Catequesis para la reunión de pequeñas comunidades en asamblea general

Parroquia San Juan Bautista

Julio 31 de 2021

La Edificación Espiritual. La debe dirigir el coordinador de la pequeña comunidad. Debe

durar entre 35 y 45 minutos por la situación que estamos viviendo de pandemia. Se realiza
tres veces al mes, porque en el cuarto encuentro realizamos la solidaridad social, que debe
durar el mismo tiempo.

1. Por qué es importante la Edificación espiritual: la edificación espiritual es lo que

constituye verdaderamente una comunidad, por lo que si un grupo la implementa
regularmente en su reunión semanal y no le dedica el tiempo necesario, ese grupo no
merece el nombre de comunidad.
La edificación espiritual no debe tomarse como una obligación, sino como algo
espontáneo entre personas que han tenido la experiencia del encuentro con Dios, que
se han convertido a Él y que, al reunirse para compartir su experiencia de vida
cristiana, progresivamente van experimentando el amor de unos a otros, y esto los lleva
a desear el bien de los demás, y en proporción de su caminar unidos en el Señor, se
van conociendo y se van interesando por todos los aspectos de la vida de cada uno de
los miembros de la comunidad.

La edificación espiritual la podemos describir con estos matices: conocimiento

mutuo, interés, responsabilización, cuidado, ayuda mutua, mutuo servicio,
preocupación, solicitud de todo lo que forma parte de la vida de cada persona en
solidaridad y apoyo.
Por lo tanto en la edificación espiritual es sumamente importante saber
escuchar, interesarse realmente por el problema del otro, tener empatía, metiéndose en
los "zapatos del otro", para tratar de ver las cosas desde su punto de vista y todo a la
luz de la Palabra y del plan de Dios.
 Debemos tener presente que el momento central y más importante de la reunión
semanal, es la Edificación Mutua, ya que es aquí precisamente donde se construye
progresivamente la fraternidad de unos con otros, que es el objetivo de la Pequeña
Comunidad.

La Edificación Espiritual tiene las siguientes dimensiones: testimonio de vida;

revisión de vida; búsqueda de la voluntad de dios y corrección fraterna.

1. EL TESTIMONIO DE VIDA: Es aquí donde comunicamos a los demás, cómo la acción

del Espíritu Santo nos va haciendo caminar hacia Jesús, en el despojamiento del
hombre viejo y la crucifixión de las obras de la carne, identificándonos y
transformándonos cada vez más en el Señor sobre todo por la experiencia de la
oración profunda.
¿Por qué es importante esta dimensión?
Porque al compartir testimonios, nos edificamos, al contagiar a otros de la fe viva en un
Dios que está realmente vivo y que actúa realmente en nuestras vidas.
Porque le contamos a los otros las maravillas que Dios ha realizado en nuestras vidas,
como ha manifestado su poder al cambiar nuestras vidas, al transformar nuestros
corazones y criterios. Yo era… ahora soy…
Debemos tener presente que al momento de relatar un testimonio tener presente el
ABC: Autentico, Breve y Centrado en Cristo.

Autentico: Es decir, que sea real no inventado ni artificial. Debe ser fruto de la oración
e impulsado por el Espíritu Santo.
Breve: No debe ser extenso, ni entrar a contar detalles que no vienen al caso.

Centrado en Cristo: Que el centro del testimonio sea Cristo y ni yo. De quien tengo
que hablar es de la obra de Cristo en mi vida y no que el protagonista sea yo.
2. REVISIÓN DE VIDA: Consiste en revisar los diferentes aspectos de nuestra vida,
confrontándolos con el Evangelio y ayudado por la comunidad. Los aspectos
importantes a revisar en cada uno serán entre otros:
La Oración; la meditación de la Palabra de Dios; la Vida sacramental; la Familia.
El Trabajo, la vida en Sociedad; Revisión que no debe quedarse en el sólo
análisis o examen, sino que lleve a la transformación de aquellos aspectos que
necesitan ser cambiados.

3. BÚSQUEDA DE LA VOLUNTAD DE DIOS. Un cristiano maduro busca la Voluntad de

Dios en su Palabra, en los Pastores (sacerdotes, director espiritual puestos por Dios a
través de la Iglesia), en las inspiraciones interiores, en la Pequeña Comunidad; pero
después de escuchar, él mismo debe decidir lo que cree que es la voluntad de
Dios. Para ello se debe tomar en cuenta los siguientes criterios del discernimiento
para saber cuándo algo es de Dios y cuando no:
- Coherencia con la doctrina de la fe católica.
- Que la decisión lleve a una mayor fidelidad a Dios en un mejor servicio.
- Que produzca paz interior.
- Que edifique en amor.
- Que haya humildad y docilidad en la búsqueda del discernimiento.
- Que haya serenidad y equilibrio (es decir, sensatez).

4. LA CORRECCIÓN FRATERNA: La Corrección fraterna es un mandato evangélico,

pero tiene sus reglas. Si no se puede hacer en la línea del amor y prudencia es
mejor no hacerla, porque se destruye y se lastima a la persona o se consigue que
ésta presente resistencia a cualquier ayuda. Ordinariamente la hará la persona que
tiene mejor acceso a quien deba ser corregido, porque se entiende, se conocen
mejor, son amigos y sintonizan.
El Evangelio dice que si la persona no hace caso, se hará la corrección entre dos
hermanos en la fe, si aún se mantiene esta actitud, se tratará entonces en Comunidad.
Sin embargo, para llegar a este punto se supone se ha orado, dialogado y
acompañado. Por tanto, la persona se ha sentido comprendida y amada, no significa
 esto, aprobar o estar de acuerdo con sus actos, pero si es conveniente aceptar y amar
antes que señalar lo negativo.

5. LA SOLIDARIDAD SOCIAL: La dirige el Coordinador de la casa de reunión; al igual

que la edificación espiritual se debe desarrollar entre 35 a 45 minutos y se debe realizar
en la última reunión de mes.

La solidaridad social tiene tres aspectos en los cuales se mira el entorno, la realidad de
los hermanos y la animación en el apostolado. Tiene tres aspectos para realizarla que
a continuación desarrollaremos:

5.1. Análisis de la situación: Se trata de reflexionar a la luz de la fe para interpretar las

diversas situaciones que nos rodean y que impactan de alguna manera nuestro ambiente y
nuestras vidas. La comunidad cristiana deberá sentirse solidaria y parte de todo lo que sucede
alrededor en las diversas dimensiones de la vida humana: familiar, cultural, laboral, de salud,
vivienda, económica, política, religiosa, social en general.

Para cada tema que se elija tratar en la reunión, se sugiere seguir el siguiente esquema:

Ver: Analizar hechos significativos en el tema elegido, tratando de ver no sólo el hecho
aparente, sino también sus causas y consecuencias, viendo en qué medida cada uno de
nosotros es responsable de esta situación y en qué nos afecta a la comunidad y a otros.

Juzgar: Confrontar estos hechos con la Palabra de Dios y con la doctrina social de la Iglesia,
con el discernimiento espiritual, para ver el sentido de estos hechos a la luz de Dios.

Actuar: Descubrir en concreto, en qué podemos intervenir activamente para su solución o en

su adecuada orientación, siendo así factores activos en la transformación y humanización de
la sociedad.
5.2. Comunión y participación

Es un ejercicio que necesita de aprendizaje y buena preparación para realizarlo, se toma sólo
un aspecto para la reunión. Se trata de compartir:

- Lo que somos: Nuestra historia, lo que nos pasa, nos gusta, anhelamos…

- Lo que sabemos: Lo que hemos consultado o aprendido para enriquecer a los demás…

- Lo que tenemos: Sabiendo de las necesidades de un hermano de la pequeña comunidad o

de otra persona, nos unimos para ayudarle.

5.3. Impulso y entrega al servicio y apostolado

Se trata de una revisión de cómo está nuestra motivación en el apostolado en la parroquia y

nuestro servicio en la sociedad. Revisar si todos estamos comprometidos en una tarea
apostólica o en algún servicio social. Informar sobre los ministerios, sobre el servicio en la
sociedad al cual podemos comprometernos. Además revisar cómo estamos haciendo el
trabajo, la constancia y la alegría en el mismo.

Un cristiano verdaderamente convertido debería dar a Dios un diezmo de su tiempo, como

mínimo 4 horas a la semana en la tarea evangelizadora de la Iglesia, en cualquiera de los
servicios que ésta tiene.