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Nombre: Rivera Gerónimo fortunato

Curso: liturgia

LA SANTA CENA

La Santa Cena, también llamada la Cena del Señor, es un sacramento que fue
instituido por el Señor Jesucristo. Durante la última cena, Jesús tomó pan y lo partió,
lo bendijo y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Esto es mi cuerpo, que por vosotros es
dado; haced esto en memoria de mí". Luego, tomó una copa de vino, la bendijo y se
la dio a sus discípulos, diciendo: "Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del
nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados" (1
Corintios 11:23 – 26), se describe la institución de la Santa Cena por parte de Jesús.

Orígenes Bíblicos

La Santa Cena tiene sus raíces en la última cena de Jesús con sus discípulos antes
de su crucifixión. Según los relatos de los evangelios sinópticos (Mateo 26:17-30,
Marcos 14:12-26 y Lucas 22:7-38), Jesús compartió pan y vino con sus discípulos,
instaurando un ritual que conmemoraría su sacrificio redentor. En la noche en que fue
traicionado, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
"Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí". Luego
tomó una copa de vino, la bendijo y dijo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que por vosotros se derrama".

Significado: Se entiende como un memorial del sacrificio de Cristo en la cruz, donde


su cuerpo fue entregado y su sangre derramada para la remisión de los pecados. Al
participar en la Santa Cena, los creyentes conmemoran la muerte de Cristo, expresan
su fe en su obra redentora y renuevan su comunión con él y con la comunidad de
creyentes.

Simbolismo del Pan y el Vino

El pan utilizado en la Santa Cena simboliza el cuerpo de Jesús. En el relato de la


última cena en Mateo 26:26, Jesús toma pan, lo bendice y lo parte, diciendo: "Tomad,
comed; esto es mi cuerpo". El pan representa el sacrificio de Jesús en la cruz, su
cuerpo entregado por la redención de la humanidad. Al comer del pan, los creyentes
recuerdan y participan en la comunión con el cuerpo de Cristo.

El acto de partir el pan en la Santa Cena tiene un significado profundo y simbólico.


Según las Escrituras, durante la última cena, Jesús partió el pan y lo dio a sus
discípulos, diciendo: "Esto es mi cuerpo que por vosotros es partido" (1 Corintios
11:24). Partir el pan representa el cuerpo de Jesús que fue "roto" o "partido" por
nosotros en la cruz. Es un símbolo de su sacrificio y sufrimiento por la humanidad. Al
partir el pan, se recuerda y se reconoce el sacrificio que Jesús hizo al dar su vida para
el perdón de nuestros pecados.

Además, el acto de partir el pan también simboliza la unidad y la comunión entre los
creyentes. Al compartir el pan, los cristianos se unen en su fe y en su amor por Jesús.
Nombre: Rivera Gerónimo fortunato
Curso: liturgia

Por lo tanto, el propósito de partir el pan en la Santa Cena es recordar el sacrificio de


Jesús, reflexionar sobre su amor y gracia, y reafirmar la unidad y la comunión entre
los creyentes.

El vino utilizado en la Santa Cena simboliza la sangre de Jesús. En el mismo relato


de la última cena, Jesús toma la copa de vino, la bendice y la comparte con sus
discípulos, diciendo: "Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto,
que por muchos es derramada para remisión de los pecados" (Mateo 26:27-28).

En 1 de corintios 11: 25, Durante la última cena, Jesús tomó una copa de vino, la
bendijo y la pasó a sus discípulos diciendo: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;
haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí".

Este acto simboliza el sacrificio de Jesús en la cruz, donde su sangre fue derramada
para el perdón de nuestros pecados. El vino representa la sangre de Jesús que selló
un nuevo pacto entre Dios y la humanidad, un pacto de gracia y salvación.

Por lo tanto, cada vez que los creyentes beben el vino en la Santa Cena, están
recordando el sacrificio de Jesús, reconociendo su amor y gracia, y renovando su
compromiso con él.

El vino representa la sangre derramada por Jesús en la cruz, que simboliza el perdón
de los pecados y la reconciliación con Dios. Al beber del vino, los creyentes recuerdan
y participan en la comunión con la sangre de Cristo.

Propósito

Participar en la Santa Cena es un momento de reflexión profunda y reconocimiento


del sacrificio de Jesús.

1. Vivir en gratitud: Recordar el sacrificio de Jesús puede llenarnos de


agradecimiento. Él dio su vida por nosotros, lo que es un regalo inmenso. Podemos
vivir cada día con un sentido de gratitud hacia Dios por este regalo.

2. Perdonar a los demás: Jesús derramó su sangre por el perdón de nuestros


pecados. Como seguidores de Jesús, podemos esforzarnos por perdonar a los demás
como Jesús nos ha perdonado.

3. Amar a los demás: Jesús nos mostró el mayor acto de amor al dar su vida por
nosotros. Podemos esforzarnos por mostrar este mismo amor a los demás en
nuestras vidas diarias.

4. Vivir en obediencia a Dios: Jesús obedeció la voluntad de Dios hasta la muerte.


Podemos esforzarnos por vivir en obediencia a Dios en todas las áreas de nuestras
vidas.

5. Compartir el evangelio: La Santa Cena es un recordatorio del evangelio, la buena


noticia de la salvación a través de Jesús. Podemos compartir esta buena noticia con
los demás.
Nombre: Rivera Gerónimo fortunato
Curso: liturgia

6. Auto examinación y arrepentimiento: La Santa Cena es también un tiempo para


examinarnos a nosotros mismos, arrepentirnos de nuestros pecados y buscar la
renovación en Cristo.

Al recordar y reflexionar sobre el sacrificio de Jesús en la Santa Cena, podemos


encontrar inspiración y dirección para vivir nuestras vidas de una manera que honre
a Dios y refleje el amor de Jesús.

Participación de la santa cena

Según 1 Corintios 11:27-29, el apóstol Pablo advierte sobre la importancia de


participar en la Santa Cena de manera digna y con discernimiento. Dice: "De manera
que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente,
será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí
mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe
indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí".

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