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El documento habla sobre el principio de autorregulación en el Reglamento de la Ley No 30424 de Perú. Brevemente explica que 1) la autorregulación permite a las empresas establecer sus propias normas internas para prevenir delitos, 2) la ley peruana exime de responsabilidad a empresas que implementen modelos de prevención adecuados, y 3) el reglamento describe elementos mínimos y opcionales que pueden incluirse en dichos modelos de acuerdo a cada empresa.
El documento habla sobre el principio de autorregulación en el Reglamento de la Ley No 30424 de Perú. Brevemente explica que 1) la autorregulación permite a las empresas establecer sus propias normas internas para prevenir delitos, 2) la ley peruana exime de responsabilidad a empresas que implementen modelos de prevención adecuados, y 3) el reglamento describe elementos mínimos y opcionales que pueden incluirse en dichos modelos de acuerdo a cada empresa.
El documento habla sobre el principio de autorregulación en el Reglamento de la Ley No 30424 de Perú. Brevemente explica que 1) la autorregulación permite a las empresas establecer sus propias normas internas para prevenir delitos, 2) la ley peruana exime de responsabilidad a empresas que implementen modelos de prevención adecuados, y 3) el reglamento describe elementos mínimos y opcionales que pueden incluirse en dichos modelos de acuerdo a cada empresa.
EL PRINCIPIO DE AUTOREGULACION EN EL REGLAMENTO DE LA LEY 30424 El Estado Peruano es parte, desde 1997, de distintos instrumentos internacionales anticorrupción que han regulado de manera consistente sobre la necesidad e importancia de que los países signatarios, incorporen la responsabilidad autónoma de las personas jurídicas en sus legislaciones. Así, el Articulo Nº 2 de la Convención para combatir el cohecho de servidores públicos extranjeros en transacciones comerciales internacionales de la OCDE (Convención contra el cohecho) y el Articulo Nº 26 de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC), señalan que cada uno de los Estados signatarios se compromete a adoptar, en sus legislaciones, las medidas que sean necesarias, para establecer la responsabilidad de las personas jurídicas por el delito de cohecho cometido por un funcionario público extranjero y otros delitos de corrupción. Cada Estado, determinará el tipo de responsabilidad que le asignará a las personas jurídicas, sea penal, civil o administrativa. Por su parte, el Articulo VIII de la Convención interamericana contra la Corrupción (ICAC) declara que cada Estado Parte prohibirá́ y sancionará el acto de ofrecer u otorgar a un funcionario publico de otro Estado, directa o indirectamente, por parte de sus nacionales. Personas que tengan residencia habitual en su territorio y empresas domiciliadas en él, cualquier objeto de valor pecuniario u otros beneficios, a cambio de que dicho funcionario realice u omita cualquier acto, en el ejercicio de sus funciones públicas, relacionado con una transacción de naturaleza económica o comercial. Sin embargo, no fue hasta el 2014, cuando el Perú adquirió la condición de Estado participante en el grupo de trabajo sobre cohecho en transacciones comerciales internacionales de la OCDE, que la necesidad de incorporar en su normativa la responsabilidad penal de las personas jurídicas, se hizo más rigurosa. ¿QUE ES LA OCDE? La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es un Organismo Internacional de carácter intergubernamental del que forman parte 37 países miembros. La OCDE fue creada en 1960 con sede en París, para dar continuidad y consolidar el trabajo realizado por la antigua Organización Europea de Cooperación Económica (OECE) que se había constituido para canalizar la implementación del Plan Marshall. La OCDE sustituyó a ésta en la tarea de impulsar la reconstrucción y el desarrollo en el continente tras la Segunda Guerra Mundial. Desde hace más de 50 años la OCDE es un foro en el que los Gobiernos de estos Estados, todos ellos democracias con una economía de mercado, trabajan conjuntamente con el fin de enfrentarse mejor a los desafíos económicos, sociales y de buen gobierno para aprovechar de manera más eficiente las nuevas oportunidades que surgen y coordinar políticas locales e internacionales. El trabajo de la OCDE se centra, por tanto, en el análisis del Desarrollo Económico y Social, así como de todas las políticas sectoriales que influyen en él. De ahí que su ámbito de actividad abarque no sólo el estudio y seguimiento de la situación económica y de las políticas económicas que se aplican en los diferentes países, sino también las cuestiones sociales, medioambientales, energía, educación, economía de la salud, actividades industriales y de servicios, comercio, ayuda al desarrollo, etc. Perú es uno de los países socios más activos, siendo uno de los primeros países en colaborar con la OCDE a través de un Programa de País de la OCDE que se desarrolló en torno a cinco áreas clave: el crecimiento económico; gobernanza pública, anticorrupción y transparencia; capital humano y productividad; y medio ambiente. El Programa comprendió proyectos de revisión de políticas, implementación y creación de capacidad, participación en los Comités de la OCDE y adhesión a determinados instrumentos jurídicos de la OCDE. Perú ha hecho uso de la experiencia, las prácticas y los instrumentos legales de la OCDE para apoyar su programa de reforma. Por ejemplo, en 2018, Perú tomó medidas importantes para combatir la corrupción y fomentar una mayor transparencia e intercambio de información al completar los pasos necesarios para convertirse en Parte de la Convención de la OCDE sobre la lucha contra el soborno de funcionarios públicos extranjeros en transacciones comerciales internacionales (Convención contra el soborno) y el Convenio multilateral sobre asistencia administrativa mutua en materia fiscal. Además, Perú promulgó 29 decretos legislativos que implementan las recomendaciones de la OCDE y otras normas de políticas en áreas tales como el medio ambiente, la gestión de residuos, la transparencia y el intercambio de información en materia fiscal, política reglamentaria, soborno transfronterizo, integridad y desarrollo rural y urbano. Para coordinar esta colaboración, la Secretaría de Relaciones Globales de la OCDE fomenta y guía la orientación estratégica de la relación, asegurando que el diálogo permanezca orientado al el beneficio mutuo y que cuente con visión de futuro. Esto se traduce en una relación de beneficio mutuo. El proceso de revisión entre pares contribuye a que los estándares y las buenas prácticas de la OCDE lleguen a las autoridades peruanas, facilitando la identificación de futuras áreas de reforma. El Perú da la bienvenida a la oportunidad de discutir sus principales desafíos en políticas públicas en un contexto multilateral y de aprender de las experiencias de países miembros de la OCDE que se enfrentan a retos similares. A cambio, éste diálogo enriquece el conocimiento y la capacidad de asesoramiento sobre políticas públicas de la Organización, beneficiando tanto a países miembros como no miembros, permitiéndoles tener un mejor conocimiento del contexto nacional peruano. LA AUTOREGULACION La autorregulación es una actividad privada de creación y control del cumplimiento de normas y constituye un fenómeno que descansa en el principio de autonomía privada y, en concreto, en el derecho de asociación de las empresas, convirtiéndose de esta manera en una cláusula que se contrapone a cualquier forma de regulación o intervencionismo estatal. La autorregulación es un proceso de desintervención del Estado en la sociedad, a través de la privatización de formas e instrumentos de actuación de la Administración Pública. Sin embargo, la autorregulación ha dejado de circunscribirse estrictamente al ámbito privado para convertirse en una realidad con significativa influencia en el ámbito público. Este fenómeno no ha sido ajeno al ámbito corporativo o empresarial. Todo lo contrario, el marco jurídico de deberes y obligaciones que es asumido de manera interna por las empresas, constituye un soft law, es decir, una suerte de Derecho común al cual pueden acudir las entidades para implementar adecuados sistemas de buen gobierno. Estas normas blandas pueden ser utilizadas como un instrumento de seguridad jurídica para proporcionar a las entidades reguladoras un marco de referencia signado por la claridad y coherencia en la aplicación del hard law, alimentado también por las mejores prácticas y los estándares internacionales, lo cual, en gran medida, contribuye al “endurecimiento” del soft law. El Principio de Autoregulación en el Decreto Supremo N° 002-2019-JUS, Reglamento de la Ley Nº 30424, Ley que regula la responsabilidad administrativa de las personas jurídicas. Así, La Ley Nº 30424 y su modificatoria, establecen en el Artículo Nº 17.2 que un Modelo de prevención debe contar con elementos mínimos, pero indica además en el Artículo Nº 17.1, que la persona jurídica quedará exenta de responsabilidad por la comisión de los delitos comprendidos en el artículo 1, si adopta e implementa en su organización, con anterioridad a la comisión del delito, un modelo de prevención adecuado a su naturaleza, riesgos, necesidades y características, consistente en medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir los delitos antes mencionados o para reducir significativamente el riesgo de su comisión. Justamente, el marco de autorregulación se encuentra circunscrito al propio diseño del Modelo de Prevención que cada empresa deberá adoptar, de acuerdo a su naturaleza, riesgos, necesidades y características. Hay que tener en cuenta que cada programa de cumplimiento o modelo de prevención, ha de ser único y especializado en función de diversos criterios, como pueden ser el tamaño de la compañía, el sector de mercado en el que la misma opera o los riesgos empresariales que afronta, pues cada empresa y la actividad que desarrolla poseen unas cualidades propias que el programa deberá tener en cuenta. En esa misma línea, el Reglamento desarrollo amplia y extensamente los elementos mínimos del Modelo de prevención, describiendo que especificaciones debe contener. Cabe anotar que muchos artículos están redactados de manera imperativa y otros, por el contrario, dejan un amplio espacio de elección. Por ejemplo, el artículo 33º señala: ¨Estando al principio de autorregulación a la que hace referencia el artículo 31, las personas jurídicas pueden complementar el modelo de prevención con los siguientes elementos: (…)”, y por otro lado, el artículo 38º señala: ¨La persona jurídica debe implementar procedimientos que garanticen la interrupción o remediación rápida y oportuna sobre irregularidades, violaciones y/o daños generados como consecuencia del incumplimiento del Modelo de Prevención (…)”. Es importante anotar que este Reglamento debe ser interpretado como una suerte de Lineamientos generales, y, en ese sentido, y por su naturaleza, no debemos asumir que todas y cada una de sus disposiciones deben ser aplicadas de manera integral y global. Por el contrario, el espíritu del Reglamento es brindar a las personas jurídicas un abanico o marco general de posibilidades o alternativas para diseñar e implementar su Modelo de prevención o Programa de cumplimiento. AUTOREGULACION DE LA PERSONA JURIDICA Las personas jurídicas, en el ejercicio de su autorregulación, de acuerdo con su tamaño, naturaleza, características y complejidad de sus operaciones, tienen la facultad para definir el alcance de los elementos del modelo de prevención, así como los procedimientos o metodología para su diseño, implementación y monitoreo, que mejor se adapte a sus necesidades, riesgos y particularidades y que, en función de ellos, resulten más eficaces. Tratándose de personas jurídicas consideradas como sujetos obligados de acuerdo a las normas que regulan el Sistema de Prevención de Lavado de Activos y del Financiamiento al Terrorismo, la autorregulación es la facultad para definir el alcance de los elementos del modelo de prevención respecto a riesgos de la comisión de delitos distintos al lavado de activos y del financiamiento al terrorismo. Claramente se indica que las personas jurídicas cuentan con la facultad para definir el alcance de los elementos del modelo de prevención, así como los procedimientos o metodología para su diseño, implementación y monitoreo, que mejor se adapte a sus necesidades, riesgos y particularidades y que, en función de ellos, resulten más eficaces. Esto refleja el amplio margen de autoregulación que tienen las empresas en esta materia. Ello se fundamenta en la necesidad de contar con un Modelo de prevención acotado, tailormaid, ad hoc a sus necesidades. Claro está, que una vez que este Programa de cumplimiento es adoptado por la persona jurídica, es de obligatorio cumplimiento para todos los integrantes de la organización, incluso el incumplimiento de algunas de sus disposiciones, puede dar lugar a sanciones. BIBLIOGRAFIA • DIALNET