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PROFESIONAL EN
LA CONSEJERÍA
Paola Naro, Beatriz Vidal
Introducción
La consejería es una necesidad fundamental en el desarrollo
ministerial de la Iglesia, puesto que vivimos en un mundo
corrompido donde cada persona tiene sus problemas o
dificultades, y muchos no saben cómo manejar ciertas
dificultades o problemas, por esa razón se necesita de este
ministerio. No obstante, para ser consejero se requiere de muchas
cualidades que permitan la ejecución de esta labor eficientemente.
(Hoff, 1981, pág. 6)
Aspectos generales
del secreto profesional en
la consejería
Confidencialidad
■ La confidencialidad está estrechamente relacionada con la
privacidad considerándose así un acto confidencial.
■ La confidencialidad básicamente radica en el derecho de un
individuo en decidir a quién revelar una información personal.
■ Al ser un derecho individual, los profesionales están sujetos a
obedecer, por eso hay leyes que protegen estas acciones.
Importancia del secreto profesional en la consejería
Artículo 206. DEBER DE ABSTENCION. Deberán abstenerse de declarar, bajo pena de nulidad,
sobre los hechos secretos que hayan llegado a su conocimiento, en razón de su oficio o profesión,
salvo expresa autorización de quien se los confió: los abogados, procuradores y escribanos, los
médicos, farmacéuticos, parteras y demás auxiliares de las ciencias médicas, los militares y
funcionarios públicos sobre secretos de Estado. Los ministros o religiosos de cualquier credo podrán
abstenerse a declarar sobre lo que les fuera narrado bajo el secreto de confesión. En caso de ser
citados, deberán comparecer y explicar las razones de su abstención. (LEY No. 128698 CODIGO
PROCESAL PENAL, 1998)
Sacerdotes: El Código de Derecho Canónico, canon 983,1 dice: “El sigilo Sacramental es inviolable;
por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de
cualquier otro modo, y por ningún motivo” (Cabrera Viedman, 2014)
Ley Nº 1.682/01 “Que reglamenta la información de carácter privado y su ley modificatoria 1.969/02
■ Art. 4°.- “Se prohíbe dar a publicidad o difundir datos sensibles de personas que sean explícitamente
individualizadas o individualizables. Se consideran datos sensibles los referentes a pertenencias raciales o
étnicas, preferencias políticas, estado individual de salud, convicciones religiosas, filosóficas o morales;
intimidad sexual y, en general los que fomenten prejuicios y discriminaciones, o afecten la dignidad, la
privacidad, la intimidad doméstica y la imagen privada de personas o familias”. (Cabrera Viedman, 2014,
pág. 8)
■ Art. 5°.- “Los datos de personas físicas o jurídicas individualizadas que revelen, describan o estimen su
situación patrimonial, su solvencia económica o el cumplimiento de sus obligaciones comerciales, podrán ser
publicados o difundidos solamente: a) Cuando esas personas hubiesen otorgado autorización expresa y por
escrito para el efecto; y; b) Cuando se trate de informaciones o calificaciones que entidades estatales o
privadas deban publicar o dar a conocer en cumplimiento de disposiciones legales específicas”. (Cabrera
Viedman, 2014, pág. 8)
■ Art. 6°.- “Podrán ser publicados y difundidos: a) Los datos que consistan únicamente en nombre y apellido,
documento de identidad, domicilio, edad, fecha y lugar de nacimiento, estado civil, ocupación o profesión,
lugar de trabajo y teléfono ocupacional; b) Cuando se trate de datos solicitados por el propio afectado; y, c)
Cuando la información sea recabada en el ejercicio de sus funciones, por magistrados judiciales, fiscales,
comisiones parlamentarias o por otras autoridades legalmente facultadas para ese efecto”. (Cabrera
Viedman, 2014, pág. 8)
2. ¿Cuando se tiene la obligación de denunciar?