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BIOLOGÍA 2º BACHILLERATO

Tema 13
“Ingeniería genética”

Pablo Fernández Moreno


Departamento de Ciencias
Colegio Zazuar
ADN recombinante
La manipulación del ADN de una forma indirecta por parte del ser humano es una práctica muy
antigua. Desde el comienzo de la humanidad se escogían individuos que luego eran cruzados con
otros para seleccionar artificialmente caracteres que eran interesantes.
Es el caso, entre muchísimos ejemplos, de las actuales vacas lecheras o de aquellas criadas para
carne, o de las gallinas ponedoras de huevos. Este era un proceso impreciso y largo que se
desarrollaba durante generaciones y generaciones hasta obtener resultados apreciables.

Hoy en día sin embargo existe el conocimiento genético y la tecnología suficiente que nos
permiten manipular directamente el ADN y provocar cambios drásticos en los individuos
portadores, en plazos de tiempo muy breves.
Todas estas técnicas y procesos se engloban en lo que llamamos tecnología del ADN
recombinante, puesto que las combinaciones de genes que se consiguen no se encuentran de
forma natural. Constituyen la esencia de la ingeniería genética, por la cual podemos hoy
manipular físicamente el material genético de un individuo y modificarlo a nuestro antojo.
Herramientas moleculares
MATERIAS PRIMAS MOLECULARES: como el ADN que vamos a manipular, nucleótidos trifosfato
de ADN, ARNm transcrito del ADN a manejar y oligonucleótidos sintéticos que se utilizarán como
cebadores o para construir genes artificiales.
DIVERSAS ENZIMAS: polimerasas, primasas, transcriptasas, retrotranscriptasas, endonucleasas
de restricción, ligasas,… que nos permitirán construir artificialmente moléculas de ADN a partir
de fragmentos que no se encuentran juntos de forma natural, generalmente por la introducción
del fragmento de un gen propio de un individuo en el conjunto del genoma de otro individuo de
diferente especie. El proceso consta de varias etapas:
• Obtención del ADN a recombinar por fragmentación mediante enzimas endonucleasas de
restricción que cortan los fragmentos de ADN por lugares adecuados.
O bien por la creación de un ADN complementario, es decir, secuencias de ADN obtenido
artificialmente a partir de una molécula de ARNm utilizando el proceso de transcripción
inversa mediante el uso de retrotranscriptasas. Ya que el ARNm eucarionte formado una vez
madurado codifica directamente para la proteína funcional, es esta una técnica que permite
obtener a partir de él mediante síntesis artificial, un ADN sólo formado por exones, sin la
“chatarra génica” de los intrones y por lo tanto listo para ser insertado en el vector
correspondiente, lo que facilita enormemente el proceso.
También se puede crear un ADN sintético de poca longitud, añadiendo los nucleótidos a la
cadena en formación según una secuencia ya conocida.
En otros casos, su obtención se produce a partir de la secuencia de aminoácidos conocida
de una proteína, de la cual se obtiene su ARNm de forma artificial y a partir de este la
secuencia de ADN, ya sin intrones. La consecuencia es el conocimiento de la secuencia de un
gen simplemente a partir del de la secuencia de la proteína a la que da lugar, mediante algo
parecido a lo que podríamos llamar una “transcripción y traducción inversas”.
• Separación de los fragmentos adecuados que se han formado, mediante técnicas de
electrofóresis (por la aplicación de campos eléctricos a la muestra).
• Incorporación de los fragmentos seleccionado en un vector, es decir en una molécula que los
transporte, mediante enzimas ligasas.
VECTORES DE CLONACIÓN: son las moléculas que se utilizan
para realizar el transporte del ADN que permita hacer llegar
los fragmentos seleccionados a clonar, al huésped que
corresponda, en dónde luego se replicará. Son de pequeño
tamaño y cuentan con un origen de replicación que permite
iniciar el proceso. Los más comunes en procariotas son los
plásmidos bacterianos, bacteriófagos, cósmidos
(combinación de un plásmido y ADN de un fago). En
eucariotas se suelen utilizar virus o incluso fragmentos de
ADN creados artificialmente, como los cromosomas
artificiales de levadura.
CÉLULAS HUESPED: las receptoras del ADN manipulado. En procariotas se utilizan con frecuencia
Escherichia coli y Bacillus subtilis. En eucariontes, Saccharomyces cerevisae.
Técnicas de manipulación del ADN
LOCALIZACIÓN DE GENES MEDIANTE HIBRIDACIÓN: se utiliza para localizar sobre un cromosoma
el lugar dónde se encuentra un determinado gen. Cuando sabemos que un determinado ARNm
contiene la información para una determinada proteína, esa molécula o la del ADN
complementario al que da lugar, podemos utilizarlas para localizar sobre el material genético
celular el lugar dónde se encuentra ese gen, simplemente hibridándolo con el ADN de esa célula.
El fragmento de la sonda formará una doble hélice en aquella región del cromosoma de la que se
complementaria, por lo que nos indicará dónde se sitúa en el conjunto del genoma. Los métodos
más utilizados son la hibridación de colonias y la hibridación Southern.
SECUENCIACIÓN DEL ADN: consiste en técnicas para secuenciar fragmentos o incluso el total del
ADN, es decir para obtener su secuencia de bases nitrogenadas. Esto permite llegar a la secuencia
de aminoácidos que conforman las proteínas y establecer una relación entre ambas. Se conoce
actualmente la secuencia completa de algunos organismos procariontes (Escherichia coli),
eucariontes unicelulares (Saccharomyces cerevisae), insectos (Drosophila melanogaster), o del
ser humano. La técnica más empleada es el método de Sanger.
REACCIÓN EN CADENA DE LA POLIMERASA (PCR): la producción de ADN sintético ha posibilitado
el desarrollo de técnicas para amplificar y obtener de forma rápida grandes cantidades de ADN a
partir de una pequeña muestra inicial, como es la técnica de la reacción en cadena de la
polimerasa o PCR. Utiliza para ello la enzima ADN polimerasa, con lo que consigue llegar a crear
“in vitro” y en poco tiempo, decenas de miles de copias de la molécula de ADN original de doble
hélice.
El proceso precisa desnaturalizar primero la doble hélice a amplificar y conocer la secuencia de
nucleótidos de un fragmento del extremo 3’ de sus hebras, así como disponer además de
oligonucleótidos complementarios a los nucleótidos preformados de ese extremo 3’ de la hebra a
copiar, que actúan como iniciadores o cebadores.
Después, la ADN polimerasa se une a estos
cebadores y genera el resto de la copia de la
molécula de ADN a partir de nucleótidos
trifosfato que hay el medio, en un proceso
similar al realizado durante la replicación. Las
hebras formadas de ese modo se
desnaturalizan después y se repite este
proceso de forma continua, con lo que, al
duplicarse en cada ciclo el número de
moléculas de ADN iniciales, se consigue un
proceso exponencial, hasta tal punto que tras
sólo diez procesos de duplicación, por
ejemplo, se obtienen más de mil copias del
ADN original (210 = 1024).

Su uso es especialmente útil en estudios filogenéticos, para relacionar evolutivamente especies o


grupos taxonómicos distintos, o en medicina forense, ya que permite amplificar enormemente
muestras muy pequeñas de ADN.
Clonación molecular
La clonación de un gen o de una molécula de ADN consiste en la obtención de copias idénticas a
ese gen o molécula, utilizando las herramientas y técnicas de ingeniería genética vistas antes.
Las fases a desarrollar en un proceso de clonación molecular en procariontes son las siguientes:
1. Aislar y obtener el gen o fragmento de ADN a clonar: suelen utilizarse enzimas endonucleasas
de restricción, ya descritas. En muchos casos basta acudir a genotecas existentes ya que ese
proceso ya está hecho con anterioridad.
2. Amplificar la cantidad de ADN a clonar: por ejemplo, mediante la técnica de PCR, ya descrita
antes.
3. Seleccionar un vector de clonación: son moléculas de ADN con capacidad autorreplicativa
independiente de los cromosomas, como los plásmidos bacterianos (moléculas de ADN circular
muy pequeñas que pueden aparecer en algunas bacterias), ADN de ciertos virus, o cromosomas
artificiales con capacidad autorreplicativa, semejantes a los plásmidos.
4. Fabricar un ADN recombinante al insertar el gen en el vector: al introducir en el vector el gen
a clonar y provocar la actuación de las enzimas ligasas para integrarlo en él.
5. Selección de un organismo huésped: generalmente bacterias (normalmente Escherichia coli),
debe tratarse de células no patógenas y muy estables ya que deben ser capaces de incorporar
ADN ajeno procedente del medio externo a su propio genoma, sin que su metabolismo se altere.
Deben presentar además un crecimiento rápido y precisar medios de cultivo muy baratos.
6. Introducción del vector de clonación en el huésped: para ello es lo más frecuente utilizar bien
la transformación bacteriana (recuerda la forma por la que las bacterias se transformaban en
patógenas en los experimentos de Griffith que vimos en un tema anterior) o la transducción (por
la que un virus bacteriófago inocula su ADN en una bacteria). Estas formas de reproducción
parasexual de las bacterias las veremos con más detalle en los temas de microbiología.
7. Cultivo y selección de las células recombinantes: para producir colonias de células idénticas
entre sí, que contengan el gen o fragmento de ADN clonado. Una vez identificadas las que
contienen el ADN recombinante, se seleccionan y se cultivan para amplificar su número, y las
restantes se separan y se destruyen.
8. Producción de la proteína recombinante: una vez aisladas y amplificadas las células
recombinantes se provoca la expresión del gen clonado para obtener la proteína. Luego esta se
aísla y purifica para su uso.
La clonación en eucariontes presenta bastantes diferencias, por lo que los mecanismos son
diferentes. Las dificultades que se producen se deben a la mayor complejidad de los procesos de
expresión génica así como a la presencia de intrones en su ADN.
Su mayor cantidad de ADN también lo dificulta ya que en cada tipo de células sólo se expresan
algunos genes, mientras que otros están comúnmente inhibidos en su expresión. Las principales
diferencias afectan a:
• La obtención del gen a clonar: frecuentemente se hace mediante la creación de un ADN
complementario a partir de ARNm como ya describimos antes, o bien fabricando la secuencia
de ADN del gen a partir de la secuencia de la proteína, mediante síntesis artificial.
• La selección del vector de clonación: en estos casos los vectores deben ser capaces, además de
transportar el gen a clonar, de insertarlo en el ADN huésped. Son muy frecuentes los retrovirus,
a los que previamente se les eliminan los genes responsables de su virulencia. Cuando el
huésped es un vegetal también se utilizan plásmidos específicos de bacterias patógenas para
las plantas, a los cuales también se les han suprimido los genes causantes de su patogenicidad.
Son también utilizados cromosomas artificiales de levadura, que sirven de contenedor para los
genes a clonar y actúan en la célula huésped como un cromosoma más.
• La selección del organismo huésped: cuando se trata de animales, si se necesita que el gen
insertado aparezca en todas las células del organismo, deben seleccionarse células
reproductoras o embrionarias poco diferenciadas, en estos casos se habla de organismos
transgénicos. Sin embargo, si se desea que el gen aparezca sólo en ciertos tejidos u órganos,
debe insertarse en células somáticas, se trata en estos casos de la denominada terapia génica.
También se utilizan levaduras, ya que, aun siendo organismos muy simples, al ser eucariontes
poseen todos los mecanismos de transcripción, maduración y traducción necesarios. Suele ser
usada frecuentemente Saccharomyces cerevisae.
Tratándose de plantas, pueden utilizarse células vegetales, más tolerantes a estas técnicas que
las animales, con la ventaja de que a partir de una sola célula clonada puede obtenerse una
planta completa, cultivándola en el medio adecuado.
• La introducción del vector de clonación en el huésped mediante diversas técnicas, como:
 Microinyección: utilizando capilares muy finos que inyectan literalmente el ADN en el núcleo
de la célula huésped. Es frecuente su uso en la creación de animales transgénicos, al inyectar
ADN en óvulos fecundados.
 Pistola de genes: que inyecta proyectiles impregnados con el ADN en las células huésped.
 Electroporación: por la creación de microporos en la membrana celular del huésped
mediante impulsos eléctricos, que permiten la entrada del ADN en su interior.
 Creación de liposomas (recuerda que ya vimos su estructura cuando hablamos de las
propiedades de la membrana plasmática) que contienen en su interior en ADN y lo
transfieren al interior de la célula al fusionar ambas membranas.
Aplicaciones de la ingeniería genética
Tiene una aplicación instrumental en el campo de la investigación y también en el de la
biotecnología, es decir en la utilización de organismos modificados genéticamente (OGM)
mediante ingeniería genética, en procesos industriales beneficiosos para el hombre.
En relación al campo de la investigación científica:
• Mutagénesis dirigida: inducción de mutaciones en la secuencia de genes específicos para
observar los resultados sobre la proteína producida.
• Amplificación de la síntesis de proteínas: muchas proteínas se generan de forma natural en la
célula en cantidades muy pequeñas, lo que dificulta su estudio. Mediante esta práctica se
amplifica enormemente la cantidad de proteína producida.
• Construcción de ARN sintético: proceso llamado transcripción in vitro, de utilidades variadas
vistas anteriormente.
• Construcción de ADN sintético: como el ADNc que ya hemos visto, o el ADN recombinante a
partir del de diferentes organismos.
• Obtención de genotecas: podríamos definirlo como “bibliotecas” de genes, obtenidos de la
fragmentación del ADN de un determinado organismo. Una vez cortados, aislados e
identificados se insertan uno a uno en el genoma de bacterias, que sirven como reservorios
de esos genes, donde permanecen guardados y listos para ser utilizados en experimentación.
Basta con inducir a la división de esas bacterias individuamente para disponer de grandes
cantidades del gen en cuestión. Cabe la posibilidad de crear también genotecas de ADNc a
partir del ADN creado desde ARNm, y por lo tanto sin contenido de intrones, con la
consiguiente ventaja.
En el ámbito de la biotecnología las aplicaciones son múltiples, pudiéndose agrupar en tres
categorías, médicas y agrícolas y ganaderas:

Aplicaciones médicas
• Producción de proteínas recombinantes de mamíferos. Muchas de estas proteínas tienen un
elevado valor médico para el hombre, como el interferón, la insulina, factores de
coagulación sanguínea, hormona del crecimiento. Además son sustancias que se producen
de forma natural en los tejidos en cantidades muy pequeñas, por lo que su aislamiento y
purificación es muy laborioso y costoso económicamente. Hoy día se pueden obtener
mediante la creación de ADN recombinante que se clona en microorganismos (como el gen
de la insulina humana en bacterias o en la levadura Saccharomyces cerevisae), o por la
creación de animales transgénicos que las producen como parte de su metabolismo (como el
gen de la hormona del crecimiento que se clona en vacas que luego secretan la proteína en su
leche).
• Producción de vacunas recombinantes. Hasta ahora las vacunas eran simplemente una
suspensión de microorganismos patógenos que habían sido muertos o atenuados, o de
fragmentos de ellos que inducían una respuesta primaria de nuestro sistema inmunológico
para dotarnos de inmunidad frente a esos antígenos. En la actualidad se utilizan vacunas
recombinantes que reemplazan los microorganismos por las secuencias concretas del genoma
que codifican para las proteínas que actúan como antígenos. Si además en la misma vacuna
introducimos diversos genes, conseguimos vacunas polivalentes que inmunizan contra más de
u agente patógeno.
• Diagnóstico de enfermedades genéticas: mediante la extracción en el individuo en cuestión
del ADN o de los genes concretos del mismo para analizarlos.
• Terapia génica: localizando en los cromosomas los genes causantes de enfermedades
genéticas, extrayéndolos y reparándolos o bien sustituyéndolos por otros funcionales, para
corregir el error y curar la enfermedad.
• Obtención de organismos transgénicos: mediante la introducción en su genoma de genes
extraños para esa especie, lo que permite la creación de animales con órganos o tejidos
humanizados, para el estudio de la incidencia en ellos (y por extrapolación, en las personas)
de ciertas enfermedades y de los medicamentos para corregirlas o incluso la obtención de
órganos destinados a trasplantes en seres humanos. La técnica precisa inyectar el vector, ya
con el gen que interesa, en un óvulo fecundado y posteriormente implantarlo en el útero del
animal para que se desarrolle normalmente.

Aplicaciones agrícolas
Una vez clonado el ADN en células vegetales pueden utilizarse cultivos in vitro de esas células
para seleccionar líneas celulares que luego sean cultivadas e inducidas a crear plantas completas.
Generalmente son utilizados como vector de clonación los plásmidos de la bacteria
Agrobacterium tumefaciens.
El objetivo principal de la aplicación de estas técnicas en agricultura es muy amplio:
• Obtener plantas resistentes a herbicidas, lo que permita tratar los cultivos con ellos sin que
la producción se vea afectada.
• Obtener plantas resistentes al ataque de insectos, mediante la introducción en su genoma
de genes que codifican para proteínas que son tóxicas para los insectos.
• Obtener plantas resistentes a infecciones por microorganismos, por la introducción en su
genoma de los genes de ciertas proteínas presentes en ellos.
• Obtener plantas con características que mejoren el producto, de cara al consumo humano,
como el retraso en el proceso de maduración de los frutos, lo que aumenta su periodo de
conservación, o la obtención de frutos con mayor tamaño o aspecto más atractivo.
• Obtener plantas que sinteticen sustancias que tengan alguna aplicación comercial y/o
médica. Por ejemplo para la producción de interferón humano, o anticuerpos, o incluso
algunos tipos de plásticos.

Aplicaciones ganaderas
La obtención de animales transgénicos tiene un enorme potencial desde el punto de vista
comercial y económico. La posibilidad de obtener alimentos de origen animal, generalmente
fuera del alcance de países menos desarrollados, en mayor cantidad y con una mayor calidad
nutritiva, pero con un menor costo económico, podría ser una de las formas de combatir el
hambre en esas regiones.
El objetivo principal de la aplicación de estas técnicas en
ganadería:
• Incrementar el engorde del ganado sin utilizar
productos hormonales exógenos, sino modificando su
genoma para que la producción de esas hormonas se
produzca de forma natural como parte de su
metabolismo. Esto podría provocar el aumento de la
masa muscular del animal (carne) o de la producción de
leche, por ejemplo.
• Mejorar su resistencia a enfermedades o a formas de
vida no natural, estabulados en granjas.
• Obtención de animales clónicos, es decir de animales idénticos genéticamente entre sí. En
1996, en el instituto Roslin de Edimburgo, se produjo la primera clonación de un mamífero, la
oveja Dolly, a partir de una célula somática de una oveja A, a la que se le extrajo su núcleo
(2n). Este núcleo se fusiono con un ovocito sin fecundar de otra oveja donante, de la que
previamente se había eliminado su núcleo (n) y por lo tanto todo su ADN. Finalmente se
indujo a dividirse a este “óvulo artificial” como si se tratase de un óvulo fecundado (fíjate que
posee 2n cromosomas, como un cigoto normal), y el cigoto formado se implantó en el útero
de una tercera oveja en el que se desarrolló hasta el nacimiento, de forma natural.
Proyecto “Genoma humano”
Con el auge de la biología molecular y de
las técnicas que permiten la secuenciación
del ADN, a finales de la década de los 80
se inició el denominado “Proyecto
Genoma Humano”, encaminado a
obtener la secuencia completa de bases
de todo el ADN humano, realizar un mapa
cromosómico que permitiera situar con
exactitud sobre los cromosomas los
distintos genes y en consecuencia
establecer la relación estructural y
funcional entre cromosomas, genes y
proteínas.
Un borrador inicial del genoma fue anunciado públicamente el 26 de junio de 2000 por Bill
Clinton y Tony Blair. El proyecto estuvo concluido en abril de 2003, con unas conclusiones
interesantes:
• El genoma humano posee alrededor de 3000 x 106 de pares de bases (considerando sólo el
contenido de una célula haploide), de las cuales solo el 0,1% es diferente de unas personas a
otras.
• Está formado por alrededor de unos 30.000 genes codificadores de proteínas.
• Estos genes, además del ADN que contiene información para los diferentes ARN distintos al
mensajero, comprenden sólo el 10% del total del ADN, por lo que del 90% no se conoce
exactamente su función.
Este conocimiento, y la necesidad de establecer fronteras éticas que impidiesen el apropiamiento
ilegítimo de algo que es patrimonio de la humanidad, motivó que en 1997 la UNESCO aprobara la
Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos.
Su finalidad es proteger la libertad, la dignidad y la salud de las personas frente al afán de lucro
que pudiera suponer la actividad de empresas médicas o farmacéuticas. La declaración hace
especial énfasis en:
• Su oposición a que el genoma humano se comercialice, al ser patrimonio de la humanidad.
• El derecho de cada individuo a la protección de su información genética, a ser algo personal y
confidencial.
• La prohibición expresa de clonar seres humanos con una finalidad reproductiva, aunque se
permita la clonación de tejidos para fines terapéuticos.
• La aplicación de unos principios éticos de respeto a la libertad y dignidad individual a todas las
investigaciones llevadas a cabo en relación al genoma humano.
A pesar de las indicaciones de la ONU, muchas empresas farmacéuticas se han lanzado, para su
beneficio, a la conquista de patentes de genes con utilidad terapéutica. Esto motivó que el
Parlamento Europeo se pronunciara en 1995 en contra de esa práctica.
A la vista de los continuos progresos en este campo de la Biología, en 1998 la Unión Europea
aprobó una nueva directiva por la que “un elemento aislado del cuerpo humano, como puede
ser un gen, podrá ser patentable siempre que sea producido mediante un procedimiento técnico
artificial, aunque su estructura sea idéntica a la del elemento natural”.
Genómica y proteómica
Mientras que, como hemos visto, la genómica trata de conocer la naturaleza íntima de los genes y
su funcionamiento, la proteómica se encarga de conocer la totalidad de las proteínas codificadas
por ese genoma, es decir, se trata de la ciencia que estudia el proteoma.
Una vez conseguida la decodificación del genoma humano, muchos laboratorios y empresas se
centraron en una única tarea: utilizar material genético de microorganismos patógenos y de tejidos
humanos sanos o enfermos para identificar las proteínas que actúan en cada caso.
El conseguir hacer un mapa de las proteínas, es decir el obtener el proteoma humano supera en
envergadura y en complejidad al del genoma, ya que mientras los genes permanecen estables en
cada individuo y se encuentran en el núcleo de cualquier célula, las proteínas varían en los
distintos tejidos, y en los diversos estados metabólicos de cada célula. Además se ven sometidas a
modificaciones químicas después de su síntesis que pueden alterar su actividad.
Por otro lado, las bases con que se identifican las proteínas no son cuatro, como en el caso del ADN
(Adenina, Timina, Citosina y Guanina), sino veinte aminoácidos diferentes. Además no con basta
con obtener la secuencia de aminoácidos que forman una proteína, ya que tan importante como la
secuencia, es la estructura tridimensional que la misma posee, a su vez ligada directamente con la
función que realiza.
Conocer cómo funciona el proteoma es un proceso complejo, en la mayoría de los casos una
determinada proteína no incide directamente en un proceso sino que la interacción entre varias
proteínas son las que lo condicionan.
Las técnicas utilizadas para el estudio del proteoma son diversas y aún están en fase de
perfeccionamiento. Una forma de conocer las funciones de las proteínas es comparar las
proteínas expresadas en células normales y patológicas para relacionar una enfermedad
específica o una etapa del proceso de una enfermedad, con las variaciones que existan entre
dichas proteínas.
La proteómica en combinación con otras ramas de la Biología tiene un enorme potencial parar
comprender mejor cómo funcionan los sistemas biológicos complejos, lo que sin duda podrá
provocar un cambio significativo en el mundo de la Biología y la medicina en general.

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