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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO

DEL PERÚ FACULTAD DE MEDICINA


HUMANA

CLÍNICA MÉDICA IV

Evaluación integral del paciente geriátrico en


emergencias
CATEDRÁTICO:
 Dra. Armida Rojas
ESTUDIANTES:
 Morales Jiménez, Alvaro Alexandro
EPIDEMIOLOGÍA

Alrededor de 12-24% de todas las consultas en el servicio de emergencias son adultos mayores, de ellos el 49% son
mayores de 65 años y alrededor de 60% mayores de 71 años. La población adulta mayor tiene presentaciones atípicas de
las enfermedades y ésta junto con patologías crónicas complicadas, son las principales consultas en el servicio de
urgencias,

El adulto mayor por sus comorbilidades presenta 2.5 – 4.6 veces más riesgo de hospitalización prolongada y
presenta 5 veces más ingresos a UCI. Los ancianos son más vulnerables a eventos adversos y a complicaciones
iatrogénicas: delirium adquirido en el hospital y aumento de caídas.

1/3 de los individuos frágiles pierden su independencia como resultado de las prácticas hospitalarias y aumenta alrededor
de 5 veces más el riesgo de deterioro después del egreso y aumentan la tasa de reingreso a las unidades de urgencias por la
misma causa de la primera consulta
FRAGILIDAD

Persona con una enfermedad crónica compensada, en la que pequeñas complicaciones le llevan, de forma rápida a la dependencia
FRAGILIDAD
VALORACIÓN GERIÁTRICA
INTEGRAL
VALORACIÓN CLÍNICA
 La anamnesis y examen físico debe ser minucioso.

 Es muy importante evaluar la comorbilidad previa. Es recomendable apoyarse en escalas,


como la de Charlson, validadas en el ámbito de emergencias.

 En lo que respecta a la polifarmacia, recordar que ésta favorece las RAM. Los fármacos
más frecuentemente implicados son los antiinflamatorios no esteroideos, antibióticos,
anticoagulantes, diuréticos, betabloqueantes, antagonistas del calcio y los agentes
quimioterápicos. Además es importante recordar que existen una serie de fármacos que no
son recomendables por criterios de eficacia o seguridad en el paciente anciano (criterios de
Beers)
VALORACIÓN MENTAL
Se ha descrito la presencia de deterioro cognitivo en el 25% de los casos de los ancianos que acuden a urgencias, pero sólo es objetivado en
uno de cada cuatro pacientes. El deterioro cognitivo en un marcador de alto riesgo, ya que se asocia a mayor probabilidad de refrecuentación
e ingreso hospitalario y de deterioro funcional.

Lo primero que hay que hacer es documentar si existía o no diagnóstico previo de demencia y el tipo de la misma o de otro antecedente
psiquiátrico conocido. Posteriormente, tras descartar un estado de coma, siempre habrá que estudiar si el paciente sufre o no un cuadro de
delirium como primera posibilidad. En aquellos pacientes con diagnóstico establecido de demencia previo, el diagnóstico diferencial
principal del delirium es con la demencia y, más frecuentemente, con los síntomas psicológicos y conductuales asociados a la demencia.

Respecto al tipo de escala a utilizar debe ser breve, sencilla. Por ejemplo, en referencia a los test cognitivos se puede recurrir a la versión
abreviada del test del informador (TIN), el «Six-Item Screener (SIS)», el «Memory Impairment Screen (MIS)», el «1 minute Screen (1MS)»
y el Mini-Cog (3-items recall and clock drawing task). Otros que también han demostrado su utilidad en la valoración del cuadro confusional
agudo son el «Quick Confusion Scale (QCS)» o el «Confusion Assessment Method (CAM)». Y en la evaluación del nivel de conciencia la
GCS (escala de coma de Glasgow)
VALORACIÓN SOCIAL
 El médico de urgencias debe de conocer y hacer constar en su historia todos aquellos datos que puedan ser de interés y tengan
repercusión presente o futura sobre el anciano.

 Es importante mencionar que la precariedad social, el abandono y el maltrato son frecuentes en el adulto mayor, y debe de darse la
misma trascendencia que en otro tipo de población.

 La alta incidencia de maltrato, abandono y negligencia de la que es víctima el adulto mayor en la actualidad hacen necesario identificar
en el servicio la presencia de marcadores de maltrato como lo son:
• Equimosis en diferentes etapas de resolución,
• Presencia de ulceras por presión,
• Presencia de un familiar constantemente con la paciente y que responde por ella/el
• Evidencia de desnutrición.

 Se debe evaluar además las condiciones socioeconómicas del paciente, de manera que cuando se egrese cuente con facilidades y
condiciones necesarias para su adecuada recuperación

 Tras la exploración y valoración, es necesario si procede hacer un parte de lesiones y remitir al juez, manteniendo informado en todo
momento al paciente.
VALORACIÓN FUNCIONAL
La valoración funcional en urgencias se puede llevar a cabo mediante escalas que
valoran las actividades de la vida diaria (AVD). Para cuantificar las actividades básicas
de la vida diaria (ABVD) puede emplearse el índice de Katz o el índice de Barthel y para
las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) el índice de Lawton.
VALORACIÓN FUNCIONAL
(ABVD) (AIVD)
Síndromes Geriátricos

Deterioro cognitivo
Inestabilidad,
Inmovilidad Incontinencia (Delirium,
caídas
demencia)

Deterioro audio
Depresión Polifarmacia Malnutrición
visual

Insomnio Constipación Pobreza Aislamiento


Escalas de detección del paciente anciano de
alto riesgo en urgencias

 La ISAR recoge aspectos referentes a la dependencia funcional (premórbida y cambio agudo), la polimedicación, el déficit de
memoria y visión y la hospitalización reciente. Se considera paciente anciano de riesgo aquél con puntuación mayor o igual a 2.

 La ISAR muestra un buen valor predictivo para identificar el anciano con alto riesgo de ingreso, refrecuentación a urgencias,
institucionalización y muerte a los 6 meses de la visita a urgencias.
Escalas de detección del paciente anciano de
alto riesgo en urgencias

 la escala TRST incluye la presencia de deterioro cognitivo, vivir


solo o no, tener un médico dispuesto o preparado para prestar
asistencia, la dificultad para caminar o para las transferencias, la
visita a urgencias en los 30 días previos u hospitalización en los
últimos 90 días y tener cinco o más medicamentos prescritos.
 Se considera paciente en riesgo aquél que presenta deterioro
cognitivo o dos o más de los otros cinco factores de riesgo.
 La TRST tiene resultados comparables para predecir el riesgo de
ingreso, refrecuentación e institucionalización tras el alta
RECOMENDACIONES
La valoración del paciente geriátrico en urgencias es compleja, por ello es necesario profundizar en la
formación en geriatría de los profesionales sanitarios que atienden al paciente anciano en los SUH.

- El paciente geriátrico es un paciente de alto riesgo. El modelo de atención del paciente geriátrico en urgencias
debe ser global y no debe abarcar sólo el episodio médico, sino también los aspectos de la esfera funcional,
mental y social.

- Es vital detectar al paciente anciano de alto riesgo o con resultados pobres tras el alta. Para ello puede ser de
utilidad escalas de cribado con el fin de seleccionar a aquellos pacientes que se beneficien de una valoración
geriátrica integral y así poder diseñar un plan de cuidados específico y dar altas de forma efectiva y segura
desde urgencias.

- Es importante desarrollar protocolos de actuación específicos para los diferentes problemas del anciano en el
ámbito de urgencias. Por su prevalencia, se deben destacar los síndromes geriátricos, entre ellos el
estreñimiento, el cuadro confusional, las caídas o el deterioro funcional así como otras patologías médicas,
como la cardiopatía isquémica, la reagudización de problemas crónicos, el ictus, la fractura de cadera o el
abuso y el maltrato.
CASO CLÍNICO
 Un hombre de 80 años realizó 27 visitas al servicio de emergencias (2,7 visitas / mes) debido a mareos,
durante un período de 10 meses; la estancia total en urgencias fue de 177 horas (17,7 horas / mes). Se
diagnosticó vértigo periférico y se prescribieron antihistamínicos , con o sin benzodiazepinas , durante las
visitas a emergencias. Sin embargo, el paciente no acudió al servicio de consulta externa para evaluación de
la especialidad y hubo varios tratamientos, a pesar de las citas, durante este período. Sin embargo, volvió a
acudir al servicio de emergencias con una nueva aparición de síntomas de opresión en el pecho y dolor en el
pecho que duraron más de una semana. Se realizaron exámenes en serie, incluido un electrocardiograma y
enzimas cardíacas, pero solo se identificaron varios infartos lacunares antiguos entomografía computarizada
del cerebro. Debido a la persistencia de los síntomas inespecíficos, la paciente ingresa en la unidad de
evaluación y manejo geriátrico. Se realizó la CGA, revelando varios problemas latentes: abandono a largo
plazo de su familia, demencia temprana , incontinencia urinaria y marcha inestable acompañada de riesgo de
caída. El objetivo del tratamiento fue reevaluado por el MDT y su familia y el paciente fue seguido
regularmente en un departamento ambulatorio geriátrico. En los siguientes 6 meses, el paciente visitó
urgencias una sola vez, permaneciendo 3 horas.
BIBLIOGRAFÍA

• Stuck AE, Siu AL, Wieland GD, et al. Evaluación geriátrica integral: un
metanálisis de ensayos controlados. Lancet 2018; 342: 1032.
• Devons CA. Evaluación geriátrica integral: aprovechando al máximo los
años de envejecimiento. Curr Opin Clin Nutr Metab Care 2020; 5:19.
• Guarnición GM, Robelia PM, Pecina JL, Dawson NL. Comparación del
rendimiento de los clasificadores de riesgo de readmisión a 30 días entre
pacientes hospitalizados de atención primaria. J Eval Clin Pract 2017; 23:
524.

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