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TRASTORNO
AFECTIVO BIPOLAR
Jacobo Ulises Castillo García
Marco Antonio Rueda Arreola
Definición
Es una alteración patológica del estado de ánimo, que se
manifiesta por la presencia, tanto de episodios depresivos como
maniacos, mixtos o hipomaniacos, que generalmente están
separados por periodos asintomáticos.
Organización Mundial de la Salud (2010). Guía de intervención (mhGAP) para los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en
el nivel de atención de la salud no especializada. Suiza: OMS.
Etiología
Factores bioquímicos, neuroendocrinos y…
La irritabilidad se manifiesta
sobre todo cuando los
deseos del paciente no son
gratificados de inmediato.
Manifestaciones clínicas:
Episodio Maniaco + Síntomas psicóticos
Se caracteriza por un
periodo que DURA por los
menos UNA SEMANA, en el
El sujeto experimenta
cual se cumplen tanto los
criterios del episodio
estados anímicos que se
maniaco, como del episodio
depresivo mayor.
alternan con rapidez.
Diagnóstico
Los trastornos bipolares constituyen un complejo grupo de enfermedades
mentales recurrentes que presentan una alta prevalencia en la población
general. Las clasificaciones actuales, como el CIE–10 y el DSM–5,
constituyen un avance significativo para su correcta identificación. Sin
embargo, aún existe una prolongada latencia en su diagnóstico correcto.
Diagnóstico
La Asociación Americana de Psiquiatría, a través del DSM–5 publicado en mayo del 2013, establece
criterios clínicos bien definidos para el diagnóstico de los episodios de manía e hipomanía, que constituyen los
cuadros sintomatológicos distintivos para el trastorno bipolar (American Psychiatric Association, 2013).
Se considera que tanto la hipomanía como la manía comparten los mismos síntomas cardinales de ánimo
anormalmente elevado, expansivo o irritable, acompañado del aumento persistente de la actividad o energía, a los
que se suman tres o más síntomas diversos, tales como autoestima exagerada o grandiosidad, disminución de la
necesidad de dormir, verborrea, fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está
acelerado, distraibilidad, agitación psicomotora, e implicación excesiva en actividades placenteras que tienen
un alto potencial para producir consecuencias graves.
Sin embargo, ambos síndromes se diferencian en su duración (al menos una semana para manía y de al
menos 4 días para hipomanía) y en el impacto funcional que producen en el individuo, ya que sólo la manía
llega a provocar un deterioro significativo en lo laboral, en las actividades o en las relaciones sociales. Por otro
lado, la necesidad de hospitalización o la presencia de síntomas psicóticos son exclusivas del episodio maníaco.
Diagnóstico
Los episodios maníacos no siempre se presentan con la sintomatología eufórica clásica, sino que en realidad
la manía tiene formas clínicas distintas, descriptas desde hace más de un siglo atrás por Emil Kraepelin
(1996). En un estudio reciente, y a partir de las manifestaciones clínicas de más de 100 pacientes
maníacos, Disalver, Chen, Shoaib, y Swann (1999) establecieron tres variantes distintivas: la manía eufórica
(clásica o pura), la manía disfórica (con irritabilidad y agresividad) y la manía depresiva (con presencia de
síntomas severos del polo opuesto).
Las formas clínicas del trastorno bipolar estipuladas por el DSM–5 incluyen el trastorno bipolar tipo I,
determinado por la aparición de un episodio maníaco, con o sin episodios previos de depresión mayor;
el trastorno bipolar tipo II, caracterizado por la presencia de un cuadro hipomaniaco en un paciente con
antecedentes de episodios depresivos mayores; y el trastorno ciclotímico donde se exige la presencia, a
lo largo de por lo menos dos años, de periodos de síntomas hipomaniacos y depresivos que no cumplen
los criterios de duración para un episodio afectivo mayor.
Correlación Neuroanatómica
Correlatos biológicos del TAB
A nivel fisiopatológico se constatan posibles desequilibrios asociados al ritmo circadiano e
implicaciones de tipo neuroanatómico, neurofuncional y neuroendocrino, siendo este último
el que mayor interés ha causado en la comunidad científica, principalmente hacia el estudio
de los ejes hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) e hipotálamo-pituitario-tiroideo (HPT)
(Daban, Vieta, Mackin y Young, 2005; Vieta et al., 1997). Algunos estudios han constado
diferencias neuroanatómicas entre pacientes diagnosticados con trastorno bipolar y sus
respectivos controles, encontrándose en los primeros una reducción considerable del
tamaño del hipocampo (Bearden et al., 2008; Bremner et al., 2002; Frazier et al., 2005).
Correlación Neuroanatómica
Por otro lado, investigaciones como la de Keener et al. (2012), afirman que en pacientes con
trastorno bipolar existe una activación reducida de ciertas áreas asociadas al reconocimiento
emocional de rostros humanos, entre ellas, el córtex orbitofrontal, el córtex cingulado ventral
anterior y el estriado ventral.
Respecto a las implicaciones neurofuncionales, se han reportado alteraciones en diversos
marcadores neurales asociados a la plasticidad y la funcionalidad cognitiva (Bremner et al.,
2002; Frazier et al., 2005), y alteraciones en la conexión entre varias regiones cerebrales
(Altshuler et al., 2005), como la corteza prefrontal ventral y la amígdala, así como
desregulaciones en la conectividad interhemisférica.
Además, Téllez-Vargas (2005), plantea una posible relación entre el ritmo circadiano y
trastornos del estado de ánimo, asociada a alteraciones en la producción de melatonina y
feniletilamina; lo que explicaría la evidente desregulación del ciclo sueño-vigilia y la
fluctuación a nivel comportamental en el TAB.
Evaluación Neuropsicológica
¡DEBATE!
1. ¿Cómo defines un trastornos mental?
2. ¿Porqué el Trastorno afectivo bipolar es una patología que se debe
valorar en la neuropsicología y no solo por la psiquiatría?
Respuestas al Debate
1. Un trastorno mental es un síndrome caracterizado por una alteración cínicamente
significativa del estado cognitivo, la regulación emocional o el comportamiento de un
individuo, que refleja una disfunción de los procesos psicológicos, biológicos o del
desarrollo que subyacen en su función mental. (DSM-5, 2013)
Bibliografía
• Altshuler, L.L., Bookheimer, S.Y., Townsend, J., Proenza, M.A., Eisenberger, N., Sabb, F., … Cohen, M.S. (2005).
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• Asociación Americana de Psiquiatría (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. 5ª
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• Bremner, J.D., Vythilingam, M., Vermetten, E., Nazeer, A., Adil, J., Khan, S., Staib, L.H., Charney, D.S. (2002).
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10.1016/S0006-3223(01)01336-1
• Daban, C., Vieta, E., Mackin, P., Young, A.H. (2005). Hypothalamic-pituitaryadrenal axis and bipolar disorder.
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• Keener, M.T., et. Al. (2012). Dissociable patterns of medial prefrontal and amygdala activity to face identity
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• Medina-Mora ME, Sarti-Gutiérrez EJ & Real-Quintanar T, (2015). La Depresión y otros trastornos psiquiátricos,
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• Ríos-Flórez, J. Escudero-Corrales, C. (2017). Características Neuropsicológicas y bases biológicas y
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disponible en http://revistas.iue.edu.co/index.php/katharsis
• Organización Mundial de la Salud (2010). Guía de intervención (mhGAP) para los trastornos mentales,
neurológicos y por uso de sustancias en el nivel de atención de la salud no especializada. Suiza: OMS.
• Téllez-Vargas, J. (2005). Nuevos aspectos clínicos del trastorno afectivo bipolar tipo I. Avances en Psiquiatría
Biológica, 6(1),6-31.