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Preguntas Juan Carlos Quintero – El PILON

¿Cuál es la trayectoria del vallenato José Eduardo Vidal en el campo de la cultura y los
museos?

Mi inicio en el campo de la cultura va directamente influenciado con el lugar donde nací Valledupar, con mi
familia y con el contacto permanente del caribe colombiano. Por un lado, tengo toda la fuerza e influencia de
este mestizaje identitario único y por otro en el seno de mi familia paterna y materna donde el gusto por las
culturas siempre estuvo presente con mi abuelo paterno Carlos Vidal Brugés, quien interpretaba un exótico
instrumento musical como lo es el serrucho, mi padre Eduardo Vidal Romero, melómano y amante de la
música y mi tío materno el compositor e investigador Vallenato Julio Oñate Martínez.

Llego a la capital, cargado de sueños, equipado de memorias musicales y paisajes del Caribe entre los que se
encuentran imágenes de los más relevantes artistas: Obregón, Grau, Porras, Barrios, García Márquez entre
otros. Llegué a Bogotá a estudiar arquitectura y allí sin ser consiente de ello reforcé mi fascinación por los
procesos culturales al estar en contacto permanente con personas de diferentes regiones de Colombia.

Egresado como Arquitecto de la Universidad Piloto de Colombia, y siendo Elvira Cuervo de Jaramillo la
directora del Museo Nacional, a inicios de 1996 se vincula como museógrafo sin saber muy bien el enorme
desafío al que se enfrentaba al llegar a un museo en momentos cruciales de transformación y en un campo
disciplinar aún por construirse.

En ese momento no entendía la trascendencia que tendría en mi vida profesional trabajar como profesional
de museos en Museografía, diseñando, produciendo y montado exposiciones, pero no necesité muchos para
decidir que a este nuevo mundo laboral le dedicaría gran parte de mi vida. Fue un amor a primera vista que
me abrió un nuevo campo profesional en el cual he tenido la fortuna de desarrollar en más de 20 años
alrededor de 120 proyectos museográficos de exposiciones temporales, y 12 proyectos museográficos de
exposiciones permanentes para museos en creación o en renovación.

En esa época éramos muy pocos dedicados profesionalmente al campo de la museografía en el país y esta
peculiar situación me llevó a centrarme en los siguientes aspectos: Investigar alrededor de las diferentes
necesidades y retos que iban surgiendo por las especificidades de cada exposición e identificar de manera
sistémica los procesos y etapas del proyecto museográfico con el objetivo de poder desarrollar un proceso de
altísima calidad en términos expositivos, de las relaciones con la conservación con los conceptos curatoriales,
con los aspectos técnicos, etc.

Teniendo en el horizonte que el Museo Nacional iniciaría la renovación de las salas permanentes, me di a la
tarea de generar de manera informal una escuela empírica museografía con jóvenes estudiantes de la
Universidad Javeriana privilegiando a estudiantes de diseño industrial pensando en la necesidad urgente de
una investigación especializada en mobiliario museográfico, iluminación y sistemas de montaje. Esta iniciativa
se reforzó aun más cuando el museo me envía a realizar una visitar de manera oficial los museos más
importantes con recientes renovaciones museográficas en Francia, España, Alemania e Inglaterra. Durante
este recorrido las instituciones abren todo su conocimiento y permiten observar cada parte de los procesos
de bodega, conservación, mobiliario, iluminación y diseño tanto de los proyectos como de la tecnología
necesaria en cada proceso. Con una gran cantidad de información recopilada, registros fotográficos,
documentación, nueva bibliografía y muchas lecciones aprendidas se inicia el proceso de renovación de las
salas del Museo Nacional entre el 2000 y el 2003.

Todo este conocimiento e intercambio de saberes con diferentes profesionales, tipos exposiciones, espacios
museológicos, retos técnicos, me llevó a enfrentarme a proyectos expositivos muy importantes, para nombrar
alguno de ellos:

El diseño, producción y montaje de la exposición del Escultor Ingles, Henry Moore o la exposición del
Malagueño Pablo Picasso en el año 2000 o Las Historias de un Grito, 200 Años de Ser Colombianos, con la que
el Museo Nacional de Colombia celebró los 200 años de independencia como nación, o la primera exposición
sobre la música tradicional Vallenata, La Hamaca Grande, curada por el escritor Vallenato Alonso Sánchez
Baute; además de hacer parte de proyectos de creación y renovación de museos en Colombia como: El Museo
del Caribe, El Museo Arqueológico de Palmira, El Museo de Ciencias Naturales en Cali, El Museo comunitario
de Mulaló, el Museo La Tertulia, y a nivel internacional el diseño museográfico y montaje de la Primera Bienal
de Arte en Panamá en 2013 “Emplazando Mundos”, organizada por la alcaldía de ciudad de Panamá en la que
afronte un desafío importante al tener que capacitar equipos de montajistas que harían posible en tiempo
récord la presencia de 220 artistas procedentes de 55 países con técnicas tan diversas como pintura,
esculturas, fotografías, videos, muralismo callejero, grafitis y performances.

Mi búsqueda como museógrafo a lo largo de estos años se ha centrado en como abordar un proyecto
expositivo utilizando la museografía como una herramienta de seducción que medie y les facilite a los públicos
conectarse, apropiarse e interactuar con los objetos y temas exhibidos, cómo tocamos las emociones de las
personas, como establecemos vínculos y aprendizajes significativos como despertamos las emociones en los
visitantes. En otras palabras, como trascendemos con la museografía mas allá de lo técnico (altura de montaje
de las obras, iluminación, distribución, mobiliario, uso del color, etc.)

Como pasamos de exposiciones en donde los objetos, si esas piezas de arte con una carga simbólica casi que
sobrenatural no son el foco, sino las ideas, las historias, los contextos, que hay en ellas. Como hacemos para
que las exposiciones dejen de ser estos espacios ajenos en donde encontramos objetos raros que no hacen
parte de nuestra cotidianidad, si de nuestra identidad, pero con los que no nos identificamos. Como utilizamos
la herramienta museográfica de manera innovadora como un potente recurso comunicativo que lleve a las
audiencias a reflexionar, a que las exposiciones sean espacios de participación social, escenarios de mediación,
que promueven la consolidación de la memoria colectiva, el sentido de pertenencia e identidad social.

Hoy como asesor en Museografía y Museología en dos de los proyectos mas relevantes que se están
desarrollando en Cali y que tendrán un alto impacto local, Regional y nacional – Malva y el Museo Afro – muy
seguramente en estos proyectos encontremos las mejores historias pero el gran reto será el cómo las
contamos, el cómo las presentamos y para ellos es fundamental contar con la participación de las
comunidades en todo el proceso museológico para que sean ellos quienes nos digan cómo se deberán narrar
y exhibir sus historias y no que otros lo hagan por ellos.

Mi vida profesional, además del campo de los museos se ha visto enriquecida en la gestión cultural al poder
tenido el privilegio de ocupar dos cargos que me permitieron entender de manera mucho mas integral los
procesos culturales en el país. Uno como jefe de Servicios Culturales de Comfandi, la Caja de Compensación
del Valle del Cauca y el otro como el primer Subsecretario de Artes, Creación y Promoción Cultural de la
secretaria de Cultura de la Alcaldía de Cali. Ambos cargos desde la visión de lo privado y lo público me llevó a
diseñar, desarrollar e implementar proyectos y programas culturales que fomentaron la formación, el
emprendimiento y la circulación de bienes y servicios culturales, tejiendo redes colaborativas, buscando el
impacto social por medio de alianzas estratégicas publico privadas.

¿Cómo podría contribuir al desarrollo de una red de museos, muestras, exhibiciones


culturales en Valledupar y la región?

Primero que todo hay que realizar un diagnostico con el objetivo de Identificar los museos y centros culturales
existentes y su oferta cultural, sus condiciones y desarrollos en museología y museografía, su infraestructura,
estrategias de gestión, programas educativos, y definir unas ruta de trabajo que en líneas generales le podrían
a apuntar a:

- Sumar además las nuevas iniciativas de espacios expositivos o museos con el objetivo de analizar su
pertinencia, en que estado de desarrollo se encuentran y como podrían sumar de manera estratégica
a la red.

- Conocer las necesidades y oportunidades culturales de la región y determinar el como abordarlas, el


paso a paso a corto, mediano y largo plazo con una estrategia clara y permanente que permita y
garantice su implementación mas allá de los vaivenes políticos que en ocasiones llevan a truncar los
procesos culturales que con tanto esfuerzo se construyen.

- Vincular a los distintos actores sociales y vincular a la comunidad ya que serán ellos además de avalar
y apropiarse de estos espacios, serán quienes buscarán expresarse y participar en la creación artística
y cultural.

- Fomentar la Implementación programas de formación cultural ya sea como parte de las estrategias
de formación de públicos y también en la formación de profesionales en los campos culturales y en
especifico de la museología, para ello las universidades de la región son un aliado efectivo y
fundamental para el logro de estos objetivos.

- Fomentar la investigación y la innovación para el desarrollo de la cultura y el arte en los museos y


centros culturales promoviendo la colaboración entre los artistas y los investigadores para crear
nuevos enfoques, visiones que refuercen la identidad de sus comunidades.

¿Qué experiencias conoces de otras ciudades que nos podrían servir?

A nivel de red de museos, en Colombia tenemos dos redes muy fuertes una esta bajo la sombrilla del programa
de Fortalecimiento de Museos y la otra es la red de museos del Banco de la República ambas enfocadas
posicionar a los museos que componen estas redes del país como entidades comprometidas con la sociedad
en la producción de conocimiento, de espacios de inclusión, de encuentro e intercambio, de socialización de
identidades, de generación de sentido de pertenencia para construir y preservar el patrimonio y la memoria.
En estas redes en especial la del (PFM) hay unas líneas de trabajo muy claras en donde se puede buscar apoyo
técnico y conceptual, así como de participar con proyectos museológicos en estímulos, becas y premios.

Ejemplos hay muchos pero antes que nada las preguntas que el sector en Valledupar debe tratar de responder
en un dialogo abierto es ¿Qué es lo entendemos por un museo y que le aporta este a las comunidades? …
¿Dialogamos abiertamente con las comunidades? … ¿las entendemos? … ¿las hemos invitado a hacer parte
de nuestros procesos de planeación y construcción? … ¿Cuál es el aporte del museo para la convivencia y la
interacción entre las distintas culturas que se han asentado en nuestro territorio? … ¿Cómo trascendemos el
discurso local y permitimos vincular reflexiones y aportes de de manera que no sea visto como un espacio
endogámico sino un espacio que dialoga con todos, un espacio pluriétnico y multicultural?

Otro punto que creo es importante analizar es lo fortalecido que hoy día son los proyectos culturales cuando
tiene la posibilidad de incluir en sus proceso de diseño, implementación y sostenibilidad, estrategias como la
co-creación, las alianzas publico privadas, conceptos de industrias creativas y emprendimiento cultural y el
incidir en la construcción de política pública del sector cultural. Jaume Colomer (2014) en su artículo
“Estrategias para el desarrollo de públicos culturales” señala que “…las prácticas culturales no son sólo bienes
de consumo, son prácticas o productos de interés público que deben ser protegidos y fomentados por los
poderes públicos”, de ahí la responsabilidad de institucionalizar estrategias que permitan dar continuidad a la
oferta de prácticas culturales y la generación de condiciones institucionales que permitan su desarrollo.

¿Cómo hacer el potencial existente atractivo para los propios vallenatos, los visitantes,
turistas y académicos e investigadores de una dotación de museos?

Desde la experiencia del museo:


Antes de todo, es fundamental encontrar nuevas formas de contar la historia y cultura de la región y como
esta a dialogado dentro y fuera del territorio.

Hay que entender la forma como hoy los públicos se acercan a los procesos culturales, a la oferta cultural, por
ejemplo los visitantes a un museo buscan una experiencia que les permita aprender y experimentar
emociones desde una propuesta expositiva y narrativa actual pero además buscan una oferta cultural mas
amplia e integral y es por ello que los museos hoy día además de exhibir y conservar el patrimonio, ofrecen
una agenda de actividades más amplia e integral como charlas, ciclos de cine. Conciertos, obras de teatro,
escénicas etc, y en su infraestructura ofrecen espacios múltiples de encuentro e intercambio de saberes en
donde las comunidades tienen la posibilidad de construir y dialogar con los procesos propios del museo y del
territorio.

Por otro lado es importante la inclusión de la tecnología y medios digitales para mejorar la experiencia del
visitante y para comunicar de manera más asertiva su agenda de actividades utilizando por ejemplo, la
realidad virtual, la realidad aumentada, puede utilizarse para recrear escenas históricas, y las aplicaciones
móviles pueden utilizarse para proporcionar información adicional a los visitantes durante la visita.

Desde el turismo cultural:


Creando productos turísticos, como tours de arte, música o gastronomía. Estos productos pueden ser
comercializados a través de plataformas digitales y redes sociales, para llegar a una audiencia más amplia.
La colaboración entre diferentes sectores, como la industria turística, la cultura y el patrimonio, puede ser una
estrategia efectiva para el desarrollo de productos turísticos culturales. Estas colaboraciones pueden incluir
la organización conjunta de eventos culturales, exposiciones y festivales.

Inversión en infraestructura cultural y turística puede mejorar la experiencia del visitante y fomentar la cultura
y el turismo en la región. Esto puede incluir la construcción o mejora de museos, galerías, teatros y otros
espacios culturales, así como la creación de infraestructura turística, como alojamientos y transportes.

Generando estrategias de promoción y marketing efectivo para atraer turistas a la región y difundir la cultura
local. Las redes sociales y la publicidad en medios tradicionales pueden ser utilizados para llegar a una
audiencia amplia y diversa. Colaboraciones con influencers y artistas de renombre suelen mover los públicos
actuales.

Es importante brindar formación y capacitación a los actores turísticos locales, como guías turísticos,
operadores de turismo y funcionarios de turismo. Esto les permitirá ofrecer servicios de alta calidad a los
turistas y mejorar su experiencia.

Generar campañas ciudadanas que entiendan la importancia del turismo cultural, de divulgar y fortalecer la
identidad cultural, de visualizar el potencial económico que este podría aportar al desarrollo de la región,
generando empleos y oportunidades y entendiendo el rol que como comunidad tendrían en la construcción y
sostenibilidad de esta estrategia, desde su comportamiento ciudadano, su interacción con los turistas, etc.

Desde la academia:
Desarrollando programas educativos para los locales y para los visitantes que fomenten la comprensión y
apreciación de la cultura local.

Desarrollar procesos de formación para los futuros profesionales que trabajarán en el campo de la gestión
cultural y los museos. En este sentido, las universidades y centros de formación académica pueden ofrecer
programas de formación en áreas relacionadas con la gestión cultural y los museos, como la museología, la
conservación y restauración, la curaduría, la educación en museos, entre otras. Estos programas pueden
ofrecer conocimientos teóricos y prácticos que permitan a los estudiantes adquirir habilidades y competencias
necesarias para trabajar en el ámbito de los museos.

Los museos también pueden colaborar con la academia ofreciendo espacios para la realización de prácticas
profesionales y proyectos de investigación. Los estudiantes pueden tener acceso a los objetos y colecciones
del museo y trabajar en proyectos de investigación que contribuyan al desarrollo del conocimiento y la
difusión de la cultura.

Por otro lado el dialogo entre la academia, investigadores y museos es muy importante, ya que los museos
por su naturaleza ofrecen un valioso recurso (colección) los investigadores y estos pueden ser objeto de
estudio, análisis y realizar investigaciones que contribuyan a la comprensión y el conocimiento del patrimonio
cultural. Además, la colaboración entre la academia, los investigadores y los museos puede permitir la
creación de proyectos conjuntos, la organización de exposiciones y la realización de investigaciones que
contribuyan al desarrollo y la difusión del conocimiento.
¿Qué recomendarías para ser exitosos y sostenibles en los proyectos culturales dichos
escenarios?

Mas allá de la sostenibilidad económica que si, es importante ya que hay que gestionar permanentemente
fuentes de financiamiento que lleven a cualquier proyecto cultural a una sostenibilidad que les permita
mantener su operación y desarrollar proyectos a largo plazo vinculando modelos de gobernanza publico
privados, lo que hay que procurar es poder realizar un proceso que garantice una la sostenibilidad o
sustentabilidad social, para ello hay que promover la participación activa de la comunidad en sus proyectos y
actividades. Esto puede incluir la colaboración con grupos de interés, la realización de actividades conjuntas
y la promoción de eventos que involucren a la comunidad.

Recalco que para lograr una sostenibilidad integral (económica y social) hay que trabajar en la importancia
de educar, preservar, difundir, promover y apoyar la cultura Vallenata mas allá de un Festival que ha realizado
a los largo de los años una labor loable indiscutible, pero hay que trascender e incorporar otras aristas que
lleven a potenciar nuestra cultura para ello fomentar la participación comunitaria en la promoción y
preservación de la misma es fundamental - la educación cultural (permanente) es clave para que la población
entienda y se convierta en un protector y agente divulgador de su propia cultura, de sus tradiciones –
Promover el turismo cultural pero eso si, con tenga una infraestructura de buena calidad, un rol definido,
como aliado en el desarrollo económico y como un articulador de visitantes nacionales e internacionales -
Entender que el apoyo y promoción de los artistas locales es fundamental ya que son ellos justamente los que
difunden y mantienen viva la cultura Vallenata a través de sus manifestaciones artísticas.

En Valledupar han venido trabajando en los últimos años de manera permanente algunas instituciones
privadas y actores culturales en pro de generar diálogos, estrategias e iniciativas que permitan potenciar y
articular y potenciar dos sectores hermanos: la cultura y el turismo teniendo como soporte la gran sombrilla
que es nuestra cultura Vallenata, su música, sus tradiciones, sus historias, su gastronomía, sus paisajes y su
medio ambiente.

Hay un importante numero de declaratorias vigentes, tenemos un plan de salvaguardia, formamos parte de
la Reserva del hombre de Biosfera Sierra Nevada de Santa Marta, etc, etc. El gran reto es como nos
articulamos y diseñamos una ruta clara, medible y de alto impacto cultural, económico y social, como
logramos extender a lo largo del año la corta ventana de oportunidades de cuatro días que genera el Festival
vallenato y como logramos romper esta incertidumbre cada 4 años de quien llega como jefe de la
administración local y cual será su compromiso, acompañamiento y apoyo continuo que permita dar
continuidad y sostenibilidad a los procesos culturales.

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