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Clínica teórico: Intervenciones

El eje que propongo es ¿Qué condiciones tienen las intervenciones clínicas y como
podemos situarnos respecto de ellas para ver como hacemos uso de ellas?: Esto nos
permite corrernos de una clasificación.
Se acuerdan que en el campo de la táctica uno es libre, se pueden hacer varias
intervenciones. Por lo tanto sería imposible escribir cuales tácticas son posibles. Por lo
tanto, no va por el lado de ubicar cada táctica ya que son variadas. Sino tratar de pensar
las grandes características y estructuras de las intervenciones. Y en particular de la
intervención psicoanalítica que es la interpretación.
Los materiales que tenemos:
 Condiciones en el análisis de Freud
 Dos textos de Lombardi: Sobre la rectificación subjetiva, y sobre el uso de la
interpretación.
Las intervenciones no necesariamente son calculadas, ese es otro asunto. Hay
cuestiones sobre lo que tengo que hacer sobre ciertos procedimientos. Pero si pensamos
a la clínica desde otro lugar, ahí empieza la pregunta sobre ¿Qué hago?: vamos a
conversar sobre qué es lo que se hace para poder tomar algo de lo que esta en juego ahí,
volver a precisar una posición que no es ni pedagógica ni directora de la vida de nadie.
Esa es la apuesta, pensar a las intervenciones desde la posición clínica que venimos
señalando.
Texto de Freud: “construcciones en el análisis”
Freud empieza respondiendo a las críticas al psicoanálisis, y encontraba que se decía
que el psicoanalista siempre tenía razón y lo que había en realidad era un proceso
sugestivo Sobre el cual si se le decía una interpretación al paciente y si este la aceptaba
estaba a todo bien, y si no la aceptaba entonces el paciente se resistía.
Entonces Freud dice vamos a ver:
 ¿de qué manera intervenimos?
 ¿Qué valor le damos a la respuesta del sujeto a nuestras intervenciones?:
En ese contexto Freud se pregunta ¿que son las cosas que hacemos en un análisis?:
Freud dice que hay dos tipos:
 Unas que son construcciones: la construcción supone la tarea de reconstruir los
fragmentos de la historia olvidados pero conservados de manera reprimida.
 Y otras que son interpretaciones: en este texto, se distingue como aquella que opera
sobre un fragmento singular del discurso.
Estos términos ¿apuntan a cosas diferentes?: No, Freud comienza diciendo que al tarea
del analista es colegir lo olvidado desde lo reprimodo (¿)…. En este punto no se aleja de
este marco que le viene dando de que sufrimos de olvidos y represiones. Por lo tanto
apunta a colegir (adivinar a partir de indicios), para restituir o trabajar con eso olvidado.
Trabajar en términos de elaboración.
Se tratad de colegir a partir de indicios y es esa equivalencia con la tarea del arqueólogo.
Ahora bien, nosotros procuramos que esa restitución histórica de alguna manera opera un
efecto sobre nuestra relacion con el síntoma.
Entonces, la tarea del analista se reparte en dos campos: interpretación y construcción.
La interpretación opera sobre un fragmento puntual del material, al modo de un lapsus o
acto fallido donde podemos producir una interpretación.
La construcción por su parte es una labor preliminar a la interpretación, es una labor que
prepara el terreno. ¿En qué consiste?: en el texto da un ejemplo que habla de que a un
paciente “le armamos conjeturalmente un episodio de su historia”. La construcción
opera y es parte del trabajo del analista procurando rearmar algo del pasado olvidado. En
términos no tan Freudianos podríamos decir, procurando rearmar algo de las escenas que
aparecen fragmentadas en el discurso. Procurando restituir algo de la escena en la cual
ese sujeto se ha posicionado.
La construcción entonces pareciera que es muy susceptible de equivocaciones y de
errores. Nosotros ¿desde qué sentido podemos ofrecer una versión de la historia?: pero
no nos interesa defender nuestra construcción como un hecho sobre el que vamos a
constatar la historiografía. Lo que nos interesa es el efecto que efecto tiene la
presentación de ese material sobre la persona, la exactitud no es un problema del
contenido ni del sentido de la interpretación.
Entonces Freud presenta las respuesta posibles ante esta pregunta de ¿Cuál es la
respuesta del sujeto a la intervención? Esto es lo que va a calificar a nuestros decires
como intervenciones. Porque si les digo que no haya algo de lo calculado, lo que
sancionara nuestra intervención es justamente ese efecto.
Freud dice entonces ¿por dónde nos podemos guiar?: puede haber un sí o un no
consciente pero esto no nos interesa porque esta respuesta es engañosa.
 “si si que interesante eso que me dice”
 “nono nunca podría haber pensado eso de mi hermana. ¿Cómo se le ocurre?”: y a
continuación produce un lapsus donde confunde su nombre con el de su hermana.
En una de estas situaciones, la interpretación parece no haber tenido ningún efecto por
más afirmación o asentimiento yoico. En tanto lo que buscamos que haya un efecto de
sujeto que haya efecto de sujeto que se confirme con producción de nuevas
asociaciones, producción de formaciones del icc, producción de una dimensión de algo
que conmueva. No con algo que contribuya al saber intelectual.
Entonces el sí o el no de nuestras intervenciones son es lo que nos va a permitir dar
cuenta de nuestra eficacia ya que alguien puede decir “si, si, si” y eso no tener ningún
efecto. Entonces la respuesta del sujeto va por el lado de la respuesta de efectos de
división subjetiva:
Lo que procuramos con nuestras intervenciones no es una angustia, aunque puede
emerger como un efecto de angustia, pero si una suerte de conmoción en los sentidos
que se venían preestableciendo en cuanto a quienes somos y lo que nos pasa. Esas son
las cosas que sostenemos fantasma ticamente. Entonces lo fundamental es que, además
de la distinción que plantea entre la interpretación y la construcción, el esta
proponiendo que lo importante y donde radica el asunto de la verdad o de la eficacia de la
intervención no es en el contenido, no es en la exactitud en tanto correspondencia con la
realidad, sino al modo del efecto en el sujeto. Ahí pacemos dar cuenta que hubo una
intervención, que a veces nos puede tomar de sorpresa.
A veces hay cosa que decimos y no pensamos que tendrá un efecto interpretativo. Y el
otro asunto que Lacan nos ayuda a pensarlo es que nuestra palabra, nuestra posición
en la transferencia, si es una posición en al transferencia, somos nosotros los que
hablamos pero desde un lugar que nos es atribuido. Entonces nuestras palabras pueden
tener una eficacia insospechada.
Hay veces que nos parece que decimos algo brillante y no pasa nada, y a veces decimos
algo que nos parece una pavada y eso aparece como a la manera de “ me quede
pensando todos estos días en eso que me dijiste cuando me iba”.
Volvamos a la dirección de la cura: “la transmutación que sufren mis palabras por efecto
de la operación analítica”. La trasformación en otra cosa que sufren mis palabras que ya
no son mías, por efecto de que la operación analítica las eleva a efecto de
interpretación”.
Entonces al interpretación no viene dada en un paquete, sino que hay un “pago por mis
palabras” desde una posición de escucha que va a hacer posible que mi intervención
tenga un efecto de interpretación que componga la posición en la que el sujeto esta
consolidado en relacion a su síntoma.
Entonces. Si y no como respuestas son multivocos dice Freud. Ambos términos pueden
querer decir muchas cosas. Pero cuidado porque si insistimos en construcciones que al
sujeto no lo tocan, vamos a perder nuestra autoridad en la transferencia y eso a veces se
escucha clínicamente de personas que dicen que se atendieron con x y dicen “pasa que
lo que me decían no tenía nada que ver conmigo”. Yo lo asocio con una construcción,
con una intervención y una interpretación hecha desde un lugar que es del propio
fantasma del terapeuta donde uno sabe que tiene que ver con uno. Esto Freud lo advierte,
y dice que no abusemos. Pero a veces un no es seguido de una conformación icc, y ahí
ese no vemos que era un no defensivo.
Este asunto de la verdad es interesante, porque es un problema de la humanidad desde
siempre. Pero Freud le otorga valor de verdad al delirio. En los delirios también hay un
grano de verdad histórica, ahí en esa construcción y armado simbólico el delirio porta un
gramo de verdad. EL delirio es una interpretación que no abre a la multivosidad, sino
que es una interpretación de la que el sujeto se agarra para sostenerse en la realidad.
Esto es lo esencial de este texto, que mucho no nos dice de la interpretación.
Piensen que en los historiales Freudianos tienen ejemplos de construcciones.
Aclaración: si insistimos con nuestra interpretación, eso probablemente produzca un
acting. Si con una interpretación aplastamos el deseo, a lo mejor produzcamos un
acitng.
Se hace referencia a un paciente que había atendido, donde hay un acting que se
produce en la transferencia y el analista obtura la dimensión deseante por lo tanto el
sujeto lo restituye en el obejto sesos frescos. Un paciente que tenía medio de ser plagiario
entonces su actividad intelectual estaba inhibida, y el analista le compara su texto con el
supuesto plagio y le dice “quédate tranquilo que no estas plageando” y el efecto es el
acting. Eso que muestra está mostrando que hay algo de comerse la cabeza que no se
está escuchando (porque el paciente dice que le gustan los sesos frescos).
Texto de Lombardo: rectificación subjetiva
Entonces en esta línea, tomaremos el texto de lombardo que se refiere a la rectificación
subjetiva. Ahí tenemos la intervención como rectificación subjetiva, que esta la
conocen a partir de dora. La pregunta ¿Qué tienes que ver vos en el desorden que
denuncias?: la pregunta dirigida al alma bella. Es una pregunta que nos podemos hacer.
Hay dos cosas que señala Lombardi. Esta idea de rectificación subjetiva funciona tanto
en la cultura que a veces ya viene como un modo de resistencia “nono yo me pregunto
lo que tengo que ver con lo que me pasa”: se preguntan para no preguntarse nada, ya
vienen con la respuesta. Esto a veces es un obstáculo. O a lo mejor si estamos ante una
persona que tiende a adjudicarse culpas, esto es un problemón porque la persona se
puede adjudicar todos los males del mundo.
Entonces, Lombardi se pregunta: ¿ es la rectificación subjetiva, como modo de entrada
al tratamiento, algo que tenemos que imponer?. Advierte algo de esto porque si nosotros
como analistas le echamos la culpa a la época de la falta de respuesta a nuestras
intervenciones. Entonces no me puedo dejar de preguntar si nosotros no estamos
produciendo una especie de “terrorismo “de la rectificación subjetiva o lo tomamos
como un clise y lo que queremos imponer para que el sujeto se rectifique y que consienta
a nuestra sugerencia de rectificación.
¿Qué supone el término de rectificación subjetiva?:
“un viraje en el que el sujeto cambia de perspectiva sobre algo real y concreto de su
síntoma: su participación en el mismo”. En este punto, el considera que las respuestas
a la intervenciones por la vía de la rectificación pueden no todas ser aceptadas por las
personas que acuden a consulta. Alguien situado en la paranoia, difícilmente esto se va
a dar, una rectificación es algo que choca con la paranoia. También señala que “no nos
tenemos que comer el verso de la culpa”. La culpa recorre los discursos yoicos, pero no
olivemos que un sentimiento icc de culpa puede estar presente perfectamente en los
actos de alguien que no tiene remordimientos cc.
Además, muchas veces la culpabilidad auto acusatoria en la neurosis es la manera de
hacer consistir a otro del cual sentirse culpable.
Lombardi retoma el tema de la rectificación para interrogarnos a nosotros mismos en el
sentido de no ser una suerte de fundamentalistas de la rectificación, poder atender a que
la respuesta del sujeto en la interpretación no necesariamente es rectificarse porque ya
la idea de rectificación es una idea irónica que dice lacan, y luego nos la apropiamos.
Pero lo que nos interesa es un viraje en relacion a que participacion alguien tiene en el
síntoma, por eso lo trabajamos mamas al inicio de la cursada cuando hablábamos de la
entrada en el tratamiento. En este punto, nos podemos dirigir al otro texto de Lombardi:
La solución (o función) primaria de la interpretación
Se comienza retomando algunos enunciados freudianos del inicio de la enunciación del
tratamiento: “para que se produzca la interpretación es necesario que se produzca un
raport en regla”: algo así como primero la trasferencia y luego la interpretación, como si
fuera una biblia.
Y esto lo problematiza preguntándose si no es justamente el efecto de la interpretación la
ligazón trasferencial, si esa transferencia que puede estar un poco más volatilizada en
relacion a una suposición de saber no procura la interpretación que eso se articule con
ese analista. Desde ahí trabaja el problema del tempo de la interpretación, hay un
tempo para la interpretación pero va variando de acuerdo a la interpretación que uno
mismo quiera producir.
Toma el ejemplo del hombre de las ratas, una de las interpretaciones. Toma ese
momento en que Freud parece que lo adoctrina, le explica la teoría de lo icc. Y Freud
aclara que lo dice como una estrategia para posibilitar la emergencia de nuevas
asociaciones.
Luego aparecen los momentos en que el HDLR, tenía el temor de que se muriera el padre
(y él ya se había muerto). Y Freud dice que un temor esconde un deseo, él se manda
con eso. El apunta ahí. ¿Cómo va a pensar usted que yo desee que mi padre se muera?
(dice el HDLR) . Y Freud le dice “vos lo dijiste” (onda, que el mismo dijo que quería que el
padre se muera. El apunta al lugar y el compromiso del sujeto en la enunciación, y esto
es importante porque en la NO es muy refractaria a las intervenciones sobre todo a las
intervenciones que van por un lado de cierto sentido que ellos mismos pueden restituir.
Los obsesivos tienden rápidamente a reordenar “a no no ni ahí pienso eso”. Entonces la
intervención nos convoca a otros desafíos que apune a romper ese caparazón yoica.
Lo que le interesa a Lombardi sobre la intervención de Freud es ver qué efectos de
interpretación tiene, incluso siendo insensata porque ¿Cómo alguien va a tener miedo
de que su padre su muera si ya estaba muerto?: entonces la verdad acá no importa
porque Freud no le dice “quédese tranquilo que su padre ya se murió”. Pero si él tiene
miedo de que su padres se muera a que este muerto, ahí hay algo de el que se está
jugando.
Entonces Lombardi retoma algunos efectos:
 Que revela o produce división subjetiva
 Contribuye al efecto del sss porque hace creer que hay un saber. Se articula esa
interpretación con algo que le toca. SI eso que me dicen me toca y tiene que ver
conmigo, ese armado transferencial articula tres términos: el amor, el deseo y el
goce. Y se los leo como dice Lombardi:
“El síntoma se decide a ceder una parte de su capital de goce por amor al deseo que
viene del analista”: tomémoslo así como una interpretación,. S hay un efecto de
interpretación el síntoma se abre un poco más como pregunta. Se acuerdan que la
semana pasada decíamos que el síntoma es goce en su naturaleza y no se dirige al
otro (seminario 10). Lombardi da una vuelta más, lo que propicia la interpretación es que
el síntoma se abra un poco mas como pregunta. Eso lo podemos leer como que ceda
un poco a ese goce por amor al deseo que viene del analista.
Entonces ahí retomados la trasferencia, donde esta ese deseo de analizar, ese deseo es
el que posibilita esa interpretación que tiene un efecto sobre el síntoma que retorna sobre
la transferencia. El amor que se dirige al saber en la transferencia fíjense como se anuda
ahí. Son tres términos que para el psicoanálisis funcionan anudados y hacen a lo humano:
el amor, deseo y goce.
Entonces la interpretación tiene efectos orbe el síntomas sobre la transferencia y la
interpretación el la plantea como la mitad de una demanda.
Definición de la interpretación: la mitad de una demanda. Porque la demanda existe en
tanto hablamos. Hablando Demandamos, nuestras intervenciones son una demanda. Hay
un efecto de demanda inevitable en nuestros dichos. Y en este punto, decir la mitad de la
demanda es un modo de pensar otra función del decir que tiene que ver con el deseo. Y
en este punto el supone que la función el decir interpretativo tiene que ver con el deseo. Y
el deseo, por estructura, es ese espacio que nos habilita a poder seguir circulando entre
nuestras significaciones y es lo que nos puede poner en relacion más abierta.
La mitad de una demanda supone, si una demanda esta constituida en términos de una
cadena significante por la línea del significante, por la línea del enunciado y la línea de
la enunciación. Hay dos formas: Lacan dice, la interpretación se mueve entre la cita y el
enigma. Alude a la cita, que en verdad es un enunciado sin el contexto de la
enunciación, como si dijéramos una cita sin referencia de origen. La cita es a veces
recoger un dicho y sacarlo de su contexto y hacerlo oír y resonar de otra manera. No
automático ni repetir cada palabra como un tonto. Sino el punto en que una escucha
permite localizar una existencia significante y recortarla y recortada fuera del discurrí de la
cadena asociativa se escucha de otra manera, tiene un efecto poético en terminos de que
abre al sentido.
Tiene que ser algo que se recoja de nuestros dichos.
Y el otro polo de la interpretación es el enigma que aparece como una enunciación sin
enunciado. Tiene que ver con esta postulación de pregunta, de apuntar a ese lugar de
desde donde eso se dice y que está ahí en juego. No tiene que ver con explicaciones,
sino con algo que se puede recoger de la escucha de los significantes del sujeto y
devolvérselo de manera que tiene un efecto de trastrocamiento del sentido y que toca el
cuerpo sino es una especie de blablá intelectual. Por eso no es que no todo el tiempo se
producen interpretaciones pq tampoco estamos siempre abiertos a eso.
Les cuento un ejemplo para que vean a que apunta esto de la posición del sujeto, y que
no va por la línea del sentido: Una señora contaba que tenía 2 hijos y un marido. Y algo
de toda la escena era que estaba muy sometida a este hombre y además la trataba mal.
Era una situación espantosa. Ella traía esto y se daba cuenta, pero era difícil que
modificara esa posición. Y dice “yo lo veo a el que es como un papa Noel que le trae
regalos a los chicos”. Y yo le dije “pero papa Noel no tenía hijos”: el efecto de eso fue que
ella se quedó helada y de hechos e le abrió la posibilidad de pensar a que padre ella
estaba poniendo en ese lugar, imaginando que había un padre ahí con esa idea de un
papa Noel.
 Entonces, la interpretación apunta a un efecto donde alguien pueda conmoverse e
intentar modificar su situación.
El recurso de la mitad de una demanda es para decir que, primero, que cosa no es una
demanda. SI en tanto hablamos pienso en juego una dirección al otro y una espera de
algo respecto de so que ponemos en juego en dirección al otro. Entones, ¿cómo salir de
esta línea?: de hay la idea de que la interpretación, para poder apuntar al decir, no tiene
que ser una demanda completa. No puede dejar de tener elementos de la demanda.
A veces uno tiene que ir pudiendo localizar que es lo que está escuchando y ahí actuar.
La interpretación no tiene que ver con nada edipico, más bien la interpretación es solidaria
a una posición de escucha. Si nosotros estamos escuchando esperando llenar
casilleros, muy difícilmente produzcamos interpretaciones SISNO QUE PRODUCIREMOS
OTRO TIPO D EINTERVNEICOONES.
La interpretación tiene sentido si escuchamos dispuestos a la asociación libre,
dispuestos a escuchar eso que insiste, dispuestos a la repetición sino la interpretación
pasa a ser un discurso más.
La interpretación, en mi experiencia, son interpretaciones que no tiene que ver con el
contenido ni con el sentido a partir de cosas que la persona dice (esto lo dice la profe más
en relacion a su opinión y su experiencia). Por lo menos se abre un poco al sentido.
De nuevo, no es tanto la explicación sino el efecto que produce entonces si la persona se
conmueve ahí se puede pensar esto de la articulación de la trasferencia.

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