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Parte II
Análisis de la obra
Héroe como ordenador del
mundo
Consorte probable para Nausícaa a su regreso al
mundo mortal.
Consorte de Circe y Calipso.
Marido legítimo de Penélope y, por lo tanto, poseedor
de la tierra.
Historias de Edad de Bronce: mujer ligada a la
posesión de la tierra.
“Yo soy nadie”
En el mundo de los monstruos y los dioses, Odiseo se
convierte en Nadie, pierde su identidad.
En el episodio del Cíclope Polifemo es Nadie, frente a
este ser con quien no comparte siquiera el elemental
concepto de Thémis (Justicia).
Recupera su identidad al huir de este ser.
Proclama su identidad al regreso al mundo de los
hombres: un regreso a la civilización.
Viaje al país de los muertos
Es una nékuia, los muertos suben a hablar con él. No es
katábasis, un descenso a los infiernos.
Esta consulta a los muertos (en otros casos descenso) se
relaciona con la nostalgia del ser amado: Orfeo por Eurídice,
Odiseo por Penélope.
Para encontrar el camino de regreso, debe encontrarse con el
pasado: Tiresias le revela cómo debe volver y su madre le cuenta
qué ocurre en Ítaca.
Se presenta una Beocia (catálogo) de mujeres, para compararlas
con Penélope.
Se desarrolla su genealogía heroica al encontrarse con los
grandes héroes.
Un mundo de dioses
Son antropomórficos: representan deseos y fantasías de los
humanos, lo que desearían ser los mortales.
Son personajes que devienen en la historia narrada.
Son fuente de estudio etnográfico y social.
Seres superiores: portadores de la areté (superioridad moral y
física) y timé (honra y honor ante los ojos de los demás.)
Se comunican con los humanos en un mismo idioma y a
menudo son sus protectores. Atenea siente por Odiseo una
“simpatía casi amorosa.”
Zeus garantiza y asegura el cumplimiento del destino:
presagios.
Atenea o la acción efectiva
Atenea acompaña en apariencia humana a Odiseo y a
Telémaco, para retirarse metamorfoseada en ave y ser
en ese instante reconocida como divinidad (Teofanía:
se muestra la divinidad.)
Son sus consejos y su amparo los que desencadenan
la acción efectiva.
Su protección le brinda lugares de pertenencia a
Odiseo. No sitios, sino intersecciones de procesos y
relaciones: partida de Ogigia, inserción en Esqueria y
reinserción en Ítaca.
Poseidón o las fuerzas antagónicas
Es Poseidón el enemigo, el antagonista con quien
debe medir sus fuerzas para demostrar su areté.
Es Odiseo el humano que, representando a la
comunidad y tiene individualidad suficiente para
obtener prestigio “propio e inalienable”, se enfrenta a
la divinidad hostil.
Cuando está a punto de perderse es rescatado por Ino
Leucotea.
Divinidades marinas proféticas
Algunas de ellas acompañan y orientan el regreso de
los héroes.
Ese es el caso de Proteo, que ayuda a Menelao a
regresar.
El regreso del héroe
Viaje de Odiseo, itinerario humano por excelencia.
Lector se identifica: cada uno debe ser excepcional y astuto para
salvar insoslayables obstáculos.
Odiseo no reconoce su propia patria al llegar.
Odiseo navega desde Esqueria envuelto en túnica y manto.
Este viaje sugiere un paso a otro mundo y tiene similitudes con
rituales fúnebres.
Esto sugiere que Odiseo tiene dos caminos: regresar o pasar a
otro mundo.
Se da la reconciliación y planes de venganza con Atenea.
Hay una sucesión de reconocimiento, que no cambian su destino.
La última cena de los pretendientes
El certamen propuesto por Penélope y las condiciones
en las que pide que se deje participar al extrajero
mendigo que es Odiseo pueden ser una interpolación
posterior.
El certamen es un ámbito masculino y por eso
Telémaco le pide a su madres que se retire.
Se desencadena la venganza, sin piedad y con ciertas
concesiones al heraldo Medonte y al aedo Femio.
El héroe es reconocido y abrazado por sus siervas
fieles.