Está en la página 1de 11

Instituto Superior de Profesorado Nº 6 “Dr.

Leopoldo Chizzini Melo”

Profesorado de Lengua y Literatura

Literatura Europea I

Inés Callejos

Hipótesis de Lectura: “El héroe”

María Bernardi

12/12/18.

pág. 1
INTRODUCCIÓN

Se presentará una hipótesis de lectura sobre los héroes: Aquiles, Odiseo y Eneas. Por
ende desarrollaré, dentro de la Unidad I y IV, la Ilíada y Odisea de Homero, Eneida de
Virgilio de forma breve para centrarme en el tema elegido junto con el material dado en
clase, justificando aquellas afirmaciones con citas.
Por último, para cerrar el trabajo, daremos una conclusión a modo de reflexión sobre
todo lo que se ha expresado.

pág. 2
HIPOTESIS DE LECTURA

El héroe debe ser dinámico para adecuarse a la concepción del hombre y del mundo en
el que vive, en las epopeyas a trabajar se ve una visión de la humanidad estancada, ya
que los modos de vida no cambian y el vivir día a día son un continuo retorno a las
formas vida pasadas. Este personaje protagonista, generalmente, representa el sistema
de valores positivos propuestos esencialmente por la obra, es elevado socialmente por
encima del nivel medio de la sociedad por sus hazañas, por su linaje divino o de
grandeza, por consecuencia viven dominados por su destino o en otros son presos del
mundo que los rodea, con dichas e infortunios. Sin embargo, cabe destacar que su
heroicidad es lo que los eterniza social, histórica y psicológicamente, cuya misión es
retirarse del mundo de los efectos a aquellas zonas de la psique donde residen las
verdaderas dificultades, para experimentar y asimilar las imágenes arquetípicas,
atravesando distintas facetas, según la estructura monomítica universal de Joseph
Campbell (1949):

 Partida.

El periplo del héroe comienza en lo cotidiano, un mundo conocido como lo es Ítaca para
Ulises con una familia establecida con su esposa Penélope e hijo Telémaco del cual
debe alejarse para adentrarse en la partida, la llamada a la aventura para este héroe es la
guerra contra los troyanos, esto implica un desafío bélico en un mundo desconocido. Al
mismo tiempo es empujado a la aventura cuando sale de Troya hacia lugares fabulosos,
el primero es Ismaro, tierra de Cicones, los aqueos los saquearon y se quedaron a
abastecerse sin atender a los consejos del héroe de saquear e irse, pero los cicones
pidieron refuerzos, obligando a desembarcar rápidamente y perdiendo hombres en el
camino, durante el viaje se hará presente la ayuda y guía sobrenatural de la diosa
Atenea. Al llegar a las islas de los lotófagos, se produce el cruce del primer umbral, este
es el punto en el que la persona ingresa en realidad en el campo de la aventura, dejando
atrás las fronteras conocidas y aventurándose en un terreno peligroso, ya que desconoce
el héroe el efecto de los lotos, producir olvido y adicción a los mismos. Cae en la cuenta
del efecto al ver a sus hombres sucumbir ante los mismos, decide amarrarlos a la nave
contra su voluntad para emprender nuevamente el viaje. En el caso de Eneas, el camino

pág. 3
empieza cuando es destruido el lugar que conoce, Ilión, por los engaños o dolos de los
danáos; específicamente por Odiseo quién planeo la estrategia de introducir una
estructura con forma de caballo donde dentro se escondían sus aliados. Aunque Eneas es
advertido por Héctor en un sueño de que debe dejar su patria para refundarla, este niega
la llamada y decide luchar por ella dejándose llevar por el furor porque tiene apego por
su mundo y siendo hostigada la imagen del “Yo” que vive en el laberinto de su psique.
Pero el ardor de la batalla es calmado gracias a cuatro intervenciones divinas, quienes le
brindan protección, lo advierten para que se resigne al fin y acepte lo que el hado ha
destinado. Al zarpar, llego el momento en que el héroe debe cruzar el umbral
abandonando definitivamente las cenizas de su patria, tragado por ese nuevo universo
que le propone el mar de serie de llegadas y salidas de costas.

 Iniciación.

El héroe troyano, al mismo tiempo enfrenta el camino de las pruebas ya que el héroe se
pregunta en el viaje si podrá enfrentar tal transformación, a su vez es cuando encuentran
aliados como Andrómaca y Heleno en Epiro, adversarios como Juno y aprende lo
especial de la misión que, junto a la ayuda de Júpiter, es llegar a la Gran Hesperia con
su gente para refundar la nueva patria. Al llegar a Cartago, se enamora de la reina Dido,
la mujer como tentación lo aparta de su misión sucumbiendo ante el placer carnal, el
héroe debe seguir su curso y la joven se suicida ante el abandono. Luego se manifiesta
la reconciliación con el padre, ya que debe enfrentarse ante aquello que ostenta el
máximo poder en su vida, Júpiter y Juno, quien el primero salva sus naves de la quema
provocado por las mujeres incitadas por la segunda deidad. Su aventura continua al
descender a los infiernos guiado por Sibila, donde se encuentra con su padre Anquises
quien le había urgido en sueños a realizar esta hazaña, le hace saber a su hijo su futura
descendencia, figuras nobles, en tono solemne, la gloria patria palpita en Eneas trayendo
para sí mismo paz y orgullo; demostrándose la apoteosis.
Retomando a Odiseo, enfrenta el camino de las pruebas donde podría decirse que
enfrentando una por una obtiene éxito ya que sobrevive con sus recursos, pero fracasa
en el sentido que no puede salvar a sus compañeros. Llega a la tierra de los Cíclopes
donde es prisionero por el ciclope Polifemo quien se devora a muchos de sus hombres, a
través del dolos, hiere a la bestia con una estaca de olivo en su ojo para poder escapar
con algunos de sus hombres. En venganza, Polifemo pide a su padre Neptuno venganza,
pidiendo que no llegué a su patria, pero si el destino es el de volver a Ítaca que le tome
pág. 4
tiempo más infortunios para perder a todos sus hombres, llegar en una nave prestadas y
que fallezca en su patria. Neptuno escucha, prometiendo a su hijo el segundo de sus
pedidos enfrentándose el héroe a la reconciliación con el padre, enfrentándose ante
aquello que ostenta un gran poder como este Dios, teniendo el poder de la vida y la
muerte. Después de estar en tierras de Eolo, alejarse de su patria por un orbe que
contenía vientos desfavorables, desventuras con los lestrigones (gigantes devoradores
de carne humana) llegan a la morada de Circe, una bruja, mujer como tentación retiene
al héroe un año y al cumplirse prometería ayudarlo a volver a Ítaca. Aquí nuestro héroe
no se olvidó de su misión, pero no parece tener interés en la demora, cumplido el año,
Llegando así al don final donde Circe le dice a Ulises que debe hablar con Tiresias para
saber el camino de regreso a casa, al descender en el Hades le profetiza que llegará a
Ítaca pero con muchas dificultades, también habla con los ya fallecidos Aquiles,
Agamenón y con su madre. Logrando el objetivo de la misión de conocer su profecía se
embarca por mares de sirenas, con sus cantos atraen a los hombres hacía la muerte, por
los monstruos Escila y Caribdis, la isla de Helios, donde morirán todos los compañeros
en una tempestad.

 Regreso

La última parte es el regreso del héroe, en el caso de Eneas el regreso implica a su patria
a través de la construcción de una nueva: Roma. Al desembarcar en el Lacio es bien
recibido por el Rey Latino y su hija Lavinia, pero por intervención de Juno inicia una
discordia entre troyanos e ítalos, cuyas fuerzas reunidas para rechazar a los invasores,
capitanea Turno, rey de los etruscos y pretendiente de Lavinia. Es aquí donde se
desarrolla el rescate del exterior, ya que Eneas necesita la ayuda de su madre Venus,
esta le entre ellas le entrega un escudo con escenas proféticas de la historia romana,
también necesitara asistentes/ayudantes para el enfrentamiento, consiguiendo la ayuda
de Evandro quien le otorga tropas bajo el mando de su hijo Palas, quien muere
trágicamente en la batalla a manos de Turno. Finalmente Turno implora piedad ante
Eneas, este se la hubiera otorgado pero al conservar el tahalí de Palas perdió este
derecho y decide acabar con su vida; cruzando el umbral del retorno ya que conserva la
sabiduría adquirida durante el viaje y la demuestra con sus actos para compartirla con el
resto del mundo.
Finalmente para el héroe aqueo se salvará llegando a la isla de Calipso reteniéndolo
siete años. El héroe escapa con el don de cumplir el destino de volver a su patria, el

pág. 5
vuelo mágico es gracias a la ayuda de Atenea, lo ayudará nuevamente cuando su barco
choque contra las costas de la isla de los Feacios. La diosa hará que la princesa Naussica
se encuentre con Ulises, también logra que convenza a sus padres para ofrecerle refugio
y comida; rescatándolo del exterior siendo salvadores que portan sangre real, ya que lo
conducen de vuelta a la vida cotidiana en Ítaca, especialmente cuando cuenta el héroe
sus desventuras las cuales lo debilitaron. El cruce del umbral de retorno es la
conservación de la sabiduría aprendida en su travesía y la incorporación de dicha
sabiduría en una vida humana la demostrará al disfrazarse de mendigo, mezclando el
dolos y metis, con la ayuda de su hijo Telémaco matará a todos los pretendientes de
Penélope. Esto provocará la ira de muchos pero la intervención de Atenea y Zeus hará
que todo vuelva a la paz, consagrándose como el maestro de los dos mundos al lograr
un equilibrio entre lo material y espiritual sintiéndose cómodo en el mundo exterior
como en el interior.

Para adentrarnos aún más en el análisis del héroe, es necesario destacar que las obras
Ilíada y Odisea de Homero son muy diferentes entre sí, tales así que se cuestiona la
autoridad de Homero sobre ellas, en primer lugar porque tratan temas distintos donde el
primero trata un mundo bélico centrándose en la cólera de Aquiles durante la guerra de
Troya (Ilión) mientas que el segundo cuenta el retorno de Odiseo a su patria, Ítaca,
alejándose de lo bélico para entrar en un mundo imaginativo y de aventuras. En la Ilíada
centramos nuestra mirada hacia el héroe Aquiles por su sentimiento de honor, su
ferocidad en el combate, su demostración de valor ante los enfrentamientos con los
teucros y su condición humana que lo hace cambiar por momentos; aunque cabe
destacar que tanto seres humanos, semidioses y dioses también poseen este aspecto de
la mutabilidad de lo humano. En contraposición a este, Héctor, lucha movido por un
sentimiento de honor solidario para con sus compañeros troyanos y para defender su
ciudad que está siendo asediada por los aqueos.
En esta primera obra los héroes que protagonizarán sus propias obras: el aqueo Ulises u
Odiseo es presentado como un héroe astuto, prudente, as del engaño y estratega por
Helena:

“…Y Helena, hija de Zeus, le respondió:


‑Aquél es el hijo de Laertes, el sagaz Ulises, que se crió en la rocosa Ítaca; tan experto
en toda clase de astucias como en sutiles pensamientos.”(Ilíada, Canto III, p. 96)

pág. 6
Demuestra estos caracteres en el canto X “Dolonía” junto a su compañero Diómedes (de
iguales particulares) cuando interrogan y matan al troyano Dolón durante la noche:

“El divino Ulises advirtió que se acercaba a ellos y dijo a Diómedes:


- Diómedes, alguien viene del lado del ejército. ¿Irá a acechar nuestras naves o se
propone despojar el cadáver de algún guerrero? No lo sé. Pero dejémosle pasar y
avanzar un poco la llanura; luego nos abalanzaremos sobre él y le cogeremos fácilmente
(…)” (Ilíada, Canto X, p.246)

Sin embargo, en la Odisea se puede ver su multiforme ingenio, más reflexivo ante las
circunstancias de supervivencia, como su enfrentamiento con Polifemo, la hazaña de
volver del Hades, lugar dónde un hombre jamás volvió, su amabilidad y cortesía con la
princesa Nausicaa y su vuelta a Ítaca como mendigo; si bien parte del artificioso plan no
deja de tener cierta humildad. Sin embargo, el urdir engaños parece remitirse hasta el
material literario antecedente para la creación de la epopeya, de índole heterogéneo,
folclórico, conteniendo cuentos maravillosos, fábulas, personajes fantásticos (sirenas,
cíclopes, gigantes caníbales), por ende, al no derivar de relatos épico historiales sino de
cuentos novelescos hace que podamos diferenciarlo de otros héroes por lo que es en
esencia Ulises, metis (astucia) y dolos (engañoso). Pero por sobre todo es un héroe
adaptable a las situaciones porque solo así se puede atravesar el desafío que implica el
laberinto de la Odisea, este carácter versátil esta plasmado en el poema ya que lo
folclórico puede adaptarse a las situaciones y convenciones del discurso épico, dirigido
a un público civil, nuevo, distinto, explicando la apertura de la obra y aún más su
carácter cambiante.
La versatilidad del héroe Odiseo de ser otro lo ha salvado del trágico destino que le ha
tocado a Agamenón porque llega a su reino actuando como él es, no debió serle
dificultoso ser otro porque en toda su travesía tuvo que enfrentar situaciones indignas
para un héroe de la Ilíada, dejo de ser él al proclamarse Nadie frente al ciclope Polifemo
y al llegar a la Isla de los Feacios sin ningún hombre o bien material, solo es quien es
cuando en aquella isla lo dotan de riquezas, vanaglorian su nombre y por supuesto
cuando logra, a través del engaño, establecerse en Ítaca luego de asesinar a los
pretendientes. Sin embargo, su éxito es gracias al ingenio articulado con el engaño de
Penélope, quien al tejer de día y destejer de noche pudo esquivar un nuevo matrimonio,
esto es reconocido por su esposo añadiéndole el carácter de “basileus”, un magistrado

pág. 7
del rey, fiel al mismo, tanto así que ha logrado llevar el reinado de Ítaca sola
transformándose en su esposo en tanto en dolos y metis.

Retomando la Ilíada, encontraremos la presentación de Eneas, un héroe no protagónico


hasta el momento:

“Advirtiólo Esténolo, hijo de Capaneo, y dijo rápidamente a Diómedes estas palabras


aladas:
- ¡Diómedes Tideida, carísimo a mi corazón! Veo a dos esforzados guerreros,
cuya fuerza es ilimitada […] Eneas, que se gloria de haber sido engendrado por
Anquises, el héroe sin tacha, y de tener por madre a Afrodita.” (Ilíada, Canto V,
p. 132)

Es para destacar la contienda singular entre el aqueo Aquiles y el troyano Eneas, donde
se deduce que éste último debe sobrevivir al duelo o más bien a la guerra de Troya por
Poseidón.

“(…) Poseidón, que estremece la tierra […] en seguida dijo a los dioses:
- ¡Ay! ¡Qué dolor me causa ver al magnánimo Eneas puede sucumbir a manos del
Pelida y descender al Hades por haber hecho caso de las palabras del arquero Apolo! ¡Y
éste no le salvará de la triste muerte! Pero, ¿Por qué ha de sufrir, en su candidez, los
males que otros merecen? ¿No ha ofrendado siempre agradables presentes a los dioses
que moran en el Olimpo? ¡Salvémosle, pues, de la muerte, para que no se enoje el
Cronida si le ve perecer a manos de Aquiles! Su destino quiere que se salve, para que no
se extinga el linaje de Dárdano, que fue a quien más quiso Zeus de todos los hijos que
hubo de mujeres mortales. En cambio el Cronida aborrece a los de raza priámida. Por
eso el vigoroso Eneas reinará sobro los troyanos, y sus hijos, y los hijos de éstos, y
cuántos de ellos nazcan en tiempos venideros.” (Ilíada, Canto XX, p. 468 y 469)

Virgilio tomará esta parte para reavivar el espíritu patriótico y religioso en los romanos
durante las guerras púnicas, escribiendo la Eneida, una epopeya nacional que resume lo
mejor de la poesía latina, escrito en prosa y en latín. Dividiéndose en doce libros,
hallamos una simetría en temas ya que en los últimos seis, se cantarán los combates de
Eneas para poder fijarse en el suelo Ítalo reflejándose así los mismos que encaminaron
los griegos a causa de la cólera de Aquiles en la Ilíada. Mientras que en los primeros
seis: se presenta un Eneas viajero errante como Ulises luego de sobrevivir a la

pág. 8
destrucción de su hogar a manos de los griegos, pero en el caso del aqueo este emprende
viaje luego de su victoria en Troya, gracias a su estratégico plan de introducir griegos
dentro de una estructura de madera con forma de caballo en Ilión con la excusa de ser
un trofeo de victoria para los teucros. Ambos son perdonados por la demora de sus
travesías, aunque en el caso de Eneas se comprenda aún más por los reiterados
vaticinios ambiguos, porque ha perdido a su patria y su esposa Creúsa durante su huida;
pero a Odiseo se le absuelve de rencores a pesar de que mata a los pretendientes, vuelve
sin sus hombres del viaje y lo dilata al relacionarse con Circe y Calipso, todo sin recibir
ningún castigo. Sin embargo, Eneas es víctima de injusticias ya que tolera el odio
irracional de Juno por ser troyano, porque él no ha cegado al ciclope Polifemo
mereciendo odio de Poseidón como Ulises ni mucho menos se ha dejado llevar por el
furor o egoísmo como le sucedió a Aquiles durante la guerra en Italia. Las desgracias
de Eneas y diferencias con otros héroes se ve aún más cuando recibe recordatorios de
Júpiter por enamorarse de Dido estando viudo, por obedecer a los dioses desata el
suicidio de la reina por ende la enemistad entre Cartago y Roma, siendo ambos víctimas
simbólicas de las exigencias de los dioses por la grandeza nacional de la nueva patria
porque al fin y al cabo el héroe troyano debe construir una Roma que conserve lo mejor
de su patria fusionado con la cultura italiana; actuando para otros aunque eso le
provoque ir en contra de sus anhelos.

pág. 9
CONCLUSIÓN

En contraposición a Aquiles, Odiseo medita con el destino, reflexiona antes de actuar,


es así como encuentra recursos para afrontar, como el metis y dolos, va más allá del
papel que se la ha asignado, es un héroe que sabe hacer lo que tiene que hacer mientras
que Aquiles actúa así porque es así, con sus limitaciones, no puede ser otro ni salir de su
destino por lo que lo enfrenta de forma inflexible, en otras palabras, es un héroe que
puede hacer lo que tiene que hacer; los diferencia como sujetos el saber y el poder hacer
ante el destino, romper los límites o no de lo que se ha establecido y, por lo tanto, en
transformarlo.
Mientras que Eneas tiene algunas semejanzas con Odiseo, aunque en su historia tengan
puntos en común sólo que en direcciones contrarias como se apuntó antes, estos héroes
viajeros comparten la pasividad ante situaciones difíciles aunque batallen contra los
demonios del sentimiento no se dejan llevar por estos prevaleciendo la prudencia. La
diferencia surge en que Ulises es un héroe que batalla para sí mismo, para él llegar a su
patria quitándose de encima la responsabilidad de llegar con sus compañeros, este héroe
individualista se excusa con advertencias pero tampoco hace lo necesario para llegar
rápidamente a Ítaca para asumir sus responsabilidades como rey y esposo ya que pierde
tiempo con aventuras amorosas; definitivamente Eneas no es este tipo de héroe ni
mucho menos se deja llevar por pasiones egoístas como Aquiles.
Eneas de alguna manera se asemeja en ideales con Héctor, podría decirse que en esencia
el héroe troyano es aquel que actúa en beneficio de los demás, responsablemente lucha
y funda la nueva patria, llega con sus acompañantes, abandona sus deseos personales
por el destino de su familia, descendencia y por toda su nación; porque de Eneas
depende no sólo su destino sino también el de los demás. En resumen, él es un héroe
trágico que se ganado el odio de los dioses sin razón alguna, sacrificando sus deseos,
llevando a cabo un plan impuesto como la fundación de Roma, siendo así un héroe que
debe hacer lo que tiene que hacer, donde predomina las pietas por sobre el furor, el
deber lo rige y lo aprisiona sin modificar los límites de lo instaurado.

pág. 10
BIBLIOGRAFÍA

- Campbell, J. (1949) El Héroe de las Mil Caras: Psicoanálisis del Mito. México.
Fondo de Cultura Económica.
- Díaz Escaciano, A. (1978) Perficit. Publicación Mensual de Estudios Clásicos,
Vol. IX, Nº 113-114. “Introducción a Virgilio”. Madrid.
- Homero (2008) Ilíada. Presentación de Sergio Pitol, Prólogo de José Luis Rivas
y Traducción de Monserrat Casamada. México, Xalapa. Edición Universidad
Veracruzana.
- Homero (2013) La Odisea. Traducción Luis Segalá y Estalella. Argentina,
Buenos Aires. Centro Editor de Cultura.
- Miralles, C. (1990) Introducción a Homero. Barcelona. Ediciones B.
- Villegas, J. (1993) La Estructura Mítica del Héroe en la Novela del Siglo XX.
Barcelona. Ediciones Planeta.
- Virgilio (2015) La Eneida. Prólogo y Presentación Francesc LL. Cardona y
Traducción Felipe Peyró Carrió. España, Barcelona. Ediciones Brontes.

pág. 11

También podría gustarte