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18 de enero de 2008.
*** Fundaciones como la Cultural Rodolfo Morales, A. C.; Alfredo Harp Helú y Fundación
Rockefeller, así como La Curtiduría apoyan el proyecto.
***Mas de 25 artistas donan su trabajo para apoyar a que continúen los Talleres
Comunitarios fundados por Rodolfo Morales.
***Dos lenguajes artísticos se unen, propuestas artísticas contemporáneas sobre una forma
del S. XVIII
Con la intención de que los pobladores de Santa Ana Zegache, en el estado de Oaxaca,
alcanzaran una mejor calidad de vida aprendiendo oficios y técnicas antiguas como talla en
madera, aplicación de hoja de oro y plata al agua, y de temple de huevo, entre otros, el artista
Rodolfo Morales creó en el año 2000 los Talleres Comunitarios en Santa Ana Zegache, con el fin
de generar fuentes de empleo, preservar el patrimonio artístico y recuperar algunos de los oficios
de la región casi extintos, desafortunadamente no le fue posible ver cristalizada esta labor, pues
murió en el año 2001.
Los Talleres Comunitarios de Zagache tienen como fin generar recursos económicos a
tavés de la réplica de estos modelos. Los recursos obtenidos por la venta de dichas piezas se
destinarán a cubrir los salarios de doce jóvenes de la población así como a la adquisición de los
materiales para restauración y reproducción de Marcos.
A mediados del 2007 La Curtiduría –espacio contemporáneo para las artes- bajo la
propuesta del artista Demián Flores, exhorto a poco más de 20 artistas a que donaran su trabajo e
intervinieran un marco de espejo –copia de los originales- para que después los talleristas
comunitarios hicieran una reproducción de las intervenciones. El propósito de la propuesta es
apoyar para que se mantenga la iniciativa de Rodolfo Morales, crear “nuevos” modelos para
diversificar el mercado de los talleristas y encontrar dos tiempos artísticos históricos, esto ha dado
como resultado la muestra: Espejos, una Intervención Artística sobre el Siglo XVIII.
Dicha muestra estará conformada por 6 piezas originales realizadas por Gilberto Aceves
Navarro, Demián Flores, Boris Viskin, Sergio Hernández, Guillermo Olguín, Miguel Castro Leñero
y Jean Hendrix, además de 35 reproducciones hechas por los 12 talleristas, inspirados en los
marcos creados por Gustavo Monrroy, Irma Palacios, Franco Aceves Humana, Alejandro Santiago,
Oscar Bachtold, Germán Venegas, Betsabé Romero, Francisco Castro Leñero, Gabriel Macotela,
Mauricio Cervantes, Raúl Herrera, Filemón Santiago, Dr. Lakra, Oscar de las Flores, Daniel
Lezama, Mario Rangel y Francisco Verástegui.
Las piezas réplica se harán en un tiraje de 5. Las obras varían en tema y técnica, la
mayoría es pintura y varios integran la hoja de oro y plata. En el aspecto de su tratamiento,
muchos incluyen el soporte como reflexión del contenido, como el del Doctor Lakra que tiene la
popular expresión:”Me ves y sufres”. Otros reflejan la singularidad expresiva de la investigación del
artista, como es el caso de Jean Hendrix que presenta figuras orgánicas, como ramas y hojas en
blanco y negro. Todos son piezas de gran calidad artística.
Para llevar a mejor puerto dicho proyecto se contó con el patrocinio de fundaciones como
Rockefeller y Alfredo Harp Helú, así como el de La Curtiduría, lo que implicaba que al mismo
tiempo la comunidad de Santa Ana Zegache tomara conciencia acerca del futuro relacionado con
los problemas de migración dentro de la región a través de este proyecto que, hoy por hoy, puede
ser solamente una motivación, pero que, a largo plazo, bien podría ser la respuesta a muchos de
los problemas que se viven en esta parte del país.
El involucrar a las personas de la población en estos trabajos, no sólo tiene como intención
el que aprendan un nuevo oficio y desarrollen la apreciación de los valores artísticos que tienen
alrededor, sino que también intenta hacerlos dueños de una herramienta de vida como ésta, a
través de la cual se puede lograr una proyección mejor dirigida del futuro de su comunidad. Un
objetivo extra es que los zegachecos aspiren a una mejor calidad de vida pero dentro de su lugar
de origen, prendiendo oficios y técnicas antiguas como son la talla en madera, aplicación de hoja
de oro y plata al agua, aplicación de temple de huevo, entre otros.
La segunda labor dentro del proyecto de Rodolfo Morales fue la formación de los talleres de
restauración dentro del curato del templo, con el fin de rescatar los nueve retablos del siglo XVIII
que el templo resguarda y que en su mayoría presentan un estado de conservación deplorable.
Una labor más de estos talleres es la de informar y sensibilizar a la comunidad, en torno a su
patrimonio histórico, artístico y cultural, de tal suerte que a lo largo del proyecto y con muchos
esfuerzos, el templo y las obras han tomado otra connotación para los habitantes, de ahí que la
riqueza que los rodea ahora ya no solamente tiene un valor religioso.