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Un Profesor Particular
Un Profesor Particular
Que es la filosofía
Un canto de sirenas
“Ten cuidado con tus sueños; son la sirena de las almas. Ellas cantan, nos llaman,
-Gustave Flaubert-
Hoy navegamos dia a dia las supuestamente transparentes aguas de internet y las
redes, pero que esconden, al igual que la época, los mismos bucaneros y piratas (ahora
informáticos) que existían en la época, dispuestos a dejarnos sin nada si es que no
sabemos bien por que aguas navegar. Muchos siglos después, en la actualidad, y
aunque nos parezca absurdo y propio de la ingenuidad de la época veo como
reaparecen en este nuevo océano de las redes sociales en el que navegamos (o
naufragamos quien sabe) dia a dia estos cantos de sirena que nos van hechizando
hacia el peligro. Solo que ahora la sirena ya no tiene forma de mujer como en la época,
ya que era sin duda con el objeto de deseo de esos marineros que embarcados
durante meses probablemente alucionaban. La nueva mitología habla de un canto
irresistible independientemente la formación, el nivel intelectual o la clase social. Un
peligroso canto que, como en la antigüedad es capaz de llevarnos a naufragar a las
aguas mas peligrosas.
Hoy, veo con estupor e incredulidad una suerte de primavera de la mitología del
boludo y como florecen en todos lados estos nuevos “gurus” que luego de un
seminario intensivo o un cursito de cuatro meses bajan cual Moises del monte Sinai
agitando las tablas de los nuevos mandamientos del hombre exitoso. Un hombre que
no sufre. O mejor dicho que sufre porque solo porque quiere. Un hombre que todo lo
puede porque si no puede es porque no quiere, o porque es débil. Un hombre que no
necesita trabajar para vivir, ya que trabajar es para los boludos. El hombre exitoso de
clase baja deberia invertir sus poquitos ahorros en una piramidal de Ponzi con
intereses siderales que luego por alguna razón terminan mal. Un hombre adicto a las
redes y al exhibicionismo desmedido al punto de tener que mostrar todo y a todos
todo el tiempo. Un hombre dispuesto a cambiar absolutamente todo con tal de
agradar. Sus principios, sus ideales, su formación. Pero también sus costumbres, su
cultura, su opinión y porque no su cuerpo, si hace falta.
Y en ese circo absurdo vemos como desde la habitacion derruida y con humedad, de la
casa de sus padres, sentados frente al monitor de la computadora con total
impunidad, desfilan un flaco que hace dos sanguches de milanesa era gordo, un ex
adicto que hace dos gramos era cocainómano, un bróker experto en trading que hace
dos seminarios vendia zapatos en el centro. Todos al unisono con su canto hechizante
diciéndome
“Dale, vos podes. Vos lo podes todo. Si no podes es porque no queres. EL universo te lo
da. Desealo fuerte. MIrame a mi.”
Hijos de puta
Hijos de puta
Un grupo de personas que se dieron cuenta que los resortes democráticos ya no les
dan respuesta. Que las elecciones no son mas que ficciones jurídicas para legitimar una
farsa que va llevando al país y a sus ciudadanos, sistemáticamente hacia el
empobrecimiento y la marginalidad. Así, como si en realidad se tratase de un plan
siniestro perfectamente ejecutado. Ese pequeño grupo de vecinos que seguramente
tenia cosas importantes que hacer, sus ocupaciones, sus problemas, un grupo de
personas con pensamientos, formaciones y motivaciones diversas. De pronto todos
salen a la calle y ponen el cuerpo para pedir por lo que todos sabemos que es justo.
Del otro lado, un estado que contemplativo, inclusivo, tolerante muestra por primera
vez los dientes, dejando en evidencia que es lo que verdaderamente le molesta y que
es lo que defiende.
Estos levantamientos espontáneos pueden generar un efecto contagio y que ocurra un
levantamiento social masivo de hartos como ese grupo de vecinos de Ramos Mejia. Ya
ocurrió con Blumberg y lo carpetearon por no ser ingeniero pero no olvidemos la
convocatoria que tuvo.
Hay un sentimiento prohibido por el correctismo político. Hay una verdad sepultada
por el adoctrinamiento. Hay una proclama que retumba transversalmente en toda la
sociedad. Trabajo en atención al publico y esta semana ya la escuche cuatro veces.
Un albañil de 50 años, un jubilado de 70, un contador de 40 y un pibe de unos de 20
que anda con los bitcoins. Nadie lo dice, pero lo dicen. Lo sugieren. Lo insinúan. Lo
piden a gritos. Solo que la política no sabe leer entre lienas y solo escucha:
HIJOS DE PUTA!