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República Bolivariana de Venezuela

Asambleas de Dios de Venezuela


Ministerio de Educación Cristiana MINEC
Instituto Bíblico Alfa y Omega IBAO
Profesor: Heibis Hernández

BOSQUEJO HOMILETICO
BAJOS INSTINTOS

Estudiante:
Winder Colmenares
CI-21290652

Caracas 13 de abril de 2024


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Titulo: BAJOS INSTINTOS
Texto: La codicia concibe y da a luz el pecado; el pecado crece y, al final, engendra la muerte.
Santiago 1:15 [BLA].-

Tema General: Codicia.-

Tema especifico: La Codicia que mora en mi.-

Proposiciòn: (Santiago 1:15), nos infiere que los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando nos
dedicamos solo a hacer lo malo, lo unico que no espera es la muerte eterna.

P.E: Ahora bien, según la real academia española define codicia de la siguiente manera:
Del lat. *cupiditia, de cupidĭtas, -ātis.

1. f. Afán excesivo de riquezas.

Sin.:

avaricia, usura, miseria, ruindad.

2. f. Deseo vehemente de algunas cosas buenas.

Sin.:

deseo, anhelo, ambición, avidez, afán, angurria.

3. f. Taurom. Cualidad del toro de perseguir con vehemencia y tratar de coger el bulto o
engaño que se le presenta.

4. f. desus. Apetito sensual.

Por otra parte, es indiscutiblemente necesario entender que es un instinto, de esta suerte,
puesto que se ha creado un ambiente de vaguedad, de ambigüedad e imprecisión acerca de tal
término, el que debería usarse sólo con fundamento científico que le diera significación unívoca e
inconfundible con respecto a otras funciones o formas de conducta que son completamente ajenas
a lo que es propiamente esta reacción. Entonces, se trata al instinto como una fuerza oculta y
desconocida, como un impulso misterioso y confuso que impele a actuar en un sentido
determinado, como respuesta a un estímulo.

De esta suerte, podemos definir al instinto como una tendencia innata, general para los
individuos de una misma especie, que los impulsa a obrar en una determinada dirección al
presentarse el estímulo adecuado y que se manifiesta de acuerdo con la edad y el desarrollo
corporal del individuo. Desde luego que el instinto, al ser innato por ser heredado de la especie
animal de que se trate, se presenta sin el requerimiento previo de un proceso de aprendizaje.
Tampoco hay previsión del fin en la ejecución del acto.
Los instintos pertenecen a la conducta innata porque nadie enseña a un niño a mamar la
leche del seno materno o del biberón - instinto de la alimentación - , ni nadie enseña a un perro o a
un caballo a nadar, ya nacen sabiendo hacerlo. Tal conducta es heredada y tiene carácter
genético. De esta manera, el instinto en su origen o génesis es un hecho que cae dentro del campo
de la Biología, en tanto que como acto de conducta y factor de la personalidad, afecta a la
Psicología; aquí, como en tantos otros procesos, ambas ciencias se conjugan para darnos cada una
desde su campo de estudio los elementos de juicio necesarios para formar un conocimiento más
completo de estos importantes fenómenos.

La presencia del estímulo adecuado es indispensable para que el instinto se manifieste,


pues éste constituye una reacción o respuesta ante un determinado estímulo o excitante, que
lamayoría de las veces procede del medio externo.

Ejemplo: El hombre no puede caminar, es decir, despelazarse de un sitio a otro cuando


acaba de nacer, tal y como lo hacen los pollitos al romper el cascarón y los cervatillos recién que
abandonan el claustro materno.

El instinto de la reproducción no se presenta al principio de la existencia sino generalmente


hasta que aparecen los caracteres sexuales secundarios en el momento del desarrollo orgánico
llamado pubertad, entre los 13 y 14 años de edad en los individuos de la especiehumana. Este
fenómeno biológico de la pubertad con la serie de cambios orgánicos que trae consigo, provocará
el proceso psíquico que es el paso de la niñez a la adolescencia. A partir de este momento hombres
y mujeres serán aptos para la reprodm:ción, porque aparecen las hormonas sexuales en uno y
otro, la acción de éstas desencadenará toda una serie de hechos internos y externos al modificarse
la anatomía y la fisiología sexuales así como el tipo de sensaciones interiores del cuerpo que
constituyen esa forma de sensibilidad llamada cenestesia.

Entonces, como conclusión, diremos que la aparición de los instintos está regida por las
diferentes edades por las que atravesamos en la vida, a medida que avanza el proceso de
maduración del individuo y según lo establecido por su estirpe biológica, por su . . propia especie.

Aunque los instintos en su totalidad se agrupan en un solo conjunto para formar lo que
llamamos el núcleo z·nstz'ntz·vo de la personalz'dad, se suele hacer con ellos dos subgrupos: uno,
el de los instintos egoístas al servicio de la ontogenia -vida del individuo- y otro, el de los instintos
sociales al servicio de la filogenia- vida de la especie. En el primer subgrupo figura desde luego el
instinto egoísta del que se hablará ampliamente más adelante; el de la nutrición, los de la defensa
y la lucha, el miedo tanto a lo conocido como a lo desconocido; el juego en sus formas individuales
propias de los niños pequeños, la caza y la colección de toda clase de objetos; la apropiación o
instinto de la propiedad - que merece algunas consideraciones especiales. Además, en este
conjunto insertamos al instinto constructivo, así como a su contraparte, el destructivo; el instinto
de la curiosidad, cuyo estudio es importante porque motiva la investigación científica y con ello el
progreso de la humanidad; finalmente, se considera aquí al instinto migratorio o de la "vagancia",
que mueve el desplazamiento de toda clase de especies animales e impulsa al hombre en su afán
de viajar y conocer distintos lugares.

El segundo agrupamiento comprende al instinto social propiamente dicho, es decir, al


instinto gregario o de solidaridad con los demás; a la reproducción, instinto sexual o amoroso, o
instinto parental en sus formas materna y paterna; el juego en sus aspectos superiores o
colectivos, la imitación como base de todo proceso educacional, la comunicación como necesidad
humana de establecer contacto con otros seres, la emulación o competencia, la exhibición y la
aprobación.

Hay quien habla de un instinto auto asertivo o de auto critica, y aunque la crítica y el
sentimiento de amor propio son reacciones conscientes, de todos modos, existe miedo o temor al
ridículo y a la burla consiguiente, que puede considerarse como impulso instintivo de rechazo y
cohibición; este hecho se presenta cuando una persona se retrae dentro de sí misma y asume una
actitud totalmente negativa ante los demás. Erich Fromm, el conocido psicoanalista
contemporáneo, en su obra Anatomía de la destructz'vz'dad humana, menciona que Sigmund
Freud-padre del psicoanálisis- al revisar su teoria anterior que giraba en tomo al impulso sexual,
pues para él, el sexo era el eje central de todas las acciones humanas y por eso su tesis era
considerada como un "pansexualismo", ya para la época de los veinte había modificado sus
apreciaciones, y llegó a la conclusión de que así como existe el "instinto de vida o sexualidad",
parejamente existe el "instinto de muerte o destructividad", por lo que, la pasión de destruir es
una fuerza igual a la pasión de amar y crear. Añade Fromm que el público ignorante de esta
nueva tesis freudiana, "siguió considerando la presentación de la libido como pasión central del
hombre", por lo que atañe a la posición del psiquiatra vienés.

Fue hasta la década de los sesentas cuando la violencia y la destructividad invadieron al


mundo e hicieron a los psicólogos hablar de un "instinto agresivo". El terrorismo, fenómeno
reinante en la actualidad, la violencia llevada a sus extremos y el temor a la guerra, a una
conflagración mundial que acabaría con la especie humana, motivaron a Konrad Lorenz (1966) a
publicar una obra con el título Sobre la agresión: el pretendido mal, que causó profunda
impresión en la mente de un vasto sector de la sociedad. Dice Fromm que a Lorenz -más bien
dedicado a la psicología animal- se sumaron otros autores tales como Desmond Morris con El
mono desnudo, y E. Eibesfeldt con Amor y odio, todos estudiosos del comportamiento humano,
para afirmar que la agresividad es innata en el hombre.

Más adelante se agrega que "el comportamiento agresivo del hombre, manifiesto en la
guerra, el crimen, los choques personales y todo género de conducta destructiva y sádica, se debe
a un instinto programado filogenéticamente, que busca su descarga y espera la ocasión apropiada
para manifestarse". Naturalmente que la agresión innata se verá reforzada cuando el individuo o
el grupo se vean provocados por factores adversos del medio ambiente.

Entonces, esta tendencia se sumará a la de lucha y las consecuencias sociales serán más
graves. Para E. Fromm existen dos tipos de agresión: una "benigna" y otra "maligna". La primera
forma, "la benigna, es defensiva y está al servicio del individuo y de la especie y es biológicamente
adaptativa; se comparte con todos los animales por lo que es un impulso filogenéticamente
programado para atacar cuando están amenazados sus intereses vitales".

En tanto que "la agresión maligna, o sea la crueldad y destructividad, es específica del ser
humano y se halla ausente de la mayoría de los mamíferos; no está programada como
biológicamente adaptativa, no tiene ninguna finalidad y su satisfacción es placentera" -sádica, se
podría decir. Admite Fromm que los grupos humanos difieren en gran manera en su grado de
destructividad según las circunstancias por las que atraviesan, y que muchas veces su agresividad
puede tener correlación con otros factores psíquicos y sociales; añade que el grado de
destructividad aumenta a medida que lo hace el desarrollo de la civilización, y todavía más, dice
que "la destructividad innata encaja mejor en la historia que en la prehistoria". Agrega que "el
hombre difiere del animal por el hecho de ser el único primate que mata y tortura a miembros
de su propia especie, a veces sin razón biológica o económica y siente satisfacción al hacerlo.
Esta agresión maligna, biológicamente no adaptativa ni programada filogenéticamente, es la que
constituye el verdadero problema y el peligro para la existencia del hombre como especie", para
decirlo con las propias palabras de Fromm.

(https://biblat.unam.mx/hevila/ActamedicaEscuelaSuperiordeMedicinaIPN/1986/vol22/
no88/7.pdf)

Oración de Transición: A partir de este momento vamos a considerar 3 consecuencias que


nos separan de Dios según (Santiago 1:15), primero: En cuanto a los malos deseos que nos llevan a
pecar, segundo: La constante practica de los mismos y tercero: Muerte fisica o espirtual.

1- P. I. Los malos deseos u/o (Codicia) al darle libertad nos separan de Dios.

E: A las luz de la palabra, cuando le damos libertad a nuestros deseos carnales (Bajos
Instintos), estos no llevan a pecar y a vivir una vida desordenada, libre de cualquier
amonetacion por parte de Dios, pues, le damos fortaleza a nuestra naturaleza
pecaminosa la cual es contraria a Dios. Lo terrible de esto es que desconocemos hasta
que punto nos pueden llevar estos bajos instintos, ya que un gran cumulo de personas
asocia esto a la fornicacion, pero por experiencia propia, puedo decir que somos
capaces hasta de matar y encontrar en ello satisfaccion.

I: En el antiguo testamento, se narra una historia sobre el Rey david (2 Samuel 11),
tomare esta de las tantas que existen, ya que trae el combo completo de lo que es
darle libertad a los Bajos Instintos, este hombre de Dios sin pensar en las
consecuencias, dejandose llevar por sus impulsos, deseos sexuales, se acosto con la
mujer de Urías el hitita, aun cuando se le habia notificado que era mujer………..
(Resumen).
C: Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad
sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.
Colosenses 3:5

A: Debemos evitar darle libertad a nuestros bajos Instintos, ellos nos separan de Dios,
el mismo Dios le dijo a David asi: “y si esto fuera poco, te habría añadido mucho
más.” Por lo que a mi respecta, si nos acercamos a Dios y somos sinceros delante de su
presencia con tal de no fallarle a Dios y a nosotros mismos, Êl esta dispuesto a
ayudarnos para que vivamos en santidad como es debido, la unica manera de morir a
nuestras bajas pasiones, lo que es propio de la naturaleza terrenal es en su presencia.

2- P. I. La practica constante de nuestros bajos instintos y el deseo continuo del mal.


C: Romanos 6:23 Reina-Valera 1960
23 porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro.

3- Muerte espiritual, fisica o ambas.

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