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Ciencia y técnica como

ideología – Jürgen
Habermas
José Rolando Manzano Viera
Jürgen Habermas
• Nació en Dusseldorf, Alemania en 1929.
• Filósofo y sociólogo.
• Miembro más destacado de la segunda generación de la
Escuela de Frankfurt.
• Obras:
• Ciencia y técnica como ideología, 1968
• Teoría de la acción comunicativa, 1981
• El discurso filosófico de la modernidad, 1986
Ciencia y técnica
como ideología
• Cinco estudios publicados entre los años 1963 y
1968 que comprenden varias claves del
pensamiento de Habermas.
• La tesis central consiste en que ciencia y técnica se
han convertido en un sistema de pensamiento
autónomo, que posee intenciones de dominio y
sometimiento.
• La ciencia y la técnica se han convertido en la
ideología imperante, gracias a la idea de que estas
nos sirven tanto para dominar y controlar a la
naturaleza como a los seres humanos, pues la
gestión de los asuntos humanos adquieren un
carácter técnico, ya no político.
Trabajo e interacción. Notas sobre
la filosofía hegeliana del periodo de
Jena.
• Este ensayo tiene como intención introducirnos al leitmotiv
habermasiano: que el trabajo y el progreso técnico deben
respetar las leyes y usos de la convivencia social.
• Habermas retoma dos trabajos sobre la filosofía de la
naturaleza y el espíritu desarrollados por Hegel en una
etapa temprana (1804-1806).
• Para Habermas, en estos dos trabajos Hegel pone a la base
del proceso de formación del espíritu una concepción
peculiar que sería abandonada después.
• La representación simbólica (lenguaje), el proceso de
trabajo (instrumento) y la interacción (reciprocidad)
“establecen una mediación entre el sujeto y el objeto” (p.
12).
• Tesis: la relación dialéctica de simbolización, trabajo e
interacción determinan el concepto del espíritu.
I. Lógica subjetiva y crítica • Habermas retoma el concepto del
“yo” en Hegel para hacer una crítica

a Kant a la filosofía kantiana de la reflexión


y el conocimiento.
• El “yo”, como unidad que se refiere
a sí misma, es al mismo tiempo
universalidad y particularidad.
• Universalidad en tanto la
unidad se abstrae y contiene
en sí a todo ser-determinado.
• Particularidad en tanto existe
como personalidad individual.
• Para Kant, la experiencia de la
identidad del yo reside en la
autorreflexión. El sujeto desarrolla
una autoconciencia a partir de la
reflexión solitaria y esta es
originaria. Presupuesto de la
filosofía del conocimiento.
Hegel, por el contrario, considera que la
autoconciencia no es originaria, sino que
pasa por “la relación complementaria de
los individuos que se conocen” (p. 15).
La autoconciencia es resultado de la
Reconocimiento interacción. La conciencia que tenemos
recíproco de nosotros mismos deriva del
entrelazamiento de perspectivas.
Sobre la base del reconocimiento
recíproco se forma la autoconciencia.
El espíritu
• En la medida en que la autoconciencia se construye a partir de la
interacción, el espíritu es el medio en el que un “yo” comunica
con otro “yo”, a partir del cual ambos sujetos se forman
recíprocamente.
• “La conciencia como el medio en el que los sujetos se
encuentran” (p. 16).
• El espíritu es el desarrollo dialéctico de la unidad entre el “yo”
como identidad de lo general y lo particular.
• En ese sentido, el espíritu es la comunicación de los particulares
en el medio de una universalidad. (p. 17). Permite la conexión
entre la universalidad y la individualidad.
• El yo solo puede ser concebido como autoconciencia si es espíritu.
II. Segunda serie de
lecciones: relación ética
• La relación ética se puede explicar como analogía de la
relación entre amantes: “en el amor permanece lo separado,
pero ya no como separado sino como uno”.
• Unión de los distintos: la distinción del otro es igualarse al
otro.
• El sentido de la identidad del yo descansa en el
reconocimiento recíproco. En Hegel, la dialéctica de la relación
ética es la lucha por el reconocimiento. (p. 19).
• La dialéctica reside en la historia de la represión y el
restablecimiento de la situación de diálogo. Reconciliación.
• El reconocimiento recíproco: la identidad del “yo” solo es
posible a través de la identidad del otro que me reconoce a
mí, quien a su vez yo reconozco.
• El concepto del yo no proviene de la “conciencia teórica” de
Kant, sino de la conciencia práctica.
Acción ética y moralidad
• Para Kant, la filosofía es una abstracción a la relación ética de los
particulares.
• Kant destierra la acción ética del ámbito de la moralidad.
• La previa sincronización de los agentes en leyes universales
destierra el problema de la eticidad.
• Las leyes morales, en tanto abstractamente universales,
disuelven la acción a sujetos solitarios y autosuficientes. Cada
individuo debe actuar como si fuera la única consciencia
existente y asumir que el resto cumple también las leyes
morales.
• La acción ética se reduce a acción monológica.
• La acción moral es un caso de acción estratégica: la decisión
entre varias posibilidades tiene que tomarse de forma
monológica (p. 24).
• Debemos prescindir de las consecuencias concretas y los
efectos colaterales de las acción acreditadas por su “intención
moral”.
III. Lenguaje y trabajo
• Habermas argumenta que la acción comunicativa es el medio por el cual la
conciencia adquiere existencia. Es decir, es el medio mediante el que se
desarrolla el espíritu.
• Tres medios del proceso de formación del espíritu: familia, lenguaje y trabajo.
• El papel del lenguaje (empleo de los símbolos) reside en la representación e
identificación de los objetos. El medio son los símbolos lingüísticos. El espíritu
es aquí el logos de un mundo.
• Trabajo: una forma de satisfacción de las necesidades que distingue al espíritu
de la naturaleza. El medio son los instrumentos.
• Doble sometimiento de la naturaleza:
• En el lenguaje (dialéctica de la representación), sometimiento de la
naturaleza a símbolos autogenerados.
• En la dialéctica del trabajo, la naturaleza se somete a partir de la
acumulación de experiencia. Conciencia astuta: aprendizaje acumulado.
Lenguaje y trabajo
• Lenguaje e instrumento son medios a través del
cual el espíritu llega a la existencia, pero corren
en sentidos contrarios.
• El lenguaje es el medio con el que se forma la
identidad de la conciencia cognoscente y la
objetividad de los objetos conocidos.
• La identidad del yo no puede ser hecha ni por
medio del conocimiento ni los procesos de
trabajo y de interacción.
• Es el único lugar en donde es posible la síntesis
de los momentos separados del yo y de la
naturaleza de un mundo del yo. (p. 33).
IV. Relación entre los procesos
de formación del espíritu
• La crítica del conocimiento que hace Hegel en
Jena parte de que el sujeto del conocimiento no
está formado de partida. Empieza estando
determinado por tres tipos de formación
heterogéneos.
• ¿Cómo se puede pensar la unidad de los tres
procesos de formación?
• Dos procesos (trabajo e interacción)
presuponen necesariamente la dimensión del
lenguaje.
• La interacción depende de las comunicaciones
lingüísticas y el trabajo está inserto en una red
de interacciones que depende de la
cooperación.
Trabajo e interacción
• Si bien ambas dependen del lenguaje, es más difusa
la relación entre trabajo e interacción. No se puede
reducir ninguna dimensión a la otra.
• Hegel establece su conexión en las normas
jurídicas.
• Las normas jurídicas institucionalizan el
reconocimiento recíproco. Los individuos se
reconocen también como propietarios a partir de
las posesiones producidas por el trabajo y
adquiridas por el intercambio.
• La forma institucional del intercambio es el
contrato, que descansa en la reciprocidad. La acción
complementaria viene mediada por símbolos que
fijan expectativas obligatorias de comportamiento
(p. 38).
• El reconocimiento recíproco que descansa en la
interacción, queda normado por la vía de
institucionalización del intercambio de los
productos de trabajo.
• Así, los procesos de trabajo por los que nos
liberamos del dictado de la naturaleza, entran
Trabajo e en la lucha por el reconocimiento.
interacción • Hegel conecta trabajo e interacción bajo el
punto de vista de la emancipación con respecto
al poder tanto de la naturaleza externa como la
naturaleza interna.
• La dialéctica del amor y de la lucha no puede
quedar disociada de los éxitos de la acción
instrumental.
V. Relación con la
naturaleza
• Hegel solo desarrolló una vez esta conexión entre trabajo e
interacción.
• A partir de la Enciclopedia, Hegel desarrolló que el espíritu
tiene en la naturaleza su completa objetividad externa y
encuentra su identidad en la cancelación de esa
exteriorización.
• El interior de la naturaleza es el mismo espíritu mismo ya que
solo puede ser captable en su esencia en el enfrentamiento de
los hombres con ella. Se mira a la naturaleza como un
oponente.
• La dialéctica entre el ser humano y la naturaleza no es una
relación paritaria entre oponentes. El espíritu no puede
dialogar con la naturaleza. Por lo tanto, el espíritu absoluto es
solitario, por lo que esta relación no puede ser pensada bajo
el modelo de intersubjetividad.
VI.
Conclusión
• No hay una conexión
evolutiva automática entre el
trabajo y la interacción.
• De la conexión entre trabajo
e interacción depende
esencialmente tanto el
proceso de formación del
espíritu como el de la especie
(p. 51).

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