros tejidos y órganos. Es habitual recubriendo
órganos. En realidad se trata de fibras de colágeno tipo III.
Fibras elásticas: son fibras compuestas por elastina y fibrilina abundantes en tejidos conectivos laxos.
Son fibras muy elásticas. Pueden aumentar su tamaño hasta un 50% y luego volver a su tamaño
normal. Son abundantes, por ejemplo, en tráquea, cuerdas vocales o vasos sanguíneos.
Microfibrillas: las microfibrillas son fibras de fibrilina asociadas a las elastina características de la
lámina basal del tejido epitelial.
Células
Las células de un tejido conectivo laxo se agrupan en dos categorías: células fijas y células migrantes
o transitorias
Las células fijas constituyen una población exclusiva y estable del tejido conectivo, donde se
desarrollan y ejercen sus funciones.
Las células migrantes o transitorias se desarrollan en la médula ósea y pasan de la sangre al tejido
conectivo donde efectúan su función. En general son de vida corta y son continuamente reemplazadas.
Fibroblastos: Es la célula más abundante del tejido conectivo y tiene la función de producir y
mantener los componentes de la matriz extracelular (fibras y sustancia fundamental). Es una célula
alargada con prolongaciones finas y un núcleo grande, ovoide con cromatina fina y nucléolo evidente.
Células mesenquimáticas: Son escasas, más pequeñas que el fibroblasto y se ubican alrededor de
capilares sanguíneos. Son poco diferenciadas y su núcleo es alargado con la cromatina laxa.
Adipocitos: son células grandes ,esféricas con una gran gota de grasa en su interior (adipocitos
uniloculares), con el citoplasma y el núcleo desplazados hacia la superficie externa. Están rodeadas
externamente por la lámina externa equivalente a una membrana basal. Su función es almacenar
triglicéridos. Este adipocito es propio de la grasa blanca.
También existe el adipocito de la grasa parda con múltiples gotitas de grasa en su citoplasma
(adipocito multilocular),muchas mitocondrias y núcleo más o menos central.
Mastocitos: es una célula grande ovoidea con un núcleo esférico central y un citoplasma con
numerosos gránulos de tamaño variable que presentan metacromasia con azul de toluidina por
presentar heparina (proteoglicano sulfatado). Los gránulos también contienen histamina y un factor
que atrae eosinófilos y neutrófilos.
Células migrantes.
Macrófagos: células grandes, redondeadas con su superficie irregular por la presencia de pequeñas
prolongaciones. El núcleo es excéntrico, ovoide, más pequeño y de color más oscuro que el del
fibroblasto y suele presentar una escotadura por lo que parece un riñon. El citoplasma es basófilo y
presenta vacuolas y gránulos densos pequeños. Su función es la defensa del organismo por
intermedio de la fagocitosis.
Células plasmáticas: células de forma ovalada o redondeada con un citoplasma intensamente basófilo
y un núcleo excéntrico con la cromatina de disposición radiada como rueda de carreta. Derivan de los
linfocitos B y producen inmunoglobulinas.
Monocitos: leucocito sanguíneo agranulocito que pasa al tejido conectivo donde se diferencia a
macrófago. Mide 12 a 15 um, citoplasma gris azulado con gránulos azurófilos (lisosomas),vacuolas
ocasionales y filopodios. El núcleo es grande, excéntrico ligeramente arriñonado y con la cromatina
dispuesta en grumos tomando el aspecto de “burbujas de jabón”.
Está formado por células adiposas agrupadas en lóbulos separados por tabiques de
tejido conectivo que llevan abundante irrigación. Se clasifica en tejido adiposo blanco
y pardo.
El tejido adiposo blanco está formado por adipocitos uniloculares que contienen una
gota de grasa y el núcleo y el citoplasma rechazado hacia la periferia. Su función es
almacenar triglicéridos. Se ubica en tela subcutánea y su distribución es diferente
según el sexo o la edad del individuo. El tejido adiposo pardo presenta adipocitos
multiloculares que almacenan grasa en múltiples gotitas de grasa. Sus células son
más pequeñas que los uniloculares, el núcleo es central, tienen muchas mitocondrias
y es muy vascularizado. Su función es producir calor. Se ubica en neonatos de
mamíferos y en animales hibernantes.
TIPOS DE TEJIDOS CONJUNTIVOS
Tejidos conjuntivos no especializados:
Tejido conjuntivo reticular: se caracteriza porque abundan las fibras reticulares argirófilas,
compuestas por colágeno de tipo III. Dan un aspecto de entramado de red tipo malla, en el que se
distribuyen los fibroblastos esparcidos por la matriz. El TC reticular compone la estroma de la médula
ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y el timo, dando sustento y armazón microclimático al
parénquima.
Tejido adiposo: el tejido adiposo, por un lado, cumple funciones mecánicas: servir como
amortiguador, proteger y mantener en su lugar tanto a los órganos internos así como
a otras estructuras externas del cuerpo, y funciones metabólicas: generar grasas para
el organismo.
Tejido cartilaginoso: es un tipo de tejido conectivo especializado, elástico, carente de vasos
sanguíneos, formados principalmente por matriz extracelular y por células dispersas
denominadas condrocitos. La parte exterior del cartílago, llamada pericondrio, es la encargada de
brindar el soporte vital a los condrocitos.
Tejido óseo: es un tejido especializado del tejido conjuntivo, constituyente principal de los huesos en
los vertebrados. Está compuesto por células y componentes extracelulares calcificados que forman la
matriz ósea. Se caracteriza por su rigidez y su gran resistencia a la tracción, compresión y a las
lesiones. El deporte es el mejor aliado de los huesos.
Tejido hematopoyético: es el responsable de la producción de células sanguíneas. Existe tejido
hematopoyético en el bazo, en los ganglios linfáticos, en el timo y, fundamentalmente, en la médula
ósea roja, el centro hematopoyético más importante del organismo. En el momento de nacer, toda la
médula ósea es roja.
Tejido linfático: es un tipo de tejido conjuntivo que está formado una red de fibras reticulares
de colágeno tipo III en cuyas intersecciones se localizan un tipo especial de fibroblastos que se llaman
células reticulares. Sobre el entramado tridimensional formado por las células reticulares y las fibras de
colágeno se disponen numerosas células del sistema inmune, principalmente linfocitos, células
plasmáticas y macrófagos.
Hueso y Cartílago
El hueso es el tejido que compone el esqueleto del cuerpo. Como todos los tejidos conectivos, el
hueso está compuesto por células dentro de una matriz extracelular de fibras (predominantemente
colágeno tipo I) y sustancia fundamental. La matriz ósea extracelular está mineralizada y dispuesta en
capas circulares, llamadas laminillas concéntricas. Estas láminas rodean un canal central (conducto
de Havers, o conducto osteónico) que sirve para el paso de los vasos y nervios que alimentan el
hueso y albergan las células.
Cartílago
El tejido conectivo cartilaginoso es el tejido conectivo a vascular que conecta los huesos con las
articulaciones. Además, compone las paredes del tracto respiratorio superior y del oído externo. Está
rodeado por el pericondrio, una capa de tejido conectivo denso, rica en vasos sanguíneos que
suministran sangre al cartílago.
Las principales células del cartílago son los condrocitos, que se alojan en cavidades dentro de la MEC,
llamadas lagunas. La MEC es amplia y rica en agua unida a glicosaminoglicanos, esta estructura hace
que el cartílago sea flexible en diversos grados, pero resistente a la tensión mecánica.
MUACULO ESQUELETICO
Un músculo esquelético está constituido por fascículos musculares formados, a su vez, por un
conjunto de fibras musculares. Cada músculo se inserta en el hueso por medio de los tendones, que
están constituidos básicamente por tejido fibroso, elástico y sólido.
Un compartimento muscular comprende un grupo de músculos rodeados por un tejido que los
recubre: la aponeurosis. Las aponeurosis carecen de elasticidad, sujetan las células musculares y las
obligan a contraerse en un determinado eje. Están unidas a los tendones que conectan los músculos
a los huesos. La rotura de la aponeurosis provoca una hernia muscular.
El sistema muscular, que incluye todos los tipos de músculos del cuerpo. En particular los músculos
esqueléticos que son aquellos que forman parte de las articulaciones para producir los movimientos.
Así también como los tendones que son los que unen los músculos a los huesos.
El sistema esquelético tiene como componente principal los huesos. Estos se unen entre sí y forman
las articulaciones, dando a nuestro cuerpo un esqueleto fuerte y a la vez móvil. La integridad y función
de los huesos y articulaciones está dada por las estructuras accesorias del sistema esquelético que
son: cartílago articular, ligamentos y bursa (bolsa sinovial).
Músculo liso, que comprende las paredes de los vasos sanguíneos y de los órganos huecos.
Cada fibra muscular está rodeada por una vaina de tejido conectivo laxo llamada endomisio. Múltiples
fibras musculares están agrupadas en fascículos o haces musculares, que están rodeados por su
propia vaina de tejido conectivo llamada perimisio. Por último, un grupo de fascículos musculares que
forman el músculo está externamente rodeado por otra capa de tejido conectivo llamada de epimisio.
Esta capa es contínua a otra capa de tejido conectivo llamada fascia profunda del músculo
esquelético, que separa los músculos de otros tejidos y órganos.
Esa estructura da al tejido del músculo esquelético cuatro propiedades fisiológicas principales:
Son numerosas en los músculos rojos. Estas fibras, de pequeño diámetro y muy vascularizadas,
contienen numerosas mitocondrias y poco glucógeno. Las fibras I son resistentes a la fatiga: se
utilizan sobre todo en ejercicios poco enérgicos y prolongados (mantenimiento de la postura).
Se localizan en los músculos pálidos y se denominan también fibras blancas. Son de mayor diámetro,
presentan pocas mitocondrias, están poco vascularizadas pero contienen mucho glucógeno. Estas
fibras, que son poco resistentes a la fatiga aunque muy potentes, se utilizan en los ejercicios breves
pero intensos.
Son fibras intermedias cuyo porcentaje varía según los músculos del organismo y el individuo. La
relación fibras lentas/rápidas puede evolucionar en función del entrenamiento y el tipo de ejercicio
practicado. Numerosas fibras IIa o intermedias evolucionan hacia el tipo I a consecuencia de ejercicios
prolongados y moderad
DESARROLLO DEL MÚSCULO
Crecimiento del músculo Durante la infancia y la pubertad, el crecimiento va a implicar un aumento del
volumen del cuerpo muscular de aproximadamente 20 veces. El crecimiento del músculo después del
nacimiento no depende de un aumento del número de las fibras musculares (alrededor de 250
millones), sino de un aumento de su diámetro (vinculado a la síntesis de nuevas miofibrillas) y de su
longitud. Estas modificaciones están sometidas a factores nerviosos, mecánicos y hormonales.
Envejecimiento del músculo Con la edad, los músculos se hacen más delgados y su fuerza disminuye.
La utilización escasa o nula de los mismos desempeña un papel importante en la atrofia de las fibras
musculares. Se produce una pérdida de las mismas, una disminución de su tamaño, etc. Con
frecuencia, a estas lesiones musculares se añade un factor de denervación.