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EVALUACIÓN MULTIAXIAL EN

DSM-5
■ Tras la publicación definitiva en castellano, ■ El DSM-5 ha evolucionado hacia la
conviene aclarar y completar el apartado de la documentación no axial de los diagnósticos
evaluación multiaxial del área de psicopatología (antes eje I, II y III) con notaciones
así como los esquemas de clase. separadas para los importantes factores
■ DSM-5 sigue evaluando las mismas áreas de contextuales y psicosociales (antes eje IV)
funcionamiento que DSM-IV y CIE-10 pero en y la discapacidad (antes eje V).
formato NO axial. Es decir, no tiene ejes.
■ El que los diagnósticos estén separados de
■ A pesar del amplio uso del sistema multiaxial
los factores contextuales y psicosociales es
del DSM-IV, éste no era necesario para el
diagnóstico de ningún trastorno mental. Se
también coherente con las guías de la CIE
incluía también un sistema de evaluación no de la OMS ya consolidadas, que consideran
axial que simplemente enumeraba los trastornos el estado funcional del individuo aparte de
y afecciones apropiados de los ejes I, II y III sin sus diagnósticos o de su situación
designaciones axiales (DSM-5, 2014). sintomatológica (DSM-5, 2014).
■ El nuevo manual contiene una serie de cambios respecto a las versiones anteriores y su
aparición ha estado rodeada de variadas polémicas.
■ Algunos de los cambios mas visibles , es el uso de números arábigo en lugar de los ya
tradicionales números romanos empleados en las ediciones anteriores.
■ Otro cambio llamativo es la remoción del sistema multiaxial, poniendo en un mismo
nivel los anteriores ejes I, II y III (trastornos psiquiátricos, trastornos de personalidad,
otras condiciones médicas) y agregando anotaciones separadas para consignar los
factores psicosociales (antes eje IV) y el nivel de funcionamiento (antes eje V). Dentro
de los objetivos de dicho cambio está el de acercar la clasificación psiquiátrica al resto
de la medicina, que no emplea Ejes.
■ Y poner a los trastornos de personalidad en igual de condiciones con el resto de los
trastornos.
El ordenamiento de los capítulos sigue también la secuencia de las etapas del desarrollo a lo
largo de la vida. Los trastornos típicamente diagnosticados en la infancia se presentan
primero, seguidos por los de aparición en la adolescencia, adultez y edad avanzada.
Trastornos que previamente se agrupaban como “de inicio en la infancia, la niñez y la
adolescencia” ahora están integrados a lo largo del manual.
No se aumentó el número de trastornos,
pero se ordenaron de manera diferente:
■ grupo de trastornos del ■ Otros trastornos han sido separados de
neurodesarrollo incluye los trastornos sus anteriores agrupaciones debido al
del espectro autista, el trastorno de progreso en su conocimiento. Por
déficit atencional e hiperactividad y ejemplo, el trastorno obsesivo
los trastornos por tics (como el compulsivo ha sido separado de los
Tourette). trastornos de ansiedad, en base al
reciente conocimiento de que implica
■ El capítulo de trastornos relacionados circuitos cerebrales específicos.
con sustancias es ahora el de
trastornos por uso de sustancias y ■ Asimismo, los trastornos del ánimo
trastornos adictivos, e incluye el han sido separados entre trastornos
juego patológico. bipolares y relacionados y trastornos
depresivos.
Se elimina el criterio de exclusión del
duelo En el DSM-IV
■ se incluía como criterio de exclusión para depresión, el que esta se presentara dentro de
los 2 primeros meses de ocurrencia de un duelo. Esto planteaba varias incongruencias
para los clínicos e investigadores.
■ Primero, implícitamente se definía una duración para el duelo menor a los 2 meses. En
segundo lugar, prácticamente se excluía al duelo como posible desencadenante de un
episodio depresivo mayor, poniéndolo en una categoría aparte de los otros factores
precipitantes de depresión.
Se elimina el criterio de exclusión del
duelo En el DSM-IV
■ El nuevo DSM-5 excluye este criterio, lo que no ha estado exento de polémica. Algunos
autores criticaron la medida arguyendo que se estaría “medicalizando” una condición
propia de la experiencia humana, y a la vez generadora de resiliencia en su proceso,
quizás entendiendo que con la eliminación de este criterio se homologaba depresión con
duelo. Esto motivó inclusive una carta en respuesta del comité editorial del DSM-5
■ Con frecuencia ocurre que si la manifestación del duelo es considerada como normal, la
persona podría recibir sólo hipnóticos y tranquilizantes menores, en cambio si se realiza
el diagnóstico de depresión, debiera iniciarse un tratamiento con antidepresivos.
■ En estas condiciones el duelo y el concepto de lo reactivo, situacional o psicogénico se
convierte en un serio problema diagnóstico, puesto que impedirá el adecuado
tratamiento.
■ No se puede suponer que es comprensible una depresión por su relación, por ejemplo,
con la muerte de un ser querido y al mismo tiempo dejarla sin tratamiento. Lo que
corresponde es determinar si se trata de una reacción adaptativa con características
depresivas o un episodio depresivo propiamente tal.
■ La evidencia disponible no encuentra mayores diferencias entre la depresión causada
por otros factores y aquella causada por duelo, tanto en sus síntomas y efectos
cognitivos, como en su respuesta a tratamiento. Además se estima que sólo un 20% de
las personas que cursan con duelo cumplen los criterios para depresión.

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