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CER

“CORRESPON
SABILIDAD
COMUNITARIA
Y LIDERAZGO
COMPARTIDO”
Unión de Superioras y Superiores
Generales
UISG Y USG
• La UISG y la USG han dedicado sus últimas
reuniones al tema del liderazgo con los
siguientes títulos:

• «No sea así entre ustedes»

• «El liderazgo en la vida religiosa 50 años


después del Vaticano II»
50 años después del Vaticano II
La vida religiosa también ha cambiado:
el modelo clásico está desapareciendo
y aún no hay uno nuevo; por eso,
somos la generación del
discernimiento; nos toca abrir el
camino o, mejor, descubrir el camino
que el Espíritu Santo nos está abriendo
para gestar el nuevo modelo de vida
religiosa.
• Nuestra profecía, nos dice el Papa
Francisco, es la de “despertar al
mundo”,
mundo” testimoniando con
nuestra manera de vivir, que otra
manera de relacionarnos es
posible, ¡que no es desde el poder
sino desde el servicio!
Corresponsabilidad comunitaria
“Alegraos”
• La alegría se consolida en la experiencia
de fraternidad, como lugar teológico,
donde cada uno es responsable de la
fidelidad al Evangelio y del crecimiento
de los demás
• Además, es necesario recordar siempre que la
realización de los religiosos y religiosas pasa a
través de sus comunidades.
• La comunidad religiosa, como expresión de
Iglesia, es fruto del Espíritu y participación en
la comunión trinitaria. De aquí el compromiso
de cada religioso y de todos los religiosos a
sentirse corresponsables de la vida fraterna en
común, a fin de que manifieste de un modo
claro la pertenencia a Cristo, que escoge y
llama hermanos y hermanas a vivir juntos en
su nombre.
• En la vida consagrada vivimos ordinariamente
en comunidad. La experiencia no siempre es
muy buena. Pero ¿debería ser así? O tal vez
podemos descubrir caminos para que sea
espacio de pertenencia, maduración personal,
inspiración, compromiso y gozo.
• Ser comunidad es gracia y arte. Es un
don y sólo se aprecia cuando se cultiva y
se está dispuesto a dejarse penetrar y
transformar. Ser comunidad es
peregrinar hacia una nueva tierra, pero
con otros.
• “Una cosa es cierta: lo importante no es
que lleguemos primero y solos sino
todos juntos y a tiempo” (Domingo y
Sol).
Dificultades
La primera dificultad es la de formarse un
justo concepto de liderazgo en la vida
consagrada. Éste no se reduce a una mera
administración o estructura organizativa,
sino que implica un proyecto para alcanzar
un fin y supone una cierta tensión en orden
al cumplimiento de una misión.
2. Individualismo
La segunda dificultad viene del
individualismo. A menudo, el
testimonio de los religiosos se reduce
al nivel personal. El liderazgo debe
hacer que los institutos religiosos den
testimonio comunitario de una fe
auténtica.
3. Auto-referencialidad
La tercera dificultad procede de la
tendencia a la auto-referencialidad. Es
necesario vencer la tentación e ir con
audacia más allá de los muros del
templo o de los conventos, para
alcanzar las periferias geográficas y
existenciales, instaurando un diálogo
leal, abierto a todos.
• El momento actual nos desafía a asumir otro
modo de presencia y de relacionarnos
Liderazgo compartido
El liderazgo de la autoridad es un
servicio, y éste lleva un peso.
Lectura en pequeños grupos
• Cuando una Congregación quiere revitalizarse,
uno de los principales signos de que está en
camino es la formación para el servicio de la
autoridad y liderazgo en la comunidad.
• Este servicio pide ser “buscadoras/es de Dios”
y no maestros de costumbres o instructores
• Hombres y mujeres abiertos a nuevos modos
y visiones que no absolutizan lo vivido
• Con ganas de vida y menos ganas de poder
• La comunidad no necesita expertos, sino
testigos
Modelos de Comunidad
Instrucción: El servicio de la
autoridad y la obediencia “Faciem
tuam, Domine, requiram”
• Se necesita “más obediencia responsable, de
servicio generoso, de la que evita el
individualismo, el egocentrismo y el
etnocentrismo, la que prefiere <dar un paso
juntos a dar dos o más solos>”
• Papa Benedicto al inicio de su Pontificado dijo:
“Mi verdadero programa de gobierno no es
hacer mi voluntad o seguir mis propias ideas,
sino ponerme a la escucha, junto con toda la
Iglesia, de la palabra y voluntad del Señor y
dejarme guiar por El (n. 12).
Modelos de Comunidad
• A veces se entiende el ser animador como el
hacer lo que yo quiera y ser autónomo y me
satisfago mis gustos y necesidades.
• ¿Cómo crear una Vida Consagrada que nos
permita vivir con gusto la Obediencia, el
servicio de la autoridad?
• ¿Cómo ser más libres y felices?
Estilos de Autoridad

• “Ungidos-Iluminados”
• Esquema que traemos muy introyectado y
tiene las siguientes características:
– Uniforme
– Da seguridad
– No conflictivo
– Privilegios
• Dominio
• Por parte de la comunidad:
– Obediente
– Borreguismo
– Infantilismo
– Aburguesamiento
– Comodidad
• En este esquema la autoridad “viene de Dios
al superior” y él es mediación para los otros.
¿Qué pasa? Se acentúa el aburguesamiento,
infantilismo y comodidad.
• En este esquema hay quienes dan un paso y
le creen a la mediación porque hay
espiritualidad, pertenencia, sentido de su
consagración.
• “Lineal”
• En este esquema hay cierta igualdad, se diluye el
servicio
• En la comunidad se dan:
– No privilegios
– Alianzas
– Ambigüedad
– Complacencia
– Democracia
– Acercamiento
• ¿Cuál sería la implicación para una persona
con estos elementos?
– Negocia el bienestar de todos para que estén
contentos.
– Modelo individualista, depende de la calidad de los
miembros
– Potencia los intereses personales
– Centrados en la autorrealización y el poder
• En este esquema: ¿dónde está la autoridad?
• “Centrada en el seguimiento de Jesús”
• En este esquema comunitario…
– Hay movilidad
– Se resguarda la comunión
– Desde Jesús Pobre, despojado, no desde el poder
– Jesús valida a la autoridad y a cada hermana
– Unidad en la diversidad
– Un solo Espíritu y pluralidad de carismas
– Clave de discernimiento, desde lo que quiere Dios
– Mirarme y dejarme mirar
– Diálogo y escucha
• Necesitamos un liderazgo que nos inspire y
nos haga partícipes apasionados de un sueño
y no un liderazgo que nos exija simplemente
sumisión a un plan pre-establecido y nos
convierta en forzados colaboradores, que solo
se atienen a lo prescrito o contratado.
Necesitamos líderes a quienes seguir, no por
obligación, sino por deseo, no porque
“tenemos que”, sino porque “queremos”.
• Pasar de un liderazgo convencional en la
Iglesia y en la vida religiosa, a un liderazgo
inspirador y alternativo.
• Nuestra mayor dificultad a la hora de
“renacer” como institutos religiosos consiste
en la falta de un liderazgo inspirador; tenemos
“managers” que intentan imponer y hacer
cumplir programas…
• El liderazgo necesario en la vida religiosa de
este tiempo no es el que tiene respuestas para
todo, sobre todo, cuando éstas se sacan del
«baúl de los recuerdos», sino el que es capaz
de provocar la libertad y la
responsabilidad de cada uno (Gonzalo
Díez)
• Asamblea de la USG: P. Mauro Jöhri :
• En este momento, el liderazgo tiene que
apoyarse en tres verbos: « dialogar, dar pistas
y, sobre todo, escuchar».
• Porque solo quien asume como guía vital el
principio evangélico de la sencillez es capaz de
dialogar poniéndose, en verdad, en el lugar de
la otra persona;
• solo quien convierte la Palabra en la fuerza
motriz de su existencia puede llegar a ofrecer
pistas, siempre nuevas y antiguas, como son
las de Jesús,
• y solo quien entiende que el liderazgo es
servicio es capaz de pararse, detenerse y
convertir a sus hermanos o hermanas en el
centro de su existencia con una escucha activa
a cada uno, en su mismidad y originalidad.
• Es la escucha la primera via de gobierno,
nueva e imprescindible, para el liderazgo del
siglo XXI.
Provocaciones del Papa Francisco
• Esta es una actitud cristiana: la vigilancia. La
vigilancia sobre sí mismo: qué pasa en mi
corazón? Porque donde está mi corazón está
mi tesoro. Qué sucede allí? Dicen los Padres
Orientales que se debe conocer bien si mi
corazón está en turbulencia o mi corazón está
tranquilo. Después, qué hago? Busco
entender aquello que sucede, pero siempre
en paz. Entender en paz.
• Después, cuando regresa la paz y puedo hacer
un examen de conciencia. Cuando estoy en
paz, no hay turbulencia: ¿Qué ha pasado hoy
en mi corazón? Esto es vigilar. Vigilar no es ir a
la sala de tortura, no! Es mirar el corazón.
Nosotros debemos ser dueños de nuestro
corazón. Qué siente mi corazón, qué busca?
Qué es lo que hoy me ha hecho feliz y que no
me ha hecho feliz?
• Gracias a Dios ustedes no viven y no trabajan
como individuos aislados, sino como
comunidad: y agradezcan a Dios por esto! La
comunidad sostiene todo el apostolado. A
veces la comunidad religiosa está atravesada
por las tensiones, con el riesgo del
individualismo y de la dispersión,
• cuando sin embargo existe la necesidad de
una comunicación profunda y de relaciones
auténticas. La fuerza humanizante del
Evangelio es testimoniada por la fraternidad
vivida en comunidad, hecha de acogida,
respeto, ayuda mutua, comprensión, cortesía,
perdón y alegría…

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