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Movimiento del lagarto Basiliscus y el modelo

físico para el desplazamiento hipotético del


hombre sobre superficies acuáticas.
En la actual presentación se expondrán las
características necesarias para que un ser humano
pueda desplazarse sobre el agua, todo esto partiendo
de los modelos hidrodinámicos desarrollados en el
estudio de la locomoción de lagartos del genero
Basiliscus.
Los lagartos Basiliscus o coloquialmente llamados
“lagartos Jesucristo”, presentan una notable capacidad
de desplazamiento sobre el agua. Estos pueden correr
a través de una superficie acuática sobre sus
extremidades traseras a unos 1.5 m/s, una distancia
aproximada de 4.5 metros, antes de que se hundan y
deban comenzar a nadar usando sus cuatro
extremidades.
¿Cómo lo logran?
Los lagartos generan fuerza de apoyo durante la fase de bofetada (slap), en la cual
el pie de los lagartos se hunde empujando el agua hacia abajo y alejándola de la
pata mientras se crea una bolsa de aire alrededor de esta.

La fuerza de soporte generada por la bofetada es suficiente para mantener los


cuerpos de los lagartos por encima de la superficie del agua durante la carrera
¿Y los seres humanos?
Para los seres humanos, al ser demasiado grandes y
con un poder muscular muy limitado, la posibilidad de
desplazamiento sobre el agua es casi nula. Al aplicar
los modelos descritos en lagartos, se ha podido
obtener una estimación de que los seres humanos
podríamos lograr dicha hazaña si pudiésemos golpear
el agua con velocidades cercanas a los 30 m/s, lo cual
requeriría un poder muscular 15 veces mayor al
encontrado en un humano promedio.
Sin embargo, a pesar de las limitaciones
anteriormente expuestas, existen dos maneras de
eludir dichas restricciones: la primera es disminuir la
gravedad y la segunda es desplazarnos con dispositivos
como aletas gigantes.
Durante las prácticas, seis participantes con una masa
media 66 kg y altura 1,72 m, debían llevar un par de
aletas de tamaño medio (área superficial de 0.075 ) y
estar sujetos a un arnés conectado a un dispositivo
neumático. Estos experimentaron diferentes niveles de
gravedad simulada (entre 10-25% g terrestres). El
tamaño de las aletas, se expresó en relación con la
longitud de la pierna algo aproximadamente
comparable al tamaño relativo de las patas de los
lagartos.
Estos experimentos sufrieron varias aproximaciones en
las simulaciones de gravedad reducida.

Aunque el peso total del participante fue reducido por


el cable de elevación, tanto sus extremidades como el
agua seguían siendo afectadas la gravedad Terrestre,
eso afectó la dinámica de los miembros.
Finalmente, es posible llegar a la conclusión de que
utilizando dispositivos adecuados sería posible para
los seres humanos correr sobre el agua en distintos
lugares del sistema solar.

En total podríamos desplazarnos en unos 135 cuerpos


del sistema solar!! Desde la Luna terrestre hasta las
cuatro lunas Galileanas o Plutón. Claro está, si estos
tuvieran agua líquida para desplazarnos.
GRACIAS

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