Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Capital de Trabajo HAB
Capital de Trabajo HAB
EL CAPITAL DE TRABAJO
Las decisiones tácticas involucran la gestión del llamado capital de trabajo (también capital
circulante o de giro). El capital de trabajo está integrado por los activos de corto plazo, esto es,
aquellos con mayor liquidez. En términos contables, los activos más líquidos se denominan activos
corrientes, integrando esta clasificación aquellos activos que dada su naturaleza o la intención de la
empresa, se presume se convertirán en efectivo en el plazo máximo de un año. En términos más
generales, un activo líquido es aquel que puede convertirse en efectivo con rapidez y sin pérdida
significativa de valor.
En numerosas empresas, y especialmente en el caso de las Pymes, los activos corrientes representan
la mayor parte de sus activos totales. Distribuidores, por ejemplo, y muchos comercios minoristas
que alquilan sus locales, suelen encontrarse en tal situación. La tabla en la página siguiente, muestra
los distintos requerimientos de activos y pasivos corrientes en relación a las ventas, que caracterizan
a los distintos sectores de actividad1.
El capital de trabajo representa la inversión de la empresa en activos de corto plazo, mientras que el
capital de trabajo neto es el monto de activos corrientes financiados con fuentes de largo plazo.
También denominado fondo de maniobra, se obtiene de la siguiente manera:
1
Adaptado de A. Damodaran, enero 2016. Key Working Capital Numbers as a Percent of Sales. Base de datos:
http://www.stern.nyu.edu/~adamodar/New_Home_Page/data.html
Donde: CTN: capital de trabajo neto
AC: activos corrientes
PC: pasivos corrientes
Los pasivos corrientes son aquellos que resultan exigibles dentro del plazo máximo de un año. En el
cuadro de situación patrimonial, los activos y pasivos se encuentran agrupados en corrientes y no
corrientes, y dentro de estas clasificaciones, ordenados por su grado de liquidez, en orden
descendente (primero los más líquidos, luego los de menor liquidez. El cuadro a continuación
muestra los activos y pasivos corrientes tal como se muestran en el estado patrimonial de la empresa
YPF:
Estado Patrimonial
Anual, en millones de pesos, al 31 de diciembre de 2015
Activos Pasivos
Caja e Inversiones de corto plazo 16.191 Pasivos comerciales 38.782
Caja 13.920 Gastos devengados 8.499
Disponibilidades y equivalentes 693 Porcion corriente de DLP / leases 27.817
Inversiones de corto plazo 1.578 Otros pasivos corrientes - total 4.693
Cuentas a cobrar comerciales, netas 22.111 Impuestos a pagar 1.487
Cuentas a cobrar comerciales, brutas 22.959 Otras deudas a pagar 1.197
Provision por cuentas de dudosa recuperabilidad (848) Otros pasivos corrientes 2.009
Otros creditos 17.836 Total Pasivos Corrientes 79.791
Cuentas a cobrar 39.947
Inventarios 19.258
Inventarios - productos terminados 10.709
Inventarios - trabajos en proceso 254
Inventarios - materias primas e insumos 8.295
Inventarios - otros --
Gastos pagados por adelantado 682
Otros activos corrientes 895
Total Activos Corrientes 76.973
Ciclo Operativo
El análisis hasta aquí nos acerca al concepto de ciclo operativo, que mide el tiempo que transcurre
(generalmente expresado en días de ventas) entre el momento en que la empresa recibe insumos y
mercaderías (bienes de cambio), hasta el que cobra las ventas de sus productos, “realizando” su
inversión en créditos y bienes de cambio. El ciclo operativo mide cuanto se tarda en “girar” o
“mover” el inventario, y cuanto tiempo lleva cobrar los créditos otorgados a clientes. Es decir:
La reducción o acortamiento del ciclo operativo resulta en una liberación de fondos inmovilizados
en rubros de capital circulante (bienes de cambio y deudores por ventas), que quedan disponibles
para otros usos. Es normal que parte del ciclo operativo sea “espontáneamente” financiado por los
proveedores comerciales (insumos, materias primas, mercaderías). En efecto, cuando se incrementa
el volumen de ventas o el monto pronosticado de las mismas, las empresas aumentan las cantidades
que solicitan a los proveedores. Simplemente, envían una orden de compra con mayores cantidades
(o los sistemas integrados automáticamente detectan el mayor movimiento de inventarios e
incrementan las cantidades despachadas a la empresa). Ello, sin que la empresa tome una decisión
sobre su mezcla o estructura de financiamiento. Tal situación, de mantenerse el nuevo nivel de
ventas, incrementará el saldo promedio de la deuda con proveedores (deuda comercial), de manera
“automática” o “espontánea”.
Por ejemplo, de los estados contables de YPF al 31 de diciembre de 2015, se desprende que la
empresa mantiene sus bienes de cambio durante un plazo promedio de 59 días, mientras que la
cobranza de sus créditos a clientes le insume en promedio algo más de tres meses (93 días). El ciclo
operativo de la empresa según sus estados contables al 31 de diciembre de 2015 es de 152 días.
CICLO OPERATIVO
Plazo medio de
CICLO DE CAJA O DE TESORERIA
pago a proveedores
En el caso de YPF ya mencionado, se calculo un ciclo operativo de 152 días. Sin embargo, al
tesorero de la empresa le interesa más conocer que parte del ciclo operativo debe cubrir la empresa,
por lo que su interés está centrado en el tiempo que trascurre entre el pago a sus proveedores y el
momento en que cobra las ventas. Tomando nuevamente datos del balance a diciembre de 2015, se
observa que la empresa paga sus pasivos comerciales en un plazo promedio de 118 días. Este plazo
representa la parte del ciclo operativo que financian los proveedores. Así, el ciclo de tesorería de la
empresa se calcula en 34 días. El esquema a continuación ilustra las relaciones indicadas:
Ciclos operativos negativos pueden encontrarse en modelos de negocios que no financian a clientes,
sino que cobra sus ventas por adelantado. Estas empresas, en lugar de tener créditos por ventas
(activo corriente), registran una deuda por anticipos de clientes. Esta “inversión negativa” se asimila
a un plazo medio de cobranza negativo. De ser este plazo (negativo) más extenso que el plazo de
tenencia de inventarios, el ciclo operativo de la empresa será negativo, indicado el caso de un
modelo de negocio que financia parte de sus operaciones a través de los adelantos que solicita a sus
clientes.
Si para toda empresa “ajustar los tiempos de ciclo” debe ser prioridad de la gerencia, en las Pymes y
empresas con dificultades o restricciones financieras, esta gestión resulta esencial. Frecuentemente
representa una fuente de oportunidades desatendida.
Los modelos de negocios de ciertas empresas tienen como rasgo característico sus mínimos, o
incluso negativos, tiempos de ciclo. Una empresa de gran tamaño, con importantes volúmenes de
compra y amplio poder de negociación sobre sus proveedores, puede imponer a estos condiciones de
pago que involucren extensos plazos, y estrictas reglas en términos de donde, cuando y como
entrega la mercadería. Con ello, esta firma alarga el plazo medio de pago, y minimiza el de tenencia
de inventarios. Supongamos que esta empresa no financia a sus clientes sino a través de terceros, por
lo que su plazo medio de cobranza es de unos pocos días. Una empresa en tal condición claramente
puede tener un ciclo de tesorería negativo; imagine por ejemplo la operatoria de un hipermercado.
Aquella empresa que toma pedidos de clientes contra el pago adelantado de una proporción del
precio de la compra total, exigiendo que el resto le sea abonado previo al despacho de la orden,
puede también representar el caso de un modelo de negocios con ciclo operativo negativo. Imagine
en este caso un fabricante de muebles a pedido del cliente -el comprador elige las telas y
terminaciones, paga un adelanto de por ejemplo 40%, y el vendedor se pone a fabricar o pedir al
fabricante la producción de la pieza vendida.
La empresa El Acuerdo ha definido con claridad sus políticas de gestión para los activos
Caso de corto plazo.
El Acuerdo
Las disponibilidades que requiere para "aceitar" adecuadamente el circuito de cobros y
pagos se han estimado en 4% de las ventas anuales; estas últimas rondan los $50 millones,
siendo el costo de ventas un 60% de las mismas.
El objetivo de rotación de inventarios se ha fijado en 6 veces en el año, consistente con un
plazo promedio de tenencia de dos meses (12 meses dividido por la rotación anual de 2).
El plazo otorgado a clientes para pagar sus compras a la empresa es de 40 días.
Situación:
Dado el contexto de incertidumbre, y dado que algunos de los clientes se demoraron en los
pagos, el tesorero de la empresa ha considerado prudente mantener disponibilidades por
un 6% de las ventas, de forma de asegurar suficiente liquidez. En palabras de su Gerente
Financiero, es conveniente operar con un "colchón" de liquidez.
Durante el proceso de planificación, se estimaron ventas superiores a las que se han
materializado. Por ello, se produjeron cantidades que se acumularon en el stock de
inventarios. El plazo medio de tenencia de inventarios se elevó en consecuencia de 60 días
(2 meses) a 75 días
La situación económica general no muestra crecimiento, por lo que la empresa ha decidido
no reemplazar algunos puestos vacantes. En el área administrativa, ello debilitó la acción
de cobranza. La consecuencia se nota en un plazo promedio mayor de cobranza, que
ronda los 54 días (rotación de 6.8 veces)
Análisis:
Se necesita cuantificar la inversión en capital de trabajo, y el costo marginal que los
desvíos de las políticas fijadas suponen para El Acuerdo.
Costo marginal
No debe confundirse inversión incremental con costo marginal. El costo o perdida
marginal representa el costo de oportunidad del capital asociado a la mayor inversión en
capital de trabajo.
La empresa ha visto su inversión en activos corrientes crecer $4.15 millones, según los
cálculos realizados (disponibilidades: $1 millón, inventarios: $1,23 millones, y cuentas a
cobrar: $1,92 millones).
Si el costo de oportunidad asociado a una inversión de riesgo similar al de los flujos
asociados a la inversión en capital de trabajo en cuestión, fuese de 20%, el costo marginal
para El Acuerdo para la situación planteada (sin incorporar ningún otro efecto), es de $830
miles.
Inversión incremental x costo de oportunidad del capital
$4,15 millones x 20% = $830 miles.
2
La relación lineal que exhibe el grafico simplifica la relación entre inversión en actives corrientes y ventas. En la realidad, es más
realista esperar que la relación sea más bien de tipo curvilínea, con pendiente decreciente, evidenciando que existen rangos de
volumen de ventas para los cuales se logran mayores eficiencias en cuanto a la inversión en capital de trabajo.
El gerente que adopta una política conservadora (línea superior en el cuadro), prefiere mantener
elevados saldos de disponibilidades para asegurarse que tiene suficiente liquidez para cualquier
imprevisto o error de cálculo. También acepta el costo de mantener cuantiosas inversiones en bienes
de cambio y créditos por ventas, para minimizar los riesgos de plazos de entrega y disponibilidad de
insumos, como también de clientes que no compren en caso de no ofrecerles la posibilidad de diferir
el pago. El operar la empresa con estas inversiones elevadas en activos corrientes, buscando mayor
seguridad (a veces identificadas como redes de seguridad o “colchones”), trae de la mano el costo de
una menor rentabilidad. En efecto, dado el mayor riesgo que tienen los activos de largo plazo
respecto de los activos circulantes, dado el elevado plazo de inmovilización de los primeros, su
rendimiento esperado es mayor.
La postura más agresiva, correspondiente a la línea inferior del gráfico, que representa la visión
opuesta a la conservadora. Es aquella del gerente que se inclina por la mayor rentabilidad asociada a
minimizar la inmovilización en activos corrientes, aceptando por ello el mayor riesgo resultando de
los descalces o rupturas que puedan ocurrir en los tiempos de ciclo esperados.
Como métricas para el análisis de la rentabilidad de distintas alternativas de inversión en capital de
trabajo, sea para decidir políticas más o menos agresivas, o para analizar el rendimiento de la
inversión en capital de trabajo de distintas divisiones o líneas de producto, se emplea la razón de
utilidad operativa a montos promedio de inversión en activos corrientes, o de utilidad bruta por
segmento o línea de negocios, al capital corriente (inversión) asociado a las mismas. En el caso de
medir la rentabilidad de cada peso de inversión en capital de trabajo correspondiente a la línea de
productos A, el cálculo seria:
Por ejemplo, una empresa que brinda servicios de mantenimiento de redes (networks) tiene una
división que atiende a clientes privados, y otra que atiende los clientes del sector público. Su sistema
de información necesita capturar información y poder acceder a la misma de manera desagregada
por cada división (idealmente, por línea de servicios dentro de cada división). Es preciso contar con
información de inventarios y cuentas a cobrar por división, y asignar todos los costos directos a cada
una de las divisiones. Es sorprendente las deficiencias que se encuentran en empresas de distinto
tamaño respecto en cuenta a la información disponible por segmento o línea de negocios. Tenga en
cuenta que si el sistema contable no captura y mantiene información desagregada, la misma no
estará disponible para alimentar los modelos financieros, claves para la toma de decisiones en
función de la creación de valor.
Deténgase ahora en el ejemplo del caso de Molinos Campo Blanco S.A., presentado en el recuadro a
continuación. Se trata de un molino harinero que vende tanto harina a granel como también pastas
procesadas con su propia marca, la que lentamente va creciendo en aceptación en las cadenas
minoristas de la región. Para esta empresa, resulta fundamental determinar rentabilidad de la
inversión de en capital de trabajo de cada unidad de negocios, para conocer si ambas son creadoras
de valor. El cuadro que sigue detalla su situación.
Molinos Campo Blanco (MCB) tiene dos unidades de negocios bien definidas: Harinas
Caso a Granel y Pastas Secas. La empresa carga información a su sistema contable
identificando en todos los casos posibles a que unidad de negocios corresponde. Ello
Molino permite acceder a información desagrada, como la siguiente:
Campo Blanco
en millones de $ Harinas a Granel Pastas Secas
Ventas anuales 45 15
Costo de ventas 30 11
Cuentas a cobrar 6 2
Bienes de cambio 7 1
Análisis:
La información a nivel divisional permite el cálculo de la utilidad que MCB obtiene
sobre su inversión en capital de trabajo en cada línea de negocios.
Harinas a Granel Pastas Secas
Utilidad bruta 15 4
Capital de trabajo 13 3
Utilidad bruta s/ ventas 33% 27%
UBICT anual 115% 133%
En un análisis estático, con la información del cuadro, si MCB debe decidir a qué
división asignar una inversión incremental ante la imposibilidad de invertir en las dos
al mismo tiempo, debería decidirse por las Pastas Secas, dado su mayor UBICT
(suponemos mismo riesgo del negocio en ambas divisiones). Ello a pesar de su menor
margen bruto (utilidad bruta sobre ventas), que es de 27%, mientras que para la
división Harinas a Granel asciende a 33%.
El caso Molinos Campo Blanco es de utilidad para advertir sobre el riesgo de tomar decisiones de
inversión en capital de trabajo en base a las contribuciones marginales de las distintas líneas de
productos o negocios (comparación de márgenes brutos). Es más común el caso de empresas que
miden ingresos por ventas y costos de ventas a nivel división, en relación a las que cuentan también
con información de inventarios y cuentas a cobrar por unidad de negocios. Ello les imposibilita
calcular el UBICT, lo que frecuentemente lleva a decisiones basadas en márgenes brutos, que
representa la información disponible.
Otra advertencia a plantear refiere a la asignación de costos a las líneas de productos o divisiones de
negocio. La inversión de tiempo en parametrizaciones de sistemas y trabajo de carga de información
para asignar los costos directos a los distintos productos y servicios de la empresa, resulta
imprescindible para identificar que líneas generan rentabilidad suficiente y cuáles no. Las decisiones
tácticas se toman a nivel de detalle, discriminando acciones de precios, producción e inversión en
activos por cada línea. Es crítico tomar decisiones adaptadas a la situación particular de cada línea;
es decir, lanzar promociones y descuentos para ciertos productos, e incrementar el precio de venta
de otros.
El tipo de activos y la magnitud de la inversión en cada rubro del activo circulante (y dentro de cada
uno de ellos, en los distintos productos o segmentos), dependen de varios factores. Entre ellos se
encuentran:
La extensión de sus tiempos de ciclo
El volumen de ventas
El tipo de productos fabricados o servicios prestados
Las políticas de stock y el modelo de negocio (a pedido o contra stock)
La política crediticia de la firma
El sector y tipo de actividad son determinantes en las necesidades de capital de trabajo, al margen de
las posturas más o menos agresivas que la dirección de la empresa adopte para la gestión de la
empresa en instancia táctica o de corto plazo.
Análisis de regresión efectuados sobre datos de balances de empresas resultan consistentes con las
relaciones señaladas3. En efecto, la inversión en capital de trabajo medida en términos de porcentaje
sobre ventas se espera resulte mayor en empresas con mayor riesgo y menor tamaño. El riesgo
refiere a una la volatilidad en la generación de ingresos y flujos de fondos, y a otras fuentes como
pueden ser la tasa de crecimiento y el acceso a fuentes alternativas de financiamiento. La ecuación
de regresión no contradice esta expectativa:
3
Fuente: A. Damodaran (1997), Corporate Finance Theory and Practice. Pág. 359
requerimientos de activos corrientes, cuando las necesidades transitorias son mínimas (situación en
la que el área sombreada se encuentra por encima de la línea ondulada).
(A)
(B)
Es común referir también a una política intermedia, llamada de calce o “matching”. La misma
consiste en financiar activos de corto plazo con fuentes de corto plazo, y usar deudas de largo plazo
para la financiación de los activos corrientes permanentes. En este caso, los activos corrientes
transitorios se financian con fuentes de corto plazo, y las necesidades permanentes de activos
circulantes se financian con fuentes de largo plazo.
La política de calce de vencimientos (maturity matching), solo refleja el intento de hacer coincidir
los plazos de activos y pasivos, lo cual solo ocurre de manera imperfecta, dado que los plazos
promedio de tenencia de activos están sujetos al comportamiento de numerosas variables operativas
en constante cambio. La siguiente figura C, refleja gráficamente la política intermedia entre la
agresiva y conservadora, correspondiente al calce de vencimientos. Se aprecia que el área
sombreada que representa la financiación de largo plazo, coincide con la línea de identifica los
activos corrientes permanentes, que si bien cumplen la condición de liquidez para considerarlos
corrientes, su permanencia en el tiempo representa una inversión o inmovilización de largo plazo (la
referencia aquí es a los activos en su conjunto, ya que cada pieza de inventario o crédito otorgado,
tomados individualmente, representa una inversión de corto, ya que se transforman en ventas o caja,
es decir “giran”, dentro de los doce meses).
(C)
En contextos normales, en los que las curvas de rendimientos de activos financieros tienen
pendientes positivas, el costo de las fuentes de corto plazo son relativamente más baratas que las de
largo plazo. A su vez, la asistencia crediticia de corto plazo supone menores costos de transacción y
mayor flexibilidad en el uso de la misma, tomando fondos en el momento y por los montos que
coyunturalmente resulten necesarios. Estas características generan el menor costo vinculado a las
fuentes de corto plazo.
Los gerentes, sin embargo, deben evaluar si la ventaja del menor costo de la deuda de corto plazo
genera mayor valor del que destruye su mayor riesgo relativo. Este riesgo se asocia una probable
imposibilidad de renovar sucesivamente la deuda de corto plazo las veces y por los montos que ello
sea necesario. También, aun en el caso en el que la empresa no enfrente dificultades acceder a la
renovación de su deuda de corto plazo, si asumirá la incertidumbre respecto a los cambios en las
tasas de mercado, en relación a las condiciones vigentes a la hora de tomar nueva deuda. Este riesgo
deberá asumirse, o pagar los costos adicionales de su transferencia a terceras partes si se decide
emplear extensivamente fuentes de financiación de corto plazo.
La Pyme, dado su escaso tamaño, presenta frecuentemente mayor volatilidad en su estructura
patrimonial. Es común ver variaciones significativas en los activos y pasivos de sus cuadros
patrimoniales anuales, de un ejercicio a otro. La mínima presencia de inversores de capital de riesgo
en los mercados de capitales menos desarrollados, entre otros factores, hacen que las empresas
jóvenes y pequeñas acudan preponderantemente al crédito bancario de corto plazo para financiar sus
requerimientos de capital de trabajo4. Los bancos, en su análisis de riesgo crediticio, vuelcan los
estados contables de las empresas solicitantes en sus modelos de riesgo, y las bruscas variaciones los
balances resultan no pocas veces en la no renovación de las líneas crediticias, quitando la asistencia,
incrementando sus costos, y/o solicitando garantías adicionales. Es entonces esencial para la
administración financiera de la Pyme dedicar esfuerzos significativos a la búsqueda y evaluación de
instrumentos específicos para el financiamiento del capital de trabajo y realizar prudentes análisis y
evaluaciones de riesgo si llegasen a financiar con fuentes de corto plazo no solo el capital corriente
sino incluso ciertas inversiones en activos fijos.
La posición de la empresa en cuanto a su capital de trabajo neto es extensamente empleada como in
indicador de riesgo; por ello, la capacidad de obtener financiamiento está afectada íntimamente por
la gestión táctica o de corto plazo. De hecho, es de práctica usual en contratos de deuda de mediano
y largo plazo, la incorporación de clausulas que obligan a la empresa a mantener montos de
inversión mínimos en capital de trabajo.
Situación:
Caso
La empresa Agro Productos ha decidido adoptar una política más agresiva en la gestión
corriente del negocio.
Agro En términos de los requerimientos incrementales en capital de trabajo neto, la empresa
Productos estima que el efecto de la decisión implicara una disminución en la inversión proyectada,
que representará un 16% de las ventas, en lugar del 18% que actualmente el crecimiento de
ventas le demanda.
4
Una referencia para el medio local y regional es el trabajo "Desarrollo emprendedor: América Latina y la experiencia internacional",
publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (2004), y editado por Hugo Kantis , con la colaboración de P. Angelelli y V. Moori
Koenig
.
A su vez, la postura agresiva deteriorara los indicadores de liquidez de Agro Productos,
incrementando el riesgo con el que opera la empresa. El mayor riesgo asociado a los flujos
de fondos disponibles para la empresa, se estima elevara el costo promedio ponderado del
capital del 20% al 22%.
Análisis:
Agro Productos vendió 90 millones de pesos y espera crecer sus ventas a un ritmo de 10%
anual durante los próximos 10 años. A partir del año 10, el crecimiento podrá sostenerse en
un 3% anual, indefinidamente.
Las ventas incrementales de la empresa demandan inversiones incrementales que
representan un 30% de las mismas (20% en capital de trabajo neto, y 10% en activos fijos -
que en promedio se deprecian en 10 años). Se espera que la postura agresiva de la empresa
no afecte el nivel de ventas estimado, pero disminuya las inversiones en capital de trabajo
neto, incrementando el flujo de fondos disponible para la empresa.
La empresa opera con un margen operativo neto de impuestos de 23%. Los fondos que la
empresa libere de las necesidades de capital de trabajo neto, se destinaran a activos más
rentables, lo que se espera genera una expansión en el margen de rentabilidad.
Los datos de la situación actual (periodo 0), tomados como base para estimas los flujos de
fondos que espera a partir del próximo año (periodo 1), se exhiben a continuación:
Crecimiento ventas periodos 0-10 10%
Crecimiento sostenible a largo plazo 3%
Ventas actuales 90
Margen Operativo despues de impuestos 23,00%
Amortizaciones y depreciaciones 100
Requerimiento incremental en CT 20,00%
Requerimiento incremental en AF 10,00%
Plazo amort AF (anios) 10
Las celdas coloreadas en la tabla permite observar que el efecto combinado de menores
inmovilizaciones en capital de trabajo y mayores márgenes de rentabilidad generan un
aumento de $19 millones en el valor actual de los flujos de fondos disponibles para la
empresa (de $586 millones -celda amarilla) a $595 millones -celda naranja).
####
#### $Valor
586 ####
#### $Valor
595
19% 732 19% 743
20% 689 20% 700
Costo de Capital
Costo de Capital
Se aprecia que bajo la postura agresiva, los $595 millones de valor que resultan de los
efectos positivos descriptos en el punto anterior, se ven más que compensados por la
disminución del valor ocasionado por el incremento del riesgo, que se plasma en el aumento
en la tasas de descuento (del 23% al 24%).
3 - Efectos combinados:
La política agresiva lograría
incrementar el valor de la empresa
en $8,7 millones, gracias a la mayor
rentabilidad y a la menor inversión
en capital de trabajo.
+8,7
-28,3
586,0
566,5
MEDIDAS E INDICADORES
Los indicadores presentados en este apartado son representativos del análisis global, útiles para la
evaluación general del perfil de riesgo y rentabilidad de la gestión de las partidas circulantes en
general.
Como se advirtió en este mismo capítulo, empresas con unidades de negocio o líneas / tipo de
productos bien diferenciados, precisan definir políticas de capital de trabajo diferenciadas o
presentar por el tipo de negocios necesidades de inversión distintas para cada caso. Los indicadores
en tales casos son útiles para la evaluación de performance y toma de decisiones cuando se miden
individualmente por unidad de negocio.
Una medida global de la inversión en capital de trabajo son los días de capital de trabajo (DCT).
Esta medida mide cuantos días de ventas son necesarios para cubrir la inversión en capital de
trabajo. Se obtiene de la siguiente manera:
Medir los DCT presenta algunos desafíos prácticos, principalmente en el cálculo del activo corriente
promedio. Uno de ellos reside en obtener el monto de activos corrientes operativos, ya que los
mismos no se encuentran frecuentemente desagregados de los no operativos en el sistema de
información contable de la empresa.
Otra situación a resolver tiene que ver con el uso de promedios para calcular la inversión en activos
corrientes operativos. La alternativa a la que se recurre con frecuencia consiste en promediar los
saldos de activos corrientes de los dos últimos estados patrimoniales. Otras mediciones de saldos
promedio dependen de los sistemas de información que la empresa utilice, dado que no todos los
sistemas de contables brindan información de niveles de cada rubro del activo a determinadas fechas
(mensual, semanal, trimestral), y por lo tanto solo se tienen datos a las fechas en las que la
contabilidad toma la información (una "foto" de los distintos activos) para la confección del balance
(para la mayoría de las empresas, una actividad anual).
Una visión actualizada sobre el manejo del capital de trabajo exige una mención a los sistemas
integrados de gestión. Estos sistemas manejan módulos que se vinculan con el sistema de
información contables, permitiendo el reporte de indicadores que toman saldos de las cuentas
patrimoniales y de resultados, pudiendo generarlos con el nivel de detalle que se necesite, y hasta
automatizar su generación y envío a las personas que corresponda.
De manera similar, la rotación del activo corriente operativo, puede interpretarse como la cantidad
de ventas anuales que la empresa genera por cada peso de inversión promedio en capital de trabajo.
Se obtiene de la siguiente manera:
Una rotación del activo corriente de 6, medido en términos de ventas anuales, indica que cada peso
invertido en activos corrientes se transforma en ventas 6 veces al año. Alternativamente, que la
empresa, en un año, genera 6 pesos de ventas por cada peso de inversión en activos corrientes.
Es también frecuente, en el llamado análisis vertical, medir cuanto representan los activos corrientes
brutos y netos de la inversión total realizada por la empresa. Normalmente expresado como
porcentaje, se obtiene de la siguiente manera:
Este indicador normalmente se calcula tomando los datos del estado patrimonial. Por ello,
corresponde a una “foto” tomada en una fecha particular, por ejemplo, al 31 de diciembre o 30 de
junio. El empleo de esta indicador precisa determinar si los saldos de activos a la fecha de medición
son representativos de la inversión normal o promedio. Una transacción relativamente importante, o
la recepción de una orden de compra voluminosa el día anterior a la fecha de medición, pueden
afectar estos indicadores desviándolos de sus niveles representativos. Utilizar promedios móviles de
saldos mensuales o trimestrales son alternativas para obtener mediciones más realistas de la
situación del negocio.
La dimensión riesgo en el análisis del manejo del capital de trabajo se materializa en la provisión de
liquidez para sostener el giro operativo y financiero de la empresa. Los indicadores relacionados
con la liquidez de la empresa comparan la cantidad de recursos líquidos que posee la empresa con el
monto de sus obligaciones de corto plazo. Distintos indicadores emplean activos con distintos
grados de liquidez en sus mediciones. Así se tiene:
Mientras que el índice de liquidez emplea la totalidad de activos corrientes como medida de recursos
líquidos, la liquidez seca o prueba acida excluye a los bienes de cambio en su definición de recursos
líquidos. En numerosos casos, existen dentro del saldo de bienes de cambio reportado en el estado
patrimonial de la empresa, varias clases de activos de distinta liquidez. Por ejemplo, pueden existir
insumos muy específicos, productos en procesos, partes, e inventario dañado o defectuoso, activos
estos que no se convierten en efectivo con facilidad y cuyo valor puede diferir del que informa el
balance. En empresas de menor tamaño, esta situación merece mayor atención del analista, tanto
por su mayor probabilidad de ocurrencia como por sus mayores dificultades para acceder
rápidamente a préstamos en caso de enfrentar un repentino problema de iliquidez.
Otra manera de medir liquidez resulta relacionar los activos de máxima liquidez con las deudas con
vencimiento en el más corto plazo:
La liquidez de la empresa puede también analizarse a través de la razón de cobertura de egresos
operativos, o la cantidad días de pagos alcanzan a cubrir los saldos de caja e inversiones liquidas que
tiene la empresa (cheques diferidos en cartera, plazos fijos, bonos de corto plazo, letras, etc.). En
este caso:
Otros indicadores sirven para medir y evaluar la cantidad de inversión en capital de trabajo o en
capital de trabajo neto que la empresa emplea para generar un peso de ventas o un peso de utilidad
operativa. Un estudio reciente señala por ejemplo que una porción significativa de las empresas
analizadas desperdician un 15% de la utilidad operativa que generar por ineficiencias en su gestión
del capital de trabajo.5 En algunos casos también se emplea como denominador la utilidad antes de
intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones (EBITDA). El cálculo de los mismos resulta
intuitivo:
Como se comentó para el caso del cálculo de la rotación del activo, la medición del monto de la
inversión promedio presenta desafíos para su estimación. La inflación, cuando es elevada, añade
una dificultad adicional. El promediar saldos de activos de dos estados patrimoniales anuales no
resulta ya apropiado, debido a que los mismos se encuentran expresados en unidades de muy
distinto poder adquisitivo. En estos casos, los montos de activos a promediar deben ajustarse. Una
opción consiste en aplicar a los saldos de inicio (los correspondientes al estado patrimonial de fecha
más lejana) un factor de actualización (FA), como se representa en las formulas de rotación a
continuación6:
nicio inal
5
“Achieving Working capital Maturity: Secrets of the Champions” 2015
6
Este tipo de adecuaciones se sugieren por ejemplo, en el trabajo de Bodie, Merton y Vinitzki (2006). Finanzas y Gestión, capitulo 24.
nicio inal
nicio inal
La relación entre cada rubro del activo corrientes sobre ventas, también es empleada como indicador
de la inversión en capital de trabajo. Estas mediciones se emplean para comparar entre empresas y
entre distintos momentos cuanto capital de trabajo la Gerencia está empleando por cada peso de
ventas que genera. En el caso de los bienes de cambio tal medida, expresada normalmente como
porcentaje, se obtiene de la siguiente manera:
Entre estos indicadores se compara también la inmovilización en activos corrientes operativos que
no son caja, ni instrumentos financieros líquidos.
La relación entre la gestión del capital circulante y la velocidad con la que se manejan proceso y
transformaciones en los ciclos de operación, se ve plasmado a través de mediciones de plazos como
los ya indicados (ciclo operativo, de tesorería), y también mediante indicadores como el tiempo que
transcurre entre que se reciben pedidos y hasta que se cobra la venta (más conocido por su expresión
en ingles: OTC u Order-to-Cash). Este tipo de mediciones, como numerosos ratios y medidas que
integran los tableros de control y monitoreo del negocio, requieren de datos que en algunos casos no
surgen de la contabilidad sino de sistemas de gestión integrados.
Capital de Trabajo
Analisis horizontal, en % del activo total
También resulta común el análisis vertical en el que se expresan las partidas patrimoniales en
términos de proporción sobre las ventas. Es empleado por ejemplo, en la proyección del negocio, ya
que las partidas corrientes dependen en gran medida del nivel de actividad. El caso de YPF se ilustra
a continuación:
Capital de Trabajo
Analisis horizontal, en % de ventas
El método PEPS o FIFO, inversamente, deja en el stock de bienes de cambio unidades valuadas a
precios recientes, y las unidades del inventario que se venden pasan al cuadro de resultados como
costo de ventas a precios "antiguos". Se percibe con claridad que en este caso, las utilidades y los
inventarios resultan comparativamente mayores.
Las diferencias resultantes del uso de un método u otro, a su vez, generan dificultades para comparar
ratio o indicadores entre empresas si estas no emplean el mismo método. Para el caso presentado
más arriba, algunos de estos cambios se aprecian en el cuadro que sigue:
Otro factor a considerar en el análisis del capital de trabajo desde la lectura de los estados contables,
se deriva de la falta de discriminación del componente financiero en las deudas comerciales, lo que
no se atribuye a la aplicación de principios de contabilidad sino a una práctica deficiente pero que
ocurre con frecuencia en las empresas de menor tamaño. En estos casos, la mezcla de resultados
operativos y financieros, impide una visión clara de la rentabilidad operativa del negocio o producto,
de manera separada de los efectos de las decisiones financieras. A la hora de tomar decisiones
relacionadas con la performance de distintas líneas de producto o unidades de negocio, estos errores
en la medición del resultado operativo y de montos de activos y pasivos corrientes, pueden llevar a
conclusiones erróneas y decisiones contrarias al objetivo de maximización del valor de la empresa.
ANÁLISIS MARGINAL
Los planes de acción en instancia táctica o corriente se deciden comparando los beneficios y costos
marginales que los mismos generan. Los efectos de las decisiones se identifican y cuantifican
estrictamente sobre bases incrementales.
Los costos asociados a las inversiones incrementales, es importante recordar, se miden aplicando a
los montos adicionales que se inmovilizan en los distintos rubros del activo circulante, el costo de
oportunidad del capital. Este último, determinado siempre en función del riesgo asociado a la
inversión. Inversamente, los cursos de acción que generan una liberación de fondos que la empresa
inmoviliza en capital de trabajo, generan beneficios medidos también en función del costo de
oportunidad del capital inmovilizado.
Datos
Nuevo plazo de pago otorgado a clientes (dias) 60
Plazo actual de pago otorgado a clientes (dias) 30
Ventas actuales ($ millones) 150
Incremento en ventas 10%
Inversion incremental bienes de cambio 15
Razon de incobrabilidad 4%
Margen bruto 35,0%
Costo de oportunidad del capital 20,0%
Del ejemplo numérico expuesto se desprende, considerando los costos y beneficios marginales
estimados (podrían existir otros efectos aquí no considerados, como mayores saldos de
disponibilidades, o incrementos en los costos de administración), la inconveniencia de avanzar con
la propuesta de extender el plazo de financiación a clientes. El beneficio de expandir las ventas se
asocia con la obtención de beneficios incrementales por $5,25 millones. Sin embargo, el costo de
oportunidad de inmovilizar $29.7 millones en capital de trabajo (cuentas a cobrar e inventarios), y
las perdidas por el incremento en los saldos incobrables, superan en conjunto los beneficios
esperados.
- ¿Cómo reaccionaran los clientes del mercado B, ante una política crediticia más laxa?
- ¿Sera el perfil de riesgo de los clientes que generen ventas incrementales igual al de los
compradores habituales?
- ¿Qué productos rotan a velocidades que indican que reducciones de precio o mayor
financiación no resultan necesarias en la situación actual de la empresa?
7
Similar análisis se realiza en caso de ofrecer descuentos por pronto pago, por ejemplo un 5% si la factura de venta se cancela dentro
de los 20 días de su fecha de emisión, en lugar de ofrecerlo solo si se paga al momento de la venta. En este caso, es evidente que la
liberación de capital de trabajo puede resultar inferior, ya que las condiciones para adelantar el pago no son tan generosas.
La granularidad del análisis, vale la pena reiterar, resulta fundamental. La aplicación de reglas de
decisión de forma general, y no individualizada para cada unidad de negocio, producto, u otro
atributo de segmentación relevante, puede generar efectos contrarios a los buscados.
FUENTES CONSULTADAS
Allen, F., Myers, S., & Brealey, R. (2010). Principios de finanzas corporativas. Editorial Mc
Graw Hill. Novena Edición. México DF Año.
Berk, J., Berk, P., & DeMarzo, P. (2008). Finanzas corporativas (No. 658.15/. 16). Pearson
Educación,.
Eljelly, A. M. (2004). Liquidity-profitability tradeoff: an empirical investigation in an emerging
market. International Journal of Commerce and Management,14(2), 48-61.
Ehrhardt, M. C., & Brigham, E. F. (2007). Finanzas corporativas. Cengage Learning Editores.
Graham, J. R., & Harvey, C. R. (2001). The theory and practice of corporate finance: Evidence
from the field. Journal of financial economics, 60(2), 187-243.
Ross, S. A. W., Jaffe, R. W., Ross, J. F. S. A., Westerfield, R. W., Jaffe, J. F., Ross, S. A. J., ...
& Jordan, B. D. (2009). Finanzas corporativas/Corporate finance (No. 658.15/. 16). McGraw-
Hill,.
Shin, H. H., & Soenen, L. (1998). Efficiency of working capital management and corporate
profitability. Financial practice and education, 8, 37-45.
Smith, K. (1980). Profitability versus liquidity tradeoffs in working capital
management. Readings on the management of working capital, 549-562.