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Doctorado en Políticas Públicas

para el Sector Salud

Desarrollo Social y Económico de México


en el Sector de Salud
1° Tetramestre

Unidad 1. Antecedentes y el Estado que emerge en


1917

Actividad 1: Situación económica y político


social

Alumno: Abel González Sánchez


Tutor: René Augusto Marín-Leyva
Coordinación: Facultad de Salud, Mtra. Rocío Araiza de Olarte
Contenido
Introducción ................................................................................................................................ 1
Desarrollo .................................................................................................................................... 2
Principales planteamientos de la economía y el Estado mexicano desde 1857 hasta 1990. . 2
• Estado Liberal-Oligárquico (1857-1910). ..................................................................... 2
• Periodo Revolucionario (1910-1934): Evolución Económica. ..................................... 3
• Periodo cardenista (1934-1940): Crecimiento económico a largo plazo. ................... 4
• Periodo de estabilidad política (1940-1982). .............................................................. 4
• Transformación neoliberal del Estado (1982-1990). ................................................... 6
Conclusión ................................................................................................................................... 7
Bibliografía ................................................................................................................................... 8
Introducción
La historia política y económica de México desde mediados del siglo XIX hasta finales del
siglo XX ha sido marcada por una serie de transformaciones profundas que han moldeado
la estructura del Estado y la dinámica económica del país. Desde la consolidación del Estado
Liberal-Oligárquico hasta la transformación neoliberal del Estado, México ha
experimentado períodos de estabilidad política, revoluciones, cambios económicos
significativos y crisis que han dejado una huella indeleble en su desarrollo.

Este ensayo se propone analizar los principales planteamientos económicos y del Estado
mexicano a lo largo de este extenso período, abordando desde el predominio de la fracción
liberal en el siglo XIX hasta la implementación de políticas neoliberales en la década de
1980. Se explorarán los eventos políticos clave, las políticas económicas adoptadas y su
impacto en la sociedad mexicana, centrándose especialmente en la evolución de la política
sanitaria y el sistema de salud en México.

A través de un análisis detallado de cada período histórico, se buscará comprender cómo


los distintos enfoques políticos y económicos han influido en la estructura del Estado, la
distribución del poder y la calidad de vida de los ciudadanos mexicanos. Asimismo, se
examinarán las continuidades y discontinuidades en las políticas gubernamentales a lo largo
del tiempo, destacando los desafíos y logros en el ámbito de la salud pública y la atención
médica en México.
Desarrollo
Principales planteamientos de la economía y el Estado mexicano desde
1857 hasta 1990.
La historia política de México ha sido marcada por eventos cruciales que han delineado su
Estado y régimen político a lo largo del tiempo, diferenciándolo de otras naciones
latinoamericanas. Dos momentos destacados en esta configuración son la Reforma de 1867,
que separó la Iglesia del Estado, y la Revolución de 1910, que abolió la oligarquía
terrateniente, permitiendo la inclusión de la burguesía y el proletariado en la esfera política.
Estos eventos, junto con la posterior transformación neoliberal del Estado, han conformado
una periodización que abarca cinco períodos principales:
• Estado Liberal-Oligárquico (1857-1910).
La historia económica y política de México entre 1857 y 1910 estuvo marcada por el Estado
Liberal-Oligárquico, con un predominio de la fracción liberal de la clase dominante que
promulgó la Constitución de 1857. Aunque en el plano jurídico e ideológico se proclamaban
principios liberales como la igualdad ciudadana y la separación Iglesia-Estado, en la práctica
política se consolidó un Estado fuerte y centralizado en el Ejecutivo, culminando en la
dictadura de Porfirio Díaz (Solís, 1969). Este periodo estuvo caracterizado por el
favorecimiento de una fracción burguesa comprometida con el capital bancario, textil,
minero y ferrocarrilero, manteniendo el poder por tres décadas.
Durante este periodo, la política sanitaria se institucionalizó, basada en el positivismo, con
un enfoque científico y centralista. La atención médica se centró en hospitales, tanto
públicos como privados, mientras que la salud pública se fortaleció con medidas de control
sanitario, saneamiento y campañas contra enfermedades infecciosas (Eibenschutz &
Raphael, 1992).
Otro aspecto fundamental en este período fue la formación del sistema financiero, que
sufrió gravemente debido a la Revolución Mexicana. La destrucción del sistema bancario y
la escasez de medios de pago dificultaron las transacciones económicas y obstaculizaron la
formación de capital. Sin embargo, con la fundación del Banco de México en 1925, se inició
un proceso de reconstrucción y crecimiento del sistema financiero, contribuyendo así a la
expansión de la actividad económica.
En términos de política económica, se observó una orientación del gasto público hacia el
fomento económico y social. Se produjeron cambios significativos en la distribución del
presupuesto, con una reducción del gasto administrativo y una canalización de fondos hacia
obras públicas y programas sociales (Solís, 1969). Esta transformación se inició durante la
presidencia de Álvaro Obregón y se consolidó bajo Lázaro Cárdenas, abandonando la
política de presupuesto equilibrado en favor de un enfoque más activo en la inversión
pública.

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• Periodo Revolucionario (1910-1934): Evolución Económica.
La Revolución Mexicana, que se desató en 1910 en respuesta al descontento social y político
generado por la dictadura porfirista y la crisis del modelo agro-minero-exportador, también
tuvo repercusiones económicas significativas. Aunque la Constitución de 1917 estableció
un marco democrático-liberal, reconociendo los derechos ciudadanos y las luchas de clases,
la década posterior estuvo marcada por sucesiones de caudillos y una incipiente
organización de las clases sociales.
Una de las áreas clave de intervención gubernamental durante este período fue la
orientación del gasto público hacia el fomento económico y social. Se produjeron cambios
significativos en la distribución del presupuesto, con una reducción del gasto administrativo
y una canalización de fondos hacia obras públicas y programas sociales. Esta transformación
se inició durante la presidencia de Álvaro Obregón y se consolidó bajo Lázaro Cárdenas,
abandonando la política de presupuesto equilibrado en favor de un enfoque más activo en
la inversión pública.
Además, se implementaron políticas para fortalecer el sistema financiero, el cual había sido
gravemente afectado por los conflictos y la inestabilidad de la Revolución Mexicana. La
destrucción del sistema bancario y la escasez de medios de pago dificultaron las
transacciones económicas y obstaculizaron la formación de capital. Sin embargo, con la
fundación del Banco de México en 1925, se inició un proceso de reconstrucción y
crecimiento del sistema financiero, lo que contribuyó a la expansión de la actividad
económica.
En términos de salud pública, durante el Periodo Revolucionario, se mantuvo la
preocupación por el control sanitario en medio de la inestabilidad política y las epidemias.
Se establecieron iniciativas de control sanitario y se fortalecieron las políticas de higiene
pública, especialmente en áreas urbanas y fronterizas (Eibenschutz & Raphael, 1992).
En términos económicos, se observó una caída vertiginosa en la actividad económica
durante los años de la Revolución, particularmente en la minería. La producción de
minerales sufrió descensos significativos, aunque se produjo una recuperación impulsada
por la demanda externa durante la Primera Guerra Mundial. Por otro lado, en el sector
agrícola, algunos productos mantuvieron niveles de producción estables, mientras que
otros experimentaron descensos (Solís, 1969).

Por otro lado, la Gran Depresión de 1929-1933 tuvo un impacto significativo en la economía
mexicana. Se observaron descensos en la producción y exportación en varios sectores,
incluyendo la minería, las manufacturas y el petróleo. Sin embargo, las manufacturas se
recuperaron rápidamente después de la depresión, superando los niveles previos. Es
importante señalar que, a diferencia de otros países latinoamericanos, la Gran Depresión
no estimuló significativamente la sustitución de importaciones en México, según análisis
comparativos. Esto sugiere que las políticas económicas y las condiciones internas del país
jugaron un papel crucial en su respuesta a la crisis económica global.

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• Periodo cardenista (1934-1940): Crecimiento económico a largo plazo.
Durante el periodo cardenista (1934-1940), bajo la presidencia del general Lázaro Cárdenas,
se marcó un hito significativo en la historia política y social de México. Este periodo estuvo
caracterizado por el fin de la inestabilidad política posterior a la Revolución Mexicana y por
el ascenso de una fracción comprometida con los intereses de campesinos y obreros en
contraposición a la oligarquía representada por el expresidente Calles (Ianni, 1977).
Cárdenas, al frente de un proyecto de desarrollo capitalista nacional, buscó establecer las
bases sociales para este proyecto mediante acuerdos con la pequeña y mediana burguesía,
el proletariado y los sectores campesinos más organizados.
Durante el gobierno de Cárdenas, se consolidó el Estado capitalista moderno en México,
con inversiones significativas en gasto social, lo que llevó a un gran endeudamiento externo,
culminando en la nacionalización del petróleo en 1938 (Eibenschutz & Raphael, 1992). Uno
de los pilares del gobierno cardenista fue el impulso a los sectores agrícola e industrial. A
partir de 1935, la agricultura experimentó un genuino proceso de desarrollo, impulsado por
la inversión pública en infraestructura agrícola y por la reforma agraria. Este desarrollo
agrícola contribuyó al crecimiento económico del país y al aumento de las exportaciones
agrícolas. Por otro lado, la industria mexicana experimentó un crecimiento más acelerado
a partir de la década de 1940, especialmente en sectores como el petróleo y la energía
eléctrica.
En materia de salud, durante el gobierno de Cárdenas, se implementaron diversas acciones
médicas y de prevención dirigidas a campesinos y obreros. Se estableció la Secretaría de
Asistencia Pública, marcando el paso de la beneficencia a la asistencia y la participación
obligatoria del Estado en acciones sociales. Se apoyó el Laboratorio de Industria
Farmacéutica Nacional, se crearon servicios de higiene industrial y se luchó contra
enfermedades transmisibles como la tuberculosis (Eibenschutz & Raphael, 1992). En el
ámbito rural, se destacó la creación de los Servicios Médicos Ejidales y la posterior
reglamentación del servicio social para los egresados de medicina en áreas rurales. Se
crearon también los Servicios Médicos Coordinados para integrar los esfuerzos federales,
estatales y municipales en la administración de la salud.
• Periodo de estabilidad política (1940-1982).
Durante el periodo que abarca desde 1940 hasta 1982, México experimentó una serie de
transformaciones significativas en su estructura política, económica y social. El modelo
corporativista implementado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante seis
décadas fue fundamental para mantener la estabilidad política en México. A través de
elecciones cada seis años, el PRI mantuvo el poder, cambiando únicamente al presidente
en el cargo. Esta estabilidad política proporcionó un ambiente propicio para el avance del
capitalismo en México, incluso en momentos de crisis y agitación política en el resto de
América Latina.
En términos económicos, el periodo puede dividirse en dos subperiodos distintos. El
primero, desde 1940 hasta mediados de los setenta, se caracterizó por un crecimiento

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económico sostenido y un aumento del parque industrial, bajo un régimen de
proteccionismo estatal. Durante este tiempo, el Estado desempeñó un papel central en la
economía, fomentando la industrialización a través de políticas de sustitución de
importaciones y la creación de empresas paraestatales en sectores estratégicos como la
energía y la siderurgia. Sin embargo, el segundo subperiodo, posterior a los setenta, estuvo
marcado por una crisis económica, estancamiento en la acumulación de capitales y una falta
de desarrollo que dificultó la inserción de México en los mercados internacionales. Las
políticas de industrialización por sustitución de importaciones mostraron sus limitaciones,
y la economía mexicana enfrentó desafíos como la inflación, el aumento de la deuda
externa y la pérdida de competitividad frente a otros países.
La política sanitaria en México durante este periodo se estructuró en torno a tres modelos
básicos: asistencia social, seguridad social y atención privada. La creación de la Secretaría
de Salubridad y Asistencia en 1943 fue un paso importante en la consolidación de esta
política. Se implementaron programas para expandir los servicios de asistencia,
especialmente en áreas médicas, mediante la construcción de hospitales y la formación de
institutos nacionales para la atención especializada.
En cuanto a la seguridad social, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se erigió como
un pilar fundamental. Desde su creación en 1943, se consolidó como una institución
tripartita que brindaba atención médica de alta calidad y se convirtió en un instrumento de
paz social para el gobierno. El IMSS absorbió la mayor parte del gasto en salud del país y
concentró recursos humanos y tecnológicos destacados. Por otro lado, el Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) surgió en 1960 para
atender a los trabajadores del sector público, principalmente a través de programas y
centros de atención médica propios.
En el ámbito económico durante el período de 1935 a 1956, México experimentó un
crecimiento económico caracterizado por una alta tasa de inflación, con un aumento anual
del producto nacional del 10%. Este crecimiento estuvo impulsado por la inversión pública
en infraestructura y por cambios en la distribución del ingreso.
En contraste, a partir de 1956, México entró en una fase de crecimiento con estabilidad de
precios y tipo de cambio. Durante este período, aunque el crecimiento económico continuó,
la tasa de inflación disminuyó significativamente, situándose en alrededor del 3.9% anual.
Esta estabilidad de precios fue el resultado de medidas de política fiscal y monetaria
adoptadas por el gobierno, como la devaluación del peso en 1954.
En el ámbito político, el PRI mantuvo su hegemonía durante estas décadas, aunque enfrentó
desafíos como el surgimiento de movimientos estudiantiles y sociales en la década de 1960,
así como la creciente oposición política en la década de 1980. La transformación neoliberal
del Estado, que comenzó a fines de la década de 1980, marcó el fin de este período y el
inicio de una nueva etapa en la historia política y económica de México.

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• Transformación neoliberal del Estado (1982-1990).
La transformación neoliberal del Estado mexicano entre 1982 y 1990 marcó un periodo
crucial en la historia política y económica del país. El inicio de este periodo estuvo marcado
por la crisis económica y la deuda externa que obligaron al país a seguir las políticas
impuestas por el Fondo Monetario Internacional. La crisis petrolera y la devaluación de la
moneda nacional agravaron la situación, llevando al gobierno a destinar una parte
considerable del presupuesto al pago de la deuda externa. Este contexto económico
adverso generó un profundo impacto en el gasto social, incluida la política sanitaria.
A nivel político e ideológico, el periodo neoliberal se caracterizó por un cambio significativo
en el discurso nacional, con la incorporación abierta del sector privado en la vida política
del país y la desaparición del discurso revolucionario característico del PRI en épocas
anteriores. Se realizaron modificaciones legislativas significativas, como la equiparación del
sector privado con el sector social en la constitución.
Una de las consecuencias más destacadas de este periodo fue la ruptura al interior del PRI
y la organización de la Corriente Democrática liderada por Cuauhtémoc Cárdenas. Las
elecciones de 1988 evidenciaron la crisis de hegemonía del PRI y fueron marcadas por un
fraude electoral que generó un importante descontento social y político.
En el ámbito de la política sanitaria, la implementación del modelo neoliberal tuvo un
impacto significativo. Se creó el Sistema Nacional de Salud (SNS) en 1983 y se aprobó la Ley
General de Salud en 1984, estableciendo la protección a la salud como un derecho
constitucional y la obligación del Estado de definir sus modalidades. Sin embargo, estas
medidas reflejaron un discurso político contradictorio que diluyó la responsabilidad del
Estado y favoreció la participación del sector privado en la atención médica.
La creación del SNS respondió a la necesidad de racionalizar un sistema fragmentado y
clasista de instituciones de salud, pero su consolidación se vio obstaculizada por las políticas
de reducción del gasto fiscal y la privatización progresiva de la atención médica y la
seguridad social. La descentralización impulsada desde el centro avanzó solo parcialmente
y se vio limitada por la incapacidad administrativa de los gobiernos regionales para asumirla.
Desde el punto de vista del financiamiento, se observó una disminución en la participación
del gasto público destinado a salud y seguridad social, lo que afectó la calidad y cobertura
de los servicios. El aumento de la inequidad en la distribución de los servicios de salud y la
insatisfacción de los trabajadores del sector fueron manifestaciones de la crisis sanitaria
generada por las políticas neoliberales.
La implantación del modelo neoliberal en la salud contribuyó a agudizar la crisis política y
social del país, evidenciando la necesidad de reformas democráticas y cambios en la política
social. Durante el gobierno de Salinas de Gortari, se intentaron algunos cambios, como el
freno al proceso de descentralización del SNS y el aumento del presupuesto en salud, pero
estos esfuerzos fueron insuficientes para revertir la tendencia privatizadora y neoliberal en
el sector sanitario.

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Conclusión
El estudio del desarrollo económico de México a lo largo de su historia no solo nos brinda
una comprensión profunda de los factores que han moldeado su evolución política y social,
sino que también nos proporciona una perspectiva invaluable sobre los alcances y límites
de las políticas sociales implementadas por el Estado a lo largo del tiempo. Este análisis
detallado nos permite identificar tanto los éxitos como los desafíos que enfrenta la sociedad
mexicana en materia de bienestar y desarrollo.
Es evidente que las políticas económicas tienen un impacto directo en la distribución del
ingreso, el acceso a servicios básicos como la salud y la educación, y la calidad de vida de la
población. Al comprender las políticas económicas pasadas y sus consecuencias sociales,
podemos evaluar críticamente las opciones disponibles para abordar las problemáticas
actuales y mejorar las condiciones de vida de todos los mexicanos.
La política sanitaria y el sistema de salud en particular son áreas cruciales que reflejan las
prioridades y valores de una sociedad. Desde la consolidación del Estado Liberal-Oligárquico
hasta la transformación neoliberal del Estado, hemos visto cómo las decisiones económicas
y políticas han afectado la accesibilidad, calidad y equidad en la atención médica. El
conocimiento de estas experiencias pasadas nos permite identificar qué políticas han sido
exitosas y cuáles necesitan ser reformadas o reemplazadas para garantizar un sistema de
salud que atienda las necesidades de todos los ciudadanos.
En última instancia, el estudio del desarrollo económico de México nos proporciona una
base sólida para diseñar políticas sociales más efectivas y equitativas, promoviendo el
bienestar social y la estabilidad del Estado-nación. Al aprender de los errores y éxitos del
pasado, podemos plantear opciones más informadas y estratégicas que aborden las
desigualdades sociales, promuevan el acceso universal a servicios básicos y contribuyan al
desarrollo integral y sostenible del país.

7
Bibliografía

Solís M., L. (1969). La evolución económica de México a partir de la Revolución de


1910. Estudios Demográficos Y Urbanos, 3(01), 1–24

Raphael, T., & Eibenschutz, C. (1992). Historia de la política sanitaria en


México. Estudios Políticos, 3(10).

lanni. Octavio, El Estado capitalista en la época de Cárdenas, México, Ed. Era, 1977.

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