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La persona

La persona como sujeto sobre el que recae la


denominación o habitudo
El concepto “persona”
O Uno de los conceptos más interesantes del cristianismo es el

concepto de persona.

O Fue el mérito de la escolástica el traspasar las notas de la


persona en general a la caracterización de cada ser humano.

O Especialmente relevante fue Ricardo de San Víctor, que


consideró que la persona es mucho más que una substancia,
porque toda persona posee una propiedad personal radicalmente
incomunicable, que es la de subsistencia.
El problema de la acción y de la comunicación en tiempos de Suárez.

O En la época medieval, se dio una fuerte polémica sobre si las acciones se derivaban de la naturaleza o de la
persona. Aquello que se estaba jugando, en términos actuales, es el papel activo o pasivo que se debe dar al medio
o entorno. Los medievales se preguntaron ¿quién es el responsable de las acciones si la naturaleza singular o la
persona?. La causa de la polémica es que desde el punto de vista teológico «las acciones deben ser de la persona,
pues de lo contrario las acciones de Cristo no serían divinas», pero al mismo tiempo se puede decir que en la
Trinidad las acciones ad extra de Dios son indivisas, es decir que las personas divinas no ejercen singularmente
influencia sobre ellas, y en consecuencia es la «naturaleza y no la persona la causa eficiente de las acciones».

O Al punto de vista teológico se le sumaba otro de tipo filosófico, y es que en cuanto a la generación sustancial,
los padres que engendran parecen hacerlo por razón de su naturaleza y no de su personalidad; pero cuando la
naturaleza humana actúa su personalidad no parece algo ajeno ni extrínseco a ella.

O La respuesta medieval a la polémica fue contradictoria: a) Para Santo Tomás las operaciones anteceden al
intelecto y voluntad y haría depender sus explicaciones de la causa final, de modo que el intelecto se constituye en
tal porque piensa y la voluntad porque quiere. Es decir, primero existe el problema que requiere una decisión y
después la acción humana que ha de resolverlo.
El problema de la acción y de la
comunicación en tiempos de Suárez
O b) Los nominalistas proceden de forma inversa, el pensamiento es tal por proceder del intelecto, y
el querer es tal por surgir desde la voluntad, de modo que el intelecto y la voluntad preexisten a sus
operaciones.

O No les importaban las causas finales, sino las causas eficientes. Para ellos carece de sentido
determinar la naturaleza de las potencias por sus operaciones o por los objetos a los que estas
operaciones tienden, pues «nada se determina como tal por aquello que es posterior o extrínseco; pues
el acto es posterior a la potencia, y el objeto de la actuación le es extrínseco». De esta forma, la
persona no se determina por las operaciones.

O La cuestión fue tratada en el concilio de Florencia, que formuló el axioma: actiones sunt
suppositorum, non naturarum, con un sentido diferente al de Aristóteles para quien el supuesto es lo
singular. Aquí el termino supossitum, fue tomado en su sentido estricto de subsistencia. De este
axioma parece dar la razón a que las acciones están bajo la responsabilidad de la persona y no de la
naturaleza.
El problema de la acción y de la
comunicación en tiempos de Suárez
OLa polémica, continuó en el tiempo y se manifestó en la disputa de Suárez con

Vázquez que ante el axioma del concilio de Florencia tuvieron posturas divergentes:

O a) Vázquez, negó este axioma, ya que la naturaleza puede actuar por sí misma, aún

antes de estar hipostasiada en un sujeto por supuesto. Según Vázquez no cabría una

acción propiamente personal, ya que la acción procede totalmente de la naturaleza;

O b) Para Suárez, la persona «no se puede considerar ni como extrínseca la naturaleza,

ni siquiera como concomitante, sino como algo antecedente a la acción, pues es algo

esencial a la naturaleza y no algo accidental o inherente». De esta forma, la persona

pasa a ser el sujeto de las acciones.


El problema de la acción y de la
comunicación en tiempos de Suárez
O El planteamiento de Suárez presenta un problema, que también fue el centro de la polémica
individual, y es que lo que caracteriza al suppossitum es la incomunicabilidad, apareciendo como la
primera característica de la persona. Es decir la persona sería independiente de su medio o entorno y por
lo tanto pasiva respecto a él, y esto parece contradecir todo lo que hemos dicho sobre la potencia activa
en Suárez. La solución de Suárez, consiste en separar la incomunicabilidad de la sustancia singular, ya
que esta no es algo injertado en ella, sino que «es su misma limitación intrínseca y esencial».

O Aquello que es incomunicable es la sustancia primera o supossitum, es decir la subsistencia, pero


esto no es suficiente para dar razón de la persona, y así Castellote nos dice que en Suárez « el ser
persona es algo más que la mera incomunicabilidad de la subsistencia, pues le añade un modo distinto
de subsistir proporcionado a esa misma naturaleza humana».

O Esta razón de subsistir, en cuanto la individuación es la misma realidad en cuanto finita


independiente de la causa primera, nos introduce en un concepto de persona que supera la
incomunicabilidad del individuo, dejando campo a un tipo de comunicabilidad abierta.
El problema de la acción y de la
comunicación en tiempos de Suárez
O Suárez distingue el principium quod (suppositum o persona), a quien se le atribuyen las operaciones, y el
principium quo (naturaleza) con el que actúa el suppositum, de tal manera que la naturaleza no hipostasiada
no está capacitada para obrar. Y es que para Suárez, la subsistencia es condición indispensable para la
operación; lo cual está en consonancia con la doctrina Agustiniana, de que la humanidad de Cristo no existió
antes de ser asumida por el verbo.

O Para Suárez, el suppositum añade a la naturaleza sustancial algo positivo real, moralmente distinto de
ella. Este algo positivo es un modo o término cuasi esencial de la naturaleza según el ser de la existencia de y
no de la esencia. Es decir, la persona se encuentra dentro del campo de la existencia, y se le otorga a la
naturaleza para que complete su existencia, pues su esencia ya está totalmente constituida y terminada,
supuesta su individualidad por razón de su finitud creada.

O Esto diferencia a Suárez de la escuela tomista para quien la persona se conforma primero en el ser de la
esencia y después en el de la existencia de al formarse la persona actual. Para Suárez la persona configura la
existencia del hombre, no su esencia, de manera que existir-en y estar-en son modos existenciales contrarios
al de la subsistencia personal.
El problema de la acción y de la
comunicación en tiempos de Suárez
O La raíz última de la comunicabilidad que es el nervio de la teoría de Suárez, se centra en dos cuestiones:

O a) el conocimiento directo del singular, que parte de la siguiente pregunta: ¿el que varios individuos

puedan multiplicarse dentro de la misma especie, no es algo independiente del entendimiento y

dependiente exclusivamente de la misma naturaleza? . La respuesta de Suárez, es que la naturaleza se

hace acto universal por obra exclusiva del entendimiento, ya que es posible el conocimiento directo del

singular material;

O b) la unidad de la especie, es decir la comunicabilidad es suficiente para llegar al Universal. La

respuesta de Suárez, es que la unidad individual es la razón de la unidad universal, está se conocerá por

aquella, es decir, la cuestión del principio de lo universal es correlativa a la cuestión del principio de lo

individual. Suárez niega la universalidad en acto de los singulares, pero acepta la universalidad en

potencia, de forma que la unidad de la especie tiene la unidad suficiente para descubrir este universal,

en cuanto el singular es universal potencial remoto.


La persona como suppositum en Suárez

O Suárez descarga toda su potencia crítica sustituyendo el contenido


aristotélico de sustancia por el de suppositum. Aunque mantiene el nombre de
sustancia, se refiere a la sustancia primera, siempre individual que equivale
como suppositum. Así, «en el orden de las criaturas, la sustancia primera
existente, que siempre es singular, es lo mismo que el supuesto (suppositum),
que en las sustancias razonables se llama persona».

O Aquello que añade la subsistencia a una esencia o naturaleza es un modo


de existir, y no la misma existencia, y da a la sustancia su complemento a
nivel de existencia. Así la subsistencia creada es ahora «un modo sustancial y
constituye una cosa subsistente de suyo e incomunicable».
La persona como suppositum en Suárez

O En Aristóteles, la sustancia (hypokeimenon) se caracteriza por su subjetualidad y su

separabilidad, dado que es sujeto de los accidentes y es propiamente separable de ellos.

O Suárez no acepta el carácter de subjetualidad de la sustancia, ya que el ser sujeto

corresponde al suppositum. Ser un suppositum o tener subsistencia hace a una cosa

independiente de cualquier «soporte», en otras palabras hace sustancia una cosa no

pudiendo ser atribuida a otro, es un sujeto al cual se atribuye existencia.

O Cada realidad puede ser convertida en suppositum, y por tanto «cada realidad, sea cual

sea su índole, puede ser convertida en sujeto de predicación».

O El supuesto creado es un «compuesto real de naturaleza completa existente (que tiene

esencia real), y de modo sustancial de supostalidad (que tiene subsistencia)»


La persona como suppositum en Suárez
O Así la ontología aristotélica es sustituida en Suárez por una ontología sistémica donde no
tiene cabida la separabilidad del sujeto como sustancia universal. Y donde la división del real en
sustancia y accidente no es el metafísico primario.

O La división primaria y fundamental del real es la supostalidad, es decir tener o no tener


subsistencia y unidad. La máxima unidad metafísica será la unidad estructural del supuesto, que
en el caso del mundo jurídico-moral es la persona.

O Originalmente el término subiectum equivale a suppositum. Así sucede en Boecio y Santo


Tomás de Aquino, pero con un significado muy diferente:

O a) en Santo Tomás «el suppositum se identifica con la existencia y tiene algo diferente de la
naturaleza o esencia.

O b) al contrario, para Boecio el suppositum es la sustancia perfectamente subsistente, sui iuris


e incomunicable, la sustancia individual de naturaleza completa».
La persona como suppositum en Suárez

OSuárez condivide la opinión de Boecio y

por eso afirma que, «en el orden de las


criaturas, la sustancia primera existente, que
siempre es singular, es lo mismo que el
supuesto (suppositum), que en las sustancias
razonables se llama persona ».
La comunicación social en Suárez
O Suárez considera que el ser humano es un ser comunicativo, con un substrato incomunicable.
Para realizar una teoría de la comunicación en Suárez, debemos tener en cuenta que para Suárez, lo
que el hombre mejor conoce no es a Dios ni la naturaleza humana, sino que lo que mejor conoce es
la actividad humana libre. Por eso, el centro de su teoría es cómo se realiza la comunicación
humana en su actividad libre, siempre teniendo en cuenta que la acción pertenece a la persona.

O El doble aspecto analizado en el punto anterior sobre la incomunicabilidad (la persona como
principium quod) y la comunicabilidad de la persona (la persona como principium quo), también se
manifiesta en la actividad del ser humano, ya que, en su aspecto comunicativo tiene un núcleo que
no puede ser afectado desde el exterior (incomunicable) y al mismo tiempo un consenso
comunicativo y libre (comunicable) con capacidad para crear instituciones jurídicas.

O Suárez considera que la persona como sujeto de las operaciones es cerrada e incomunicable, y
al mismo tiempo en su actividad libre es abierta y comunicable.
La comunicación social en Suárez
O La persona es cerrada e incomunicable

O Que es incomunicable, significa que hay un poder interno en la persona,


mediante el cual el sujeto tiene un dominio sobre el acto, esto es una facultad.

O Según Elorduy, este dominio «es el título pre- jurídico del acto humano libre».

O Este aspecto incomunicable se manifiesta en las facultades interiores de la


persona, es decir el entendimiento y la voluntad, ya que al ser completamente del
dominio del ser humano no admiten ninguna coacción externa.

O La incomunicabilidad se manifiesta en el carácter de la forma dominante


donde la libertad no puede ser coaccionada.
La comunicación social en Suárez
O La persona es abierta y comunicable

O Que es comunicable, significa que en su actividad libre la persona participa de la especie humana de forma receptiva y

radiante por medio de comunicaciones mutuas que se manifiestan en consensos comunicativos con Dios y con los otros hombres.

O Según Elorduy, «este consentimiento o consenso comunicativo es el título básico de la actividad jurídica». Este aspecto

comunicable (jurídico), que es su actividad, es decir las facultades exteriores de la persona que admiten una intromisión siempre

que sea respetuosa con la libertad personal.

O La comunicación activa se hace por medio de consentimientos parciales en diálogo con sus semejantes y con Dios. Este

consentimiento comunicativo es el título básico de su actividad jurídica y no es político, sino que es universal y propio del

hombre como hombre, sea como multitud no ordenada, ni organizada o como comunidad prepolítica. El ser humano tiende a

formar con sus semejantes, y sólo por su naturaleza social, estructuras comunitarias y prepolíticas, sin más autoridad que la

otorgada directamente por Dios a la naturaleza libre del hombre, por medio de la creación.

O No se debe confundir este consenso con la interdependencia existente entre los seres humanos, sea de forma individual o

colectiva; sino que es la dependencia esencial de los individuos y del colectivo humano respecto a Dios, que se funda en la

dependencia intrínseca que tiene el ser creado y contingente respecto al creador.


La comunicación social en Suárez
O El estudio del consenso comunicativo, que también es activo en el ser humano, es
esencial para entender lo que son los entes jurídicos en Suárez, y como se conforma
desde los puntos de vista ontológico e histórico el derecho como facultas moralis y en
consecuencia los derechos humanos.

O El hecho de que la qualitas en el suppositum humano, es decir en la persona, no sea


un predicamento de la sustancia, se debe a que estas cualidades no tienen su fuente en la
naturaleza humana, sino que su fuente se encuentra en los actos libres provocados por
agentes externos, sea el logos externo verbo de Dios o el logos convencional humano.

O Estos vínculos del logos en las dos situaciones forman lazos de comportamiento
(habitudo o schesis), que conforman el mundo moral, social o jurídico.
La comunicación social en Suárez
O La problemática de la apertura social del ser humano.

O La apertura social del ser humano en la antigüedad ha sido estudiada por Elorduy, al que seguimos en este tema.

O En el mundo grecorromano, la apertura social del ser humano hacia sus semejantes es un contrasentido, y así para Aristóteles la

apertura social es para los parientes. En el pensamiento antiguo, jamás se pensó en estructuras inspiradas en la sociabilidad

universal, por ello, la polis pertenece al campo de lo natural que incluye lo jurídico y lo político, absorbiendo y anulando lo social.

Por esta razón Aristóteles dirá «es pues, manifiesto que la polis es de las cosas naturales y que el hombre es por naturaleza un

animal político». Solamente los estoicos y entre ellos, especialmente Séneca que denomina al ser humano «sociale animal, común

bono genitum».

O Los planteamientos doctrinales de la antigüedad, especialmente los de Aristóteles, fueron la fuente que sirvieron para negar la

humanidad a los pueblos originarios de América. Este problema, como ya hemos comentado, fue de gran relevancia en la

neoescolástica española a partir de Vitoria.

O Suárez en su análisis de la comunicación social trató de dar una solución universal a esta cuestión, defendiendo la humanidad

de todos los seres humanos. Suárez, descubrió «un sentido jurídico de carácter comunitario que late en el alma del pueblo, de un

derecho natural social como institución divina, pre-estatal y prepolítica, propio de personas jurídicas integrantes de la comunidad

universal humana y, por lo mismo, anterior a la Iglesia y al Estado y a cualquier forma de legislación positiva».
La comunicación social en Suárez
O La concepción de la persona como sujeto de las operaciones separa a Suárez de la Escuela del
Derecho Natural protestante.

O Para Suárez la idea del derecho se funda en la naturaleza de la acción humana, y para Grocio en
la sociabilidad (appetitus societatis), hasta el punto de identificar derecho y sociabilidad. Pufendorf,
va más allá con una raíz esencialmente voluntarista y trata de hacer confluir en una unidad a Grocio y
a Hobbes, es decir, de fundar el appetitus societatis grociano y la imbecillitas hobbesiana en la
naturaleza del ser humano, mediante el concepto ontológico de socialitas.

O 2) en Suárez tiene una gran importancia la historicidad y para Grocio y Pufendorf la historicidad
no tiene relevancia. Pufendorf defiende una posición que ya era tímidamente defendida por Grocio,
que consiste, en que el estado de naturaleza se sitúa fuera de la realidad social, Es decir, tiene un
carácter ahistórico que concibe al ser humano como un individuo aislado. Esta línea individualista y
ahistórica, parece haber nacido con Fernando Vázquez de Menchaca que influyó fuertemente en
Grocio y Pufendorf, y será concluida por Rousseau.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
OUna de las principales teorías desarrolladas por Suárez, es la teoría del consensus, en cuanto generador del

derecho.

OAlgunos autores, han atacado a Suárez, acusándole de voluntarista por admitir el consensus. Pero Suárez no es

voluntarista, y los ataques que normalmente se le dirigen no coinciden con el verdadero pensamiento de Suárez.

OSuárez es atacado desde dos posiciones: a) los racionalistas que «consideran inadmisible la idea de que Dios

intervenga voluntariamente y libremente en la evolución del ser cósmico e histórico». En la visión del derecho de la
modernidad, el individuo ocupa el primer plano y el Estado es el único sujeto productor de derecho, fundando su teoría en el
«contrato social». Hay que tener en cuenta que para Suárez Dios no es pura naturaleza, sino que también es persona, por lo
que por medio de la analogía de atribución intrínseca del ser humano participa aunque sea limitadamente de esta
característica;

O b) desde el punto de vista contrario le atacan los neoescolásticos, que «insinúan que en su doctrina jurídica

interviene exclusivamente y en forma arbitraria la voluntad divina sin fundamento objetivo». Hay que tener en cuenta que
Suárez atribuya a Dios una providencia moral, que le separa del aristotelismo escolástico, pero también del voluntarismo. Su
voluntarismo significa admitir la intervención voluntaria de Dios primeramente y después la del ser humano, como su
colaborador en la historia. Jamás, en ningún texto de Suárez aparece la posición nominalista de considerar la ley como puro
efecto de la voluntad divina sin fundamento objetivo, una posición que encontramos en Grocio.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O El consenso comunicativo en Suárez.
O El consensus es tratado en numerosos puntos del De Legibus y del Defensio Fidei, de forma que podemos considerar que «el

concepto de consensus es parte de un sistema jurídico moral coherentemente estructurado». Los términos utilizados por Suárez

son muy variados: consensio y consensus, voluntas conveniendi, pactum, commune faedus, conventio contractus, y quasi

contractus, que según Elorduy «los podemos entender como equivalentes pero no como perfectamente sinónimos».

O Para Suárez, la comunicación es activa, y trata de irradiarse en comunicaciones mutuas. Esta comunicación activa se hace por

medio de consentimientos parciales en diálogo con sus semejantes y con Dios. Este consentimiento comunicativo es el título

básico de su actividad jurídica y no es político, sino que es universal y propio del hombre como hombre, sea como multitud no

ordenada, ni organizada o como comunidad prepolítica.

O El ser humano tiende a formar con sus semejantes, y sólo por su naturaleza social, estructuras comunitarias y prepolíticas, sin

más autoridad que la otorgada directamente por Dios a la naturaleza libre del hombre, por medio de la creación. No se debe

confundir este consenso con la interdependencia existente entre los seres humanos, sea de forma individual o colectiva; sino que

es la dependencia esencial de los individuos y del colectivo humano respecto a Dios, que se funda en la dependencia intrínseca

que tiene el ser creado y contingente respecto al creador.


El consenso institucional social de la
comunidad prepolítica como activador de las
instituciones
O Un consenso común supone una voluntad general o colectiva que no es propiamente una suma de

voluntades, y resulta no sin intervención de las voluntades y consentimientos de los seres humanos.

O Debemos recordar que el término resultar o actividad por resultancia, es una acción de múltiples

causas convergentes donde, además de la actividad de los seres humanos, interviene también la acción

de Dios autor de la naturaleza. Por lo que no es la voluntad propia de un ente social que vive por sí

mismo hipostasiado en la naturaleza, ni siquiera necesariamente el resultado de un referéndum.

O Para Suárez el pacto común o consenso precede a un efecto que supera la causa y no depende

totalmente de ella. Para Suárez mas que una actividad o una suma de actividades concretas y

determinables, es un estado predominable de opinión, en que se orientan en un sentido determinado

las actividades comunitarias. No es necesario que sea aprobado por todos, a veces ni siquiera por la

mayoría, tampoco es un fenómeno natural espontáneo, producido automáticamente.


El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones

O El estudio del consenso comunicativo, que también es activo en

el ser humano, es esencial para entender lo que son los entes


jurídicos en Suárez, y como se conforma desde los puntos de vista
ontológico e histórico el derecho como facultas moralis y en
consecuencia los derechos humanos.

O Los entes jurídicos, que se forman mediante consensos


comunicativos, participan de esta ontología de la acción, de la
praxis, fuera de todo determinismo físico, con capacidad de crear
instituciones.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O Tipos de consensos institucionales: el de consenso institucional

comunitaria-social y el consenso institucional político.

O En el consenso puede ser funcional, que tiende a efectos pasajeros, rescindibles

y variables, que carecen de un valor externo social y permanente para la


comunidad. Este consenso no nos interesa, ya que no tiene carácter institucional.

O Nos interesa específicamente el consenso institucional que puede ser puramente

comunitario-social o político, hay que tener en cuenta estos dos consensos no

están estrictamente separados y en el político funcionan los dos al mismo

tiempo.
El consenso institucional social de la
comunidad prepolítica como activador de las
instituciones
Oa) Los actos institucionales comunitario-sociales o políticos afectan a la naturaleza misma del ser humano, creando vinculaciones

personales, como el parentesco, el carácter sagrado religioso y sacramental, que enriquecen o transforman a la persona, ampliando o modificando en ella

las aplicaciones del derecho natural.

OEn el lenguaje de la ontología social diríamos que los consensos comunicativos comunitarios o prepolíticos son actos théticos, no

sometidos a la necesidad pero con condiciones suficientes previas dadas para actualizarse.

OEl consenso comunitario-social o prepolítico, crea una colectividad por un pacto espontáneo y muchas veces necesario, para respetar los

derechos, tanto de los superiores como de los iguales e inferiores, en la sociedad humana, siendo precedente al consenso político . El consenso

comunitario-social de la comunidad prepolítica no había sido considerado en la historia, ya que para numerosos autores las comunidades las

comunidades prepolíticas no eran consideradas sujetos de derechos, hasta las declaraciones de derechos humanos de los pueblos originarios.

OPero hay que tener en cuanta que para Suárez la distinción entre el pacto comunitario-social natural y el pacto positivo político es esencial

para entender su teoría del consenso, ya que el primero es esencialmente vínculativo, personal e institucional, y será el que determine a la sociedad, ya

sea natural-imperfecta o perfecta. El sujeto de este consenso y sujeto inmediato del poder en si mismo considerado es la comunidad, como unidad moral

o cuerpo organizado
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O Por ello, «no se halla en cada uno de los hombres considerados individualmente, ni

en la multitud congregada solo accidentalmente, sino en la comunidad en cuanto moralmente


unida y ordenada a formar un cuerpo místico, del cual resulta como una propiedad», en
palabras de Angeláis, el titular será la comunidad o «multitud organizada».

O El poder pertenece a la comunidad por ley natural y no se puede atentar contra la

existencia y pertenencia del poder a la comunidad, porque la ley natural no manda que el
poder no permanezca en la comunidad, ni que sea ejercido por toda ella, sino que protege
únicamente este derecho de la comunidad la cual puede cederlo.

O En conclusión para Suárez «el poder constituyente reside en el pueblo (comunidad).


Cualquiera que detente la autoridad política que no sea el pueblo (comunidad) actuando como
entidad autogobernante, recibe la autoridad por libre traslación inmediata, y no solo por
designación»
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O El consenso político depende del acto voluntariamente prestado por la comunidad para establecer un régimen de gobierno

determinado y es posterior al consenso social, y mediante él, se somete a los súbditos a deberes que impone el Estado para

el bien común.

O La comunidad puede transmitir el poder y crear el estado, que es un ente moral, con vínculos morales es decir leyes. Este

poder depende directamente de la voluntad y ley constitucional humana y no de la ley natural o de la voluntad divina.

O El poder no se encuentra en ninguna persona individual y tampoco puede encontrarse en todas, por la sencilla razón de que

«nadie puede adquirir lo que no tiene juntándose con semejantes que carecen también de ello».

O Por lo tanto, el poder se encontrará en la comunidad, en el entorno social, el cual no es lo mismo que el mero agregado de

individuos, sino un nuevo ser moral.

O La formación de la comunidad política y la adquisición por parte de ella del poder público es simultánea. La sociedad existe

no gracias a un acto libre, sino que es un don necesario de la naturaleza humana, el imperativo de la ley racional.

O Una cosa es el contrato social, que quede a la personalidad jurídica de la comunidad y otra, el contrato estrictamente

político, merced al cual se designa el régimen de gobierno y sus titulares.


El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones

O Aquello que transmite la comunidad, no es el poder en sí mismo, ya que esto afectaría a su existencia, y la facultad del

poder no puede ser totalmente enajenada de la propia comunidad. Por lo tanto, aquello que se transmite es el ejercicio del
poder, y no el poder en sí mismo.

O El sujeto de este consenso es la sociedad política, que puede ser creada o no, por la comunidad, según considere si es

adecuado o no para la ayuda mutua. Esta ayuda mutua no la puede realizar un individuo cualquiera principalmente porque
no es superior a los demás. Por ello, el sujeto realizador del fin comunitario no es el individuo, y por ello, tendrá que serlo
la comunidad o colección.

O Esta colectividad para ser sujeto de relaciones reales trascendentales con capacidad de obligar, debe tener ciertos

requisitos:

O a) el primero es la unidad.

O b) hace falta una causa final que será el fin político;

O c) también se necesita causa formal que será el vínculo social

O d) y una causa eficiente que es el acto especial de la voluntad o común consentimiento

O Esta voluntad humana no es la causa del poder político, sino una condición indispensable.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O Entre la comunidad y el Estado, Suárez considera a la Iglesia como un ente intermedio
«entre el cuerpo místico del pueblo, resultante del consenso humano y la acción de Dios
autor de la naturaleza, y la persona mística de la autoridad estatal monárquica o corporativa
resultante de la elección humana y de la acción providencial de Dios en la historia».

O Por lo tanto, hay que distinguir tres tipos de resultancia, donde Dios y el ser humano
actúan de forma diferente:

O a) el cuerpo místico del pueblo, como sociedad prepolítica que es resultante del
consenso institucional comunitario-social y la acción de Dios autor de la naturaleza;

O b) la persona mística estatal que es resultante de la elección humana y de la acción


providencial de Dios en la historia;

O c) el cuerpo místico de la Iglesia, que es un cuerpo político intermedio entre los dos.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones

O El consenso institucional de Suárez y las teorías del contrato social.


O El consenso institucional en Suárez es muy diferente a las teorías del contrato social de otros autores

posteriores a él.

O La cuestión del pacto social y del poder político que conforma la teoría de la traslación., no es un tema

original que proceda de Suárez, sino que es un argumento con una larga tradición ya que procede de los

padres de la Iglesia, especialmente San Juan Crisóstomo, también ha sido trabajada por Santo Tomás, y

formulada de forma precisa por Aegidius Romanus, Engelbert de Volfersdorf, Nicolas de Cusa, Jacobo

Almanius, Gerson, aparece de forma recurrente en la Neoescolástica española en casi todos sus autores,

Vitoria, Soto, Molina, Suárez, Covarrubias, los Salmanticenses, etc. Y fue confirmada en el Concilio

Vaticano II por la Gaudium Et Spes. De Santo Tomás tomaron la distinción entre la fuente inmediata y la

mediata del poder, por la que el poder civil, se puede decir proveniente de Dios, únicamente en el sentido de

que Dios es autor de la naturaleza, de la cual a su vez nace inmediatamente el poder.


El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
Oa) Los actos institucionales comunitario-sociales o políticos afectan a la naturaleza misma del ser humano,

creando vinculaciones personales, como el parentesco, el carácter sagrado religioso y sacramental, que enriquecen o
transforman a la persona, ampliando o modificando en ella las aplicaciones del derecho natural. En el lenguaje de la
ontología social diríamos que los consensos comunicativos comunitarios o prepolíticos son actos théticos, no
sometidos a la necesidad pero con condiciones suficientes previas dadas para actualizarse.

OEl consenso comunitario-social o prepolítico, crea una colectividad por un pacto espontáneo y muchas

veces necesario, para respetar los derechos, tanto de los superiores como de los iguales e inferiores, en la sociedad
humana, siendo precedente al consenso político.

OEl consenso comunitario-social de la comunidad prepolítica no había sido considerado en la historia, ya

que para numerosos autores las comunidades las comunidades prepolíticas no eran consideradas sujetos de derechos,
hasta las declaraciones de derechos humanos de los pueblos originarios.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones

OPero hay que tener en cuanta que para Suárez la distinción entre el pacto comunitario-social natural y el pacto

positivo político es esencial para entender su teoría del consenso, ya que el primero es esencialmente vínculativo, personal e
institucional, y será el que determine a la sociedad, ya sea natural-imperfecta o perfecta.

OEl sujeto de este consenso y sujeto inmediato del poder en si mismo considerado es la comunidad, como unidad

moral o cuerpo organizado. Por ello, «no se halla en cada uno de los hombres considerados individualmente, ni en la
multitud congregada solo accidentalmente, sino en la comunidad en cuanto moralmente unida y ordenada a formar un
cuerpo místico, del cual resulta como una propiedad», en palabras de Angeláis, el titular será la comunidad o «multitud
organizada». El poder pertenece a la comunidad por ley natural y no se puede atentar contra la existencia y pertenencia del
poder a la comunidad, porque la ley natural no manda que el poder no permanezca en la comunidad, ni que sea ejercido por
toda ella, sino que protege únicamente este derecho de la comunidad la cual puede cederlo.

O En conclusión para Suárez «el poder constituyente reside en el pueblo (comunidad). Cualquiera que detente la autoridad
política que no sea el pueblo (comunidad) actuando como entidad autogobernante, recibe la autoridad por libre traslación
inmediata, y no solo por designación»
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O El sujeto de este consenso es la sociedad política, que puede ser creada o no, por la comunidad, según

considere si es adecuado o no para la ayuda mutua. Esta ayuda mutua no la puede realizar un individuo

cualquiera principalmente porque no es superior a los demás. Por ello, el sujeto realizador del fin comunitario

no es el individuo, y por ello, tendrá que serlo la comunidad o colección. Esta colectividad para ser sujeto de

relaciones reales trascendentales con capacidad de obligar, debe tener ciertos requisitos: a) el primero es la

unidad; b) hace falta una causa final que será el fin político; c) también se necesita causa formal que será el

vínculo social; d) y una causa eficiente que es el acto especial de la voluntad o común consentimiento. Esta

voluntad humana no es la causa del poder político, sino una condición indispensable.

O Entre la comunidad y el Estado, Suárez considera a la Iglesia como un ente intermedio «entre el cuerpo

místico del pueblo, resultante del consenso humano y la acción de Dios autor de la naturaleza, y la persona

mística de la autoridad estatal monárquica o corporativa resultante de la elección humana y de la acción

providencial de Dios en la historia»


El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones
O 1.- Suárez, combatió en su época la teoría de la designación de la reforma protestante,
donde Dios designa de forma inmediata y directa a la autoridad política, y la considero
herética en su obra Defensio Fidei. Suárez, aparece como un claro defensor de la teoría de
la traslación de la que es «sin duda ninguna su mejor interprete». Podemos resumir la
teoría suareciana de la traslación con las siguientes tesis:

O a) las sociedades menores y la sociedad perfecta no son consecuencia del pecado, sino
que incluso existirían en el estado de inocencia. La naturaleza humana tiene un carácter
esencialmente social y el ser humano no puede vivir sino en la comunidad, por ello, la
autoridad política es una propiedad necesaria del cuerpo político. Esta autoridad política
se origina en Dios como causa primera, el cual, por derecho divino natural transfiere de
forma inmediata la autoridad constituyente al pueblo como un todo.
El consenso institucional social de la comunidad
prepolítica como activador de las instituciones

O b) por derecho natural, solamente existe la comunidad, «con su

democracia inmediata o el autogobierno del pueblo por el pueblo, sin


la mediación de un cuerpo representativo», es decir sin el estado o la
política, ya que todos los seres humanos nacen libres e iguales por la
esencia de su naturaleza y permanecen así antes de su unidad en el
cuerpo político.

O Esta doctrina supone un rechazo total de la doctrina aristotélica


de los esclavos por naturaleza, y es que toda servidumbre proviene
de los seres humanos y no de Dios.
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O c) el pueblo transfiere de forma inmediata la autoridad política a un individuo o cuerpo político, en beneficio del bien común.

O La transferencia formal es la causa moral y jurídica, que aunque es de derecho natural, no lo es de derecho natural positivo, es

decir, «no existe precepto alguno de la ley natural que mande, individual o colectivamente que se forme la sociedad perfecta», por

ello, la transmisión de la autoridad «es una cuestión de conveniencia y no de necesidad absoluta».

O Para Suárez la constitución de la comunidad y el poder pertenece al derecho natural negativo o permisivo. De forma que este

derecho natural permisivo prohíbe a todos los seres humanos el que se impida la formación de la comunidad política, quedando en

la libertad los fundadores de decir si la quieren, cuándo y cómo.

OLa comunidad social tiene una facultad o potestad dominativa, o derecho de decidir y de poder actuar, si la quiere o no. El poder

Dios lo concede a la comunidad en el momento mismo de la creación como causa primera, y la comunidad por su libre voluntad, y

actuando como causa segunda lo traslada a la sociedad perfecta y a la autoridad. El nacimiento del poder en la sociedad perfecta,

nace como resultado y aún en contra de la voluntad de los asociados, porque aparece como una propiedad de la naturaleza humana.

OLa actividad humana es el presupuesto del origen del poder, el derecho natural y la naturaleza humana son el fundamento

inmediato. El fundamento remoto es Dios autor de la naturaleza. En consecuencia, Dios no transfiere inmediatamente la autoridad

política, sino que lo hace de forma mediata.


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O d) para que se constituya el estado y la autoridad política es necesario

el consenso o pactum subjectionis, en la comunidad social y este consenso


es la causa de la traslación de la autoridad política a cualquier individuo o
institución especifica. El gobernante posee la autoridad por derecho
humano y no por derecho natural ni por derecho divino;

O e) la comunidad tiene una democracia original inmediata, no


representativa, y es por un acto libre del pueblo que se transforma en una
democracia constitucional, condición indispensable para que un
individuo pueda convertirse en detentador de la autoridad soberana;
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O f) la nueva autoridad no es la suma de derechos individuales,

ya que estos no se transmiten, y así «los derechos originales


humanos se enraízan en la dignidad de la persona en cuanto
imagen y semejanza con Dios y no pueden jamás transferirse».

O El nuevo orden es necesario y permanente; produce nuevos

derechos y deberes, pero «sin abolir lo que llamamos con


exactitud derechos inalienables».
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O Las posiciones sobre el origen de la potestad legislativa y la autoridad política, ha dado lugar a doctrinas
diferentes y contradictorias, incluso al interno del ámbito católico, agravadas con la parición del modernismo. Ante
la imposibilidad de poder examinar todas las teorías, solamente vamos a reseñar algunas que son significativas

O a) La teoría de la designación. Esta teoría fue defendida, por el derecho inmediato divino de los emperadores

Bizantinos, por los juristas imperiales del medioevo en la crisis de las Investiduras, por la reforma protestante y por

los filósofos políticos de la restauración monárquica en el siglo XIX. En esta teoría no existe el pacto social, y para

ella el poder no se funda en la naturaleza y actividad de los seres humanos sino solamente en Dios. Por ello, «la

autoridad no se funda en el pueblo como una entidad unitaria organizada en un cuerpo político».

O El problema es cómo la autoridad política puede derivarse inmediatamente de Dios. Para ello elaboran la teoría de

la designación que dice que «la autoridad política se transfiere a su detentador inmediatamente por Dios», pero de

forma indirecta, a través de las causas segundas, por lo que no excluyen actos humanos libres, como el

consentimiento del pueblo, o la elección por sufragio. Pero hay que tener en cuenta que estos actos de las causas

segundas no son causa, sino simples condiciones de la transferencia de la autoridad.


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Ob) Las teorías, base del modernismo.

OEstas teorías sostienen que el poder político es una creación humana libre en su existencia y contenido, no reconociendo las

exigencias derivadas de la naturaleza racional y social del ser humano, sino que se basándose en un pacto social individualista y abstracto.
Con estos supuestos podemos distinguir dos corrientes:

O1) la primera que considera el estado inicial del ser humano, como libre, malvado y antisocial por naturaleza, y que fundamenta al

absolutismo político. Esta teoría fue desarrollada por Hobbes, para quien, sólo existen los individuos y mediante el contrato de señorío se
funda el Estado;

O2) la segunda corriente considera al ser humano como libre, bueno y social por naturaleza, y que fundamenta el liberalismo

político. Esta teoría fue desarrollada por Rousseau, quien borra de la doctrina contractual el pacto de señorío, la institución del gobierno no
podía ser un pacto de sumisión, fruto de un pacto bilateral, sino una comisión, un mandato.

OLa diferencia entre el contrato social y el contrato de señorío en Suárez, consiste en que el contrato de señorío aparece cuando la

comunidad política esta plenamente constituida por el consentimiento, y por tanto, la comunidad como titular del poder público lo transmite
a un príncipe. El contrato social es aquel por el cual los individuos se constituyen en comunidad y reciben el poder inmediatamente de la ley
natural y por tanto de Dios. Para Suárez, constituye algo específico que no se deriva del individuo sino que aparece como propiedad del todo
social al quedar este constituido como tal. La diferencia, es la que se da entre una concepción atomista individualista del estado y la doctrina
que ve en el mismo una estructura diversa de la mera suma de los sujetos que lo forman, es decir, la teoría que considera el estado como un
mecanismo y la que lo define como un organismo moral.
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O Las posiciones monistas de las revoluciones europeas, sea la optimista con Rousseau o
la pesimista de Hobbes, como las dualistas de los reformados, es una grave equivocación.

O Como dice Rommen «la filosofía política católica contiene simultáneamente ambos
elementos: el conservador y el liberal, ya que vive en una tensión polar dentro de su ser
unitario».

O Para la teoría católica no hay antítesis entre a libertad como orden y la autoridad, entre
los derechos del individuo y los derechos del estado, entre el nacionalismo y el
internacionalismo.

O En conclusión, y en palabras de Rommen, «es un complexio oppositorum, el hombre


vive en la tensión de la oposición polar», y esto contradice las posiciones perfeccionistas y
las pesimistas.

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