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Un profesor particular!

Que es la filosofía

Un canto de sirenas

Un capitán de navío, si mal no recuerdo inglés, de nombre Henry Hudson,


escribió en su cuaderno de bitácora, tras navegar cerca de la costa norte de Rusia:
“Esta mañana, uno de nuestra tripulación vio una sirena por la borda. Los
marineros dijeron que, aunque el cuerpo era grande como el de un hombre,
tenía espalda de mujer y senos, piel pálida, cabello largo y negro y cola
de delfín moteada como una caballa”.
El mito de las sirenas y su irresistible canto habla de unas criaturas que
poseen el don de la música y pueden cantar de una manera tan hermosa
al punto de llegar a quebrar la voluntad de los marineros mas valientes
y mas fuertes. Entrando asi, en un estado casi hipnótico. Embelesados, seguían
el dulce sonido de sus voces y saltaban de los barcos para alcanzar la pureza de su
canto y la belleza de sus cuerpos mitad mujer y mitad pez. Para asi ahogarse para
siempre en las misteriosas profundidades del océano.

“Ten cuidado con tus sueños; son la sirena de las almas. Ellas cantan, nos llaman,

las seguimos y jamás retornamos”.

-Gustave Flaubert-

Hoy navegamos dia a dia las supuestamente transparentes aguas de internet y las
redes, pero que esconden, al igual que la época, los mismos bucaneros y piratas (ahora
informáticos) que existían en la época, dispuestos a dejarnos sin nada si es que no
sabemos bien por que aguas navegar. Muchos siglos después, en la actualidad, y
aunque nos parezca absurdo y propio de la ingenuidad de la época veo como
reaparecen en este nuevo océano de las redes sociales en el que navegamos (o
naufragamos quien sabe) dia a dia estos cantos de sirena que nos van hechizando
hacia el peligro. Solo que ahora la sirena ya no tiene forma de mujer como en la época,
ya que era sin duda con el objeto de deseo de esos marineros que embarcados
durante meses probablemente alucionaban. La nueva mitología habla de un canto
irresistible independientemente la formación, el nivel intelectual o la clase social. Un
peligroso canto que, como en la antigüedad es capaz de llevarnos a naufragar a las
aguas mas peligrosas.
Hoy, veo con estupor e incredulidad una suerte de primavera de la mitología del
boludo y como florecen en todos lados estos nuevos “gurus” que luego de un
seminario intensivo o un cursito de cuatro meses bajan cual Moises del monte Sinai
agitando las tablas de los nuevos mandamientos del hombre exitoso. Un hombre que
no sufre. O mejor dicho que sufre porque solo porque quiere. Un hombre que todo lo
puede porque si no puede es porque no quiere, o porque es débil. Un hombre que no
necesita trabajar para vivir, ya que trabajar es para los boludos. El hombre exitoso de
clase baja deberia invertir sus poquitos ahorros en una piramidal de Ponzi con
intereses siderales que luego por alguna razón terminan mal. Un hombre adicto a las
redes y al exhibicionismo desmedido al punto de tener que mostrar todo y a todos
todo el tiempo. Un hombre dispuesto a cambiar absolutamente todo con tal de
agradar. Sus principios, sus ideales, su formación. Pero también sus costumbres, su
cultura, su opinión y porque no su cuerpo, si hace falta.
Y en ese circo absurdo vemos como desde la habitacion derruida y con humedad, de la
casa de sus padres, sentados frente al monitor de la computadora con total
impunidad, desfilan un flaco que hace dos sanguches de milanesa era gordo, un ex
adicto que hace dos gramos era cocainómano, un bróker experto en trading que hace
dos seminarios vendia zapatos en el centro. Todos al unisono con su canto hechizante
diciéndome
“Dale, vos podes. Vos lo podes todo. Si no podes es porque no queres. EL universo te lo
da. Desealo fuerte. MIrame a mi.”

¿Y si no fuera así? ¿Y si no todos tuviésemos que ser exitosos, inversores y fitness? ¿Y


si resulta que cada uno la lleva como puede y se reconcilia con como es y con lo que
tiene? ¿Y si resulta que ese mensaje bienintencionado termina por generar el efecto
contrario desmoralizando aun mas al que no puede? ¿Y quien se hace cargo cuando
estos “gurus” aconsejan livianamente sobre la salud de las personas si es que les pasa
algo?

En la Odisea de Homero cuentan que Ulises al regresar de Troya y advertido de la


presencia de estas sirenas, ordeno a sus marineros taparse las orejas con cera y
encargo ser amarrado al mástil para no dejarse caer en la tentación de su canto. Quizá
no podamos evitar estos nuevos cantos de sirena, pero advertidos están navegantes. Si
van a navegar cerca de ellos no los escuchen! Y de ser posible, cual Ulises átense al
mástil del sentido común y no se dejen encantar por estos nuevos “gurus” de feria
americana.

Hijos de puta

Hijos de puta

Veo un montón de vecinos, seguramente de distintas estirpes, religiones, profesiones,


edades, inquietudes y simpatías políticas pero ahora todos juntos porque a pesar de todo los
que nos divide (o lo que nos intentan dividir) esta claro lo que hay un humanidad y un
sentido común que nos sostiene ya no como sociedad sino como especie. Del otro lado la
fuerza represiva del estado por primera vez rápida y eficazmente organizada. Ya no para
prevenir los robos, asesinatos ni siquiera los cortes de calle que se dan normalmente sino
para reprimir a un grupo de vecinos que al unísono encontró una sola consigna que los
represente. Y como ya clamaron por seguridad la primera que los robaron y nadie hizo
nada, y también pidieron por justicia la primera vez que asesinaron a un vecino y
tampoco llego una solución. Y como ya votaron a los que dijeron que venían a ponerse
firmes con la seguridad y tampoco cumplieron solo quedo una consigna posible
HIJOS DE PUTA! HIJOS DE PUTA!

Coreaba la multitud harta de todo. De la inflación de la inseguridad de una pandemia a


medida de las necesidades de la oligarquía política, de la justicia que protege políticos
y empresarios y larga chorros, asesinos y violines. Harta de ser cada vez mas pobre,
mas inculta, mas relegada, mas castigada. Una sociedad que obediente viene pagando
desde el asilo a los nazis, las brigadas de Lopez Rega, los secuestros de montoneros, las
privatizaciones de Menem, el sushi de De la Rua, las estatizaciones y los choreos de
Kirchner, las fugas e ineficacia de Macri y ahora las putas de Alberto.
Basta. Ese grito desesperado de impotencia generalizada cifraba la ira e impotencia de
un grupo de vecinos que bien podría representar un 60% de la población.

HIJOS DE PUTA! HIJOS DE PUTA!

Un grupo de personas que se dieron cuenta que los resortes democráticos ya no les
dan respuesta. Que las elecciones no son mas que ficciones jurídicas para legitimar una
farsa que va llevando al país y a sus ciudadanos, sistemáticamente hacia el
empobrecimiento y la marginalidad. Así, como si en realidad se tratase de un plan
siniestro perfectamente ejecutado. Ese pequeño grupo de vecinos que seguramente
tenia cosas importantes que hacer, sus ocupaciones, sus problemas, un grupo de
personas con pensamientos, formaciones y motivaciones diversas. De pronto todos
salen a la calle y ponen el cuerpo para pedir por lo que todos sabemos que es justo.
Del otro lado, un estado que contemplativo, inclusivo, tolerante muestra por primera
vez los dientes, dejando en evidencia que es lo que verdaderamente le molesta y que
es lo que defiende.
Estos levantamientos espontáneos pueden generar un efecto contagio y que ocurra un
levantamiento social masivo de hartos como ese grupo de vecinos de Ramos Mejia. Ya
ocurrió con Blumberg y lo carpetearon por no ser ingeniero pero no olvidemos la
convocatoria que tuvo.
Hay un sentimiento prohibido por el correctismo político. Hay una verdad sepultada
por el adoctrinamiento. Hay una proclama que retumba transversalmente en toda la
sociedad. Trabajo en atención al publico y esta semana ya la escuche cuatro veces.
Un albañil de 50 años, un jubilado de 70, un contador de 40 y un pibe de unos de 20
que anda con los bitcoins. Nadie lo dice, pero lo dicen. Lo sugieren. Lo insinúan. Lo
piden a gritos. Solo que la política no sabe leer entre lienas y solo escucha:

HIJOS DE PUTA!

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