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LA NEUROPSICOLOGÍA DE ALEXANDER NURIA LURIA

Alexander Romanovich Luria murió en 1977 a los 75 años de edad. Trabajo en el instituto
Burdenko de Neurocirugía de Moscú y tradujo la teoría neuropsicológica.

Murió después de Lev Vygotsky, quien le dejo el esquema inicial casi completamente
estructurado. Cito y critico a las ahora llamadas neurociencias. Luria siguió una línea de
pensamiento que no se puede aislar de las obras, cuyo eje de superación es el dualismo
subyacente de la relación entre mente y cerebro. La magnitud de su creación trasciende a
problemas grandes, problemas que tienen un lado donde alientan y otro lado donde limitan el
desarrollo de las capacidades.

La neuropsicología de Luria es el desarrollo de una ciencia que gracias a él empezó a superarse


a si misma. Y se dice empezó, porque si él aún estuviera vivo, se hubiera regodeado de los
avances de la tecnología actual. Pues ya vislumbraba las salidas correctas, por eso, solo pudo
anticipar respuestas, cosa que no se han mostrado total solidez de muchas de sus respuestas.

Los aportes de Luria mas han contribuido al desarrollo de la Neuropsicología cuyo inicio a fines
del siglo XVIII se atribuye a Franz Gall. Luria es un continuado critico de la tradición
neuropsicológica clásica de Occidente, e iniciados de una neuropsicología en vena de Vygotsky,
Bernstein, Anojin y Leóntiev. El problema central que Luria encaro desde el comienzo de su
carrera fue el mismo de siempre.

El enigma de la mente y su relación con el cerebro fue el reto más serio que Luria afrontó
siendo que todos sus escritos empiezan con una critica rigurosa a concepciones planteadas por
el dualismo idealista.

El aporte más rescatable que Luria diseño no fue precisamente las técnicas psicologías de
examen y de investigación. Lo fundamental es comprender que estas se basan en una
concepción monista del hombre y del cerebro, lo cual se ubica dentro de un humanismo
científico. Luria interpreta y aplica mejor los desarrollos de las ciencias de los signos, la
información y las comunicaciones. Ahora, su concepto de las tres unidades del cerebro es
aceptada, y su esquema aparece en todos los textos de psicofisiología. Es una concepción que
se juzga para la comprensión del soporte funcional de la conciencia.

Dentro de esta concepción, destaca su interpretación de la función de los lóbulos frontales,


cuyo planteamiento señala que constituyen a la unidad para programar, regular y verificar la
actividad personal. En su libro «El Cerebro en Acción» intuye la verdadera relación de esta
parte del cerebro con estos procesos de la actividad consciente. La enorme importancia que
Luria asigno al lenguaje, bajo influencia de Vygotsky, fue la razón por la que acentuó la
importancia del hemisferio izquierdo, sesgo impuesto por las preferencias del investigador y
las exigencias de dicho trabajo. El énfasis en la función lingüística del cerebro no se reduce al
diseño de las pruebas para el examen de los pacientes afásicos, sino, a la explicación de la
fisiopatogénesis que no cae en las imprecisiones de prevalentes del dualismo.

Su hipótesis acerca de «El papel del Lenguaje en el desarrollo de la conducta» plantea una
explicación de la relación entre el significado de las palabras y el comportamiento objetual de
la persona, siendo que denota la falta de una concepción más avanzada de los procesos
motivacionales y volitivos. Por esta razón, la concepción Luriana es un paso adelante, pero
impedida a avanzar más.

La comprensión de la memoria humana es el área menos relevante en la contribución de Luria,


este aspecto de la actividad cerebral queda limitado por las concepciones del cognitivismo y el
haber restringido a la memoria a un proceso exclusivamente cognitivos, le impidió desarrollar
la línea trazada por su maestro. Sus notables biografías como «La Mente de un Nemonista»,
«El Hombre con su Mundo Destrozado» y entre otras, nos demuestran la bondad y la
importancia de la biografía clínica como fundamento del método clínico.

Se cree que mientras para la neuropsicología actual sus limitaciones son de orden metafísicas y
que es imposible que se superen asi mismas, las limitaciones de Luria fueron problemas de la
historia real de la sociedad actual y esta restricción del campo a su investigación, no impidió
que las áreas débiles fueran columbradas con la anticipación debida y dentro del contexto de
la sociedad. Muchos de los conceptos y los procedimientos de investigación podrán tomarse
como datos, y por otro lado si se hace justicia, tales conceptos y procedimientos deberán ser
tomados como los cimientos de una concepción.

Luria fue fiel a occidente y se vio limitado por el poder político de su época. Y aun asi respeto
los aportes de la psicofisiología americana y europea, e intento incluirla en su concepción
socialista del hombre, mente y el cerebro

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