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APROXIMACIÓN A LA SINTAXIS

La sintaxis se ocupa de las relaciones existentes entre


las palabras que forman una oración.
Todo intento de aproximación a la sintaxis reclama la
necesidad de prepararnos para observar en
profundidad estos esquemas.
Reflexionar sobre sintaxis no se reduce a una
información sobre las construcciones materiales de la
lengua, sino que alcanzan a ser explicación del proceso
mismo que penetra en la lengua para seleccionar de
entre sus varios elementos aquellos que resulten
indispensables a la organización y maduración de una
oración.
• «No siempre nos acostumbramos a las
observaciones sintácticas ni al estudio de las
relaciones de dicha índole. Para los hablantes ,
más presente se halla la palabra que la frase y
tienen más presta su sensibilidad para el
significado léxico que para el sentido
sintáctico. De ahí que la ambigüedad
sintáctica sea más defícil de detectar que la
léxica» L.J.Cisneros
¿Cómo nos acercamos al campo sintáctico? Partiendo
como punto de observación de la organización de la
oración.
Una lengua es un conjunto de esquemas de formación
que al combinarse permiten al hablante producir
esquemas de oraciones. De este modo tales esquemas
conforman la lengua; y las oraciones resultan así,
constituidas por construcciones dentro de
construcciones.
El oyente comprende a partir del código de la lengua; si
el mensaje existe para él, es porque el código lo ha
hecho inteligible y el sistema de la lengua lo ha
posibilitado.
En la sintaxis es necesario comprobar en qué medida
viven “en maridaje extraordinario” lo que en la lengua
hay de fijo y lo que se halla a merced de nuestra
libertad individual.
Para el hablante, en lo que concierne a la expresión, la
sintaxis supone una capacidad de combinar elementos;
en lo que mira al contenido, se ocupa de las relaciones
entre las palabras con miras a las unidades más
pequeñas de la enunciación.
Cuando se habla de la capacidad de combinación, no
solamente se trata del hablante para combinar los
elementos, sino que es una aptitud que dichos
elementos tienen para combinarse.
La capacidad de combinar fonemas y lograr palabras
está circunscrita a la situación de la creación de
palabras.
La perspectiva se amplía en cuanto se trata de
combinar sintagmas en oraciones.
La posibilidad de combinación implica la posibilidad de
combinar un signo con otro.
La posibilidad de selección implica la posibilidad de
sustituir un signo por otro.
La combinación es un modo de organizar in presentia.
La selección implica una unión de términos in absentia.
Entonces, el hablante ordena secuencias con perfecta
conciencia de qué signos verbales y signos posicionales
encarrilan el contenido hacia la necesaria comprensión
por el otro de la intención original.
La sintaxis se ve así en su camino hacia la constitución
de una oración, generando las formas que darán virtud
comunicativa a esa estructuración.
En este periodo es cuando descubrimos la sintaxis; en
el plano de la comunicación, en el proceso de
creatividad del hablante.
El enunciado
El enunciado, unidad mínima de comunicación, es la
secuencia de signos emitida por el hablante que queda
delimitada entre el silencio previo a la elocución y el
que sigue a su cese, y va acompañada por un
determinado contorno melódico: la curva de
entonación. Dicho con otras palabras: el enunciado
está compuesto por uno o más signos que emite el
hablante y capta el oyente; posee sentido completo y
concreto dentro de la situación en que se produce.
Enunciados no oracionales
Los enunciados que carecen de una forma verbal
personal son los denominados no oracionales. Los
constituyentes de estos enunciados son siempre
palabras de índole nominal, esto es, sustantivos,
adjetivos o adverbios. Al no existir un núcleo verbal del
que dependan sus demás componentes, las relaciones
internas no son idénticas a las que se establecen en la
oración.
Ejemplos de enunciados no oracionales

Prohibida la entrada.
Inútiles tus esfuerzos.
¡Qué tiempos aquellos!
A mal tiempo, buena cara.
De tal palo, tal astilla.
En casa de herrero, cucharón de palo.
Vivir para ver.
¡Lástima de hombre!
Enunciados Oracionales
Los enunciados oracionales, por el contrario, se
caracterizan por poseer dos unidades significativas
(sujeto y predicado), entre las que se establece la
relación predicativa, que se entienden tradicionalmente
como aquello de lo que se dice algo y lo que se dice del
sujeto respectivamente. Ambas unidades están
contenidas en el verbo: el verbo es el núcleo de la
oración. El verbo es el único núcleo ordenador de la
oración y de él dependen todos los demás
componentes, incluido el sujeto.
Así, la oración es una unidad lingüística dotada de
significación completa y núcleo verbal, y que no
pertenece a otra unidad gramatical superior. Por
encima de la oración se encuentran unidades de
cualidad diferente: párrafo, capítulo, texto, etc. Por ello,
tradicionalmente se considera a la oración la máxima
unidad gramatical. Se puede decir que es una unidad
estructural porque sus componentes están
interrelacionados; está compuesta por unidades
menores, sintagmas, que se agrupan con una
estructura determinada, habitualmente sujeto +
predicado.
Ejemplos de enunciados oracionales

• El otro día, a la salida del teatro, una señora saludó a


Conchita.
• Al borde de la arena está el bosque donde crecía una
yerba verde y pequeña.
.
• La anciana arequipeña rezaba pensativa frente a la
iglesia.
• Un pájaro de hermosos colores cantaba enamorado
en la espesura.

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