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voy!
Lléname.
Juan 4:13, 14
Respondió Jesús y le dijo:
Cualquiera que bebiere de esta
agua, volverá a tener sed; mas
el que bebiere del agua que yo
le daré, no tendrá sed jamás;
sino que el agua que yo le daré
será en él una fuente de agua
que salte para vida eterna.
¿QUIÉN ERA JUAN?
¿QUIÉN ERA JUAN?
Mat 4:21 Pasando de allí, vio a otros
dos hermanos, Jacobo hijo de
Zebedeo, y Juan su hermano, en la
barca con Zebedeo su padre, que
remendaban sus redes; y los llamó.
Mar 3:17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y
a Juan hermano de Jacobo, a quienes
apellidó Boanerges, esto es, Hijos del
trueno…
Su carácter Impulsivo y explosivo…
Sin duda Juan era un hombre de profundo
discernimiento espiritual, que se desarrolló al
contemplar en Jesús a Aquel que es “todo él
codiciable”. Juan no sólo amaba a su Maestro; él
era aquel discípulo “al que amaba Jesús” (Juan
20:2; Juan 21:7, Juan 21:20). Por naturaleza era
orgulloso, agresivo, ambicioso de honores,
impetuoso, sentía fácilmente los agravios y
anhelaba vengarse (ver Mar.10:35-41; HAp 430-
431).
Jacobo fue el primero de los doce que murió
como mártir, aproximadamente en el año 44d.
C. (Hechos 12:1-2), mientras que su hermano
Juan fue el último de los doce en morir,
aproximadamente en el año 96 d. C. El hecho de
que Jacobo fuera considerado suficientemente
importante como para ser elegido por Herodes
Agripa para morir como mártir, implica que era
uno de los destacados dirigentes de la iglesia
de Jerusalén.
solo aquellos que
reconozcan quién es
Jesús podrán
experimentar la
transformación de sus
LA MUJER
SAMARITANA
LA MUJER SAMARITANA
Juan 4:3-4 salió de Judea, y se fue
otra vez a Galilea. Y le era necesario
pasar por Samaria.
Una parte de judíos y una parte de
gentiles… y formaron la ciudad de
SAMARIA
Por lo tanto los Judíos los
consideraban como proscritos al
punto tal de que los despreciaban.
Jesús llamó la atención de la mujer
con el pedido: “Dame de beber”. Su
sorpresa es evidente en la respuesta-
pregunta del Juan4:9 “¿Cómo tú ...?”
Habiendo conseguido así su atención
por completo, Jesús despertó su
interés con el ofrecimiento del “agua
viva” (Juan 4:10).