Las Compensaciones Económicas en Las Uniones Convivenciales

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Las compensaciones económicas en

las uniones convivenciales.


Expositor: Claudio Alejandro Belluscio.
Abogado Especialista en Derecho de Familia.
Facebook: Derecho de familia según el nuevo Código.
Uniones convivenciales

El Código Civil y Comercial de la


Nación regula las uniones
convivenciales y determina los
efectos que tendrán dichas
uniones para sus integrantes.
Uniones convivenciales
 Las uniones convivenciales como otra
forma de familia.
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación
reconoce a las uniones convivenciales como otra
forma de familia, paralela a las uniones
matrimoniales.
Prueba de ello es que al hablar de la vivienda no habla
de vivienda conyugal y vivienda convivencial, sino
de vivienda familiar en ambos casos.
Uniones convivenciales
 Nuestro Código Civil y Comercial de la Nación optó por otorgar
determinados efectos civiles a las uniones convivenciales, siempre que
cumplan determinados requisitos (arts. 509, 510 y 511), pero no todos los
efectos que contempla para la unión matrimonial.
 En ese aspecto, y a modo de ejemplo, no existen entre los convivientes
derechos alimentarios y sucesorios, como tampoco un régimen
patrimonial ni la presunción de ganancialidad de los bienes adquiridos
durante la convivencia.
 Por lo tanto, el nuevo Código concede ciertos derechos que emanan de la
constitución de la unión convivencial (cumplidos los requisitos del art.
509, 510 y 511), pero no asimilables a los que gozan los cónyuges (salvo
algunas excepciones, como –por ejemplo- las compensaciones
económicas).
 1. Régimen patrimonial.
 Libertad contractual.
Los convivientes tienen amplia libertad para contratar
entre sí y para regular sus relaciones patrimoniales a
través de pactos de convivencia, a diferencia de los
cónyuges que, salvo el contrato de mandato, no
pueden contratar entre sí ni pactar la mayor parte de
su régimen patrimonial al estar sujetos a normas de
orden público.
 1. Régimen patrimonial.
 Inexistencia de la presunción de ganancialidad de bienes.
El nuevo Código no contempla una presunción de que los bienes adquiridos
durante la convivencia son gananciales, como sí lo hace esta nueva
legislación para los cónyuges en su art. 466 (salvo prueba en contrario) si
se sigue el régimen de comunidad y no se opta por el de separación de
bienes.
Cesada la convivencia de esta unión, si los bienes registrables que se habían
adquirido a título oneroso han quedado inscriptos a nombre de uno sólo de
convivientes o si los bienes muebles quedaron en posesión de uno sólo de
ellos, surge el problema para el otro integrante de esta unión —a cuyo
nombre no están inscriptos o no los posee—, ya que, a diferencia de la
unión matrimonial, no hay presunción de que esos bienes fueron adquiridos
por ambos.
 1. Régimen patrimonial.
 Inexistencia de la presunción de ganancialidad de bienes.
Es decir, que —en estas uniones— la
presunción de participación en dichos bienes,
si los mismos han sido inscriptos o se poseen
por uno solo de sus integrantes, se reputarán
como pertenecientes a aquel.
 1. Régimen patrimonial.
a) Administración de los bienes durante la convivencia.
1) Principio general.
Establece el art. 518 del CCCN que, a falta de pacto (que regula
este mismo ordenamiento legal a partir de su art. 513), “cada
integrante de la unión ejerce libremente las facultades de
administración y disposición de los bienes de su titularidad”,
si bien, “con la restricción regulada para la protección de la
vivienda familiar y de los muebles indispensables que se
encuentren en ella”.
 1. Régimen patrimonial.
b) Distribución de los bienes una vez producido el cese de
la unión convivencial.
1) Principio general.
El art. 528 del CCCN decreta que: “A falta de pacto, los bienes
adquiridos durante la convivencia se mantienen en el
patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de la aplicación de
los principios generales relativos al enriquecimiento sin
causa, la interposición de personas y otros que puedan
corresponder”.
1. Régimen patrimonial.
De la normativa precitada, podemos extraer que
durante la convivencia cada conviviente ejerce
libremente la administración y disposición de los
bienes que sea titular (salvo pacto convivencial
en contrario).
 1. Régimen patrimonial.
 b) Distribución de los bienes una vez producido el cese de la unión
convivencial.
 1) Principio general.
Respecto de la distribución de los bienes, del art. 528 del CCCN
se desprende que al momento de la ruptura de la unión
convivencial los bienes adquiridos durante la convivencia se
mantienen en el patrimonio al que ingresaron, salvo pacto en
contrario.
Por lo tanto, de no haberse celebrado entre los convivientes un
pacto en contrario, es de plena aplicación lo preceptuado en la
norma legal precitada.
 1. Régimen patrimonial.
 b) Distribución de los bienes una vez producido el cese
de la unión convivencial.
Para eludir el principio establecido en ese art. 528, una vez
producida la ruptura de la unión, el conviviente que reclama
uno o varios bienes que figuran en cabeza del otro, deberá
acreditar que existió un “enriquecimiento sin causa, la
interposición de personas y otros que puedan corresponder”
a tal efecto, como lo faculta la última parte de esa misma
norma.
 1. Régimen patrimonial.
 Administración de los bienes durante la convivencia. Su distribución
una vez producido el cese de la unión convivencial.
 2) Pactos de convivencia.
 Lo preceptuado en los arts. 518 y 528 del CCCN es de aplicación mientras los
convivientes no hubieren efectuado un pacto en contrario.
 Cabe señalar, que si bien el art. 514 sólo establece en su inc. c) la regulación por estos
pactos del supuesto contemplado en el art. 528 (“la división de los bienes obtenidos
por el esfuerzo común, en caso de ruptura de la convivencia”), tal enumeración es sólo
enunciativa y no taxativa.
 Asimismo, la aplicación de los pactos al supuesto contemplado en el art. 518 del
CCCN (facultades de administración y disposición de los bienes durante la
convivencia) surge del primer párrafo del propio art. 518, en cuando dice expresamente
que “las relaciones económicas entre los integrantes de la unión se rigen por lo
estipulado en el pacto de convivencia”.
 1. Régimen patrimonial.
 Administración de los bienes durante la convivencia. Su distribución una vez
producido el cese de la unión convivencial.
 2) Pactos de convivencia.
 Pero, los convivientes no podrán efectuar pactos que sean contrarios al orden
público (art. 515), al principio de igualdad de los convivientes (art. 515), afectar los
derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes de la unión (art. 515), al
deber de asistencia entre sus integrantes (art. 519), a la contribución de los gastos
domésticos (art. 520), a la responsabilidad por las deudas frente a terceros (art.
521) y a la protección de la vivienda familiar (art. 522).
 En consecuencia, si bien los convivientes podrán regular la administración y
disposición de los bienes durante la convivencia y su distribución una vez cesada la
unión por medio de estos pactos, apartándose de lo dispuesto por los arts. 518 y
528 del CCCN, deberán respetar las prohibiciones que ordenan los arts. 515, 519,
520, 521 y 522.
 1. Régimen patrimonial.
 b) Inexistencia de pactos de convivencia ante la falta de presunción de
ganancialidad de los bienes.
Para enmendar estas situaciones, que son muy frecuentes
cuando de este tipo de uniones se trata, si no se han
efectuado estos pactos convivenciales, se han planteado —en
sede judicial— distintos remedios tendientes a que el
conviviente perjudicado pueda participar de los bienes
adquiridos durante la convivencia no matrimonial, recurriendo
a algunos institutos del derecho civil: recurrir a la existencia de
una sociedad de hecho, una comunidad de bienes o intereses,
un enriquecimiento sin causa o una interposición de persona.
Bienes adquiridos durante la
convivencia.
 b) Su distribución una vez producido el cese de la unión
convivencial. Otras alternativas.
Así, se ha recurrido a la existencia de:
1°) Una sociedad de hecho.
2°) Una comunidad de bienes o intereses.
3°) Un enriquecimiento sin causa.
4º) Una interposición de personas.
5º) Un condominio.
Bienes adquiridos durante la
convivencia.
 Posibilidad de que los convivientes puedan constituir una
sociedad de hecho o una comunidad de bienes o intereses.
Aún cuando la unión convivencial no presupone una sociedad de hecho o una
comunidad de bienes o intereses, nada obsta a que las integrantes de esa unión
puedan probar la existencia de alguna de ellas.
Asimismo, para constituir una sociedad son tres requisitos que se requiere, a saber:
1°) Aportes comunes.
2°) Participación de las pérdidas y las ganancias.
3°) Affectio societatis.
En tanto para que puedan constituir una comunidad de bienes, no será necesario que
exista una affectio societatis o interés de lucro.
Bienes adquiridos durante la
convivencia.
 Posibilidad de que los convivientes puedan constituir una
sociedad de hecho o una comunidad de bienes o intereses.
La posibilidad de que los convivientes puedan constituir tanto una sociedad de hecho
como una comunidad de bienes e intereses, se fundamenta en:
1º) La libertad contractual.
Los convivientes —a diferencia de los cónyuges— tienen amplia libertad para celebrar
contratos entre sí.
En consecuencia, la conformación de una unión convivencial no impide que surjan
obligaciones —merced a un contrato— entre sus integrantes
2º) La licitud de los acuerdos societarios entre los convivientes.
La constitución de una sociedad entre convivientes no puede catalogarse como algo
ilícito.
Es decir, que resulta perfectamente lícita la existencia de acuerdos societarios entre
los integrantes de estas uniones no matrimoniales.
Bienes adquiridos durante la
convivencia.
 Enriquecimiento sin causa.
Este es otro instituto que ha sido invocado para enmendar estas injustas situaciones
que pueden darse al momento de la distribución de bienes, una vez cesada la
convivencia, al estar todos los bienes registrables inscriptos a nombre de uno sólo
de los convivientes, aunque se hayan adquirido con el aporte de ambos.
Pero, es importante tener en cuenta que para que prospere una acción por
enriquecimiento sin causa, la concubina o conviviente que demanda por tal acción
no debe haber realizado la prestación o el aporte con el ánimo de efectuar una
liberalidad, ya que ese caso la causa de tal prestación o aporte sería el afecto
hacia el otro integrante de la unión, que se traduciría en un “animus donandi”.
El nuevo Código reconoce —explícitamente— al enriquecimiento sin causa como un
remedio para solucionar una injusta distribución de los bienes adquiridos durante
la convivencia (art. 528 del CCCN).
Bienes adquiridos durante la
convivencia.
 Interposición de personas.
Invocar la interposición de personas, es otro de los medios que puede utilizar
el conviviente perjudicado para demostrar que los bienes que figuran
adquiridos por el otro, en realidad, lo fueron para ambos o, directamente,
para él.
Es importante mencionar este instituto, porque —junto con el
enriquecimiento sin causa— se encuentra expresamente contemplados
en la segunda parte del art. 528 para solucionar los problemas que, al
momento del cese de la unión convivencial, puede dar lugar la
distribución de bienes adquiridos durante la convivencia, al no
establecerse un régimen patrimonial entre los convivientes ni una
presunción de ganancialidad como lo establece el nuevo Código para los
cónyuges (cuando se mantiene el régimen de comunidad de bienes).
Bienes adquiridos durante la
convivencia.
 Otros medios reconocidos por el nuevo Código.
Para apartarse del principio que, en materia patrimonial establece la primera parte del
art. 528 del CCCN (“a falta de pacto, los bienes adquiridos durante la convivencia
se mantienen en el patrimonio al que ingresaron”), la segunda parte de esa norma
estipula que se podrá acreditar el enriquecimiento sin causa, la interposición de
personas y, también, “otros que pudieran corresponder”.
Como podemos observar, la enumeración que se desprende del art. 528 del CCCN —
en cuanto a los remedios jurídicos que excepcionen del principio general
preceptuado en su primera parte— no es taxativa, sino meramente enunciativa.
Es correcto que así sea, pues se podrá acreditar una injusta distribución de los bienes
adquiridos durante la convivencia, al momento de la ruptura de la unión
convivencial, valiéndose de otros institutos jurídicos aparte de los mencionados —
de forma explícita— en la segunda parte del art. 528 precitado (enriquecimiento
sin causa e interposición de persona), tales como invocar una comunidad de
bienes e intereses, un contrato atípico, etc.
Compensaciones económicas.
.
Cesada la convivencia en la nueva legislación :
compensación económica.
Cesada la convivencia de esta unión, el art. 524 del
nuevo Código faculta a aplicar la compensación
económica para aquel conviviente que sufre un
desequilibrio económico al momento de la ruptura de
la unión convivencial.
Compensaciones económicas.
.

 Características.
-Son compensatorias.
-Tienen una duración limitada.
-Son invariables.
-Se imponen por causas objetivas.
-Son disponibles.
Compensaciones económicas.

 Forma de pago.  
La parte final del art. 524 del CCCN establece su forma de
pago: “Puede pagarse con dinero, con el usufructo de
determinados bienes o de cualquier otro modo que acuerden
las partes o en su defecto decida el juez”
Como podemos apreciar, son varios los medios de pago de las
compensaciones económicas que el nuevo Código establece
para los convivientes.
Y, a falta de acuerdo entre los convivientes sobre el medio de
pago de estas compensaciones económicas, será el juez
quien decida al respecto.
Compensaciones económicas.
En tanto, el art. 525, determina: “El juez determina la
procedencia y el monto de la compensación económica sobre
la base de diversas circunstancias, entre otras:
a. el estado patrimonial de cada uno de los convivientes al inicio y a la finalización de
la unión;
b. la dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la crianza y educación de
los hijos y la que debe prestar con posterioridad al cese;
c. la edad y el estado de salud de los convivientes y de los hijos;
d. la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del conviviente
que solicita la compensación económica;
e. la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o profesionales
del otro conviviente;
f. la atribución de la vivienda familiar.
Compensaciones económicas.
La parte final del art. 525, determina que:
“La acción para reclamar la compensación
económica caduca a los seis meses de
haberse producido cualquiera de las causas
de finalización de la convivencia enumeradas
en el artículo 523”.
Compensación económica.
 En las uniones convivenciales:
El fallo del Juzg. Nac. en lo Civil n° 85, de fecha
08/06/17, (inédito) estableció que para que se pueda
efectivizar el derecho a la compensación económica
el cese de la unión convivencial debe de haberse
producido bajo la vigencia del nuevo Código.
En base a ello, rechazó la petición efectuada ya que
ambos convivientes habían manifestado en sus
presentaciones que el cese se había producido con
anterioridad al 01/08/15.
Relaciones económicas entre
convivientes.
 Régimen patrimonial.
 c) Compensación económica como la mejor opción para salvar la falta de
ganancialidad en el régimen patrimonial de las uniones convivenciales.
Esta será la mejor herramienta, a que nos faculta el nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación, para paliar la falta de presunción de ganancialidad
en materia de régimen patrimonial de las uniones convivenciales, una vez
que éstas han cesado.
Es decir que, producido el cese de la unión convivencial para paliar la falta de
presunción de ganancialidad de los bienes adquiridos durante dicha unión,
si hay un desequilibrio económico entre ambos convivientes nos
valdremos de las compensaciones económicas en primer lugar, antes de
intentar con los otros institutos que hemos analizado (sociedad de hecho,
comunidad de bienes o intereses, condominio, enriquecimiento sin causa
o interposición de persona).
Relaciones económicas entre
convivientes.
 Régimen patrimonial.
 c) Compensación económica como la mejor opción para salvar la falta de
ganancialidad en el régimen patrimonial de las uniones convivenciales.
Es que, con la finalidad de que ambos convivientes participen de los
bienes adquiridos durante la unión convivencial (cuando lo fueron
con aportes de ambos) a través de la compensación económica, lo
que tendremos que demostrar, es que existe un desequilibrio
económico objetivo entre ambos integrantes de la unión
convivencial.
Pero, a diferencia de los otros institutos, no tendremos que acreditar los
aportes de cada conviviente para la adquisición de esos bienes, ni
que uno se benefició económicamente en detrimento del otro, o que
el convivente a nombre de quien están inscriptos los bienes no tenía
los fondos pecuniarios para adquirirlos.
Relaciones económicas entre
convivientes.
 Régimen patrimonial.
 c) Compensación económica como la mejor opción para salvar la falta de
ganancialidad en el régimen patrimonial de las uniones convivenciales.
Por lo tanto, la primera alternativa será pedir una compensación
económica para aquel convivente que pese a haber aportado por igual
a la unión convivencial ha quedado en una posición económica muy
desfavorable, al estar todos los bienes adquiridos durante tal unión a
nombre del otro.
Si, en sede judicial, nos deniegan el pedido de compensación económica,
recién —entonces— intentaremos recomponer esa situación de injusta
disparidad económica a través de los restantes institutos analizados
(sociedad de hecho, comunidad de bienes o intereses, condominio,
enriquecimiento sin causa o interposición de persona), los cuales
requerirán una probanza un tanto más difícil de acreditar.

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