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Ruta de Posibilidades Literarias para Crecer Leyendo Tarea 9
Ruta de Posibilidades Literarias para Crecer Leyendo Tarea 9
Cada pequeño es diferente por lo tanto tienen un aprendizaje distinto, pueden captar y entender lecturas de
diferente manera, unos niños pueden entender mejor viendo, otros percibiendo, escuchando u oyendo.
Nosotros como maestros, acompañados con los padres de familia tenemos la labor de acompañar, orientar y
estar abiertos a las necesidades de los lectores .
Desde el nacimiento, el bebé afronta la tarea de vivir separado de su madre pero depende estrechamente de
ella y pasa con ella hacia las primeras nociones de sus límites: dónde comienza su cuerpo y dónde terminan
el de los demás para él es difícil y confuso al comienzo.
Él bebe experimenta cómo su llanto logra llamar la atención y es así como construye una primera
comunicación.
Además, al atribuir distintos sentidos al llanto como es el hambre, el sueño, el malestar y la necesidad de
compañía estas habilidades comunicativas se relacionan con el reconocimiento de las caras, lo que
provoca en el bebé sonrisas y vocalizaciones, y le permiten la interacción social con los demás a través de
la sonrisa o los largos contactos visuales y da comienzo al balbuceo este es un hito del lenguaje y
constituye una primera forma de “habla” pues muestra cierta manera de organizar los sonidos en el
tiempo.
Una opción podría ser que mientras alimentamos o cuidamos y duermen al bebé podemos cantarle y
ofrecerle esas “envolturas sonoras” que integran palabras, tonos y que conectan al bebé con la experiencia
poética.
A través de las tradiciones orales que existen el bebé se contacta con ese legado compartido que es la
puerta de entrada a la cultura, que estimula la escucha atenta de las propiedades rítmicas y expresivas de
las palabras y es la actividad esencial para apropiarse de la lengua materna.
Empezando el primer año los niños se vuelven más activos, empiezan a hacer las cosas por sí solos.
Así como los paisajes físicos se refiere lo que el niño puede ver según lo que le rodea y percibe, exploran
también paisajes mentales y esto a que se refiere a poder darse cuenta de los sentimientos de las personas
intentan descifrar lo que siente esa persona al ver sus expresiones.
Los niños adquieren la capacidad de saber que los objetos no dependen del alcance de su vista, por
ejemplo, pueden pedirle a su papá o mamá que les alcance un objeto al que no llegan o quizá no ven, pero
sabe que está ahí y que existe.
Esta intención comunicativa conjuga los movimientos, los gestos, balbuceos o palabritas.
La maduración del sistema articulación permite que el niño pueda pasar del balbuceo a poder producir
palabras muy similares a como se dicen. Le toman más atención a como suenan las palabras. A cómo las
dicen.
Se van familiarizando con los libros de ilustraciones el niño descubre que las imágenes de los libros
representan algo real y a media que van pasando las hojas del cuento o libro van enlazando las situaciones
para construir la historia.