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CURSO INTRODUCTORIO

DE TEOSOFÍA

2013

Sociedad Teosófica en Costa Rica


“No hay religión más elevada que la Verdad”

Ana L. Howell Aguilar


Ma. de los Ángeles Orlich Soto
Ligia B. Montiel Longhi
CONTENIDOS

PRESENTACIÓN

¿QUÉ ES TEOSOFÍA?

BASES FUNDAMENTALES DE
LA TEOSOFÍA

CONSTITUCIÓN DEL SER


HUMANO

LEY DE EVOLUCIÓN

LEY DEL KARMA

LA MUERTE Y DESPUÉS

REENCARNACIÓN

EL CAMINO DE REGRESO

LA SOCIEDAD TEOSÓFICA

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PRESENTACIÓN

Bienvenidos al conocimiento que nos permite llevar una vida más coherente
(realmente inteligente), útil, llena de satisfacción y paz.

Se pretende con este estudio que emprenderemos:

 Encontrar un significado en nuestras vidas que nos permita no solo ser más
felices sino más compasivos con los demás.

 Poder dirigir la mirada hacia donde están las respuestas a los interrogantes que
nos hacemos sobre el Universo y nosotros mismos.

 Plantearnos una forma de recorrer la senda que conduce al corazón del


individuo, allí donde mora la Chispa Divina, Única, la cual nos ofrece las
respuestas a la Verdad.

 Lograr una mente abierta mediante la liberación paulatina de prejuicios e


ideas preconcebidas.

 Reconocer y llegar a eliminar los condicionamientos que impiden el paso de la


luz de la sabiduría que todos llevamos en nuestro interior.

 Observar nuestras acciones y deseos egoístas, e ir transmutándolos en


altruismo.

Todo esto nos conducirá, tarde o temprano, por el camino de la gnosis, del
descubrimiento de la fuente de sabiduría que todos llevamos en nuestro ser interno.

Las ideas que se presentarán a lo largo de este curso introductorio no deben tomarse
como verdades irrefutables o absolutas, ni como dogmas de fe, sino como hipótesis
que cada uno de ustedes es libre de aceptar o no.

Les invitamos a que no las rechacen sin antes experimentar y comprobar su validez.
Verán cómo ellas arrojan luz sobre muchos de los complejos problemas de la vida.

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¿Quiénes somos?
¿De dónde venimos?
¿Hacia dónde vamos?
¿Para qué estamos aquí?
¿Cómo y quién es Dios?
¿Cómo se formó el Universo?
¿Existe la muerte eterna?
¿Existen el cielo, el purgatorio, el infierno? ¿Existe el Destino?

La humanidad ha buscado siempre respuestas a estas grandes interrogantes, para lo


cual ha utilizado diferentes avenidas: la religión, la filosofía, la ciencia. Todas ellas
emplean sus propios métodos. La Teosofía responde también a estas inquietudes y, si
bien emplea muchos de esos métodos, tiene también sus propios procedimientos para
llegar a la verdad.

Las religiones tienen como método para la búsqueda de la verdad, la aceptación de


una autoridad, o revelación divina, que exige aceptación y fe ciega o dogmática. Esto
puede conducir a la intolerancia que se manifiesta en el fanatismo, además de
impedirnos buscar libremente la verdad.

La filosofía utiliza como método de búsqueda la deducción, va de lo general a lo


particular; se basa en conjeturas y depende de la exactitud de los propuestos básicos.
Su instrumento es principalmente la mente concreta, aunque el saber y el quehacer
filosófico contribuyen al desarrollo de la mente superior y la intuición. Su campo de
interés, al igual que en las religiones, es lo trascendente.

La ciencia, por otro lado, utiliza en su búsqueda el método científico, que es


inductivo, es decir, va de lo particular a lo general. Se plantea una hipótesis de
trabajo, se experimenta e investiga. Sus instrumentos son físicos, construidos por el
ser humano gracias a su mente concreta y sus cinco sentidos físicos.

Los grandes logros científicos obedecen a “chispazos” provenientes de la intuición. A


través de los descubrimientos científicos y de los planteamientos filosóficos y
religiosos, esas respuestas a veces parecen contradecirse.

Por su parte, la Teosofía investiga las causas de dichas contradicciones y la verdad


que tienen en común las respuestas que nos ofrecen, sin limitarse a una sola de ellas.
Las respuestas correctas no son contradictorias.

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Utiliza los métodos citados antes, pero sus respuestas se basan en el desarrollo de la
cualidad superior del alma humana, la intuición espiritual, para confirmar su certeza.

No admite la fe ciega, el fanatismo ni el dogma. Contempla la fe, pero como un don


resultante del desarrollo de la intuición, un desarrollo logrado a través de la
meditación y la disciplina espiritual, como la que presenta la práctica del yoga (Raja
Yoga).

Su campo de interés es muy amplio, contempla lo trascendente y lo inmanente, lo


perceptible en forma física y lo invisible. Estudia el Universo, el ser humano, como
microcosmos de aquel, y sus hermanos menores en los diferentes reinos.

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CAPÍTULO 1
Ligia Montiel Longhi

¿Qué es Teosofía?
No existe una definición de la Teosofía ni en la Constitución, ni en ningún
documento oficial de la Sociedad Teosófica. Acaso porque, al tratar de definir lo que
es este inconmensurable océano de Sabiduría, limitamos las posibilidades de la
intuición espiritual para ir más allá de las palabras.

Sin embargo, la Teosofía está asentada sobre bases firmes. Estos fundamentos o
principios no son de obligatoria creencia para nadie.

Esta sabiduría eterna, o la sabiduría-religión como también se le llama, es un cuerpo


de antiguas ideas. Algunas de ellas se encuentran en la raíz de diferentes religiones y
filosofías. Otras provienen de los descubrimientos científicos del pasado y del
presente, y de las intuiciones e investigaciones de hombres y mujeres que alcanzaron
la gnosis.

¿De dónde proviene el vocablo?

El término TEOSOFÍA está formado por los vocablos griegos Theos (Dios) y Sophia
(Sabiduría), es decir, “Sabiduría como la de los dioses”. Este término proviene de los
filósofos alejandrinos conocidos como Filaleteos, (palabra compuesta de
phil=amante y aletheia= verdad), los cuales datan del siglo III de nuestra era y fueron
los fundadores del sistema teosófico ecléctico; Ammonio Saccas y sus discípulos lo
utilizaron por primera vez.

Si damos crédito a lo que dice Diógenes Laercio, su origen es mucho más antiguo,
pues relaciona el sistema teosófico ecléctico con un sacerdote egipcio, Pot Amun,
durante los primeros tiempos de la dinastía Ptolemaica. El mismo autor nos dice que
el término es de origen copto y significa: “El que está consagrado a Amón, Dios de la
Sabiduría”. Es, pues, el equivalente a Brahma-Vidya (conocimiento de lo divino).

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El sistema teosófico ecléctico comprendía tres grandes creencias:

I. La Existencia de una deidad absoluta, inmanente en lo visible e invisible.


II. La Naturaleza inmortal del ser humano, por ser una radiación del Alma
Universal.
III. La Teurgia (theoi=dioses y ergein=obrar), o sea, en la obra o
manifestación divina.

Jacob Boehme (1575-1624), místico y teólogo luterano, utilizó, en algunas de sus


obras, el término teosofía. Sus escritos fueron de gran influencia para los esoteristas
del siglo XVIII.

A partir del siglo XIX, el término se ha utilizado con más frecuencia, en especial a
partir de Helena P. Blavatsky, sus obras y la fundación de la Sociedad Teosófica en
1875.

Con lo estudiado hasta aquí, podemos atrevernos a esbozar algunas posibles


respuestas a los perennes interrogantes de todo ser humano, entre ellos:

¿Quiénes somos y de dónde venimos?

Somos seres de procedencia y esencia Divina, Espíritus con diferentes estados de


consciencia. No somos “cuerpos con alma” sino “almas con cuerpos”.

¿Hacia dónde vamos?

Hacia la perfección del ser humano, a la realización de todas sus potencialidades


espirituales.

A ser “perfectos como el Padre que está en el cielo” (Mateo 5-48), gracias al
aprendizaje que obtenemos y a las experiencias en nuestras diferentes encarnaciones
y estados de consciencia. Al final “nos liberaremos de la rueda de encarnaciones” y
volveremos a nuestro primigenio estado, pero con una perfecta consciencia de lo que
somos realmente, de nuestro origen y nuestro ser.

Poco a poco, a través de este estudio, iremos ampliando nuestro conocimiento y


percepción de lo que es la Teosofía y de las respuestas que esta da.

Un teósofo dijo en una de sus obras:

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La Teosofía es ese océano de conocimientos que se extiende desde una orilla
de la evolución de los seres conscientes a la otra; insondable en sus partes más
profundas, ofrece a las mentes más eminentes la esfera de acción de mayor
ámbito y alcance, y, sin embargo, poco profunda en sus orillas, no abrumará
la comprensión de un niño.
El Océano de la Teosofía
W. Q. Judge

PARA REFLEXIONAR

¿Es el conocimiento teosófico nuevo o antiguo? Justifique su respuesta.

¿Le parece a usted que hay diferencias en los métodos de búsqueda que utilizan la
religión, la filosofía y la ciencia?

¿Le satisface realmente la vida que lleva?

¿Cree usted que el desarrollo científico y tecnológico del siglo presente está llenando
las insatisfacciones que tenemos?

¿Tiene su vida un propósito definido? ¿Cuál cree que es?

¿Con qué finalidad está buscando conocimiento?

¿Cuál es su percepción de la Teosofía?

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CAPÍTULO 2

Ana L. Howell Aguilar

BASES FUNDAMENTALES DE LA TEOSOFÍA


Helena P. Blavatsky

Helena Blavatsky nació en Rusia en 1831, en el seno de


una familia de nobles. Muy joven abandonó su hogar
para viajar por el mundo y buscar explicación a
muchos de los misterios que desde siempre la habían
inquietado.

En el prefacio de su libro Isis sin Velo, publicado por


primera vez en 1877, Blavatsky escribió lo siguiente:

Hace años, cuando en mi primer viaje por Oriente


visité sus desiertos santuarios, me preocupaban dos
cuestiones que sin cesar oprimían mi mente: ¿Dónde
está, QUIÉN y QUÉ es DIOS? ¿Quién vio jamás el
ESPÍRITU inmortal del hombre, para asegurar la
inmortalidad humana? (Blavatsky, 1991).

En esa búsqueda nos narra que trabó conocimiento con hombres de una gran
sabiduría y santidad de vida, quienes le ayudaron a comprender que “el Espíritu del
Hombre es una prueba de la existencia del Espíritu de Dios, así como una gota de
agua es prueba de la existencia de la fuente de donde procede” (Blavatsky, 1991).

Por vez primera, dice la autora,


…adquirí la seguridad de que la filosofía oriental sólo cabe en la fe absoluta e
inquebrantable en la omnipotencia del Yo inmortal del hombre. Aprendí que
esta omnipotencia procede del parentesco del espíritu del hombre con el Alma
Universal–Dios.

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Cuando un hombre mortal despliega facultades inmensas, domina las fuerzas
de la naturaleza y dirige la vista al mundo del espíritu, la inteligencia reflexiva
queda abrumada por la convicción de que si a tanto alcanza el Yo espiritual de
un hombre, las facultades del ESPÍRITU-PADRE han de ser
comparativamente tan inmensas en magnitud y potencia como el océano
respecto a una simple gota de agua (Blavatsky, 1991).

“¡Demostrad la existencia del alma humana por sus maravillosas facultades y


demostraréis la existencia de Dios!” (Blavatsky, 1991).

Aprendió, así, que los misterios no son tales, y se dirigió en espíritu al interior del
templo de Neit-Isis, en Sais, para levantar el velo de “la que fue, es y será”...

Esta fue la respuesta que obtuvo en lo más íntimo de su ser:

La Filia–Vocis, la hija de la voz divina, respondía


tras el velo desde el propiciatorio, y la ciencia, la
teología y toda hipótesis humana nacida de
conocimientos imperfectos, perdían para siempre
ante mis ojos su carácter autoritario. El Dios vivo
habló por medio del hombre su único oráculo. Estaba
satisfecha. Semejante saber es inapreciable y sólo ha
permanecido oculto para quienes lo desdeñan, lo
ridiculizan, o lo niegan (Blavatsky, 1991).

Blavatsky revive, para el mundo, este conocimiento


divino, herencia de toda la humanidad. Una
tradición de sabiduría que muchas veces ha tenido
que ocultarse por la incomprensión e intolerancia de
muchos pero que, de tiempo en tiempo, cuando ha
sido necesario para dar un impulso espiritual a la humanidad, sale nuevamente a la
luz tomando distintos nombres: La Filosofía Perenne, La Ciencia Esotérica, La
Religión-Sabiduría, La Gnosis, Brahma Vidya, Alquimia...

Se la encuentra en la raíz de todas las grandes religiones y filosofías, y sus ecos


resuenan aún en los antiguos mitos y leyendas de los pueblos.

Es la Sabiduría Divina o Teosofía, la que Gautama enseñó en la India, que Jesús

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compartió con los pescadores en Galilea y que Platón inmortalizó en sus obras.

La Doctrina Secreta

En 1881 fue publicada La Doctrina Secreta, la obra cumbre de Blavatsky, en la que


presenta una síntesis del conocimiento teosófico sobre la génesis del Universo y del
ser humano. Su base es un antiguo manuscrito al que ella llama el “Libro de Dzyan”.

Se trata, según sus palabras, de “un arcaico manuscrito, escrito en una colección de
hojas de palma, resistente al agua, el fuego y el aire”. Su contenido incluye los
registros de toda la evolución de la humanidad.

Con la ayuda e inspiración de sus maestros, fue descifrando y transcribiendo varias


de las Estancias que incluyó en los dos tomos de La Doctrina Secreta: Cosmogénesis y
Antropogénesis. Sus comentarios a cada una de estas poéticas Estancias, así como las
múltiples referencias que incluyó sobre las diversas religiones y filosofías de Oriente y
Occidente, y sobre la ciencia de la época, van mostrándonos un vasto panorama,
gracias al cual nos percatamos de sus raíces comunes; esto nos van conduciendo
hacia una nueva manera de contemplar el Universo con todo lo que contiene. De una
manera única, nos adentra en la historia evolutiva de la humanidad. Una historia,
nunca imaginada y menos aún relatada hasta entonces.

En uno de sus artículos posteriores, nos relata:

Intenté demostrar que el ÁRBOL DEL


CONOCIMIENTO, como la Verdad
misma, es Uno, y que aún
cuando difiera el follaje en forma y color, el
tronco, así como sus ramas principales,
pertenecen todavía a ese mismo Árbol
antiguo, a cuya sombra ha crecido y se
ha desarrollado la Filosofía (ahora
esotérica) religiosa de las Razas que
precedieron en la Tierra a nuestra
Humanidad presente.
Nociones equivocadas sobre la Doctrina Secreta
H.P. Blavatsky

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Principios fundamentales de la teosofía

Seguidamente, presentamos, para su consideración, una serie de postulados básicos


de la Teosofía, sin olvidarnos de recalcar que la Sociedad Teosófica mantiene como
uno de sus pilares esenciales la libertad de pensamiento. Por ello se insiste en que no
hay ninguna doctrina u opinión, sustentada por nadie, que sea de obligatorio
acatamiento. Nadie tiene el derecho de imponer su opinión o sus puntos de vista
sobre ningún tema, porque nadie es dueño de la Verdad. Tampoco los libros
teosóficos pueden ser considerados como revelaciones sino solamente como guías en
la búsqueda individual.

Esto no significa que no exista un cuerpo de conocimientos esenciales, que ha sido


corroborado por personas de un gran desarrollo espiritual a lo largo de la historia de
la humanidad, pero ninguno de ellos se considera dogma. Estos postulados básicos
han sido presentados de diversas maneras a través del tiempo, pero su esencia sigue
siendo la misma.

En 1875, con la fundación de la Sociedad Teosófica, se hizo un esfuerzo por parte de


aquellos que habían sido los guardianes de este conocimiento para ofrecer al mundo
una síntesis estupenda de muchos de estos postulados.

Helena Blavatsky aceptó llevar a cabo esta tarea en servicio a la humanidad y trabajó
arduamente hasta su muerte, para dejarnos escritas las enseñanzas que recibió. Por
primera vez, el mundo tendría reunida una serie de conocimientos esenciales que
darían a la humanidad una visión única no solo sobre su origen divino, sino también
sobre el glorioso futuro que le aguarda. Estos conocimientos, sin embargo,
constituyen tan sólo “la punta del velo” que guarda celosamente, de la mirada del
mundo egoísta, el cúmulo de sabiduría al que tiene derecho el ser humano, que se
eleve en espíritu y altruismo sobre el común de los mortales.

¿Estamos dispuestos a ir en pos de esta sabiduría?

¿Qué nos motiva a hacerlo?

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En el Proemio de La Doctrina Secreta, aparecen tres proposiciones fundamentales que
forman los cimientos sobre los cuales se levanta este conocimiento:

Las Tres Proposiciones Fundamentales

1. “Un Principio Inmutable, Ilimitado, Eterno e Omnipresente”, el cual es la


“Realidad Única Absoluta”.

2. La Eternidad del Universo, in toto como un plano ilimitado, periódicamente


“escenario de innumerables Universos, incesantemente manifestándose y
desapareciendo”.

3. La identidad fundamental de todas las Almas con el Alma Suprema Universal,


siendo esta última un aspecto de la Raíz Desconocida; y la peregrinación
obligatoria para cada Alma a través del Ciclo de Encarnaciones o de Necesidad,
de acuerdo con la Ley Kármica y Cíclica.

Primera Proposición Fundamental

Señala la existencia de “Un Principio Absoluto, Omnipotente, Ilimitado y


Eterno”, que está más allá de la comprensión de nuestra mente, y sobre el cual toda
especulación es inútil pues nuestro lenguaje solo puede limitarlo.

A pesar de ser incomprensible para nuestra mente, es, sin embargo, el más elevado
objeto de búsqueda por parte del ser humano.

“...el más elevado Arcángel, después de todo,


tiene que humillarse en su ignorancia,
ante el soberano misterio del Absoluto…
lo Finito no puede concebir lo Infinito...”

La Doctrina Secreta

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De este Principio Absoluto se dice que:

* Es la Raíz sin raíz de todo lo manifestado

Lo que significa que es la Fuente de toda materia, de toda energía, de toda


consciencia, de toda ley universal, de todo ser o existencia en el Universo, y del
Universo mismo.

Es Eternidad, que lleva en sí la raíz del tiempo. Es Espacio sin límites, que contiene
la raíz del espacio como lo conocemos. Es Consciencia absoluta no condicionada y,
al mismo tiempo, la raíz de toda consciencia condicionada en el Universo. Su esencia
misma, sin embargo, no tiene raíces en nada anterior.

* Es la Causa sin Causa del Universo y de sus criaturas

A pesar de no tener causa en nada anterior, esta Totalidad Absoluta es la causa del
origen y el fin del Universo y sus criaturas.

*Es a la vez un Vacío y un Pleno

Un vacío aparente para todo ser condicionado y limitado, pero, al mismo tiempo, es
el contenedor ilimitado de toda posible o potencial manifestación fenomenal.

*Es trascendente e inmanente

Existe en un eterno ahora, más allá del espacio y del tiempo como los conocemos, a
la vez que se halla presente en cada partícula del Universo manifestado.

En estas palabras de Sri Krishna, en el Bhaghavad Gita, podemos apreciar la


inmanencia y la trascendencia de este Absoluto:

“He impregnado todo este Universo


con un fragmento de mi Ser,
y sin embargo, Yo permanezco”

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*Es la VIDA UNA, eternamente pulsante aún en los período de no manifestación
del Universo

VIDA que todos compartimos, que no surgió por azar, ni es producto de la materia
como la conocemos. VIDA que es increada y eterna, que se encuentra presente hasta
en la más ínfima partícula del Universo y de lo que llamamos materia en sus
diferentes manifestaciones. Esto es, no solo la materia física que conocemos sino
materia en diversos grados o estados, desde el estado más sutil, casi espiritual,
pasando por diversos campos u organizaciones vibratorias, hasta el estado más denso
del plano físico.

Por tanto, no es exclusiva de lo que consideramos como seres vivos.

La siguiente cita de La Doctrina Secreta resume, de manera significativa, esta idea de


la Vida Una, Eterna y Palpitante:

“La Forma Una de Existencia, sin límites, infinita, sin causa,


se extendía sola en sueño sin ensueños,
y la Vida palpitaba inconsciente en el Espacio Universal...”

La Doctrina Secreta
H.P. Blavatsky

PARA REFLEXIONAR

¿Qué implicaciones vemos en relación con estos conceptos?

¿Cómo entender eso de ser a la vez un Vacío y un Pleno?

Al postularse que es el origen de toda conciencia condicionada, ¿será que está


implicando que todo en el Universo tiene conciencia?

¿Qué significa para nosotros esa inmanencia divina? ¿En qué se distingue este
concepto del Panteísmo empleado por algunas religiones?

¿Podemos ver alguna diferencia entre el concepto de la Vida como se presenta aquí y
los planteamientos científicos modernos sobre el posible origen de la vida en nuestro

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planeta, y respecto a lo que se considera materia muerta o inerte? ¿Qué podemos
decir acerca de eso?

¿Qué visión del Universo, de nuestro Sistema Solar, de nuestro Planeta, de nosotros
mismos y de los animales y plantas con los que compartimos el planeta nos da todo
lo anterior?

Vamos a resumir algo de lo visto:

Tenemos, entonces, que esta primera Proposición que plantea la Teosofía nos habla
de una Realidad Absoluta que precede al Universo.

Esta Realidad, llamada también la Vida Una, el Absoluto, la Seidad (la esencia de
ser), se dice que es la Fuente de todo lo que conocemos en el Universo: de la
Conciencia, de la Materia, de la Energía, de las Leyes mismas del Universo y de
todos los seres que en él evolucionamos.

Esta Realidad es trascendente y, a la vez, inmanente, o sea, se halla presente en cada


partícula del Universo pero no queda limitada en él, sino que está más allá del
mismo. En otras palabras, esa Realidad divina es más que la suma de sus partes.

Si está presente en todo, quiere decir que todo lo que existe participa de su misma
esencia divina; que todo está interrelacionado y, por tanto, forma una sola Unidad en
su esencia, aunque su apariencia sea tan diversa como las innumerables formas que
evolucionan en el Universo.

La Unidad en todo

Pero la Filosofía Esotérica va aún más allá al afirmar que toda la Existencia es una
sola cosa. No se trata de una adición o suma de partes, sino de una Totalidad.

Esto da sustento a la Enseñanza de la Unidad Fundamental de todo cuanto existe.


Unidad en su esencia, diversidad en su forma y en sus estados de consciencia.

Pero hay, además, otras enseñanzas que se derivan de esta primera proposición
fundamental:

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La Vida antecede a la forma

Resulta entonces que la Vida precede a la forma, y no al contrario. La Vida,


entonces, no es el resultado de la evolución biológica, aunque sus manifestaciones,
cada vez más y más organizadas, sí lo sean. De manera que, cuando una forma
muere o desaparece, la vida que alberga no desaparece con ella, sino que pasa a otro
estado.

Otra enseñanza que podemos derivar de esta proposición es que todo en el Universo
es consciente, aunque esa consciencia se manifiesta de diversas maneras. No es lo
mismo la consciencia que se puede expresar en una planta, por ejemplo, a la que se
expresa a través del ser humano.

REFLEXIONE SOBRE ESTE PRINCIPIO ESENCIAL DE LA UNIDAD

¿Qué significado puede dar a la afirmación: la existencia es una sola cosa?

¿Podríamos plantearnos, entonces, que la Hermandad entre todos es un hecho?

Si esto es así ¿por qué razón no podemos vivir esa Hermandad?

¿Por qué nos matamos unos a otros? ¿Por qué destruimos los bosques, matamos a los
animales, ensuciamos el planeta y su atmósfera?

¿Qué es lo que nos frena de reconocer y vivir esa Unidad, esa Hermandad?

¿Qué le parece la expresión de que todo en el Universo tiene una conciencia? ¿Quiere
decir, por lo tanto, que existe hasta en un átomo? Por consiguiente, ¿está todo vivo
también, hasta la llamada materia inorgánica?

Hemos estado hablando del Universo así que es hora de presentar algunos postulados
que ofrece la Teosofía sobre cómo se ha originado.

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Origen del Universo

Lo primero que vamos a considerar es que el Universo no surgió por un acto de


creación a partir de nada, sino más bien se trata de la manifestación de algo que está
potencialmente presente dentro de Aquel Absoluto (el Contenedor de todo lo que fue,
es o llegará a ser), dentro de aquel Vacío Pleno.

El Universo va a surgir desde el plano de lo no manifestado hasta el plano objetivo o


manifestado. De manera que lo que comúnmente se ha llamado la “creación del
mundo”, es, según la Filosofía Esotérica o Teosofía, un proceso ordenado de
reemergencia gradual de cosas, formas y seres que tienen su existencia desde antes
en el Pensamiento Divino.

Este proceso de desenvolvimiento progresivo, es gobernado por una ley universal, la


Ley de Evolución. Vemos, de esta forma, que el proceso de manifestación y posterior
evolución lleva en sí mismo un ordenamiento.

La palabra evolución tiene su origen en el término latino evolvere, que significa


desenvolver. Se trata, pues, de un desenvolver de algo, de algo que ya estaba antes
pero que no se había manifestado.

Este desenvolvimiento, dice la Teosofía, es progresivo y afecta a cada una de las


cosas en el Universo, tanto a los mundos como a los átomos, tanto a las formas como
a la consciencia que mora en ellas; y, como dice en la Doctrina Secreta, “este
maravilloso desenvolvimiento no ha tenido principio concebible, ni fin imaginable”.

Quiere decir que esta evolución progresiva no afecta solamente a las formas, sino
también a la consciencia que mora en todas ellas. De esta manera, la Vida Divina se
manifiesta cada vez con más esplendor y fuerza por todo el Universo.

Esto nos abre la puerta a otra estupenda idea: la manifestación del Universo tiene un
propósito. Este propósito, según lo anterior, parecer ser la evolución de la
consciencia.

Este proceso evolutivo ocurre de adentro hacia afuera, desde los planos más
internos, los más cercanos a la Realidad Absoluta, hasta los más externos; y es la
consciencia, o la parte espiritual de la manifestación, la que empuja, por así
decirlo, el desarrollo de formas más y más perfectas y responsivas a la misma
conciencia espiritual para su mayor expresión.

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Lo cual nos indica que la evolución es guiada por una Inteligencia interna que
ordena todo el proceso desde el comienzo mismo hasta su meta final. Todo llega a
ser como debe ser, según este propósito interno.

Usted puede buscar lo que el profesor David Bohn (1917-1992), físico cuántico,
propuso sobre un orden “implicado”, no percibido o invisible, en el trasfondo de todo
lo que sucede en el Universo, en el trasfondo de los fenómenos “explicados”. Trate
de establecer una comparación con esto que hemos visto.

La Teosofía señala la existencia de una Jerarquía de fuerzas y poderes que está


involucrada en todo el proceso de manifestación del Universo. En casi todas las
religiones se mencionan estos poderes inteligentes, a los que se les han dado diversos
nombres: Dhyani Buddhas, Ángeles, Deva, etc.

¿No es acaso un maravilloso panorama el que nos va presentando la Teosofía?

¿No nos llena acaso de una gran esperanza el saber que existe un orden divino
inteligente que se expresa por todas partes (empleando conceptos platónicos) en
“Belleza, en Bondad y Verdad”?

Veamos ahora lo que la Teosofía plantea sobre el proceso que lleva a la formación
del Universo y sus mundos.

La manifestación se inicia a partir de una radiación o reflexión que surge desde la


Realidad Única.

Esta radiación que surge desde lo Absoluto, y que comparte su propia esencia divina,
es a lo que llamamos en Teosofía el Primer Logos. Este es el Espíritu del Universo,
la más elevada consciencia del Universo, el Pensamiento Divino, que se expresará
luego en la Palabra o Verbo manifestado. Es llamado también el Germen Universal,
la Semilla que contiene, por así decirlo, el plan del futuro Universo. Se le da también
el nombre de la Causa Primera, pues conlleva en sí mismo la potencialidad de todo lo
que vendrá a la manifestación.

Es un centro de consciencia que irradia desde el Absoluto, es el Padre Oculto que


constituye la raíz espiritual de todos los seres y que en el ser humano corresponde a
nuestro espíritu inmortal, nuestro Atman.

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Esta Semilla Divina se expresa en un segundo movimiento o cambio de estado, como
la Luz que impregna a la materia eterna (presente desde el comienzo), con el plan
del Universo para un nuevo período de actividad.

Ahora constituye una dualidad, una dualidad que, sin embargo, nunca va a estar
separada: Espíritu o Consciencia (aquella Luz Divina,) y Substancia o Materia. Este
es el Segundo Logos - la Sabiduría Universal; El Padre-Madre de todo cuanto existe
y que en el ser humano se manifiesta como la Intuición espiritual y el principio de la
Compasión. Es el Alma Universal, el contenedor del Espíritu Universal y en
nosotros, el segundo aspecto de nuestra constitución septenaria: Buddhi, el
receptáculo de Atman que juntos forman la mónada, Atma-Buddhi.

En las bellas palabras de La Doctrina Secreta, se dice que ambos, Padre y Madre,
conciben un Hijo, el Logos manifestado, la Palabra o el Verbo hecho carne del
Evangelio de Juan. El Tercer Logos, la suma de todas las inteligencias y poderes que
ponen en acción el plan para aquel universo. El Alma del Mundo.

Este tercer aspecto reúne a los anteriores en sí mismo y constituye la luz del mundo,
la vida manifestada, la inteligencia en acción. Se le conoce también como Mahat, la
Mente Universal, el Pensamiento Divino en acción. El Logos Cósmico manifestado.

Este tercer aspecto es con el que inician la mayor parte de las cosmogonías del
mundo la obra de la “creación”.

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,


y el Verbo era Dios.

Todas las cosas fueron hechas por medio de Él,


y sin Él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.

En Él estaba la Vida, y la Vid era la luz de los hombres.


La luz que en las tinieblas resplandece...
Juan I-1

Quizás se ha preguntado la razón de que en los relatos cosmogónicos del mundo


exista esta referencia a una palabra o sonido primordial. Usted puede buscar estas
historias, por ejemplo, en el Popol Vuh, libro sagrado de los antiguos mayas.

Es muy significativo que una de las nuevas teorías sobre origen del Universo que
postula la ciencia señale que, en los primeros instantes después del Big Bang, se
formaron lo que ellos llaman “cuerdas vibratorias”. Estas cuerdas, según esta teoría,

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son minúsculos hilos de energía y constituyen los componentes básicos (e idénticos)
de todo el Universo, desde la más ínfima partícula a la más lejana estrella. Así como
las cuerdas de un violonchelo pueden crear una gran variedad de notas musicales,
estos hilos de energía, al vibrar de diferentes maneras, originan todos los compuestos
de la naturaleza, con lo que se crea una sinfonía que resuena al compás de estos
minúsculos hilos de energía. Esta teoría nos presenta una imagen completamente
nueva del Universo desde el punto de vista científico, no así desde la perspectiva de la
Sabiduría Antigua.

Es de esta manera, dicen los físicos modernos, como una cuerda de estas tendrá la
misma composición básica pero distinta vibración, ya se trate de un electrón o de un
protón. Lo mismo ocurre con los compuestos moleculares y, en última instancia, con
todas las formas que conocemos.

Usted puede investigar otros planteamientos, por ejemplo, el de Pitágoras sobre la


música de las esferas.

A partir de este punto en que se manifiesta el Tercer Logos, la Mente Universal,


comienza la obra de diferenciación del nuevo Universo, que procede como una
cascada o emanación, en la cual materia y espíritu, los dos polos de aquella unidad
primordial, llevarán a cabo juntos un viaje evolutivo cuya meta consiste en el
desarrollo de más y más consciencia.

El Universo como un todo y las criaturas que forman parte del mismo, desenvolverán
progresivamente la consciencia, y manifestarán más y más sus capacidades y poderes
espirituales.

En este descenso inicial, el espíritu va quedando aprisionado por la materia que, a su


vez, se vuelve cada vez más densa a medida que procede la manifestación. Así se van
constituyendo diferentes niveles en el Universo, a los que se les ha dado el nombre de
planos o campos energéticos.

En nuestro sistema solar existen, al menos, siete campos de estos, por lo que decimos
que es un sistema septenario. En estos planos o campos encontramos materia en
diferentes estados vibratorios, desde lo más sutil, el plano más parecido al de la
materia homogénea, hasta el más denso, el plano o campo de la materia física como
la conocemos.

Ahora viene la pregunta que todos nos hacemos en un momento u otro: ¿por qué de
todo esto?

21
Puesto que la causa última está en el Absoluto, no podemos saber la razón final de
todo este grandioso proceso. Pero lo que sí podemos percibir es el propósito
manifiesto en el mismo. Este propósito es, como señalamos anteriormente, el
desarrollo de más y más consciencia.

Aquella consciencia espiritual que inicia su viaje evolutivo es una consciencia


incondicionada, que no se ha relacionado aún con nada. Es como un potencial no
desarrollado que irá adquiriendo experiencia y despertando a su contacto con la
materia y sus diversas formas, con el fin de poder funcionar en los distintos planos del
Universo y manifestar todas las potencias de su origen divino.

Durante este proceso ha de pasar necesariamente por la etapa humana, etapa en que
se manifiesta como autoconsciencia y consciencia reflexiva.

Más allá de la humanidad, esta consciencia se manifiesta en las más elevadas


Jerarquías de poderes del universo, aquellas entidades que, al haber sobrepasado la
etapa humana en anteriores universos o sistemas de mundos, y al haber desenvuelto
los poderes divinos, cooperan con el Logos en la vasta obra de supervisar y ejecutar
todo el plan de nuestro universo. Ellos son quienes encarnan las leyes divinas, son los
arquitectos y constructores, las más elevadas inteligencias del cosmos, servidores
voluntarios del Altísimo en su maravillosa obra.

Segunda Proposición Fundamental

Ciclos de manifestación y de reposo

Habíamos dicho que lo primero que íbamos a considerar en este proceso de


manifestación del Universo es que no obedecía a un acto de creación a partir de nada,
sino, más bien, que se trataba de la manifestación de algo que ya estaba presente,
pero no manifestado, en el Pensamiento Divino.

La segunda cosa que vamos a considerar con respecto a la manifestación del


Universo es que este proceso ocurre a intervalos regulares desde toda la eternidad.

22
La doctrina esotérica enseña, lo mismo que el budismo y el
brahmanismo, y aún la Cábala, que la Esencia una, infinita y
desconocida existe desde toda eternidad, y que es ya pasiva, o ya activa
en sucesiones alternadas, armónicas y regulares.
La Doctrina Secreta
H.P. Blavatsky

En otras palabras, la expresión de esa Realidad pasa por períodos alternos de


manifestación y recogimiento, como si se tratara de una respiración, en la cual una
espiración trae un Universo a la manifestación, mientras que una inspiración recoge
de nuevo todas las cosas para llevarlas a su estado anterior de homogeneidad y
reposo, dentro de aquella Totalidad. En otras palabras, hay una alternancia de
períodos de actividad seguidos de períodos de reposo.

Este ha sido un proceso sin comienzo ni fin imaginable.

“Este proceso ha tenido lugar desde toda eternidad,


y nuestro Universo presente es solamente uno de la serie infinita
que no ha tenido principio ni tendrá fin (…)
Cada Universo es hijo del anterior.”
La Doctrina Secreta
H.P. Blavatsky

A la alternancia de estos ciclos de manifestación y recogimiento, se les conoce


poéticamente como los Días y Noches de Brahma.

¿Qué dice entonces la Segunda Proposición de la Doctrina Secreta?

Señala que no solo esta alternancia rítmica (como la de una respiración, o como la
del “flujo y reflujo de las mareas”) afecta al Universo entero, sino a cada cosa que
tiene su ser en él: las Galaxias, los sistemas solares, los mundos, los seres…

Según esto, todo el Universo manifestado, su materia y sus criaturas se expresan


cíclicamente, y alternan períodos de no manifestación o reposo, en los que la Vida
está en un estado latente, misterioso, potencial, con períodos de manifestación o
expresión, en los que la vida está activa, expresada, diferenciada.

23
“...alternativas tales como Día y Noche, Vida y Muerte, Sueño y Vigilia, son
hechos absolutamente fundamentales de la naturaleza”.
La Doctrina Secreta
H.P. Blavatsky

Vivimos en un Universo de leyes

Hay una Ley Universal que gobierna estos períodos de reposo y actividad a la que
llamamos la Ley de Periodicidad, o Ley Cíclica.

La vamos a ver expresada también en el proceso que llamamos reencarnación, sobre


el que nos vamos a referir en un tema aparte.

De manera que podemos ver expresada aquí la existencia de un orden rítmico, o


Periodicidad, que se manifiesta en la naturaleza como los procesos cíclicos del
Universo y que imparte al Universo la Armonía que vemos expresada por doquier.

Pero, además, vemos que:

Nuestro Universo no ha sido el único, sino uno más de un número infinito, en un


proceso que no ha tenido principio, ni fin imaginable.

Planteamiento de que la Ciencia sobre el origen del Universo y una de las hipótesis
sobre su fin

Este es un planteamiento que concuerda con lo que algunos físicos de nuestro tiempo
han intuido e, incluso, unos pocos han demostrado matemáticamente. Ellos plantean
que el Universo que vemos se originó a partir de una gran explosión: el Big Bang; que
en el principio todo se hallaba contenido en una Singularidad de densidad infinita, la
cual sufrió una rápida expansión inicial seguida de una violenta explosión, para dar
inicio a la organización de todo lo que nos rodea.

Los científicos que estudian cómo será el fin del Universo señalan, entre otras
posibilidades, que cuando el Universo llegue a un punto en el que la velocidad de
propulsión, producto de aquella explosión, llegue a ser menor que la fuerza de
gravedad, todo se irá recogiendo nuevamente, hasta que se alcance el estado inicial
de Singularidad. Algunos físicos teóricos han logrado comprobar, mediante un
modelo matemático, que otro universo surgirá nuevamente a partir de esta nueva
Singularidad y que este proceso posiblemente se ha llevado a cabo eternamente.

24
La Teosofía señala que cada Universo es Hijo del anterior. La Causa que
engendrará a su progenie y, a su vez, el efecto del anterior.

En otras palabras, existe una Ley Eterna dentro de aquella Totalidad, que enlaza un
universo con el siguiente. Esta ley es la Ley de Causalidad conocida también como
Ley de Causa y Efecto, o Ley de Armonía Universal:

Cuando una acción o una causa cambia el equilibrio o la armonía, estos tenderán a
restaurarse a través de un efecto, lo cual produce una cadena sin fin de causas y
efectos dentro del Universo, que generan una experiencia acumulada, que se revierte
en el siguiente Universo.

A esta ley la conocemos también como ley del karma, la cual, al actuar en todo nivel,
tendrá implicaciones en nuestras vidas. Nosotros la conocemos sobre todo por sus
alcances en el plano moral, cuando actuamos en contra de la ley de la armonía o en
contra de la fraternidad. Pero también es una ley retributiva de las injusticias y por
eso se la conoce como la gran ley de Compasión y la ley de Justicia Universal.

De manera que el Universo no es producto de la casualidad sino de una Causa


Infinita y eterna, una Esencia divina que periódicamente se manifiesta.

Pero, además, está gobernado por leyes universales que podemos ver expresadas en
nuestras propias vidas.

El nuestro es un Universo Vivo permeado por la Justicia, la Compasión, el Orden


y la Inteligencia Divinos.

PARA REFLEXIONAR

¿Había pensado en el karma como una transgresión a la armonía, a la unidad?

Hasta aquí hemos mencionado varias leyes universales. ¿Podría usted señalarlas?

¿Podría explicar, con sus palabras, de qué manera ve expresadas esas leyes en su
vida?

Piense usted en varios ejemplos en los que puede ver expresada esta alternancia de
actividad y reposo: en sus propias vidas, en los procesos corporales, en el planeta.

25
Si la reencarnación fuera cierta, ¿qué consecuencias prácticas le parece a usted que
puede tener este conocimiento para los seres humanos?

¿Qué implicaciones prácticas puede usted ver respecto a:


la Unidad de la Vida
la Ley de causa y efecto
la Ley de periodicidad
la Ley de evolución?

FOHAT

Fohat es uno de los más interesantes, y a la vez más misteriosos, caracteres de la


Ciencia Esotérica por su gran complejidad y variedad de funciones. No vamos a
referirnos en este curso introductorio a todas ellas, sino solo a aquellas que son
esenciales para llevar luz a este maravilloso proceso de manifestación del Universo.

Habíamos señalado que Espíritu y Materia están siempre unidos en la manifestación,


pues son los dos polos de la misma Realidad Una. Pues bien, el lazo del que resulta
esa unión es precisamente esta energía dinámica, que, como Eros, dios de la
mitología griega, está siempre atrayendo a los opuestos. Este tercer elemento es una
especie de “puente” por medio del cual la ideación del Pensamiento Divino queda
impresa en la Substancia Cósmica como Leyes de la naturaleza.

La otra función, que vamos a ver brevemente, es la de su propio dinamismo.


Podemos decir que, gracias a Fohat −que también es denominado la energía del
pensamiento divino−, la materia que estaba en un estado homogéneo y pasivo vuelve
a la vida, infundida por esa energía, y despierta a un nuevo ciclo de manifestación.

Fohat juega un papel esencial en toda la manifestación, puesto que se trata de la


energía dinámica del Pensamiento Divino, la fuerza o poder de este Pensamiento, y
es, por tanto, un medio inteligente utilizado por los numerosos Poderes que
participan en el diseño y construcción del Universo: los Arquitectos y Constructores
del mundo, la jerarquía de poderes e inteligencias que conducen la manifestación del
Universo.

26
Pero Fohat no solo actúa a nivel macrocósmico, sino que es, además, “el principio
vivificador que electriza cada átomo o partícula de materia, para ponerlo en
actividad”.

De esta manera, inicia Fohat la gran obra de diferenciación de la materia conducida


por las Poderosas Inteligencias Cósmicas.

Ahora bien, Fohat es de naturaleza triple: es energía creadora, energía sustentadora


de vida y energía regeneradora.

Como energía creadora (denominada también Fohat), o energía divina, inicia el


nuevo ciclo de manifestación y pone en acción la diferenciación de la materia en sus
diversos planos o campos vibratorios.

Como energía sustentadora de vida (denominada Prana), mantiene la actividad del


universo, y promueve la organización de la materia en formas.

Por último, como la energía regeneradora (denominada Kundalini), lleva a su fin una
forma y transforma la materia para una mayor expresión de la conciencia espiritual.

Sobre esto vamos a volver en el capítulo Ley de Evolución.

Las Jerarquías “creadoras” del Universo

Ya hemos mencionado la Jerarquía de Poderes Inteligentes que fungen como los


arquitectos y constructores del Universo.

Ellas son las fuerzas inteligentes que guían el proceso de manifestación y que trabajan
en la construcción de las formas. También mencionamos que algunas de tales
Potestades velan por el cumplimiento de las llamadas “leyes de la naturaleza”.

La Doctrina Secreta se refiere a estas Jerarquías de Inteligencias:

“Los más elevados en su desarrollo han pasado ya hace mucho por la etapa humana
como nosotros estamos ahora, los menos, son aún humanos incipientes, y no han
alcanzado aún nuestra etapa”.

27
Esto nos lleva a considerar la Tercera Proposición de la Doctrina Secreta. Vamos a
señalar algunos principios fundamentales que se derivan de esta proposición. Vamos
a ir desglosándola para su mejor estudio, pero usted puede leerla completa y repasarla
tal como viene en la Doctrina Secreta, al final de este capítulo.

Tercera Proposición Fundamental

Esta tercera proposición postula:

La identidad fundamental de todas las Almas con el Alma Suprema Universal,


siendo esta última un aspecto de la Raíz Desconocida; la peregrinación
obligatoria para todas las Almas, destellos suyos, a través del Ciclo de
Encarnación, o de Necesidad, conforme a la Ley Cíclica y Kármica, durante
todo el término de aquél... (Blavatsky, 1991).

La primera parte nos recuerda lo que ya hemos visto al estudiar la primera


proposición: todos somos idénticos en esencia: Hijos del mismo Padre-Madre (esa
Alma Suprema Universal, proveniente, a su vez, del Absoluto, la Raíz Desconocida
de todo cuanto existe) y, por tanto, Hermanos.

La segunda parte nos remite a la segunda proposición al recordarnos que todos


estamos evolucionando, el Universo y sus criaturas, y que este proceso se lleva a cabo
cíclicamente. Este sendero evolutivo es un peregrinaje conducido por leyes divinas
surgidas desde el comienzo del universo.

...ninguna Alma Divina puede tener una existencia consciente independiente,


antes que la chispa que brotó del ALMA SUPREMA UNIVERSAL, haya
pasado por todas las formas elementales pertenecientes al mundo fenomenal...y
adquirido la individualidad, primeramente por impulso natural, y después por
los esfuerzos propios conscientemente dirigidos y regulados por su Karma,
ascendiendo así por todos los grados de inteligencia desde el Manas inferior
hasta el superior; desde el mineral y la planta al Arcángel más santo (Blavatsky,
1991).

También podemos dividir este párrafo en dos partes:

28
La primera nos presenta lo que podríamos llamar el propósito de la evolución. Nos
dice así, que la meta para cada alma divina en este ciclo en el que estamos, es
alcanzar una existencia consciente independiente.

¿Qué significa esto? Sabemos que los seres humanos poseemos una consciencia
distinta de la de los animales; en nosotros se da lo que llamamos la consciencia
reflexiva. Es decir, una consciencia que nos capacita para hacer elecciones, que nos
permite buscar nuestros orígenes, conocernos a nosotros mismos, o al menos tratar de
hacerlo, plantearnos preguntas tales cómo cuál es mi propósito en la vida? ¿Por qué
existe este maravilloso Universo? ¿Por qué estoy sufriendo?, etc.

Para llegar a este estado de desarrollo de la consciencia (lo que llamamos el estado
humano), es necesaria la evolución, pues a través de ella, es como experimentamos,
aprendemos, nos vamos haciendo más y más humanos cada vez. Pero alcanzado el
estado humano, hemos de llegar a una meta y esa meta es lograr como humanidad
una existencia consciente independiente.

¿Qué significa eso? Significa llegar a comprender lo que somos en verdad. Que
nuestro origen no solamente es divino sino que ese mismo origen lo comparten
todos los seres humanos, los animales, las plantas, los minerales, en fin, todo lo
que conforma este vasto Universo. Llegar a reconocernos como uno con todos
requiere que pasemos por un proceso de quitarnos los velos que nos impiden ver
esa realidad, esa luz que todos llevamos adentro.

¿En qué consisten esos velos o impedimentos?

¿De dónde surgen esos velos que nos ocultan la realidad de lo que somos?

¿Cómo lidiar con esos impedimentos?

Vamos a reflexionar un poco sobre nosotros mismos:

¿Podemos decir que nuestro pensamiento es independiente, que somos capaces de


llevar a cabo siempre las elecciones correctas de modo que no causen sufrimiento a
los demás ni al planeta en general? ¿Podemos decir que somos enteramente
conscientes de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos, de nuestras acciones,
que somos entidades independientes?

¿Qué pasa con los condicionamientos que llevamos? ¿Con esos surcos trillados por
dónde discurren nuestros pensamientos? ¿Acaso estamos libres de prejuicios, de ideas

29
preconcebidas? ¿Acaso la cultura en la que vivimos no tiene una influencia fuerte
sobre nosotros? Piense en usted mismo, en sus experiencias.

Vemos entonces que, aunque tenemos en nosotros ese gran potencial, todavía no
sabemos emplearlo conscientemente y muchas veces ni siquiera sabemos que lo
tenemos.

Ahora viene la segunda parte de este párrafo, cómo se va dando este proceso.

Se plantea una escala evolutiva en la cual el espíritu o la consciencia se va expresando


más y más, hasta que se llega a ese estado de existencia consciente independiente, al
mismo tiempo que las formas por las cuales va pasando y experimentando se van
perfeccionando cada vez más para su apropiada expresión.

Se dice que al principio esa evolución es guiada por impulso natural, o sea, por las
leyes evolutivas de la naturaleza, un proceso de movimiento hacia delante que no
puede ser revertido (por eso es un peregrinaje obligatorio); pero llega un momento
en que se alcanza cierto estado de desarrollo de la consciencia, en que nos
percatamos de nuestra responsabilidad en todo el proceso, en que comenzamos a
liberarnos de lo que retrasa nuestra evolución y de lo que podemos hacer para
acelerarla, para independizarnos del lastre acumulado por muchas encarnaciones.
Nos damos cuenta de que ahora todo depende de nosotros mismos, de nuestros
“esfuerzos propios, conscientemente dirigidos” (aunque regulados por nuestro
Karma).

En otras palabras, llega un momento en el desarrollo del ser humano en que el


individuo puede acelerar su evolución y comienza a tomar acciones dirigidas
conscientemente hacia esa realización: quién es en verdad. Reconoce finalmente su
esencia, su procedencia y su identidad con todos los demás seres

Esto se verá en detalle en otras secciones del curso.

30
Ahora, lea y reflexiones sobre las siguientes frases:

“...el final de toda nuestra exploración


será llegar donde comenzamos
y conocer el lugar por primera vez”.
Little Gidding
T. S. Eliot,

“Nadie puede recorrer el sendero sin convertirse en el sendero mismo”


La Voz del Silencio
H.P. Blavatsky

Esta frase tiene relación con la parte final de la tercera proposición:

La Doctrina fundamental de la Filosofía Esotérica no admite en el hombre


ni privilegios, ni dones especiales, salvo aquellos ganados por sí mismo,
por esfuerzo y mérito personales a través de una larga serie de
metempsicosis y reencarnaciones (Blavatsky, 1991).

Este párrafo nos hace reflexionar mucho, pues la Teosofía plantea una visión
diferente a lo que la mayoría de las religiones enseñan respecto a lo que han llamado
la “salvación”.

Aquí se nos plantea que no existen privilegios para nadie ni dones que no sean los
ganados por uno mismo en este camino, por tanto los esfuerzos han de ser personales
lo mismo que el recorrido.

¿Y hacia dónde se dirige ese sendero si no es hacia el interior de nosotros mismos? Es


allí donde se halla un rayo del divino fuego, de la chispa divina que un día, hace un
tiempo casi ilimitado, inició un descenso en la materia para adquirir “consciencia
independiente e individual”, consciencia de sí, de lo que realmente es, de su origen,
de su divina esencia, de sus potencialidades para convertirse en colaborador de la
naturaleza, de su hermandad con toda la existencia.

Blavatsky termina este maravilloso párrafo mostrándonos que el recorrido es del


alma, no del cuerpo ni de la personalidad, pues estos son pasajeros.

Mediante la reencarnación, el alma acrecienta sus experiencias y va educiendo sus

31
virtudes, aprende a dominar los vehículos en los que lleva a cabo sus experiencias de
vida encarnada, a ponerlos al servicio de los elevados propósitos del espíritu mismo,
y en ese proceso se va transformando, va realizando sus metempsicosis, hasta que
llega a ser una con el espíritu, una con la divinidad de la cual ha sido, hasta ahora, un
tenue rayo en el mundo, una con toda la manifestación.

El concepto de maya, aparece en la última parte de esta Proposición:

...aunque la raíz de todos los átomos individualmente, y de todas las formas


colectivamente, es... la Realidad Una, sin embargo, en su apariencia
manifestada, fenomenal y temporal, todo ello es tan sólo una ilusión pasajera de
nuestros sentidos (Blavatsky, 1991).

El término maya se ha traducido como ilusión y, en su sentido correcto, se refiere a la


incapacidad que tenemos (en este estado de desarrollo en el que estamos) de percibir
la Realidad tal y como es, aprisionados en un mundo en continuo cambio. Esto
produce una frustración interna que se refleja en nuestras vidas como la búsqueda
constante de la felicidad, sin saber que esa felicidad está en nosotros mismos, en ese
centro divino de nuestro ser. La buscamos en las cosas externas que son finitas y que
pronto perdemos. Ese no conocimiento de nuestra verdadera naturaleza, que
tratamos de satisfacer afirmando nuestro ego, nuestro deseo de poseer (cosas,
personas, conocimiento, prestigio, poder), solo nos causa dolor.

Por consiguiente, el karma que generamos con nuestros actos equivocados es lo que
nos hace aprender las duras lecciones que finalmente ayudan a volvernos hacia el
interior de nosotros mismos y buscar allí, donde siempre ha estado, la fuente de toda
bienaventuranza, la fuente del amor incondicional hacia todos los seres, de la
sabiduría que brinda la paz perdurable.

Reflexione sobre estas tres frases que vienen a continuación y trate de buscar una
relación con las tres proposiciones que hemos discutido:

El alma del hombre es inmortal.


El principio dador de vida mora en nosotros y fuera de nosotros. Es imperecedero
y eternamente benéfico.
Cada ser humano es en absoluto su propio legislador,
El creador de su dicha o de su desgracia.

El Idilio del Loto Blanco


Mabel Collins

32
CAPÍTULO 3

Ligia Montiel Longhi

NATURALEZA DEL SER HUMANO


¿Quién soy?
¿Me conozco realmente?
¿Conozco a alguien profundamente?
¿Me defino a mí mismo a partir de qué criterios?
¿Me identifico con mi cuerpo, mi profesión, con el rol que juego en la sociedad, con
mi estado civil?

Podemos tratar de comprendernos desde muy diferentes aspectos, pero ¿sabemos


cuáles son todas las diferentes dimensiones que conforman al ser humano?
Generalmente nos definimos a nosotros mismos en términos de un perfil de intereses
o de un perfil profesional o de las cosas que hemos acuñado en la vida, pero ¿eso nos
dice quiénes somos en verdad?

Véase Diagrama I (p.91).

¿Qué significa realmente ser un humano?

San Pablo:
“¿Acaso no saben que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?”
1-Corintos 3:16.

Thomas Carlyle
La esencia de nuestro ser, ese misterio en nosotros que se autodenomina “Yo”
(¡ah!, ¿qué palabras poseemos para definirlo?). Es un hálito de los Cielos: el
más Elevado Ser que se revela a sí mismo en el hombre. Este cuerpo, estas
facultades, esta vida nuestra, no son sino una vestidura del Inefable… Sólo
existe un templo en el Universo, y es el Cuerpo del Ser Humano. Nada es más

33
santo que aquella elevada forma... Somos el milagro de los milagros, el gran
Misterio inescrutable... (Ensayos, 1828).

H. P. Blavatsky
¿Puede el hombre –un dios en una forma animal– ser el producto de la
naturaleza material por evolución únicamente, como sucede con el animal...
cuando es evidente que las potencias intelectuales de ambos difieren como el
sol difiere del gusano de luz? ¿Y qué ocasiona semejante diferencia a menos
que el hombre sea un animal más un Dios viviente dentro de su corteza física?
(La Doctrina Secreta, 1991)

Consideremos dos aspectos:

1. En el humano se conjuga la unión de lo más elevado: el Espíritu Inmortal, un


rayo del Espíritu Supremo del Universo, con nuestro cuerpo físico.
2. Esta unión se lleva a cabo mediante la mente, que en el ser humano se expresa
como auto-consciencia (capacidad de escogencia y responsabilidad).

La común noción de que una persona es un cuerpo físico y que posee un alma debe
revertirse, pues pensar que el cuerpo físico es la persona verdadera equivale a
confundir una casa con la persona que vive en ella.

La Teosofía enseña que nosotros somos en verdad Espíritu (la Mónada), la chispa
espiritual, un fragmento de divinidad, con diferentes cuerpos en los que vivimos y
experimentamos para aprender.

Para haber llegado a lo que somos actualmente, es necesario haber pasado a través de
un largo proceso evolutivo, en el que hay que distinguir tres corrientes de evolución:

I. La evolución de la parte espiritual


II. La evolución de la inteligencia
III. La evolución física

Tal como lo planteó Pablo, somos, verdaderamente, esta triple naturaleza de


Espíritu, Alma o Psique, y Cuerpo.

Sin embargo, la teosofía va más allá en sus enseñanzas y señala que, así como
nuestro sistema solar es de naturaleza septenaria, también nosotros, que somos

34
considerados el microcosmos que refleja en sí mismo al Macrocosmos, somos de
naturaleza septenaria.

LOS PLANOS DEL SISTEMA SOLAR (el Macrocosmos para nosotros)


Véase diagrama II (p.92)

Cuando hablamos de la naturaleza septenaria del sistema solar, nos estamos


refiriendo a la organización de la materia en diversos estados vibratorios y a las
consciencias que están llevando a cabo su experiencia en esos planos. Como
habíamos mencionado anteriormente, estos “planos” en realidad son campos
interpenetrados e interrelacionados (como todo en el cosmos) de materia que va
desde lo más sutil a lo más denso (en el caso de nuestro sistema solar, esta materia
más densa es la materia física en su estado sólido). Puesto que en esos diversos planos
hay experiencia de conciencia, también podemos llamarlos estados de conciencia.

Veamos lo que dice el glosario Teosófico:

...designa el campo o extensión de algún estado de conciencia,


o del poder perceptivo de una serie particular de sentidos,
o la esfera de acción de una fuerza determinada,
o el estado de materia correspondiente a alguno de los extremos antes indicados.

Se dice, además, que los tres planos superiores poseen nombres que solo a los
iniciados se revelan y que los restantes cuatro corresponden a los planos: arquetípico;
intelectual o creativo; substancial o formativo; y físico o material. También se los
conoce por otros nombres que son los que vamos a usar en adelante.

Espiritual o Átmico
De la intuición o Búdico
Mental o Manásico
De deseos y emociones o Astral
Físico

Los más sutiles planos son los planos divinos, los planos en los cuales se manifiesta el
Logos, los cuales están más allá de nuestra comprensión. Se les conoce como los
planos Anupadaka y Adi, pero sus verdaderos nombres no los sabemos.

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La evolución humana se lleva a cabo en los cinco primeros planos. Sin embargo, la
vida del ser humano normal se mueve, fundamentalmente, en los planos mental,
emocional y físico. En esos planos tenemos vehículos de consciencia que son el
producto de una larguísima evolución. Pero también tenemos lo que se conoce como
“cuerpos”: las vestiduras de materia en las que se envuelve nuestra consciencia
espiritual, y que le permiten relacionarse con la materia de los diversos planos.
Cuando, a partir de esa relación, ocurre el fenómeno de la consciencia en un plano
determinado es porque nuestro ser espiritual logra conectarse mediante la vestidura
que ha construido en ese plano y experimenta lo que allí sucede.

LOS SIETE PRINCIPIOS DEL SER HUMANO (el microcosmos)

Los principios “son los elementos o esenciales originales, las diferenciaciones


fundamentales, sobre y de las que se han formado todas las cosas”. También se dice
que un principio es un comienzo, un fundamento, la fuente o esencia de la que
proceden cosas.

Empleamos dicho término para designar los siete aspectos individuales y


fundamentales de la Realidad Única en el Universo (macrocosmos) y en el ser
humano (microcosmos).

En el microcosmos, vienen a ser esos siete aspectos manifestados en el ser humano: 1.


Divino, 2. Espiritual, 3. Mental superior, 4. Mental inferior, 5. Psíquico o Astral,
6.Fisico etérico y 7. Físico concreto o anatómico fisiológico. Cada principio en el
humano tiene relación con uno de los planos del cosmos. De manera que hablamos
de los siete principios humanos como copias, en pequeña escala, de los siete
principios del Universo.

Estos siete principios no son una agrupación de distintas entidades, pues el hombre
es, en esencia, una Unidad, una mónada que expresa sus potencialidades a través de
una serie de vehículos o vestiduras. Los siete principios son aspectos de la
consciencia, ya se trate de los cósmicos o los humanos, están usualmente divididos
para facilitar su estudio en una tríada superior o naturaleza espiritual.

36
ATMA Espíritu

Buddhi Manas
Intuición Mente

Prana Kama-manas

y un cuaternario inferior

Doble o modelo Cuerpo físico

Kama el deseo + manas


Prana la vitalidad
Doble o modelo del cuerpo
Cuerpo físico

En nuestro estado actual de evolución, Manas oscila entre ambas triadas: en la


superior, al ser atraída por Buddhi; y en la inferior, al ser atraída por Kama, el deseo.

Existe un puente, por llamarlo así, entre el Manas inferior y el superior llamado
anthakarana. Esta vía de comunicación es el hilo de la consciencia que une la
consciencia superior, o espiritual, a la consciencia volcada hacia el mundo. Es lo que
nos permite recibir los efluvios de nuestra naturaleza divina y proyectarlos sobre los
vehículos de la personalidad. Pero para que eso ocurra, debemos mantener la vía sin
“obstrucciones”.

Reflexione acerca de cuáles pueden ser esas obstrucciones que se oponen al paso de
la luz espiritual.

Cada principio está a su vez subdividido en siete subordinados, por lo que se repite la
estructura septenaria fundamental de la naturaleza. Básicamente, estos principios son
las esencias originales o los elementos en la constitución de toda entidad, tanto en el
nivel macrocósmico como en el microcósmico.

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Vemos, entonces, que somos seres muy complejos conformados no solo por nuestro
cuerpo físico, sino por materia o campos energéticos más sutiles. En realidad nuestra
constitución es septenaria al igual que el sistema solar y el universo.

Una parte nuestra está centrada en el mundo. Es lo que llamamos la Naturaleza


personal, o el cuaternario inferior, constituido por el componente físico, la vitalidad o
Prana unida al doble, lo emocional y la mente.

La otra parte es nuestra verdadera Naturaleza, lo que realmente somos pero raramente
podemos percibir. Es el componente espiritual constituido por el espíritu mismo, la
intuición espiritual y la mente superior que es inclusiva, no separadora.

¿Qué es lo que percibimos y reconocemos de toda esta compleja naturaleza nuestra?

Obviamente todos nos percatamos de que tenemos un cuerpo físico que ocupa un
espacio; es el vehículo que alberga a todos los demás elementos de nuestra
constitución. No es muy estable, ya que está sometido a continuo cambio. Como
todo lo perecedero, nace, se desarrolla, envejece y muere finalmente.

También tenemos consciencia de nuestras sensaciones y emociones, usamos nuestros


sentidos que nos permiten interactuar con el medio ambiente. Pero también
percibimos nuestros sentimientos, por lo general fluctuantes entre dos polos:
felicidad/tristeza, soledad/amistad, alegría/depresión.

Nos damos también cuenta de nuestros pensamientos, generalmente de aquellos muy


concretos, tangibles y que van dirigidos hacia cosas, información, datos. Sin
embargo, hay en nosotros otros pensamientos de naturaleza más profunda, que van
hacia ideas abstractas; por ejemplo, nos cuestionamos ¿qué ocurre cuando morimos?,
¿tiene propósito la vida?, ¿qué debo hacer en la vida?

Percibimos, sentimos y pensamos, todo esto interconectado entre sí. Tenemos una
conexión con “algo más profundo en mí”, tal como esa experiencia que de pronto
nos envuelve, de bienestar, paz y bienaventuranza, nos percatamos de algo que nos
hace intensamente felices, percibimos la belleza de un atardecer, nos identificamos
plenamente con una flor, o, al escuchar una melodía inspiradora, sentimos una
sensación inexplicable. También ocurre cuando logramos resolver un problema vital
que nos ha mantenido preocupados, pero que luego de meditar obtenemos, de modo
inmediato, la solución. ¿Será Inspiración Divina?

38
Esta es la respuesta del verdadero ser, al que llamamos la Individualidad. Es el
núcleo permanente en nosotros, que solo en raros momentos logramos captar; es la
parte de nuestra consciencia que reencarna, que toma vestiduras para llevar a cabo
sus sucesivas experiencias terrenales.

La forma en que la compleja constitución del ser humano es estudiada y analizada,


dependerá en parte del propósito del estudio y de la manera en la cual se agrupen los
diferentes aspectos de su naturaleza. Podemos describirla al hablar de la
Individualidad y la Personalidad; o bien, de manera triple como el cuerpo, el alma y
el espíritu inmortal.

Asimismo, podemos estudiarlo desde el punto de vista de nuestros principios, o sea,


la forma en que se manifiesta la consciencia espiritual en los diferentes planos y
vehículos del ser humano. Estos campos son afectados y se forman por la acción de la
consciencia en la materia de los diversos planos.

Esa materia es atraída por nosotros y forma lo que se llaman los cuerpos o
vestiduras. Los cuerpos no son algo rígido o estático; incluso el más denso de todos,
el físico, sabemos que está sometido a cambios constantes aunque lo hace más
lentamente que los otros más sutiles, por ser su tasa vibratoria más lenta.

Nuestros cuerpos sutiles pueden verse clarividentemente con un movimiento


ondulante y de colores diversos y cambiantes que fluyen, generalmente, siguiendo
cierto patrón. Ese patrón es modificado a cada instante por nuestros propios
pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes hacia la vida, etc.

Otra forma de estudiarlo es desde el punto de vista de los vehículos que emplea la
consciencia para actuar en los diferentes planos. En su descenso a los mundos de la
manifestación, la consciencia (espíritu) se va revistiendo de materia de los diversos
planos del sistema solar: esa materia, sobre la cual interactúa la consciencia y a través
de la cual se expresa, es lo que llamamos los vehículos de la consciencia. Se les da ese
nombre porque, en esas envolturas de materia, puede actuar la consciencia de
diversas maneras.

Estas divisiones, sin embargo, son solo aspectos para el estudio, pues en realidad los
seres humanos somos un todo con la Unidad.

En La Clave de la Teosofía, Blavatsky nos dejó una explicación sobre nuestros


principios:

39
Atmâ Un rayo del El Yo Supremo no es tu espíritu ni el mío. Sino que, como el sol, lo
Espíritu ilumina todo. Es el “principio divino” universalmente difundido,
Universal inseparable del Único y Absoluto Espíritu Supremo del Universo,
así como el rayo de sol es inseparable de la luz del sol.
Buddhi Consciencia El Alma Espiritual o el vehículo de Atma.
espiritual Buddhi proviene de la raíz que significa conocer, y denota la facultad
del discernimiento del bien y del mal, la intuición espiritual y la
consciencia divina. Comprensión omni-abarcante, la divina
Compasión Universal. La fuente de Sabiduría y Amor Universal.
Atma y Buddhi forman una unidad y comprenden la Mónada
Divina.
Manas Mente o la Mente, inteligencia. Cuando está unida con Atma-Buddhi, la
naturaleza llamamos el Ego espiritual o YO SUPERIOR; es la verdadera
mental individualidad que entonces se denomina Atma-Buddhi-Manas, o la
Tríada superior, la Mónada en evolución.
Manas es “la facultad mental que hace del ser humano un ser moral
e inteligente y lo distingue del animal”.

Durante cada encarnación, Manas es dual, pues en parte se


proyecta a sí misma en la Personalidad que funciona durante la vida
en la tierra, y en parte es atraída hacia lo superior, hacia Buddhi. De
ahí los términos de Manas superior e inferior. La asociación de
Manas con Kama, el principio del Deseo, es lo que se conoce como
kama-manas, la psique.

Estamos en el campo de batalla de nuestra experiencia, llamado,


con justicia, el drama del alma en el exilio: por una parte, la atracción
de los impulsos espirituales de la naturaleza superior, y, por la otra,
la atracción de la naturaleza pasional animal.

El futuro estado y destino kármico del humano depende de si manas


gravitará más hacia lo inferior, hacia el kama rupa, el asiento de las
pasiones animales, o hacia arriba, hacia Buddhi, el Ego o YO
SUPERIOR.

Manas superior
La mente ligada a conceptos; más allá de la razón; volcada a lo
interno. Su vehículo es el Cuerpo Causal

Manas o mente inferior


La parte ligada a la percepción y la razón volcada a lo externo. Su
vehículo es el Cuerpo Mental

40
Kama Naturaleza Es el principio del deseo. Nuestra naturaleza emocional-sensitiva.
emocional
Pasiones Funciona a través de lo que llamamos el vehículo de las emociones,
Deseos o Cuerpo Emocional (a menudo llamado Astral). Formado por
materia del mundo o plano emocional, del cual nos apropiamos
durante la vida encarnada, para relacionarnos y tener experiencias
en ese campo.

Kama y Manas debieran estudiarse conjuntamente pues, aunque


pensamientos y sentimientos pueden separarse como conceptos,
funcionalmente no es posible hacerlo.
Kama puede ser dirigido hacia propósitos espirituales o egoístas,
hacia el auxilio de otros o hacia la satisfacción de las propias metas
y deseos.
Linga Doble etérico Varios términos se emplean para este vehículo del Prana, el más
sharira apropiado de los cuales es el de modelo o doble etérico, ya que
proporciona el modelo alrededor del cual se forma el cuerpo físico.
Es una contraparte más sutil de este.
También se le llama el Cuerpo vital, pues Prana circula por sus
nadis.
Prâna Energía vital El principio de vida o vitalidad.
Al ser derivado de la VIDA UNA (Jiva), es omnipresente, eterno e
indestructible.
Prana, o vida, es el poder activo que produce todos los fenómenos
vitales. El hálito de vida que los Elohim infundieron sobre Adán.
Está relacionado con la respiración misma.

Sthûla Físico (denso) Vehículo de todos los demás principios durante la vida terrena.
Sharîra

Fuente: La clave de la teosofía, (1979).

Todos estos componentes forman un todo interrelacionado e interpenetrado. Todos


ellos constituyen una unidad; en el ser humano, sin embargo, hay una tendencia de
estos componentes a trabajar o funcionar en dos grupos a los que damos el nombre de
Personalidad e Individualidad.

La consciencia que opera en estos vehículos siempre es una sola, no lo olvidemos,


pero sucede que, por lo general, la parte más sutil de esa consciencia, la que opera en
los vehículos superiores, casi no puede manifestarse en estos planos más densos, en el
que están centrados nuestros pensamientos cotidianos, nuestras emociones y deseos
personales, ya que estamos concentrados en esos mundos personales y empleamos la

41
materia más pesada de esos planos en nuestros vehículos. Nosotros mismos somos
los que ponemos obstáculos a su manifestación. Por eso, la conciencia ha construido
las vestiduras y vehículos que permiten esa interacción.

PERSONALIDAD

1. Cuerpo físico
2. Doble etérico, junto con el Prana
3. Cuerpo emocional
4. Cuerpo mental inferior

También es llamada “tríada inferior”, si unimos, en uno solo, el cuerpo físico y el


doble etérico que, en realidad, no es un vehículo independiente de conciencia. A
veces se le denomina “cuaternario inferior”, que es cuando se presenta con los cuatro
principios antes citados.

INDIVIDUALIDAD

1. Atma
2. Buddhi
3. Manas superior (Buddhi-Manas)

PERSONALIDAD E INDIVIDUALIDAD

Así como estudiamos al ser humano en sus diversos componentes anatómicos,


bioquímicos y fisiológicos, o como entidad psicológica o espiritual, siempre
entendiendo que se trata de un mismo individuo, así también podemos integrar la
séptuple constitución en dos grandes grupos, a partir de la forma en que funcionan
sus vehículos, esto para tener una mejor comprensión del individuo en la vida y en la
muerte.

INDIVIDUALIDAD

Reconoce al ser humano como una Consciencia que actúa a través de un vehículo
complejo. En la literatura teosófica, el Espíritu Inmortal en el humano es llamado
Individualidad.

42
La individualidad es el Ego que reencarna, descrito como el Hilo Dorado en el que
están engarzadas las cuentas que forman las sucesivas encarnaciones. En la
experiencia común, a menudo, el yo inferior y el YO SUPERIOR están en conflicto.

San Pablo lo señala:


“El bien que debería hacer no lo hago. En cambio hago el mal que no quiero hacer.”
(Romanos 7-19)

Esta doble división es una simplificación de la imagen septenaria, ya que la


individualidad está conformada por: Atman (Espíritu puro), Buddhi (el alma
Espiritual), y Manas (la mente superior).

PERSONALIDAD

Es llamada el cuaternario inferior; es el aspecto transitorio del ser humano, o sea, lo


mortal. Está compuesta por: el cuerpo físico, el doble etérico, Prana y Kama, junto
con parte de la Mente, o Manas, unida a Kama, o sea, la parte volcada hacia lo
personal.

NUESTROS CUERPOS Y LOS CAMPOS DE ENERGÍA DEL


SISTEMA SOLAR

Hemos visto que nuestro Sistema Solar posee siete planos de materia o campos de
energía interpenetrados. Tres de estos planos están relacionados directamente con
nuestra evolución personal: el físico, el emocional y el mental.

El plano físico tiene siete subdivisiones que se agrupan en dos grandes divisiones: el
físico denso (sólido, líquido y gaseoso) y el físico sutil, llamado a menudo etérico.

El plano astral o emocional también se subdivide en siete subplanos según su


densidad vibratoria.

El mental, al igual que el físico, tiene siete subdivisiones que se agrupan en dos más
grandes según su manifestación vibratoria, a menudo llamadas inferior o mental
únicamente (el más denso) y superior o causal (el más sutil). Algunos teósofos han
propuesto que esa acción ha conformado, a su vez, dos cuerpos o vehículos
diferentes, uno llamado mental y el otro causal.

43
Todos estos grados de materia forman la sustancia de la que están formados nuestros
cuerpos.

Para propósitos de discusión, vamos a presentar los cuerpos como distintos unos de
otros, pero en realidad debemos tener claro que no están separados sino
interpenetrados. Además, son interdependientes y funcionan como un todo. Sabemos
que no podemos sentir emociones sin pensamientos, ni pensar sin sentir alguna
emoción. Y sabemos que los pensamientos y las emociones afectan el cuerpo físico y
viceversa.

Los chakras:

Los cuerpos están


conectados entre sí
mediante los Chakras. La
palabra Chakra viene del
sánscrito, y quiere decir
rueda o círculo, por el
aspecto que tienen y el
movimiento de sus
energías. Existen siete de
estos centros de energía
mayores y muchos
menores, distribuidos
sobre los cuerpos sutiles
en puntos donde
convergen canales de
energía. Tienen la forma
de una flor de loto.
Ellos concentran las
energías que fluyen a
través de los cuerpos y la
comunican de un plano a
otro.
Con respecto al doble
etérico, la mayoría de los
chakras están localizados,
aproximadamente, así:

44
En la base de la espina dorsal: Chakra de la raíz o fundamental.
En la región del bazo: Chakra del bazo.
En la región del abdomen: Chakra del ombligo.
En la región del corazón: Chakra del corazón.
En la región de la garganta: Chakra laríngeo.
En la región del entrecejo: Chakra frontal.
En la coronilla o arriba de esta: Chakra coronario.

EL CUERPO FISICO Y EL DOBLE ETERICO

Como se indicó antes, nuestro cuerpo físico posee dos partes o aspectos.

FÍSICO

Uno es el denso, compuesto por sólidos, líquidos y gases, los cuales conforman las
innumerables células organizadas en tejidos, órganos y sistemas. Cada una de ellas
constituye una vida en sí misma, con su especial consciencia, trabajando en armonía
con todo el resto. Su trabajo es afectado (desde arriba), por las acciones de nuestra
consciencia: la calidad de nuestras emociones y deseos, de nuestros pensamientos y
de nuestras acciones.

DOBLE ETÉRICO

La otra parte del nuestro cuerpo es más sutil todavía. No se menciona en los textos de
anatomía o fisiología. Se denomina cuerpo o doble etérico, o cuerpo vital. Tiene
varias funciones importantes:

 Sirve de patrón o modelo para la construcción del cuerpo denso.

 Cada célula del cuerpo físico tiene su contraparte etérica, invisible al ojo
normal.

 No es un vehículo de la conciencia pues, no puede sostener a la conciencia si


está separado del cuerpo físico denso.

45
 Lleva las sensaciones físicas y actúa como puente entre el cuerpo físico denso
y los aspectos más sutiles de nuestro ser.

 Absorbe energía del sol a través de los Chakras y la transmite a lo largo de las
líneas de energía del cuerpo, emitiendo una radiación blanco azulada llamada
el aura de salud, pues su coloración y vibración indican el estado individual
de salud y de vitalidad de cada persona. Los sanadores que practican la
sanación pránica trabajan con el aura de salud para facilitar los propios
poderes de recuperación que posee el cuerpo.

 Puede separarse temporalmente del cuerpo más denso por un shock, por
anestesia o algunos estados de trance. Sin embargo, permanece unido al
cuerpo por un hilo de su propia materia llamado el cordón de plata. Cuando
este se rompe y el doble etérico se aparta definitivamente del cuerpo físico,
cesa de fluir la vitalidad y sobreviene la muerte. El doble etérico se va
desintegrando poco a poco en la vecindad del cadáver.

CUERPO EMOCIONAL

Se extiende más allá de la forma física-etérica. Su aspecto ante la visión clarividente


es de constante movimiento, radiante luminoso, de múltiples coloraciones. Refleja las
emociones dominantes de la persona.

Algunas de sus funciones son:

 Vehículo de las sensaciones y de los deseos de toda clase, desde las más burdas
y groseras hasta las más inspiradas.

 Cuando dormimos, la consciencia continúa sus experiencias en el cuerpo


emocional, las que, a veces pero no siempre, recordamos en la forma de
sueños.

 Al morir, nuestra conciencia se traslada, por una determinada cantidad de


tiempo, a este plano y cuerpo.

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 Nuestras sensaciones y emociones crean, en este plano, formas, de ahí la
importancia de los pensamientos, sensaciones y emociones que practiquemos
en nuestra vida física.

CUERPO MENTAL (inferior)

Vehículo del pensamiento concreto cotidiano que se expresa a través del cerebro
físico. Trabaja en estrecho contacto con el vehículo emocional. De hecho, es casi
imposible separar los pensamientos de las sensaciones, deseos y emociones. Ambos
forman lo que se llama el kama-manas

Nuestros patrones de pensamiento habituales también se reflejan en el aura mental


propia, en la de quienes nos rodean y en la de nuestra madre tierra, de aquí la
importancia de los pensamientos que alimentemos en nuestra vida cotidiana.

Será este el siguiente destino de nuestra conciencia post mortem, luego de haber
aprendido las lecciones en el plano y vehículo emocional. En este plano también
estaremos cierto tiempo en el aprendizaje correspondiente. Luego la conciencia se
retira al mental superior.

CUERPO CAUSAL (mental superior)

Es el cuerpo incorruptible del que habla Pablo. Se le da ese nombre porque todas las
causas que generamos con nuestros pensamientos, deseos y actos se almacenan allí,
así como toda la esencia de nuestras experiencias que se van transmutando en los
poderes que el alma puede expresar. Solo lo bueno, lo bello y lo verdadero permanece
en el cuerpo causal, porque sus vibraciones son tan sutiles que no responden a
vibraciones groseras.

Está compuesto por la materia de los subplanos más elevados del plano mental.
Cuando nuestra consciencia puede funcionar o la enfocamos en este plano, decimos
que es el verdadero YO, llamado Ego, el que está en funcionamiento. Es ese aspecto
nuestro el que reencarna al tomar materia de los planos inferiores y construir sus
vehículos o cuerpos para manifestarse en esta tierra.

Es el vehículo mediante el cual el alma, o individualidad humana, se expresa a sí


misma en una serie de personalidades en el mundo físico.

47
CAPÍTULO 4

Ligia Montiel Longhi

LEY DE EVOLUCIÓN

¿Qué significa evolución?

Proveniente del latín, etimológicamente significa marchar hacia adelante. Si unimos


este significado con el concepto científico tenemos la definición siguiente: acción o
efecto de desarrollarse o transformarse las cosas de un estado inferior a otro superior.

Lo que dice la ciencia

Según la ciencia, la evolución permite ir de lo simple a lo complejo. La teoría


propuesta por Darwin-Wallace afirma que los cambios que han dado la gran variedad
de las especies, no han sucedido al azar, sino como consecuencia de la acción que
ejerce el ambiente cambiante y la necesidad de adaptarse a esas presiones o cambios
ambientales.

Por su parte, otras teorías al respecto, tales como las planteadas por los astrónomos
en relación con la evolución de las galaxias, dicen que estos cambios son ley en el
mundo físico. Se basan en que hay tres tipos de galaxias:

IRREGULARES, constituidas por estrellas en formación;


JÓVENES o EN ESPIRAL, formadas por estrellas recién formadas; y
ADULTAS o ELÍPTICAS, con estrellas bien formadas desde hace mucho tiempo.

La ciencia explica el origen de la vida como el resultado que se da ante los cambios
ambientales y concluye que el aspecto vital es, por tanto, producto de la evolución.
Todo lo que es, procede de algo preexistente. Pero hasta ahora la ciencia no tiene
más que propuestas o hipótesis sobre cómo la vida se originó a partir de la materia

48
inorgánica. En su planteamiento incluye no solo a la vida sino la conciencia como
producto de la evolución de la materia.

La Ciencia tampoco puede dar un por qué a la pregunta de cómo surgió lo que ellos
llaman vida, ni tampoco cuál es el propósito de la vida.

Existen varios modelos en los que se trabaja actualmente en los laboratorios, pero
hasta ahora no existe nada definitivo acerca de cómo se dio ese paso fundamental de
lo inorgánico a lo orgánico. ¿Fue terrestre el origen de esas primeras moléculas
orgánicas?, o ¿acaso vinieron del espacio en un meteoro? Si ocurrió este ultimo
evento, entonces volvemos a la misma pregunta de cómo se originó realmente la
vida, dondequiera que fuera. Otro de los misterios más grandes que tiene entre manos
la ciencia es cómo se originó la consciencia.

La Teosofía en cambio tiene respuestas a estos interrogantes.

¿Qué nos dice la Teosofía?

La evolución no se concreta solo en las formas físicas, sino que profundiza en el


estudio de materias más sutiles y no perceptibles al ojo humano. Su estudio
contempla, entre otros, los “mundos” de la emoción, el sentimiento, los
pensamientos concretos y abstractos, y profundiza aún más hasta los planos
espirituales. Incluye, entonces, la evolución de la vida y la conciencia. Es, por lo
tanto, más abarcadora. La vida no es el resultado de la materia y la fuerza de la
selección natural, sino que es un principio independiente y auto-existente, presente
desde el comienzo mismo del universo, e incluso antes de la manifestación del
universo, en una condición latente que utiliza materia y fuerza para expresarse. Las
formas existen para que la vida, procedente de lo superior, pueda expresarse forma
tras forma, gracias a los estímulos que recibe. Por medio de ellas manifiesta
gradualmente sus posibilidades latentes. Las formas mueren pero la vida que las
avivó sigue creciendo o evolucionando.

La vida no procede de la nada. Es una emanación de materia-energía de diferentes


grados de densidad o sutileza, siete de ellos, interpenetrados como ya estudiamos.

La “Vida Divina” se sumerge en la materia con el fin de recibir vibraciones o energías


por medio de las formas. Por lo tanto, la materia posee la energía divina y la
proveniente de afuera, y poco a poco aprende a responder a ellas y a generarlas
dentro sí mismo. Adquiere poderes porque la vida desde las etapas más tempranas de

49
su evolución empieza a desarrollar consciencia en grados cada vez más elevados, por
lo que es este desarrollo de la consciencia es el fin último de la evolución.

Véase el diagrama IV (p.94).

MACRO Y MICRO EVOLUCIÓN

De lo anterior, podemos decir que la Teosofía propone una evolución a nivel macro y
otra a nivel micro-cósmico. Se basa en el principio hermético “como arriba es abajo”.
Tenemos entonces

KOSMOGÉNESIS, en referencia a la manifestación del Universo; la Teosofía


postula una GRAN CAUSA (El Absoluto, Realidad Infinita, Raíz sin Raíz), dentro
de la cual toda manifestación tiene su origen. De esta Gran Causa surgen dos polos
opuestos; Espíritu y Materia; entre ambos se establece una relación pues los polos
opuestos se atraen. Cuando esta unión se efectúa, se produce el fenómeno que
llamamos Consciencia, por lo que ésta participa de la naturaleza de la Realidad
misma, es la expresión parcial de la Realidad en la manifestación. A esta
manifestación se le llama Logos Kósmico (Dios manifestado) y se revela en un triple
aspecto; luego esta triple manifestación forma una Jerarquía de Siete Logos
Planetarios Kósmicos, cada uno como regente de un universo.

COSMOGÉNESIS, que es lo relativo a la evolución del Sistema Solar (el cual tienen
aproximadamente 5000 millones de años) y se conoce como la obra del Logos Solar;
se manifiesta también bajo triple aspecto y realiza su obra mediante tres emanaciones
(Oleadas de Vida), o formas de energía creadora. En el diagrama II (p.92) se ilustran
las tres Emanaciones u Oleadas de Vida.

El Despertar de la Mente

Se dice en La Doctrina Secreta, que hace varios millones de años, cuando el desarrollo
de la forma humana alcanzó un punto apropiado, ocurrió un suceso que habría de
cambiar para siempre el proceso evolutivo de la humanidad y del planeta mismo.
Una jerarquía de poderes espirituales, mucho más evolucionada que la humanidad,
llamados Manasaputras o Señores de la Llama, hijos de la Mente Universal,
proyectaron de sí mismos sobre aquella incipiente humanidad su propia esencia
mental y despertaron así la mente aún dormida que poseían esas primitivas formas.

50
De ahí en adelante quedó conformado realmente el ser humano como tal, con la
conexión entre lo superior y lo inferior gracias al despertar de manas, al lazo de la
mente.

La consciencia que venía evolucionando se volvió auto-consciencia, consciencia


reflexiva y nació también en el hombre la capacidad de elegir y tomar sus propias
decisiones. Pero también esto trajo la responsabilidad por nuestras acciones. Karma
empezó su trabajo en el nivel humano.

¿Qué entendemos por humano?

Ese ser en el universo, sea cual sea la parte del universo en el que pueda estar, que
une en sí lo más elevado del Espíritu con lo más denso de la materia mediante el
lazo de la Mente

Genealogía del Hombre


Annie Besant

ANTROPOGÉNESIS, la evolución humana, la veremos de forma muy


resumida.

Hombre primitivo.
Su móvil de acción es “lo quiero” (kama), yo.

Civilizado
Comparte con los demás seres, “quiero compartir”.

Idealista
Ayuda “quiero ayudar”.

Luego empieza el camino de lo que llamaríamos los Misterios Menores, o el camino


del discipulado:

En Prueba – Discípulo aceptado: En ellos no manda o domina el deseo y el


yo, predomina lo que podríamos llamar una acción en nombre de los demás.

Seguimos con los misterios mayores o sendero iniciático, con dos niveles

51
a. Humano
1. Sotapana, el que entró a la corriente, con comprensión intuitiva.
2. Sakadagami, el que renace una vez más, ha cortado las primeras
tres cadenas.
3. Anagami, ya no nace en el mundo del deseo.
4. Arhat, ha alcanzado la cuarta gran iniciación. Se convierte en
adepto.
5. Aseka, adquiere dominio sobre su destino.

b. Súper-humano “Los Maestros”


1. Chohan, Señor, jefe de los Ángeles o espíritus angélicos.
2. Manu, guardián de una raza raíz-
Bodhisatva, posee Sabiduría e iluminación, se ha vuelto
inteligencia.
Mahachohan, jefe de una jerarquía de Maestros.
3. Buddha, completa percepción del verdadero Yo sin separación
de los otros Yos.
4. Vigilante Silencioso, uno con el Dios Interno. La Voz del
Silencio.
Desde el Aseka hasta el vigilante silencioso predomina el NO
YO, SINO EL PADRE como móvil de su acción.

EVOLUCIÓN DE LA FORMA Y LA CONSCIENCIA

Desde los filósofos antiguos, se ha postulado que la conciencia humana tiene un


proceso de evolución que va a la par con la evolución de la forma, integrado en el
gran proceso de la evolución de la vida.

Esta evolución es un proceso de aprendizaje, de descubrimientos y de


desenvolvimiento de las capacidades latentes de la conciencia para transformarlas en
atributos. Nuestra mente y nuestras emociones evolucionan, pues las experiencias por
las que pasamos en esos campos permiten, a su vez, la maduración, por así decirlo,
del Alma o Ego. Es diferente para cada uno de nosotros pero existente en todos.
Por lo tanto, el destino del Ego o Alma humana es DESPLEGAR SUS
POTENCIALIDADES, lo cual permite, como vimos anteriormente, pasar de lo
salvaje al Vigilante Silencioso.

52
“El alma del hombre es inmortal y su futuro es el futuro de algo cuyo crecimiento
y esplendor no tiene límites.”
El idilio del Loto Blanco
Mabel Collins

En los seres humanos, podemos observar sufrimiento pero también felicidad y lo


sublime. Paradójicamente, los humanos somos capaces de manifestar amor y odio,
belleza y fealdad, altruismo y egoísmo.

¿Cuál es el misterio detrás de esta ambigüedad?

Al menos dos tercios de nuestras miserias provienen de la estupidez humana,


la mala intención humana y esos grandes motivadores y justificadores de la
mala intención y la estupidez.
El idealismo dogmático y el sello proselitista en nombre de las ideas políticas y
religiosas
Aldous Huxley

Lo anterior nos hace pensar en la ignorancia. Una ignorancia que no ocurre por no
saber lo que viene en los libros, sino por no tener el conocimiento de nuestra
naturaleza esencial y de la del Universo.

Me pregunto si existe tal cosa como el mal. Por favor, preste atención,
acompáñeme, investiguemos juntos. Decimos que existen el bien y el mal. Hay
envidia y amor, y afirmamos que la envidia es mala y el amor es bueno. ¿Por qué
dividimos la vida llamando “bien” a esto y “mal” a aquello, creando de ese
modo el conflicto de los opuestos?

No es que no haya envidia, odio, brutalidad en la mente y el corazón humanos;


la ausencia de compasión, de amor, en realidad, provienen de una sola cosa, que
es mente inatenta.
El conflicto de los opuestos
Jiddu Krishnamurti

Las filosofías de la India han denominado Avidya a esta ignorancia, que no es el


desconocimiento de hechos históricos o detalles sobre la vida, sino la ignorancia
acerca de las Leyes del Universo y de la Vida. Avidya es un estado ilusorio de la

53
mente en el que tenemos una percepción fragmentada de la realidad. Creemos que lo
efímero es permanente, como cuando creemos que la muerte es algo que le ocurrirá a
otros pero no a nosotros. Avidya es el estado de ignorancia acerca de la Vida Una, el
creernos entes separados.

A continuación les proponemos un trozo de Mahatma KH, escrito a A.P Sinnett en


su carta número 10

Nuestras ideas sobre el mal. El mal no tiene existencia per se, no es más que la
ausencia del bien y existe solo para aquel que se transforma en su víctima.
Procede de dos causas y, como el bien, no es una causa independiente en la
Naturaleza. La Naturaleza carece de bondad o de maldad, ella sigue solamente
leyes inmutables, tanto cuando prodiga vida y alegría como cuando envía
sufrimiento y muerte y destruye lo que ha creado. La Naturaleza tiene un
antídoto para cada veneno y sus leyes, una recompensa para cada sufrimiento….
El verdadero mal procede del intelecto humano y su origen recae enteramente en
el hombre racional que se separa a sí mismo de la Naturaleza. Solo la
humanidad, pues, es la verdadera fuente del mal. El mal es la exageración del
bien, la progenie de la codicia y del egoísmo humano. Piense profundamente y
descubrirá que, excepto la muerte, que no es ningún mal sino una ley necesaria,
y excepto los accidentes, que siempre encontrarán su retribución en una vida
futura, el origen de todo mal, tanto pequeño como grande, está en la acción
humana, en el hombre cuya inteligencia hace de él la única entidad libre en la
Naturaleza.

Con base en todo lo anterior, nos preguntarnos: ¿podemos hacer algo para mejorar y
ser proactivos en la evolución de nuestra conciencia, y no meros espectadores? La
evolución no es solo posible sino que es nuestro destino, no necesitamos procurarnos
determinadas circunstancias sino tener una actitud firme. Si nos abocamos a la tarea
con seriedad, las leyes universales nos garantizan el éxito. La evolución no tiene
recetas, lo que debemos hace para desarrollar la conciencia es observar y aprender.

PARA REFLEXIONAR

¿Qué diferencia a los humanos del resto de las criaturas?

¿Existen el bien y el mal? Justifique su respuesta.

54
¿Cuál es la verdadera causa de lo que llamamos mal?

Si la evolución es marchar hacia adelante, ¿hacia dónde o hacia qué marchamos?

Cite al menos tres diferencias entre el concepto científico de evolución y el teosófico.


¿Con cuál se identifica usted y por qué?

Dibuje un esquema que muestre la evolución Kósmica donde se muestre al Uno,


Espíritu y Materia.

¿Qué quiere decir el término Logos Solar, explique cómo realiza su obra?

En el proceso de antropogénesis planteado en este curso, ¿dónde cree estar usted


ubicado y por qué? ¿Aspira a algo más y cómo cree poder lograrlo?

¿Es el desenvolvimiento humano un proceso en solitario? Razone su respuesta.


¿A su juicio han evolucionado igual la conciencia y la forma?

55
CAPÍTULO 5
Ligia Montiel Longhi

LEY DE CAUSA Y EFECTO: KARMA

Nuestro Universo se rige por leyes, las cuales le confieren un orden, por lo que nada
sucede al azar. Ninguna partícula en el universo puede ser utilizada sin crear el
correspondiente efecto. Esta ley de acción y reacción, como también se denomina, ha
sido comprobada científicamente; veamos, por ejemplo, cuando lanzamos una bola
contra una pared, esta se nos devuelve con la fuerza proporcional con la que la hemos
lanzado, igual sucede al tirar una piedra al agua de un lago, el tamaño de las ondas
que se formarán va en relación con el tamaño de la piedra y el impulso o fuerza que
se le imprimió al lanzarla.

Podemos aplicar esta ley a la energía puesta en nuestros pensamientos y deseos, pues
en algún momento se producirá una respuesta o resultado de ellos. Nadie puede
escapar de las consecuencias de sus actos, ni siquiera la muerte cancela lo que
debemos o nos deben, de igual manera que mudarnos de casa no cancela las deudas
contraídas.

Karma es una palabra sánscrita que significa literalmente acción, pero la totalidad de
la acción, o sea, la acción y su reacción respectiva. Este concepto lo encontramos en
todas las grandes religiones y también en la filosofía, es, además, fundamental para la
ciencia. H.P. Blavatsky llamó karma a la Ley Fundamental del Universo, pues actúa
en todos sus niveles.

En el cristianismo, encontramos esta ley citada en las palabras del sermón de la


montaña cuando se lee “según juzguéis, así seréis juzgado y con la vara con que
midieras así seréis medido” y en la declaración de San Pablo “Lo que sea que el
hombre siembre, eso cosechará”.

Muy a menudo usamos la palabra al referirnos a “es mi karma”, “nací con este
karma”, “mi buen karma” o “mi mal karma”. Estas expresiones no son correctas, ya

56
que deberíamos referirnos, mas bien, a “los efectos de karma que construí”, en lugar
de mi karma.

Cada individuo es exactamente lo que él se ha ganado el derecho de ser, lo


rodea aquella felicidad cuyos derechos ha adquirido en el pasado. Se enfrenta
en la actualidad con las deudas contraídas en la anterior vida y que hoy le
salen al encuentro. La infelicidad es el resultado del sufrimiento infligido a
otros en la vida anterior y que antes de nacer aceptó reparar. El hombre es el
resultado de su pasado y será el fruto de su presente. Si quieres conocer el
pasado, mira tu vida presente. Si quieres conocer el futuro, mira tu vida
presente.
Buda

Cuando comprendemos el concepto de karma, nuestra vida se hace más inteligible y


podemos cooperar con esta ley ayudando en nuestro proceso evolutivo. El karma es
siempre educativo y necesario en nuestro progreso. Es impersonal y no se “interesa”
individualmente en cada uno de nosotros, por eso no podemos verlo siempre
funcionando en nuestra personalidad, o cuaternario inferior, ya que conecta nuestra
vida presente con pasadas encarnaciones. Cada ser humano genera constantemente
fuerzas físicas, emocionales y mentales, y esas fuerzas, determinan, en parte, el tipo
de vida que vivimos aquí, influye en el tipo de estado de conciencia después de la
muerte y en el medio ambiente y las relaciones en nuestras futuras encarnaciones.

Como ley universal, karma va más allá de una ley de justicia retributiva en los niveles
físico, emocional y moral de nuestro ser, así como de la ley que nos hace “heredar”
los resultados de nuestras acciones. Es una ley que opera eternamente, a cada
momento, con el fin de ajustar cada acción al orden del Universo. Es así como los
resultados de nuestras acciones llegan al “corazón” mismo del Universo, el cual se
entiende como cada parte está unida al todo y es eso que llamamos el corazón
delUniverso donde está el equilibrio. No podemos perturbar ese centro, así él se
ajusta perfectamente en respuesta a cada acción nuestra.

En Occidente se cree que esta ley implica fatalismo, pero nada más equivocado, pues
no es externo a nosotros ni se nos impone. Lejos de ser predestinación, karma es la
oportunidad de elegir actuar de tal modo que crearemos el futuro en el que queremos
vivir. Muchas veces pensamos que, como es ley, no podemos cambiarla, pero si
podemos y lo hacemos constantemente, es como modificar los efectos de cualquier

57
ley. Por ejemplo, modificamos los efectos de la ley de la gravedad cuando volamos y
viajamos por el espacio.

Annie Besant, en su libro Karma, señala que si cualquier situación nos causa
inconvenientes, bloqueos, dolor o malestar, tenemos el derecho, y muchas veces la
obligación, de hacer lo que podamos para cambiarla. Crecemos y desenvolvemos
nuestros poderes por medio del karma que nos ayuda a aprender a través del trato
que le demos a nuestros problemas. “Antes de aceptar lo inevitable con razonable
dignidad, debemos estar seguros de que es realmente inevitable”.

TIPOS DE KARMA

La clasificación que se propone a continuación es únicamente con fines didácticos,


por cuanto, como ya vimos, esta ley es universal, o sea, que no podemos, en verdad,
aplicarla de modo separado para cada circunstancia, tiempo o espacio dados. La vida
de cada persona está entrelazada con la de toda la humanidad a través de círculos
siempre en expansión: de lo particular a lo familiar, local, nacional, continental y
planetario. Las consecuencias de lo que cada uno de nosotros piensa, siente, hace y
dice fluyen como un afluente hacia el gran río de lo familiar, local, nacional,
continental y planetario.

Podemos ver este karma distributivo en los efectos mundiales de las guerras, los actos
terroristas, las tragedias naturales y otros. Como escribió P. Brunton en su libro
titulado La Sabiduría del Ser Superior, “Vivimos en comunidad con otros y debemos ser
redimidos en comunidad. Esta es la última palabra, desalentadora tal vez para
aquellos que se han adelantado al resto, pero confortadora para aquellos que se han
rezagado”.

También, a modo de mejor comprensión, hablamos de Karma acumulado, maduro y


en formación. Hay una gran oportunidad detrás del mandato espiritual de ofrecer
nuestro tiempo, trabajo, dinero, conocimiento, amor o cualquiera que sea nuestro
don. En Eclesiastés 11.1 dice “Arroja tu pan sobre las aguas, que volverás a
encontrarlo muchos días más tarde”. Esos muchos días pueden simbolizar muchas
vidas pero todo lo que damos regresa. El rabino Hillel dijo: “Si no estoy por mí
mismo ¿quién lo estará?, si solo estoy por mí mismo ¿qué es lo que soy?, si no ahora,
¿cuándo?”

Como podemos razonar, la balanza de la justicia no siempre se equilibra dentro de


los límites de una vida, por esta razón se dice que la reencarnación es un medio para

58
un fin en sí misma. La reencarnación y el karma son parte del plan de evolución.
Cuando hayamos desarrollado poder y habilidad en la acción, un carácter perfecto y
una comprensión completa de nosotros y el Universo a nuestro alrededor, entonces, y
solo entonces, se habrá alcanzado la meta de la evolución y no reencarnaremos más
en este mundo.

CONCEPTOS ERRÓNEOS SOBRE KARMA

Deducir lo que alguien pudo haber hecho en vidas pasadas a partir de lo que vive
actualmente, es un error común en el que a veces se cae. Realmente es imposible
saber cuáles serán los resultados de una acción, el resultado de la ley es inescrutable y
nunca debe uno juzgar a nadie por lo que está pasando.

También es erróneo considerar el karma como castigo o como recompensa, así como
que los resultados de una acción equivocada pueden ser borrados con el
arrepentimiento. Aunque ese puede ser el primer paso para enderezar nuestros
futuros actos.

PARA REFLEXIONAR

¿En qué difiere la ley natural de la humana?

¿Cómo puedo modificar no solo mi karma sino también los otros tipos?

¿En relación con la pregunta anterior, es posible obtener siempre la modificación?


Justifique su respuesta.

¿En qué se diferencia el concepto de karma del de destino o predestinación?

Cite y corrija, al menos, tres malentendidos sobre karma.

Explique ¿cómo y porqué karma trasciende el ajuste de causas y efectos a nivel


puramente personal?

Según su propio juicio, ¿por qué debemos estar siempre conscientes de la ley de
karma?

59
CAPÍTULO 6

Ana L. Howell Aguilar

LA MUERTE Y DESPUÉS
Si aprendemos a vivir comprendiendo y
aceptando que la muerte forma parte de la vida,
podemos morir y renacer a cada instante
e incluso, llegar a matar a la muerte
y acceder a lo Inmenso, en cuyo escenario
se celebra el juego de luces y sombras
que llamamos vida y muerte

Enseñanzas para una muerte serena


R.A Calle

La Sabiduría Antigua sostiene que la vida y la muerte, nacer y morir, son


acontecimientos temporales dentro del vasto ciclo de nuestra existencia individual.

De manera que la muerte, después de todo, no es el fin de la vida como algunos la


ven, sino una etapa más en ese largo proceso evolutivo del alma, que la conducirá
finalmente, a retornar a su fuente de origen con plenitud de consciencia. En ese
proceso se suceden las etapas de vida encarnadas en un cuerpo físico, y de vida pos-
mortem sin ese cuerpo y sin los principios que forman lo que llamamos la
personalidad.

En otras palabras, lo que solemos llamar muerte no es sino un episodio repetido de


nuestra historia individual, un episodio que alternamos con las experiencias de la
vida encarnada, experiencias que nos ayudan a transformarnos, a mejorar nuestras
relaciones con los demás, a conocer y llevar a cabo el propósito de nuestras vidas.

Existen muchos temores, especialmente en nuestra cultura, hacia el tema de la


muerte. Generalmente lo tratamos, pero evadimos pensar en nuestra propia muerte,
sino que la tomamos como algo que les sucede a otros; no queremos hacerlo por

60
temor a enfrentar lo inevitable. Sí, lo inevitable, pues la muerte es el único viaje
seguro para el que no nos preparamos adecuadamente.

¿Por qué le tememos tanto a la muerte?

Podemos identificar varias razones:

 Miedo al dolor de una enfermedad terminal.


 Dolor a cortar las relaciones afectuosas, a separarnos de los seres queridos.
 Miedo a no estar suficientemente preparados para morir.
 Temor a enfrentar un más allá plagado de castigos, como lo presentan algunas
religiones.
 Miedo a que no exista otra cosa más que esta vida.

Así podemos seguir con la lista de nuestros temores, pero en la raíz de todos ellos hay
una causa común: la Ignorancia. ¿Ignorancia de qué?, de que hay un componente de
nuestra naturaleza que es inmortal, que no es afectado por el sufrimiento, ni por el
miedo ni por la muerte.

Ese algo inmortal en cada uno de nosotros recoge las experiencias de cada vida
encarnada y las va manifestando en cada encarnación como poderes del alma, es
decir, en más y más consciencia en la medida en que esas experiencias son realmente
positivas. Esa misma ignorancia es la que nos hace aferrarnos a una personalidad y a
una vida que son pasajeras, a creer en poderes externos que nos castigan y nos hacen
sufrir no solo en esta tierra, sino también en el "más allá”.

Es hora de que hagamos un alto en todo esto y prestemos atención a lo que nos
plantea la enseñanza teosófica. Vamos a tener un enfoque distinto, un enfoque que
nos puede servir de ayuda si sabemos extraer la esencia de sus contenidos y lo
llevamos al campo de nuestra experiencia, entonces los temores se irán disipando y
podremos prepararnos para dar ese paso serenamente, así como para ayudar a otros a
que así lo puedan hacer.

EL PROCESO DE MORIR

Hoy en día, con el desarrollo de la medicina, muchos pacientes que antes se hubiesen
dado por muertos son devueltos a la vida y sus relatos sobre las experiencias que
vivieron en esos pocos minutos o segundos de muerte aparente constituyen un campo

61
de investigación que cada día se va acrecentando. Existen muchas coincidencias en
estos relatos que nos presenta la Sabiduría Antigua.

En 1989, el Dr Jean Louis Siemons publicó su investigación sobre el Modelo


transpersonal de la muerte, como fue presentado en la Teosofía de H.P. Blavatsky.
En él comparó detalladamente las experiencias cercanas a la muerte (ECM)
reportadas en el último cuarto del siglo XX con las aseveraciones de Blavatsky un
siglo antes, relativas al viaje del alma, con lo cual demostró una gran congruencia.
Además, encontró que sus declaraciones eran muy originales para la época y que
estaban basadas en su propio conocimiento, conocimiento que ella siempre atribuyó
a lo que había aprendido con los Mahatmas. Estas comparaciones sin duda son para
nosotros de gran valor, porque cada vez más personas que han pasado por esa
experiencia las confirman y, por tanto, tenemos nosotros también una significativa
confirmación sobre la validez de las aseveraciones de H.P. Blavatsky.

La visión teosófica sobre la muerte y lo que sucede después es muy esperanzadora,


como veremos. Se nos ha dicho en estas enseñanzas que la vida que estamos llevando
hoy incidirá no solo en los estados que vamos a experimentar después de la muerte,
sino en nuestra próxima vida. De manera que prepararnos para la muerte requiere
vivir una vida con significado, en otras palabras:

 ¿Cuáles son nuestras motivaciones esenciales?


 ¿Nos limitamos a pasar por la vida o realmente nos interesamos en
profundizar y aprender sobre los problemas que nos afectan a todos?
 ¿Vivimos centrados en nuestras propias preocupaciones o estamos siempre
listos a tenderle una mano a los demás?
 ¿Cuál es la calidad de nuestros pensamientos, de nuestras emociones?
 ¿Cuál es la índole de nuestras relaciones con los demás?

EN OTRAS PALABRAS, ¿QUÉ HEMOS APRENDIDO EN ESTA VIDA QUE


TENGA UN SIGNIFICADO PERDURABLE PARA EL ALMA?

RETIRO DE LA VITALIDAD

El proceso de morir se inicia con el lento retiro de la vitalidad, el Prana. En realidad,


ocurre así tras la muerte natural que sobreviene en el anciano o tras una larga
enfermedad. Este proceso finaliza cuando se desconecta completamente el Doble

62
Etéreo del cuerpo físico, un evento que se conoce como la ruptura del Cordón de
Plata.

Es posible que en ocasiones el moribundo hable con muertos o vea a personas que
han muerto antes que él, por ejemplo a sus seres queridos, puede, además, ver Seres
de luz que vienen a confortarlo en esa hora.

EL MOMENTO SOLEMNE DE LA MUERTE-LA PRIMERA


REVISIÓN DE VIDA

Antes de esa desconexión completa ocurre un proceso de suma importancia: la


consciencia va a desalojar el cerebro físico, se libra, por así decirlo, de sus ataduras
carnales o más bien de los procesos neurofisiológicos que llamamos normales. En
este punto se lleva a cabo una revisión de vida. Es como si el Ego Superior (Alma)
observara, como a través de una pantalla, lo que ha sido su vida, las experiencias
sobresalientes buenas y malas que ha tenido, sus decisiones afortunadas o
equivocadas. Se comprende, entonces, la justicia de todos los sufrimientos
experimentados y se revela ante el Alma toda la cadena de causas puestas en acción
durante su vida. Todo desfila ante los ojos del Alma. Esto es lo que algunos llaman el
instante solemne de la muerte.

Hay un punto esencial en la enseñanza teosófica sobre este momento, y es el de que


nadie muere loco o inconsciente.

Ningún hombre muere loco o inconsciente. Existe un instante de perfecta


lucidez. Parece muerto pero, desde la última pulsación, desde y entre el último
latido de su corazón y el momento cuando la última chispa del calor animal deja
el cuerpo, el cerebro piensa y el ego vive otra vez toda su vida en unos pocos
breves segundos (p. 170-171).
Cartas de los Maestros a A. Sinnet
A.T. Barker

Ocurre de esta manera porque, en esos instantes, se da una conexión entre el Manas
Inferior y el Ego Superior.

Quienes acompañan al agonizante han de saber que estos minutos son de suma
importancia y que se está ante una presencia, la de esa Triada Superior del
moribundo, que está mostrando a la mente del agonizante la revisión de lo que ha

63
sido su experiencia de vida. Por esa razón se aconseja mantener un respetuoso
silencio en esos momentos previos a la muerte, cuidando únicamente la comodidad
física del enfermo, sin llantos, sin angustias, con serenidad, brindándole paz.

Se dice, además, que, en este solemne instante, los pensamientos y deseos finales del
que está por abandonar esta vida influirán en su siguiente vida y en los estados
después de la muerte.

Los últimos pensamientos de un moribundo son moldeados por la forma de vida que
llevó: sus pensamientos habituales, sus anhelos, sus acciones y deseos.

No podría ser de otra manera, ¿no es cierto?


Se dice que aquel sentimiento que es más fuerte en nosotros en esa hora suprema, se
convertirá en el creador de nuestra bienaventuranza o en nuestro infortunio, en el
principio vital de nuestra experiencia futura.

Pero estos últimos pensamientos y deseos dependen de la forma en la que hayamos


vivido durante esa vida que acaba.

Reflexione sobre las implicaciones que usted ve en esta frase. ¿Qué podemos hacer
para lograr que nuestro final no quede atrapado en pensamientos negativos, en
rencores, resentimientos, en apegos aposesiones terrenales, etc.?

DESCONECCIÓN DE LOS PRINCIPIOS INFERIORES

La consciencia queda finalmente desconectada de los tres principios inferiores:


Prana-Doble-Cuerpo Físico. Los demás principios, Kama-Manas-Buddhi y Atma
sobreviven. Como veremos más adelante, los dos medios, el Kama y la porción del
Manas Inferior unida a éste, también llegan a desintegrarse. Una vez finalizado este
retiro de la consciencia, se cae en una especie de letargo o sopor que puede durar
varias horas o unos pocos días. El doble Etérico finalmente se desintegra al no ser ya
vehículo que cuenta con Prana o vitalidad.

KAMA-LOKA (MUNDO DE LOS DESEOS)

Este es el mundo o la esfera de los deseos y pasiones, el llamado mundo Astral. En


este punto existen dos corrientes de pensamiento sobre la experiencia de la
consciencia.

64
*Una señala que la mayor parte de los individuos tienen poca o ninguna
consciencia en esta esfera, especialmente en las subdivisiones más inferiores
del Astral.

*Otra corriente señala, que se trata de una especie de purgatorio por el que
pasamos en consciencia, donde los deseos y las pasiones que nos llevamos no
pueden ser satisfechas, lo cual causa, de esta manera, una gran angustia, hasta
que finalmente se disipan.

Usted podrá estudiar más a fondo al respecto y decidir por usted mismo cuál le
parece más apropiada.

Lo que sí ocurre en el Kama-Loka es una especie de batalla entre los principios


sobrevivientes (Atma-Buddhi − Manas Inferior − Superior), por el contenido
espiritual de la pasada experiencia de vida. Una especie de juicio final. Lo que sucede
en realidad es que el sexto principio, Buddhi, atrae hacia sí la quintaesencia del
principio manásico superior, los afectos más nobles y sus aspiraciones más santas, no
importa si son aún terrenales; así, esas partes más espirituales de la mente siguen a los
principios sexto (Buddhi) y sétimo (Atma) hacia el estado de Devachán y los restos
del quinto principio (Manas Inferior), junto con el cuarto (Kama).

“Quedan asociados como cascarón vacío (la expresión es totalmente correcta) que
vagará por la atmósfera terrestre con la mitad de la memoria personal desaparecida.”

Cartas a los Mahatmas


Baker

Así es como sobreviene una separación de esos cuatro principios.

El Kama y la Mente Inferior forman ese cascarón, o Kama-rupa, que sobrevive con
una cierta consciencia por un tiempo más o menos largo hasta que finalmente se
desintegra. Esta es la llamada segunda muerte.

SOLO LAS EMOCIONES, ASPIRACIONES Y AFECTOS PURAMENTE


ESPIRITUALES Y ALTRUÍSTAS PUEDEN ACOMPAÑAR AL EGO HASTA
ESTE ESTADO DE FELICIDAD.

65
El ESTADO EL DEVACHÁN

La palabra Devachán quiere decir tierra de los dioses o Deva.

En este punto, vuelve la conciencia al Ego Superior y entra en una especie de


ensoñación en donde todos sus pasados anhelos se ven cumplidos. Crea a su
alrededor un mundo perfecto, con todas las escenas personales y actividades que le
hubiesen gustado disfrutar en vida. No tiene consciencia de lo que sucede en la tierra.
Para él, ese es su verdadero mundo, un mundo de bienaventuranza. Un lugar de
reposo para el Ego. Allí disfruta solo de la recompensa por las causas positivas de sus
pasadas vidas. Además, es compensado por sufrimientos no merecidos. No es un
estado objetivo, sino subjetivo creado y experimentado únicamente por él.

Después de un período más o menos largo de estas experiencias en que su Karma es


satisfecho, ese Ego finalmente entra en un proceso de letargo o inconsciencia, y es
atraído nuevamente hacia otra experiencia de vida terrena. Pero instantes previos a la
consciencia que precede al nuevo nacimiento, se dice que, en algunos casos, el Ego
puede tener una fugaz visión de su nueva vida: la nueva personalidad que asumirá,
dará expresión a los skandhas, o tendencias residuales psicomentales y fisiológicas
del nuevo individuo, que son creación del anterior.

Muertes violentas

En el caso de sufrir una muerte de este tipo, hay que tener en cuenta que la
desencarnación no ocurre después de un lento retiro de la vitalidad (Prana), sino que
se da de forma súbita y buena parte de esta vitalidad queda unida al principio de
Kama.

Son los casos de muertes por accidente, crímenes, o por suicidio. En estos casos se
pasa al otro estado de consciencia con mucha vitalidad aún. Muchas veces las
personas no se percatan de que han muerto y pasan un tiempo más largo en Kama-
Loka. En otros casos, sobre todo en muertes prematuras, hay una consciencia parcial
o completa, y memoria personal de la vida recién terminada, a menudo en una
especie de estado de ensoñación que varía en intensidad; ocasionalmente hay
sufrimiento real, remordimiento y otros en esos restos de la psique. No es así para
todos, muchos caen en inconsciencia y solo despiertan cuando ocurre la batalla entre
los principios medios y superiores.

66
ACTITUD DE LOS QUE ASISTEN AL QUE ESTÁ POR MORIR

(Algunos consejos del taller “Aprendiendo a ayudar a los seres queridos que parten”
impartido por el Dr. Isaac Jauli)

Nuestra actitud debe ser tal que permita al moribundo estar en un estado de
ecuanimidad y paz.

Esencial: establecer una comunicación sincera, libre de temores, tratando de disipar


las tensiones que pueda haber en el ambiente.

Brindar amor, escuchar atentamente a lo que nos quiere decir, confortar, mantener
un silencio respetuoso cuando la persona no quiera hablar.

Muchas veces esa persona anhela que la toquen, que le den la mano o la abracen.
Hágalo si ve que eso lo conforta.

No predique, ni caiga en la tentación de darle su propia receta espiritual,


especialmente si sabe que eso no es lo que desea el moribundo.

Es importante morir conscientemente, con un dominio mental tan lúcido y sereno


como sea posible. Para ello lo primero es tratar de controlar el dolor sin enturbiar la
consciencia del moribundo.

En los instantes finales, mantenga una actitud de mucho respeto: usted está ante la
sagrada presencia del Ego Espiritual o Superior del moribundo, que está revisando
esa vida.

UNA PRÁCTICA PARA ASISTIR AL QUE ESTÁ MURIENDO

Cualquiera puede hacerla, y es el más esencial ejercicio que podemos practicar para
ayudar a familiares y amigos que estén en trance de muerte o que ya hayan muerto.
Se recomienda practicarla durante toda la enfermedad y, en especial, cuando exhala
su último aliento, o lo más pronto posible tras la detención de la respiración y antes
de que el cuerpo sea movido o manipulado de alguna manera.

Póngase cómodo y adopte una postura relajada, pero con la espalda erguida.

Respire serenamente por unos minutos con los ojos cerrados, poniendo la

67
atención en la respiración.

Visualice con la imaginación la presencia de cualquier verdad en la que crea,


en la forma de luz radiante.

Elija el ser divino al que más próximo se siente. Si es cristiano, sienta con todo
su corazón la presencia viva de Dios, Jesucristo o la Virgen María. Si no se
siente unido a ninguna figura espiritual en especial, imagínese sencillamente
una forma de luz pura y dorada, sobre la cabeza del moribundo. Lo
importante es que considere que el ser al que está visualizando, o cuya
presencia siente, es realmente la encarnación de la Verdad, la Sabiduría y la
Compasión de todos los santos, maestros y seres iluminados. No se preocupe
si no consigue visualizarlos con mucha claridad.

Llene el corazón del moribundo con esa presencia, como rayos de luz que se
derraman sobre él o ella y purifican todo su ser. Visualícelo(a) disolviéndose
en la luz y fundiéndose con la presencia espiritual.

La práctica la debe hacer en silencio junto al moribundo. La otra persona ni


siquiera tiene que enterarse.

Se recomienda hacer esta práctica por lo menos una vez al día, si se puede
más, mucho mejor.

PARA REFLEXIONAR

¿Qué significado tiene para usted este tema de la muerte?

¿Qué piensa sobre su propia muerte?

¿Cuáles han sido sus experiencias con la muerte de seres cercanos?

¿Cómo podría ayudar al que parte y los que se quedan?

¿Describa qué sucede en el momento de la muerte?

¿Explique qué ocurre después de la muerte?

68
¿Puede usted ver diferencia entre el planteamiento de las religiones (purgatorio,
infierno, cielo) y el planteamiento de la teosofía y su mensaje de esperanza?

Comente lo aprendido sobre muertes naturales en comparación con las muertes


violentas, accidentes y suicidios.

¿Cómo hacer para que, en el momento de nuestra muerte, nuestros últimos


pensamientos sean de esperanza, paz hacia el mundo, de anhelo de servicio? ¿Cree
usted que eso serán sus propios pensamientos en esa hora?

69
CAPÍTULO 7

Ligia Montiel Longhi

REENCARNACIÓN
Nos abre la puerta para comprender muchos aspectos y sucesos de la vida humana.
En Occidente prevalece la idea de que, con cada cuerpo físico, se forma una nueva
alma, sin embargo, recientemente se han abierto las mentes hacia el concepto de
reencarnación, o sea, que almas que ya tuvieron antes cuerpos físicos, tornan a
envolverse en materia física (cuerpo físico). Incluso esto es discutido por psicólogos.

A muchas personas reflexivas les es difícil comprender cómo un Dios amoroso, justo
y compasivo permite que nazcan personas privadas de capacidades físicas, mentales y
morales. A este dilema se le conoce como “teodicia” del griego theos = dios y diké =
justicia. Se refiere a la defensa de la bondad y omnipotencia de Dios en vista de la
existencia del mal.

En teosofía, cada uno de nosotros es parte de la Vida Divina, o sea Dios en nosotros;
esa Divinidad debe pulirse hasta alcanzar, vida tras vida, una mayor perfección
espiritual.

¿Podemos alcanzar la perfección en una sola vida?

Es imposible lograr la perfección espiritual en una sola encarnación, aún viviendo


cien o más años. Pensemos que la muerte de ninguna manera hace más felices, sabias
y buenas a todas las personas, por lo que es necesario que el alma retorne a la tierra
una y otra vez para que aprenda lo que la escuela de la vida, en diferentes
circunstancias cada vez, tiene para enseñarle.

Este proceso lo podemos comparar con la educación que recibe un niño día tras día y
año tras año hasta graduarse. No tendremos un grado universitario si no hemos
concluido la primaria, secundaria y los estudios universitarios. Es un orden lógico y
racional, ya que, por medio de las reencarnaciones, completamos nuestra perfección

70
espiritual, al cumplir con una ley universal (cósmica) mientras asistimos, de manera
obligatoria, a la escuela de la vida.

Las experiencias adquiridas en nuestro cuerpo carnal, o físico, se convierten en


facultades y poderes para la evolución espiritual, es un proceso de asimilación,
comparable con la asimilación que hacemos de nuestros alimentos. En ese proceso
adquirimos mayor consciencia de lo que somos y de nuestra hermandad con todo lo
existente.

La reencarnación como medio para promover nuestra evolución, puede ser mal
interpretada y aplicada al regreso del alma humana a un cuerpo animal. Este regreso
de la conciencia humana a un cuerpo animal sería ir contra la ley de la evolución.
Una vez individualizada el alma humana, ha iniciado una etapa o línea
completamente diferente de evolución y no hay marcha atrás o involución. Puede
darse el caso de que una reencarnación resulte en “fracaso” cuando se desperdician
oportunidades de crecimiento, pero los fracasos son también educativos, y podríamos
afirmar que el ego, o alma, en su vida post-morten, se da cuenta de que desperdició
esas oportunidades, por lo que se dice entonces que no hay gran progreso, sino cierto
estancamiento, nunca retroceso.

El orden de aprendizaje varía para cada individuo, por lo que el privado de


inteligencia, el criminal, el violador o el discapacitado pudieron haber aprendido, en
vidas pasadas, lecciones particulares que, por ejemplo, aún pueden faltarle al sabio o
a un santo actuales.

El aprendizaje por reencarnación es en espiral; aprendemos y olvidamos en nuestra


mente física, pero el re-aprendizaje en la siguiente encarnación no empieza en el
estado de ignorancia de nuestra primera encarnación como humanos, sino que
recapitulamos rápido y reiniciamos. Así sucede con la ley de recapitulación de
Heckel, cuando, al ser embriones, recapitulamos todos los órganos de los diferentes
vertebrados.

¿Desde cuándo existe esta creencia?

La creencia en la reencarnación no es nueva y mucho menos poco común, está


presente en las epopeyas hindúes, en los textos sagrados egipcios, en los sermones de
Buda, entre los griegos de la escuela de Pitágoras, en las enseñanzas judías del tiempo
de Josefo y luego en la Cábala. Los primeros cristianos la aceptaban, y hoy, de
nuevo, muchos cristianos la están estudiando como una hipótesis muy lógica y

71
razonable.

Existe la preexistencia de las almas. El alma es inmaterial y, por lo tanto, no


hay ni principio ni fin de su existencia. (…) Hay un progreso constante hacia
la perfección, siendo nosotros primero como vasos de barro, luego de vidrio,
luego de plata, para finalizar como cálices de oro.
Todos los espíritus fueron creados sin culpa, y todos han de regresar, por fin,
a su perfección original (…)
¿No será más conforme a la razón, que cada alma por ciertas razones
misteriosas es introducida en un cuerpo, de acuerdo con sus méritos y
acciones anteriores?

Orígenes de Alejandría
Considerado uno de los Padres de la Iglesia

En los escritos cristianos la encontramos implícita cuando Jesús dice a sus discípulos
que Juan Bautista era Elías que había regresado (Mateo 11-14, 17-10-13), y en
Malaquías 4.5. Orígenes, un erudito padre de la cristiandad, enseñó sobre la
preexistencia del alma, concepto similar al de reencarnación. Esta creencia empezó a
degenerarse en sus verdaderos conceptos y en el II Concilio de Constantinopla (553
d.C.) se declaró que “sea anatema” cualquiera que apoyara esta enseñanza y
desapareció del cristianismo oficial.

“Como creo en la teoría del renacimiento, vivo con la esperanza de que, si no en esta
vida, en alguna otra podré abrazar con amor a toda la humanidad.”

Mohandas Gandhi

En Occidente, sin embargo, siempre hubo quienes mantuvieron viva la enseñanza,


por ejemplo, Emerson, Goethe, Huxley, Edison, Schopenhauer, Henry Ford, Dr.
Weiss para citar algunos.

Recientemente, el Dr. Ian Stevenson de la Universidad de Virginia ha publicado un


libro llamado “Donde la Reencarnación y la Biología se cruzan”, en donde describe
casos de pacientes suyos con defectos de nacimiento que se corresponden con eventos
recordados de vidas pasadas al ser sometidos a terapia de regresiones.

72
“No empezamos la una nueva encarnación en el mismo punto en que quedamos
al terminar la anterior, como generalmente se supone. La comenzamos un nivel
más alto.”
I.K.Taimni
Teósofo

¿Cómo adquirimos un nuevo juego de “cuerpos”?

Después de la muerte del cuerpo físico con su doble etérico, interactuamos, por cierto
período de tiempo, en los planos emocional y mental, pero eventualmente estos
cuerpos también desaparecen y despertamos en el plano de la consciencia superior o
causal. Allí se incorporan todas las experiencias benéficas de las diferentes
encarnaciones que hemos tenido, y esto se transforma en mayores capacidades del
alma para expresarse y actuar positivamente en el mundo.

Cuando este proceso de transmutación de las experiencias en conocimiento ha


concluido, surge de nuevo en nosotros la necesidad de nuevas experiencias; esta
necesidad es la que nos atrae a una nueva encarnación. Entonces ese núcleo de
nuestro ser atrae materia, primero del plano mental y luego del emocional, para
construir los vehículos que usará, pero esa materia que atrae es de las mismas
características generales vibratorias que la materia que dejó en su pasada encarnación
al morir.

¿Qué significa esto?

Que nosotros mismo construimos o reconstruimos nuestros vehículos de la futura


encarnación con materia de los mundos mental y emocional a la que enseñamos a
vibrar de cierta forma mediante nuestros pensamientos repetidos y la fuerza con la
que los proyectamos, con sentimientos y deseos que fueron predominantes en nuestra
anterior reencarnación. Estos son los llamados skandhas.

Así empezamos a formar, primero, nuestro nuevo vehículo mental inferior;


recordemos que el mental superior, o causal, es permanente y forma parte del ego o
alma, el cual toma la materia de la pasada encarnación y aquella que manejan

73
poderes e inteligencias del karma y sus huestes de elementales, según nos
corresponda para la nueva encarnación

Nuestro cuerpo físico está compuesto, entonces, por la dotación genética de los
padres pero con una organización determinada por el patrón que uno mismo
estableció en vidas pasadas: primero la contraparte etérica y luego la física densa.

Este es el sendero evolutivo, la velocidad de progreso la vamos estableciendo


nosotros mismos. Se acelera en el momento que comprendemos que nuestro destino
lo vamos forjando nosotros mismos; que la calidad de nuestras emociones, de
nuestros pensamientos y de nuestras acciones marca la vida que tendremos en el
futuro.

“Sé que soy inmortal. No hay duda de que muchas veces he muerto en el pasado.
Me río de lo que llamáis extinción y conozco la amplitud del tiempo.”

Walt Whittman
Poeta

¿POR QUÉ NO RECORDAMOS LAS VIDAS PASADAS?

Esta pregunta la responde la literatura teosófica en todo lo relacionado con la vida


después de la muerte, o el tiempo pasado entre dos encarnaciones.

La mayoría de nuestros recuerdos de hechos, lugares, personas y “cosas por el estilo”


están ligados o relacionados con nuestro cerebro físico, su parte cognitiva; cuando
morimos, la función cerebral también muere y se pierden esos conocimientos. Para el
momento en que debemos volver a tomar un vehículo físico, los ecos detallados de
nuestra vida recién pasada ya no son activos y cuando tomamos un nuevo cerebro
físico, también tenemos nuevos cuerpos emocional y mental sin memorias
específicas.

En la mayoría de los casos en que se recuerdan vidas pasadas, estos recuerdos son
sólo de la última de las reencarnaciones y median circunstancias especiales tales
como una muerte súbita siendo la personalidad aún muy joven. La reencarnación en
estos casos se da más rápido, generalmente en la misma área geográfica, cultural y el
mismo ambiente familiar. En estos casos los recuerdos aparecen temprano en la

74
nueva vida y poco a poco van desapareciendo.

Aunque no recordemos nuestras vidas pasadas, todos tenemos un registro de los


eventos más importantes con respecto a las habilidades, ideales y aspiraciones, así
como nuestros viejos hábitos de respuesta, llamados en sánscrito skandhas. La ley de
evolución extrae lo que nos es de valor y desecha los detalles.

El alma del hombre es como el agua. Viene del cielo, se eleva hacia el cielo y
vuelve después a la tierra, en un eterno ciclo. Estoy seguro de que he estado
aquí, tal como estoy ahora, mil veces antes, y espero regresar otras mil veces
más.
Goethe

Podemos también, intuitivamente, recordar o reconocer personas con quienes hemos


tenido conexión en vidas pasadas y, de forma ocasional en condiciones especiales,
recordar detalles del pasado pues está eternamente disponible en los anales akáshicos,
pero la mayoría no sabemos cómo acceder a ellos a voluntad. Recordemos que la
personalidad dura sólo una vida.

Algunas personas tienen una imaginación muy desarrollada con respecto a este punto
de recordar vidas pasadas y su mente subconsciente se convierte en un fantástico
intérprete de personajes y hechos. Por esta razón es conveniente mantenerse lo más
objetivo posible con respecto al recuerdo de vidas pasadas, esta es una actitud
inteligente y responsable, pues lo que hicimos en el pasado, queramos o no, se
reflejará en alguna de las encarnaciones por lo que es más importante lo que hacemos
en el presente.

PARA REFLEXIONAR

Si se difundiera más ampliamente el concepto de la reencarnación, ¿cuáles serían los


efectos positivos y negativos?

Cite tres factores determinantes que operan en la determinación del lugar y eventos
en una vida futura.

Diferencie entre reencarnación y transmigración.

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Explique, por medio de la reencarnación, por qué hay diferencias en las facultades
mentales, físicas y emocionales de los humanos.

¿Es importante o útil recordar las vidas pasadas?

¿Por qué no recordamos nuestras vidas pasadas?

¿Cuándo y por qué dejaremos de reencarnar?

En su criterio ¿se aprenden iguales lecciones en un cuerpo masculino o femenino?

76
CAPÍTULO 8
Ana L. Howell Aguilar

EL SENDERO

En las grandes tradiciones religiosas se habla de una senda o camino que conduce al
ser humano a reunificarse con lo divino. La palabra misma, “religión” significa
religare, volver a ligarse, reunificarse.

¿Religarse con qué? Podemos verlo como la unión con Dios, o con lo divino o con la
luz del espíritu que mora dentro de nosotros. Es un volver a la Fuente, un
reconocerse como lo que en verdad somos. Hijos del Altísimo, podrían decir algunos.
Una chispa del Fuego Divino, dirán otros. La gota surgida del inconmensurable
Océano de Sabiduría.

A este sendero se le ha llamado de diversas maneras:


Camino de Salvación
Camino de Retorno al Padre, que podemos reconocer en la parábola del Evangelio
sobre el hijo pródigo.
La Senda de la auto-realización, de la que habla el Yoga superior
La Senda de la Liberación
El Sendero hacia la Clara Luz del Budismo
El Sendero del Bodhisatva, o sendero de la Renunciación al que se hace referencia en
el Budismo Mahayana

Casi todos estos términos tienen la connotación de un viaje que conduce hacia alguna
parte. Pero existen diferencias que podemos ir notando en ese proceso: en unos casos,
parece depender, en mayor o menor grado, de una ayuda externa; en otros, notamos
que todo depende del esfuerzo personal.

Recordemos algo de lo visto al principio del curso sobre la tercera proposición


fundamental de La Doctrina Secreta, la cual postula lo siguiente:

1. La identidad fundamental de todas las Almas con la Fuente de lo Divino.

77
2. El desarrollo creciente de la consciencia, gracias a la experiencia acumulada a
través de una larga serie de reencarnaciones y de transformaciones internas.

La meta de este recorrido del alma es ganar más y más consciencia, consciencia de
nuestra real naturaleza, de nuestra identidad con todos los demás seres, de nuestra
identidad con la fuente divina de la cual procedemos.

“Ascendiendo así por todos los grados de inteligencia, desde el Manas inferior al
superior, desde el mineral y la planta, al Arcángel más santo”…

Doctrina Secreta
H.P. Blavatsky

Es así como logramos obtener la Verdad sobre nuestro origen y el origen del
Universo. Sobre nuestra naturaleza esencial: ¿quién soy? Sobre nuestro destino: ¿cuál
es el objetivo de este peregrinaje, y de todo este maravilloso Universo que me rodea?

Volvemos al origen, es cierto, pero con total consciencia de lo que somos. Este es el
Ciclo de Necesidad que todos hemos de cumplir, el Viaje Inevitable de todas las
almas que buscan la Verdad.

En esa tercera proposición, hay algo que se recalca como la enseñanza central:

La no existencia de privilegios o dones regalados en este proceso de transformación,


salvo los ganados por cada uno de nosotros mismos y conforme a la Ley Kármica.

¿Cómo hemos de efectuar este recorrido evolutivo en nuestra


condición humana?

Podemos hacerlo de dos maneras:

 Siguiendo la corriente evolutiva, lo que nos tomará un tiempo casi infinito y


no nos garantiza que alcancemos la meta en este ciclo.
¿Por qué podemos quedarnos rezagados, sin alcanzar la meta? Reflexione
sobre este punto.

 Acelerando el proceso, y poniendo en práctica los cambios necesarios en


nuestras vidas, de manera que en cada encarnación nos acerquemos a ese

78
estado de bienaventuranza y liberación que nos aguarda al final del sendero.
Entonces ya no serán necesarias más experiencias en la vida encarnada, pues
habremos pasado por todas, habremos llegado a dominar las causas del
sufrimiento y dejado atrás el egoísmo y la separatividad.

¿No parece entonces razonable escoger esta segunda forma de caminar por la vida? A
lo mejor piensa usted que es mejor la primera que es mucho más fácil. ¿Lo será?
Reflexione sobre esto.

De manera que vamos viendo en este caminar varias cosas que iremos comentando:

No se trata de un camino externo que lleve a algún lugar geográfico. Se trata de un


recorrido hacia el interior de nuestro propio ser, un viaje de auto-descubrimiento y de
transformación, único para cada quien, como único es cada uno de nosotros. Un
recorrido que nos conducirá hasta la esencia misma de nuestro ser.

No es necesario que nos retiremos a un ashram en la India o a un convento de


monjas para transitarlo.

Tampoco hay alguien que nos va a salvar en el último instante, con solo
arrepentirnos de lo que hemos hecho en toda una vida o en muchas. Corresponde a
cada uno de nosotros agotar el propio karma y no seguir causando desarmonía.

Construimos el camino a medida que avanzamos, porque vamos descubriendo a


cada paso lo que somos, hasta que, por fin, hallamos la memoria perdida de lo que
fuimos y lo que realmente somos.

No parece que haya un guía externo que nos lleve de la mano diciéndonos a cada
paso “haz esto y no hagas aquello”, solo nuestra propia voz interna, la voz del
Maestro interno.

Cada uno ha de llevar a cabo este proceso por sí mismo, sin embargo, no está solo, la
Humanidad nunca ha estado sola. Otros muchos antes que nosotros lo han logrado y
nos han dejado sus grandes enseñanzas, las señales necesarias de dónde buscar y
cómo iniciar el viaje, los peligros que se dice acechan a cada paso y cómo hemos de
prepararnos para afrontarlos.

Son esos Benditos Seres que, tras haber alcanzado antes la meta, renunciaron a ella
por amor a la humanidad y nos muestran el camino que lleva al término de todo
sufrimiento y miseria.

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Es precisamente aquí donde radica una de las más inspiradoras enseñanzas de la
Sabiduría Antigua: la enseñanza sobre la renunciación de los frutos de la acción, por
el bien de los demás, por el bien de la evolución.

LO ESENCIAL DEL SENDERO TEOSÓFICO

La teosofía nos muestra un aspecto sublime del sendero que va más allá de todo lo
imaginable. El mayor sacrificio que un ser humano puede hacer por el bien de los
demás es renunciar a la anhelada y merecida recompensa de la liberación final de
toda miseria y dolor, para permanecer cerca de la humanidad, sintiendo
profundamente su sufrimiento y tratando por todos los medios de ayudarnos a
comprender que en nosotros mismos está el remedio.

Esos seres no recorrieron el sendero para obtener una recompensa personal, y por eso
han elegido convertirse en auxiliares de la humanidad. Ellos nos invitan a unirnos a
esa hermandad a la cual pertenecen.

Esta es la Senda del Corazón o el Sendero de Renunciación.

Annie Besant nos dejó este bello fragmento, atribuido a H.P. Blavatsky, que resume
esa senda recorrida por estos grandes seres, y nos invita a la vez a tomar ese ideal.

Hay un camino arduo y empinado, lleno de peligros de todo tipo,


Y sin embargo, un camino que conduce al Corazón del Universo.
Yo les puedo decir cómo encontrar a quienes les mostrarán la puerta secreta
que se abre solo hacia adentro, y se cierra rápidamente detrás del neófito, para
siempre jamás.

No existe peligro alguno que un indomable valor no pueda vencer.


No existe prueba alguna que una inmaculada pureza no pueda atravesar.
No existe dificultad alguna que un fuerte intelecto no pueda vencer.

Para quienes consiguen avanzar, existe una recompensa más allá de lo


indecible, el poder de bendecir y salvar a la Humanidad.

Para quienes fracasen, hay otras vidas en las que pueden alcanzar la victoria.

Lucifer
Annie Besant

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LAS ETAPAS DEL RECORRIDO

Tengamos siempre presente que nuestro recorrido nos ha de llevar:

Desde un estado de egoísmo e ignorancia, de TINIEBLAS hasta un estado de Amor


Universal y Compasión, un estado de no separatividad - de LUZ- de
ILUMINACIÓN

La psique ha de dar paso a la manifestación de nuestra naturaleza esencial, nuestra


naturaleza divina.

Es un proceso de integración. Un nuevo nacimiento, recobrar el estado infantil (Sed


como niños, pero niños sabios), de total regeneración.

DESPERTAR

Hay un momento en el desarrollo de la consciencia en que no existe nada externo


que puede llegar a satisfacer la aspiración interior por lo sublime, por lo espiritual,
por el conocimiento de la Verdad. Es cuando realmente uno despierta y busca las
respuestas que traigan alivio a su alma.

Generalmente ocurre después de un sufrimiento muy grande, pero también por una
gran insatisfacción por la vida que se está llevando; quizás por haber tenido una
experiencia mística o por algo que nos removió la lectura de una obra espiritual, en
fin, eso nos es otra cosa que despertar al anhelo, nacido de la memoria del alma, por
el hogar del cual una vez partió: del hogar espiritual.

Reflexione sobre su propio anhelo; ¿qué lo ha traído hasta aquí?, ¿qué está buscando?
Nada de lo externo nos llena verdaderamente y es cuando empezamos a buscar
dentro de nosotros mismos.

¿Qué debo hacer entonces?

Emprender el camino de búsqueda de respuestas, pero hacerlo ahora desde el punto


en el que estoy, sin esperar a que mis condiciones mejoren, a que tenga más tiempo, o

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a que realmente sienta que puedo comprometerme. No acalle ese anhelo interior,
sino préstele atención, y no lo deje para otra ocasión, pues puede ser que ese
momento ya no vuelva en esta vida.

LA BÚSQUEDA

¿Dónde buscar?

Sucede muchas veces que empezamos a buscar donde no vamos a encontrar


respuestas ciertas, y nos vamos enredando en un grupo y otro, en lecturas que no
llevan a ninguna parte. ¿Por qué sucede esto? Reflexione sobre ese asunto. ¿Cómo
encontrar las respuestas apropiadas?

En el librito “A Los Pies del Maestro”, atribuido a Krishnamurti, se dice que el


primer requisito para hollar el sendero es el despertar el Discernimiento Espiritual,
que es la capacidad del alma para mostrarnos aquello que es esencial, que tienen
verdadera importancia para nuestro propio desarrollo, y de dejar atrás lo que no
sirve, lo que nos retrasa y nos desvía de la búsqueda.

Necesitamos la luz de la intuición espiritual desde el principio mismo del camino, y


hasta el mismo final. Pero esa luz interna no brillará para nosotros en tanto no
apartemos las sombras que se interponen entre ella y nuestra mente. Debemos dejar
libre el paso, deshacernos de los obstáculos. Esos obstáculos nacen de nuestra propia
ignorancia, de los condicionamientos del pasado, de la rigidez de nuestra mente, de
una vida fundamentalmente egoísta, auto-centrada y apegada a viejos moldes.

Helena Blavatsky nos dejó una bella enseñanza sobre el sendero en su Escala de Oro,
que conduce al Templo de la Sabiduría Divina, que usted puede consultar completa
en este folleto. Algunos podremos ver en ella cuatro pasos preliminares que abrirán
paso a la luz de la intuición o percepción espiritual.

Estos cuatro pasos o escalones son:

Vida limpia. Reflexione sobre lo que esto significa para usted.


Mente abierta. A la luz de lo que hemos visto en el curso ¿qué significa para usted
tener una mente abierta?
Corazón puro. ¿Puede el egoísmo albergarse en un corazón puro?

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Intelecto despierto. ¿Puedo investigar correctamente si mi mente se halla embotada
por atracciones y apegos de todo tipo? ¿Si mi pensamiento no resulta tan claro?

El quinto escalón es la percepción espiritual sin velos. Quizás al principio esa luz
tenga un brillo muy tenue y titilante, pero llegará un día en la vida de todo peregrino
que esté recorriendo el sendero, en que su luz será fuerte y estable. Todo depende de
uno mismo, del esfuerzo que pongamos en limpiar el campo del polvo acumulado a
lo largo de muchas vidas.

“La lámpara arde con brillantez cuando se es limpio de corazón y se ha


alcanzado la armonía interna.”
Luz en el Sendero
Mabel Collins

Entramos ahora a los medios por los cuales podemos ir avanzando en este sendero de
auto-descubrimiento y auto-transformación.

LOS MEDIOS

Auto-observación reflexiva
Debemos ahondar en nuestras motivaciones, emprender la difícil tarea de conocernos
a nosotros mismos, hacer las correcciones necesarias del carácter propio para ser
mejores seres humanos, y para mejorar nuestras relaciones con los demás, ser más
respetuosos con la naturaleza

Estudio
El cual permite la claridad de pensamiento, que finalmente lleva al conocimiento de
uno mismo.

Meditación
Es necesario abrir el corazón, unir mente e intuición.
La meditación es un aspecto esencial del recorrido, pues solo cuando se logra
gobernar la mente, cuando esta se establece en su naturaleza esencial, es decir,
cuando la luz de nuestro sexto principio, Buddhi la hace resplandecer, se alcanza el
estado que permite la unión final con lo divino en nosotros.

Servicio desinteresado

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Esto significa, mover el centro de nuestros intereses cotidianos. Poner el
conocimiento adquirido al servicio de los demás, desarrollar la compasión

“El primer paso es vivir en beneficio de la Humanidad”


La voz del Silencio
H.P. Blavatsky

LAS VIRTUDES, que son parte de nuestra propia naturaleza divina, se irán
educiendo a lo largo del camino.

Compasión: hacia todos los seres.

Pureza de vida: que viene de una vida correcta, una mente abierta, un corazón puro.

Intrépido valor: que otorgan la fe y la confianza en el ideal.

Fuerte Intelecto: nacido de la mente iluminada por la luz espiritual. Discernimiento.

Entonces estaremos preparados para dar un paso más allá. Para renunciar a la
recompensa final que da el nirvana y quedarnos junto a la humanidad, sirviendo al
más noble y elevado ideal.

... inclina la cabeza, y escucha atentamente, oh Bodhisattva —habla la


Compasión y dice: “¿Puede haber bienaventuranza cuando todo lo que vive ha
de sufrir? ¿Te salvarás tú, y oirás gemir al mundo entero?”
Ya has oído lo que se ha dicho.
Llegarás al séptimo escalón, y cruzarás la puerta del conocimiento final, pero
será tan sólo para desposarte con el dolor —si deseas ser Tathâgata, sigue las
huellas de tu predecesor, muéstrate lleno de abnegación hasta el fin
interminable.

La Voz del Silencio


H.P. Blavatsky

84
CAPÍTULO 9
Ana L. Howell Aguilar

LA SOCIEDAD TEOSÓFICA

Traducido del folleto de divulgación producido por la Sociedad Teosófica en los Estados
Unidos: La Sociedad Teosófica.

La Sociedad Teosófica es una organización Internacional, no sectaria, no política y


no dogmática, dedicada a promover la solidaridad humana, la comprensión entre los
seres humanos y la auto-transformación. Busca unir a las personas, reconciliar a las
distintas religiones, filosofías y ciencias, promoviendo su estudio y buscando aquello
que nos une y no lo que nos separa. Su deber consiste en mantener viva en el ser
humano su intuición espiritual e incrementar así su percepción de la realidad interior,
que le es inherente.

A través de la literatura y diversas actividades, la Sociedad Teosófica ofrece varias


enseñanzas y valores para consideración individual, pero no hay doctrina u opinión
que sea obligatoria para nadie.

En 1879, dos de sus fundadores, Madame Blavatsky y el coronel Olcott, se


trasladaron a la India y donde la Sociedad se expandió rápidamente. En 1882, la sede
internacional de la Sociedad quedó establecida en Adyar, Chennai, India, y desde
entonces ha permanecido como el hogar del Presidente Internacional. Actualmente,
la Sociedad tiene representaciones en más de sesenta países, y está organizada en
Secciones compuestas, a su vez, por Ramas o Logias, a las cuales se afilian las
personas que deciden hacerse miembros de la Sociedad.

85
Objetivos y Filosofía de la Sociedad Teosófica

1. Formar un núcleo de la Fraternidad Universal de la Humanidad, sin distinción de


raza, credo, sexo, casta o color.

2. Fomentar el estudio comparativo de Religión, Filosofía y Ciencia.

3. Investigar las leyes no explicadas de la Naturaleza y los poderes latentes en el


hombre.

Su lema es:
No hay Religión más elevada que la Verdad

La Sociedad Teosófica está compuesta de individuos unidos por su simpatía hacia


esos objetivos, por su dedicación a promover la hermandad, su esfuerzo en promover
la comprensión religiosa y racial. Su lazo de unión es una común aspiración y
búsqueda de la verdad. Sostienen que esa verdad debe alcanzarse mediante el estudio,
la reflexión y el servicio, y no impuesta mediante una autoridad o como un dogma.

Los teósofos consideran que la creencia en algo debe ser el resultado del estudio
individual, la práctica en sus propias vidas y la comprensión, más que la mera
aceptación de ideas tradicionales, y que deben estar sustentadas en el conocimiento,
no en la asertividad.

Ven a cada religión como una expresión de la Sabiduría Divina, adaptada a las
necesidades de un tiempo y lugar particulares, y prefieren el estudio de las diferentes
religiones antes que su condenación, su práctica y su proselitismo. La paz es su
insignia y la verdad su objetivo.

La Teosofía ofrece una filosofía que ve al Universo como un todo vivo e


interrelacionado. Afirma que hay un sistema y orden inteligente guiando la evolución
cíclica de toda la vida. Reconoce un propósito para la existencia en la meta hacia la
cual progresa el cosmos entero. Pone a la muerte en su debido lugar como un
incidente recurrente en una vida sin fin, que abre la puerta hacia una más completa y
más radiante existencia. Señala que nuestro cuerpo, emociones mente e intuición,
son aspectos de nuestra naturaleza interna y que vivir correctamente es el resultado
del balance y la armonía dentro de nosotros y con el mundo que nos rodea.

86
Libertad de Pensamiento

La Sociedad Teosófica mantiene el derecho a la libertad individual de pensamiento


para cada miembro. A quienes que se unen a la Sociedad Teosófica no se les pide que
dejen atrás sus creencias o fe religiosa. Ninguna doctrina u opinión es en modo
alguno vinculante para ningún miembro de la Sociedad, sin importar quién la enseñe
o sostenga, como tampoco ningún maestro o autor tiene autoridad para imponer sus
opiniones a otros. Todos los miembros son urgidos a defender y actuar sobre estos
principios fundamentales y sin temor a ejercer su derecho a la libertad de
pensamiento o expresión, dentro de los límites de la cortesía y consideración a los
demás.

La Sociedad Teosófica no reclama el monopolio de la Tradición de Sabiduría


llamada Teosofía, porque esta no puede estar limitada. Los simpatizantes de la
Sociedad Teosófica buscan comprender esta Sabiduría de un modo cada vez mayor.
Todos los que simpaticen con los objetivos de la Sociedad Teosófica, son bienvenidos
a unirse a ella.

La Sociedad Teosófica en Costa Rica

La primera Logia de la ST en Costa Rica fue fundada el 1 de junio de 1904 por un


grupo de personas que, por más de 10 años, se habían venido reuniendo y estudiando
en casa del pintor de origen español Tomás Povedano de Arcos. Desde entonces la
ST ha tenido una presencia ininterrumpida en nuestro país.

Actualmente trabajan cuatro Logias y dos Grupos de Estudio.

Tres Logias se reúnen en San José: Rama Virya, Logia Shakti y Logia Dharma, y una
en San Ramón, Logia Estrella de Oriente. El Grupo Rasur trabaja en Cartago y el
Centro de Estudios Helena Blavatsky lo hace en Tibás.

87
El Emblema de la Sociedad Teosófica

El emblema de la Sociedad Teosófica se compone de varios símbolos, que se han


utilizado desde la antigüedad para expresar conceptos espirituales y filosóficos
profundos sobre el hombre y el universo. Se encuentran en distintas formas en las
grandes religiones del mundo y su universalidad queda muy patente con su presencia
en culturas totalmente separadas.

Cada símbolo estudiado separadamente nos ayuda en su comprensión. Estudiados


juntos, como en este emblema, nos sugieren un vasto esquema evolutivo que abarca
toda la naturaleza, física y espiritual, y su estudio puede hacer que el investigador
serio llegue a contemplar algunos de los más profundos misterios de la existencia.

En parte debido a su antigüedad y en parte por la dificultad de establecer su origen,


los símbolos no pueden interpretarse con una precisión exacta. La interpretación que
aquí ofrecemos debe tomarse únicamente como indicativa de las verdades que
intentan transmitir, y no como una afirmación exacta de su significado.

El Ankh: en el centro de los dos Triángulos entrelazados está lo que se


conoce como el Ankh (o la Cruz Ansata). Este comprende un círculo
sobrepuesto a la Cruz Tau (el tipo de cruz que tiene forma de la letra
T). El Ankh es un símbolo egipcio de gran antigüedad y representa la
resurrección del espíritu que escapa de su prisión de la materia,

88
expresada de otra forma como el triunfo de la vida sobre la muerte, del espíritu sobre
la materia, del bien sobre el mal. Este concepto de la Resurrección se encuentra en
todas las grandes religiones.

Los Triángulos Entrelazados (a menudo llamados el


Doble Triángulo, y conocidos en la religión hebrea como
el Sello de Salomón o la Estrella de David) están rodeados
por una serpiente. Esta combinación del triángulo con la serpiente a su alrededor
simboliza el universo creado, donde la creación está limitada en el tiempo y el
espacio. Los Triángulos, contemplados por separado, simbolizan las tres facetas de la
manifestación, conocidas como la Trinidad en distintas religiones y personificada en
el Cristianismo como Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, y en el hinduismo
como Shiva, Vishnu y Brahma. El triángulo más oscuro, el que tiene el vértice hacia
abajo y el triángulo más claro, que mira hacia arriba, simbolizan respectivamente el
descenso de la Vida en la Materia y el ascenso de esa Vida al salir de la Materia y
entrar en el Espíritu, la oposición perpetua entre las fuerzas de luz y de oscuridad en
la naturaleza y en el hombre.

La Serpiente que se muerde la cola: aparte del significado que tiene por
rodear los triángulos como hemos mencionado antes, la serpiente misma
siempre ha sido un símbolo de la Sabiduría. Los hindúes llaman a sus
sabios "Nagas" (una palabra que significa serpiente). Cristo aconsejaba a
sus discípulos que fueran "sabios como la serpiente". Lo que conocemos como el
Uraeus (o cobra sagrada), que se ve en la cabeza de los Faraones de Egipto, denotaba
su iniciación en los ritos sagrados donde se alcanzaba el conocimiento de la sabiduría
oculta. La serpiente que se traga la cola representa el "círculo del universo", la
perpetuidad del proceso cíclico de la manifestación.

La Esvástica: es otra de las numerosas formas en las que se encuentra la


cruz. Es la Cruz de Fuego con brazos de llamas que dan vueltas (en el
sentido del reloj) para representar las poderosas energías de la
naturaleza que crean y disuelven las formas a través de las cuales tiene lugar el
proceso evolutivo. En las religiones que reconocen los tres aspectos de la Deidad, la

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Esvástica se asocia con el tercer aspecto, la Tercera Persona de la Trinidad, que es el
creador: Brahma en el hinduismo y el Espíritu Santo en el Cristianismo.

El Aum: encima del emblema se encuentra la palabra sagrada del


hinduismo en caracteres sánscritos, y las tres letras representan la
Trinidad. También está la idea de la Palabra creadora de Logos que suena
en todo el universo y lo sostiene. "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con
Dios y el Verbo era Dios". El emblema como un todo simboliza lo Absoluto, Dios,
trascendente e inmanente. Dios trascendente, es decir, en la creación y más allá de
ella (la palabra sagrada AUM) sobrepasa el ciclo de la manifestación (la serpiente) y
recibe la energía de la actividad divina (Esvástica), y dentro de este campo de
manifestación, los triángulos enlazados del espíritu y la materia representan el
símbolo de la inmortalidad (el Ankh), Dios inmanente, es decir que mora en toda
forma creada.

Alrededor del emblema vemos el lema de la Sociedad Teosófica:


No hay religión más elevada que la Verdad. La Verdad es la búsqueda de todos los
teósofos, cualesquiera que sean sus creencias, y todas las grandes religiones reflejan,
en cierta medida, la luz de la Sabiduría única, eterna y espiritual.

Hemos esbozado aquí, solamente de forma somera, el gran alcance y profundidad de


significado que contiene el emblema de la Sociedad. El estudio de su simbolismo es
casi inagotable. Quienes deseen proseguir este estudio en mayor detalle pueden leer
The Theosophical Seal, de Arthur M. Coon, o La Doctrina Secreta, de H.P. Blavatsky. El
Hastings Dictionary of Religion and Ethics y otras enciclopedias generales también
contienen artículos sobre el simbolismo en general y sobre los símbolos en particular.

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DIAGRAMA I

91
DIAGRAMA II

92
DIAGRAMA III

93
DIAGRAMA IV

94
LA ESCALA DE ORO

H.P. Blavatsky

Vida Limpia

Mente abierta

Corazón puro

Intelecto despierto

Percepción espiritual sin velos

Afecto fraternal para con el condiscípulo

Presteza para dar y recibir consejo e instrucción

Leal sentimiento del deber hacia el instructor

Obediencia voluntaria a los mandatos de la verdad,


una vez que hayamos puesto nuestra confianza en ella
y creamos que el instructor la posee

Valeroso ánimo para soportar las injusticias personales

Enérgica declaración de principios

Valiente defensa de los que son injustamente atacados

Mirada siempre fija en el ideal del progreso y perfección humana que nos revela la
Ciencia Secreta

Tal es la Escala de Oro por cuyos peldaños el aspirante puede ascender para llegar al
Templo de la Sabiduría Divina.

95
BIBLIOGRAFÍA

Baker A. T. Cartas de los Mahatmas a A.P.Sinett

Besant, A. Lucifer

Besant, A. Karma

Blavatsky, H.P. (1979). La Clave de la Teosofía. Kier.

Blavatsky, H.P. (1991) La Doctrina Secreta Vol I Cosmogénesis.

Blavatsky, H.P. La Voz del Silencio.

Coon, A.M The Theosophical Seal.

Farthing, G. When We Die.

Mills, J. (2011). El Misterio de la Identidad Humana, Seminario Escuela de Teosofía de


Krotona.

Mills, J. El Peregrinaje Humano.

“Paz a todos los seres en todos los mundos”

Annie Besant

96

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