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Centro Universitario: Universidad Tecnológica de Honduras

Catedrático: Josué Donadin Álvarez

Alumna:

Asignatura: Historia de Honduras

Tema: Palacio de Capitanes Generales

Carrera:

N° de Cuenta:

Campus: La Ceiba

Fecha: 2/11/2021
Cuento

¡Bienvenidos al Real Palacio de los Capitanes Generales de La Antigua Guatemala! Esta


emblemática edificación de nuestra Ciudad Colonial Patrimonio de la Humanidad, fue erigida
en el Siglo 16.

La monumental construcción y diseño arquitectónico, vanguardista para la época, convirtió al


recinto en un emblema de la región centroamericana.

El Real Palacio fue sede del poder ejecutivo y judicial de la Capitanía General de Guatemala.
Por mucho tiempo albergó al Centro de Gobierno de Centro América y la Casa de la Moneda;
además de las residencias de importantes funcionarios y sus familias.

Con el paso del tiempo, el azote de terremotos, la modernización y el traslado de la ciudad de


Guatemala al Valle de la Ermita, esta edificación fue la base de diversos comercios e
instituciones de gobierno.

Actualmente, el monumental Real Palacio de los Capitanes Generales es la casa del Museo
Nacional de Arte de Guatemala, MUNAG, el guardián de la cultura que exhibe obras maestras
de arte de los periodos contemporáneo, moderno, republicano, colonial y prehispánico del
país, que evidencian a Guatemala como un territorio con más de tres mil años de riqueza
cultural.

En cada pasillo, sala y obra maestra exhibida, el Museo Nacional de Arte de Guatemala
muestra la grandeza del arte nacional.

El recorrido le llevará por un viaje en el tiempo y el estilizado arte contemporáneo, las


elevadas técnicas del arte moderno, el trascendental arte republicano, la majestuosidad del
arte colonial y las inigualables y espectaculares piezas milenarias de arte prehispánico.

El MUNAG, único en su categoría en Guatemala y Centro América, abrió sus puertas el 10 de


septiembre de 2021 con 7 salas de exhibición, que más de 112 mil personas disfrutaron hasta
junio de 2022. Ahora, con un total de 24 salas, este museo atestigua el invaluable legado
artístico de Guatemala, un país con más de tres mil años de riqueza cultural. ¡Disfrute este
viaje en el tiempo!

Esta es la sala de arte contemporáneo. Este espacio expresa a través de elevadas técnicas lo
que ocurre a nuestro alrededor en temas de sensibilidad y arte actual. Las obras que aquí se
muestran están relacionadas con el avance de la comunicación en el mundo, las dinámicas
sociales y humanas de su entorno. Los artistas utilizaron videos, instalaciones, performance e
incluso vasos de cartón para plasmar sus creaciones.

El arte contemporáneo fue un punto de inflexión en la década de los 60s en Guatemala,


cuando algunos artistas realizaron piezas emblemáticas y se distanciaron de las vanguardias
modernas. El contenido es variado, porque pueden desarrollar temas muy diversos que van
desde política, economía, antropología, ciencia, y muchos más; relacionados con las dinámicas
actuales de convivencia, pensamiento y expresión en la sociedad.

Bienvenido a la sala dedicada a los artistas del arte contemporáneo en Guatemala.

Los creadores locales han dejado un legado importante para la memoria, identidad y
sensibilidad en el país. En la época actual, se siguen sumando obras desde el inicio del periodo
del arte contemporáneo. Los exponentes que marcaron el inicio de esta época, desde 1960,
realizaron piezas icónicas distantes de las vanguardias modernas.

Para comprender de dónde proviene el arte de nuestros tiempos, o arte actual en Guatemala,
se debe recordar el contexto político y social que ha marcado todas las épocas del territorio
guatemalteco.

Sin embargo, esto mismo abrió paso a la inspiración de artistas que crearon obras para
retratar, a veces con ironía o sarcasmo, otras con desgarrada visceralidad, el rechazo a los
acontecimientos sucedidos durante épocas convulsas del país hasta la actualidad.

El maestro Joaquín Orellana, uno de los compositores más respetados de Guatemala, liberó la
imaginación musical de los instrumentos que se conocían con anterioridad, hasta llegar a la
creación de más de 70 útiles sonoros. Una de sus creaciones es el Sinusoido; un derivado de la
marimba. El nombre se debe a su forma sinusoidal.

Esta invención musical del maestro Orellana está formada con teclas de madera de hormigo,
cordel y una estructura de hierro. La particular construcción mantiene suspendidas las tablillas
rectangulares de la marimba.

Para ejecutar el útil sonoro se debe desplazar una baqueta rodante sobre su interior y así
producir sonidos discontinuos. Sin duda, su legado contiene obras musicales relevantes para la
historia musical de los guatemaltecos.

La época colonial en Guatemala se caracterizó por la aplicación del estofado de plata y oro en
el ropaje de las imaginerías, retablos de iglesias y algunas pinturas en figuras de flores, hojas y
galones. Esta técnica fue muy utilizada y popular en el estilo barroco hace más de 300 años.

Sin embargo, Dario Escobar, artista conceptual guatemalteco, en esta obra, Sin título, adhirió
piel con estofado de oro falso en un vaso de una popular cadena de restaurantes de comida
rápida; los mismos que se desechan luego de un solo uso. Al aplicar la técnica del repujado en
un objeto desechable, se entiende el vaso como un objeto político, relacionado con la
descolonización y la disminución del consumo extranjero en la cultura guatemalteca.

Ángel y Tinaja es una obra de 1981, donde Zipacná De León, el autor y nieto del pintor Rafael
Rodríguez Padilla, da una muestra de su maestría como pintor y grabador. La pieza está hecha
sobre un lienzo cubierto con acrílico blanco y un dibujo de líneas oscuras, removiendo la
pintura de la superficie, y dando como resultado una obra monocromática.

El grabado tradicional en xilografía se realiza por medio de la extracción de la madera con las
gubias (cuchillas de punta redonda), para dibujar las luces en la imagen que quedará impresa.
Zipacná de León emplea esa técnica para crear “Angel y Tinaja”, una alusión a la cerámica, otra
de las técnicas utilizadas por el artista.

Efraín Enrique Recinos Valenzuela es reconocido como el Hommo Universalis de la historia del
arte guatemalteco. Desde niño fue autodidacta, porque fue su padre quien le enseñó a leer y
escribir antes de asistir a la escuela. Así fue como su talento se desarrolló desde temprana
edad al mostrar gran dominio en la pintura y crear dibujos llenos de detalles y colores. Cuando
tenía nueve años dibujó paisajes al óleo; los cuales fueron guardados en su mayoría por su
padre.

Los murales, pinturas, esculturas y obras arquitectónicas de su autoría, son verdaderas joyas
que parecen haber salido de otro universo. Muchas de sus creaciones resaltan la cultura y
belleza de Guatemala. La obra maestra de su prolijo legado artístico fue el Centro Cultural
Miguel Ángel Asturias, inaugurado en 1978, luego de 16 años de construcción.

Cada una de las salas del MUNAG está diferenciada con un ícono y color, relacionados con
personajes y acontecimientos importantes de la época. El ícono de las salas de arte
prehispánico está inspirado en la legendaria serpiente emplumada, donde resaltan sus formas
y líneas. El arraigo de las tradiciones está muy presente en la sociedad guatemalteca, como la
Semana Santa, donde el arte y la creatividad se fusionan. De este concepto nació la mano de
un santo para representar la época colonial.

 La inspiración del ícono de las salas de arte moderno surgió del diseño del jaguar plasmado en
el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, una de las herencias arquitectónicas del legado del
Maestro Efraín Recinos. Mientras que el ícono de las salas de arte contemporáneo fue
inspirado en las obras de resina de cristal de María Dolores Castellanos, quien, con su arte, nos
hace viajar por un prodigioso mundo de sueño y fantasía, donde tiempo y espacio permanecen
detenidos.

Por último, en las salas de arte Republicano, la inspiración fue la historia política y poder
geopolítico que definió el rumbo de Guatemala.

El arte moderno llegó como un parteaguas alrededor de 1920 a Guatemala. Los artistas
encontraron mayor interés en las tendencias europeas del momento: el cubismo, la
abstracción geométrica, el expresionismo, el surrealismo, el realismo mágico y el
expresionismo abstracto. Mientras que otras tendencias, como el pop art, el minimalismo, la
pintura matérica y el muralismo mexicano, fueron de gran influencia para algunos otros
guatemaltecos del siglo 20.

Del legado del arte moderno resalta la arquitectura en las calles de la ciudad capital, pues a
finales del siglo 19, y durante la primera mitad del 20, surgieron nuevos diseños de
construcciones, originalmente creados por los daños ocurridos durante los terremotos de
diciembre de 1917 y enero de 1918.

La pintura Escena Típica de Humberto Garavito enmarca la escena rural de dos hombres a la


orilla de la carretera con cargas sobre sus espaldas. La composición invita a cruzar el agua y las
montañas; y a querer ser testigos del paisaje guatemalteco. Los colores se repiten para dar la
apariencia de las faldas del volcán, y en la orilla del camino, se refleja el Lago de Atitlán,
situado en el departamento de Sololá.

Garavito se dedicó desde joven a pintar paisajes y tipologías del altiplano. Comenzó su
formación artística en México y luego viajó a Madrid, España, para continuar con la
especialización de los estudios en arte.

También estudió en países europeos para perfeccionar su habilidad con la pintura y el dibujo.
La temprana vocación que mantuvo en su trayectoria, hizo que Jaime Sabartés, amigo y
asistente personal del pintor Pablo Picasso, lo nombrara como “el niño pintor”.

Es considerado iniciador de algunos procesos de revalorización de la cultura guatemalteca,


como las expresiones del arte prehispánico y colonial, de los textiles indígenas, máscaras de las
danzas folclóricas, entre otras.

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