DIMENSIÓN PEDAGÓGICA DE LOS

CÓDIGOS ÉTICOS

Ximena Goretty Torres Vásquez

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 JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA
a) Todo profesor tiene un compromiso moral inherente al objeto de su profesión:
“Educar bien y globalmente la personalidad de su alumnado”.
• El profesor debería asumir que su dedicación profesional le exige procurar con
ahínco una “educación de calidad”.
• Los deberes de una ética “deontológica” son directrices que invitan u obligan
externamente a la responsabilidad profesional, mientras que una ética de
“convicción” los deberes se convierten en compromisos morales intrínsecos.
• Lo fundamental es la actitud profesional del profesor, la cual precisa formación y
que expresa una profunda sensibilidad y compromiso con la formación del
alumnado.

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 JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA
b) Los criterios que han de regir las normas de los códigos deontológicos han de
ser, a la vez y simbióticamente, ético-pedagógicos.

• Los profesores también son personas, por eso es necesario que posean una
madura sensibilidad y personalidad moral.

• La complejidad moral en la práctica educativa exige que los docentes desarrollen

una competencia moral profesional fundamentada en criterios inseparablemente
ético-pedagógicos.

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MORALIDAD PERSONAL DEL PROFESOT Y ÉTICA PROFESIONAL

• Leonardo Polo: “El educador, como profesional de la enseñanza, debe actual

éticamente como persona que se dirige a otras personas, lo que significa, a fin de
cuentas, que ha de ser un buen profesor, siendo un profesor bueno”.
• La ética profesional necesita avalarse en la madurez moral personal de quien se
dedica a la docencia.
• El educador no puede separar lo que es de lo que hace, y dedicarse
profesionalmente a educar supone un compromiso personal con un proyecto
moral.
• La personalidad psicológica y también moral de todo profesor ha de ser
autocontrolada por criterios ético-pedagógicos.

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 CONCLUSIÓN

1. Es importarse apoyarse en una fundamentación de tipo ético –pedagógica sin

salirse de la categoría profesional del docente.

2. Los códigos deontológicos docentes deben ser reconocidos, tanto en su

justificación y elaboración, como en su utilización pedagógica.

3. Existe una relación entre la madurez moral de la persona del profesor y la ética
profesional que éste debe asumir y practicar en la tarea educativa diaria.

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