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TRATAMIENTO Y LA
TERMINACIÓN DEL MISMO
En la evaluación postratamiento puede incluirse alguna nueva medida como algún cuestionario de
satisfacción con el tratamiento y una escala de valoración en la que cliente y terapeuta califiquen el
grado en que el primero ha mejorado en sus diversos problemas y el grado en que le siguen afectando
o perturbando.
Esta información debe ser compartida con el paciente. Por otra parte, si se ha empleado un diseño de
investigación experimental, cosa extremadamente infrecuente en la práctica clínica habitual, se podrá:
a) valorar la eficacia del tratamiento aplicado (es decir, si el cambio conseguido es atribuible al
tratamiento aplicado) y/o b) contrastar las hipótesis explicativas.
Un simple diseño pre-post no permite extraer conclusiones sobre estos aspectos. Para decidir el nivel de
cambio logrado en las distintas variables dependientes puede seguirse un criterio cuantitativo y un criterio
clínico-social.
ANÁLISIS CUANTITATIVO DE LOS
RESULTADOS
El criterio cuantitativo implica comparar los datos pos tratamiento con los datos
obtenidos en el pre tratamiento o, si es el caso, con los datos obtenidos en un
grupo de control (p.ej., de lista de espera).
Cuando se emplean varias medidas, puede darse un punto por cada una de ellas en que haya habido un
cambio cuantitativo y calcular un nivel de mejora según el número de puntos obtenido. Puede verse un
ejemplo más abajo, cuando se habla de los criterios prefijados de significación clínico-social (nivel de mejora).
Si el posible cambio cuantitativo observado quiere atribuirse al tratamiento, será necesario que se cumplan los
requisitos del diseño experimental que se haya empleado (si es el caso). Por ejemplo, en un diseño A-B-A-B los
datos deben revertir en la segunda fase A y alcanzar en la segunda fase B al menos el nivel de ejecución
alcanzado en la primera fase B. En un diseño de línea base múltiple a través de conductas, estas deben cambiar
cuando se les aplica el tratamiento y no antes.
Si se produce el cambio esperado, pero no se ha utilizado un diseño experimental o no se han cumplido los
requisitos del mismo, el cambio no podrá ser atribuido inequívocamente al tratamiento.
VALORACIÓN CLÍNICO-SOCIAL DE LOS RESULTADOS
El criterio cuantitativo es necesario, pero no suficiente, ya que no basta con que haya un cambio, sino que
además este debe ser clínica y/o socialmente significativo. Por ejemplo, imaginemos que la depresión fuera
medida adecuadamente con una escala de 0 a 10 y que un paciente obtiene un nivel promedio de 9 durante la
línea base y de 7 tras el tratamiento. La diferencia es clara, pero de poca relevancia, ya que el paciente sigue
estando muy deprimido. Se requeriría, quizá, una mejora de 4 puntos antes de que el cambio fuera considerado
clínicamente importante y una mejora de 6 puntos antes de que el cambio fuera visto como totalmente
significativo desde un punto de vista clínico-social. En la gráfica siguiente puede verse la evolución del peso del
pretratamiento al postratamiento de tres chicas anoréxicas de 1,65 metros de altura y 40,8 kg de peso al inicio
del tratamiento. Su Índice de Masa Corporal [IMC = Peso (en kilos) / Altura2 (en metros)] era 14,99, indicativo de
un infrapeso grave. En los tres casos hay un cambio cuantitativo traducido en una ganancia del 13,2%, 26,7% y
40,2% del peso inicial respectivamente. Ahora bien, en el primer caso la ganancia de peso ha sido insuficiente,
ya que sigue estando dentro de la categoría de infrapeso grave. El segundo y tercer casos representan ejemplos
de cambio clínicamente significativo, ya que no presentan infrapeso peligroso; el cambio es especialmente
significativo en el último caso puesto que Proceso - 38 se ha situado en la categoría de peso saludable. El
aumento de peso es fundamental en el tratamiento de la anorexia. De todos modos, conviene tener en cuenta
que el peso no es la única variable a considerar a la hora de decidir si se ha conseguido un cambio clínicamente
significativo. El cambio en el peso debería ir acompañado por la modificación de la preocupación excesiva por el
peso y la figura, y el establecimiento de hábitos alimentarios adecuados. Asimismo, sería deseable conseguir
cambios en otros aspectos habitualmente alterados tales como el estado emocional negativo, las relaciones
interpersonales, etc. Gráfica. Ejemplos de cambios con y sin significación clínico-social.
CRITERIOS ESTANDARIZADOS DE
SIGNIFICACIÓN CLÍNICO-SOCIAL