Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Biblia Intro III Envio 07
Biblia Intro III Envio 07
En la hermenéutica bíblica,
mientras que la tradición
cristiana hasta el s.XVI argu-
mentaba desde el hecho a la
posibilidad, los racionalistas
argumentan desde la impo-
sibilidad a la no realidad.
Baruc Spinoza (1633-1677), hebreo holandés que por sus
ideas religiosas llegó a ser excomulgado por sus
correligionarios, ha sido considerado el primer pensador
que afrontó directamente la explicación de la Biblia según
la naciente mentalidad iluminista.
En su Tractatus theologico-politicus
somete el AT a una interpretación crí-
tica, negando la realidad sobrenatural.
Aunque Spinoza influyó mucho en el
pensamiento hermenéutico racio-
nalista, se le considera a J.S.Semler
(+1781) el creador del sistema con la
negación radical de la inspiración
bíblica y del orden sobrenatural.
La investigación teológico-bíblica de los racionalistas tenía
el prejuicio de ir contra todo orden sobrenatural.
Abandonan el presupuesto clásico de la regula fidei,
presentando la figura de Jesús de una manera peculiar que
golpea con la fe de los creyentes.
Martín Käler en 1892 distingue
entre un “Jesús de la historia” y el
“Cristo de la fe”, y distingue entre
narración de eventos y el significado
que los eventos tienen para mi
Pretende salvar el Cristo que
predica la Iglesia, pero introduce
categorías teológicas desastrosas.
2. La hermenéutica filosófica contemporánea.
El positivismo y los métodos histórico-críticos afirman que
se puede realizar una interpretación completamente objetiva,
carente del influjo subjetivo del lector. A esto se opone la
hermenéutica filosófica de varios autores.
F.D.E.Schleiermacher es considerado el padre de la
hermenéutica moderna, pues intenta constituirla en ciencia
autónoma, estableciendo las condiciones
de su posibilidad.
Al ser una ciencia, siguiendo las
nociones del Iluminismo, abarcaría
cualquier fenómeno humano; pero
mirando prevalentemente al estudio de
la Sagrada Escritura. Scheleiermacher
A partir de Scheleiermacher la hermenéutica no es sólo parte
de la introducción al estudio de la Escritura, sino se presenta
como un problema filosófico general.
Sostiene que no basta el análisis gramatical y filológico. Se
debe incluir la contribución activa del lector que tiene sus
ideas preconcebidas. Al análisis comparativo o crítico se
debe unir el análisis intuitivo o de adivi-
nación, que es la comprensión psicológi-
ca del autor del texto, lo cual se realiza a
partir del conocimiento previo que el in-
térprete hace de su propio mundo vital.
Autor y lector quedan implicados
mutuamente en el proceso de
comprensión. Ambos participan del
espíritu objetivo de la razón universal. Scheleiermacher
Wilhelm Dilthey (1833-1911) introdujo una distinción más
clara entre “ciencias de la naturaleza”, que siguen el método
de la “explicación”, y “ciencias del espíritu”, que siguen el
de la “comprensión”
La hermenéutica, dice, es el instru-
mento propio de las ciencias del
espíritu y debe interpretar la vida
profunda en todas sus manifesta-
ciones (arte, literatura, etc.) en cuanto
expresan la autocomprensión del
hombre en su ámbito vital.
Ellas a veces se “cristalizan”. La her-
manéutica debe “descristalizarlas” pa-
ra hacer de nuevo experiencias vivas. Dilthey
¿Cómo se realiza esta comprensión, que es la esencia de la
hermenéutica? Fuentes de inspiración de Dilthey:
Kant: interés por lo que las cosas significan para mí.
Hegel: intento de explicación total de la realidad.
Positivismo: método experimental.
Dilthey busca comprender la reali-
dad desde dentro, a partir de la pro-
pia comprensión. Pues la realidad
histórica, dice, sólo puede ser
comprendida a partir de la
experiencia vital individual.
Es “volver a vivir” los hechos
históricos en la experiencia propia. Kant
Martín Heidegger (1889-1979) dio a las ideas de Dilthey
sobre la hermenéutica una orientación existencial.
Heidegger, en el primero de sus dos períodos desarrolla la
“analítica existencial” en el libro “Ser y tiempo” en 1927.
El ser, dice, nunca se manifiesta directamente. Para determi-
nar su naturaleza se debe partir del estu-
dio de un ente particular. El hombre es-
tá en privilegio, pues, a través de su ser,
el ser mismo está abierto para él.
“El hombre es la puerta de acceso al
ser”, dice. En la investigación
antropológica encuentra en el hombre
unos rasgos fundamentales, que llama
existenciales”: Heidegger
1-Ser-en-el-mundo. Aquí mundo no son los seres
materiales, sino la “situación”. El hombre es ser-en-sí.
2-El hombre no es una esencia pre-constituida absoluta,
sino su posibilidad. El hombre es un continuo hacerse.
3-Temporalidad. El hombre está ligado al tiempo. La
historia es algo que sucede continuamente. El hombre es
histórico por naturaleza.
Interpretar un hecho histórico, dice, no es
leer un dato del pasado, sino tomarlo para
hacer un acto de voluntad que mira al
futuro.
Ante un texto se debe recuperar el proble-
ma existencial, para que el hombre se auto-
proyecte hacia la existencia auténtica.
La filosofía del lenguaje: M.Heidegger y H.G.Gadamer.
En su segundo período Heidegger se colocó en la óptica de
la filosofía del lenguaje. Encuentra el surgir del ser en el
lenguaje, no en el sentido habitual de medio de comuni-
cación, ni como objeto de estudio, sino como “altavoz de la
voz muda del ser”; como evento que posee un poder de
agregación, que reúne el universo del ser,
como la auténtica obra de arte se abre a
todo el universo humano.
Estas reflexiones fueron desarrolladas
por uno de sus más conocidos
discípulos: Hans-Georg Gadamer
(1990-2002), en su célebre escrito:
“Verdad y método” de 1960.
Gadamer
Para Gadamer la comprensión no hay que entenderla como
acción del sujeto sobre un objeto (un texto), sino como la
inserción del hombre en el proceso vivo de transmisión
histórica, en el que pasado (texto) y presente (lector) se
sintetizan continuamente.
La comprensión surge cuando el lector confronta su
horizonte cultural con el del texto, y se funden.
Para Gadamer no existe una interpretación “objetiva” de un
texto. Ninguna puede ser absoluta y definitiva. Cada gene-
ración debe medirse con el texto para
poder dar vida a una nueva “verdad”.
Cualquier interpretación es auto-
interpretación. Es crucial la unión
histórica entre sujeto y objeto.
3. La hermenéutica existencial de Rudolf Bultmann
(1884-1976)
El planteamiento hermanéutico de Bultmann ha tenido gran
influjo en la interpretación y en la lectura de la Biblia en las
últimas décadas.
Según Rizzi, los dos pilares sobre los que se apoya la heme-
néutica de Bultmann son: la reflexión so-
bre el hombre y el entendimiento de los
textos. Heidegger le compara con
Aristóteles y el tomismo: “Bultmann
intenta incorporar las categorías
forjadas en el existencialismo para
vertebrar, organizar y explicar la
teología contemporánea”.
El pensamiento de Bultmann se puede resumir en tres tesis
fundamentales.
Historicidad y hermenéutica
Siguiendo a Heidegger, Bultmann dice que el hombre realiza
su esencia en las decisiones que toma en cada circunstancia,
y que se expresa y manifiesta en los textos del pasado.
El intérprete debe acceder al
texto con una “pre-comprensión”, que
sería “como el ángulo de apertura del
lector sobre el texto y el ángulo de
incidencia del texto sobre el lector”.
Esto de tal modo que obtengamos una
respuesta a los problemas del hombre de
hoy, los mismos del autor del texto.
Para Bultmann, siguiendo aquí a Heidegger, la
“comprensión” de un texto se resuelve, para el intérprete, en
una más profunda “auto-comprensión” de las posibilidades
existenciales del hombre.
Admite la existencia de un “círculo hermenéutico”, que
no es, como en Dilthey, la relación mutua yo-historia,
sino interferencia recíproca entre “pre-comprensión” y
“auto-comprensión”.
Comprensión no es el examen de una
crónica de acontecimientos, sino la
reconstrucción de una geschichte
(significado para mi del evento) que
busca profundizar en el sentido
existencial del texto.
Creer y comprender.
Bultmann se confiesa creyente luterano; pero es una fe que
tiene connotaciones de fideísmo y va incluso contra toda
posibilidad de consideración racional.
Esto le aleja de Heidegger y del existencialismo ateo. Para
Bultmann el hombre de Heidegger es “inauténtico”, pues
sólo busca en sí mismo la vía de salida a su propia situación.
Por eso es lo de la angustia vital.
Para Bultmann la autenticidad y la salvación del hombre
provienen únicamente de fuera, de la “palabra de Dios”, que
es la única capaz de ofrecer la salvación futura.
En Bultmann hay dos mundos que no consiguen
encontrarse: el estudio científico, que no abre paso a la fe,
y el de la fe, que se hace accesible a la palabra de Dios.
Para Bultmann el NT no ha surgido por inspiración
sobrenatural, pero es palabra de Dios porque ahí se ha
objetivado la inteligencia auténtica de la existencia humana.
Llama “auténtica” porque Dios la ha revelado en la historia
de Jesúa de Nazaret y la ha resuelto con el acto salvador
(muerte y resurrección) que El ha realizado en Jesucristo.