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COMPROBACIÓN DEL DESGASTE Y AVERIAS DEL MOTOR

Para diagnosticar si el motor necesita ser rectificado, se debe revisar los siguientes
detalles.

▪ Expulsa humo excesivo de cualquier color

▪ Por la falta de potencia, es necesario acelerar más de lo normal

▪ Se eleva el consumo de combustible

▪ Al momento de estar detenido el auto, las revoluciones son muy variables

▪ Se presentan problemas con el arranque del auto

▪ Se apaga frecuentemente

▪ Finalmente, puede consumir más agua o refrigerante de lo normal

Seguidamente realizar el diagnóstico y medición de la compresión del motor

Para realizar el diagnóstico del motor con la medición de la compresión del motor en los
motores de combustión interna se requiere que cada cilindro tenga los mismos niveles de
compresión y de esta forma su funcionamiento sea adecuado. Para esto se depende de la

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mezcla de aire y combustible maximizando así la energía producida, esto se produce
cuando los pistones en su carrera ascendente compriman la mezcla de aire y combustible
en la cámara de combustión; si se diera el caso de existir una fuga en parte de esa mezcla
de aire/combustible resultaría en un consumo excesivo de combustible y a la vez una
pérdida de potencia.
Síntomas para identificar problemas de compresión

Cuando un motor presenta problemas con la compresión se pueden dar algunos o varios
de estos problemas:

Causas de problemas de compresión en el motor


La causa de una falla en la compresión se da por que la cámara de combustión no está
bien sellada y/o existen fugas, pudiéndose dar por lo siguiente:

▪ Bujías: Pueden estar mal colocada, no ajustadas o con roscas dañadas.

▪ Válvulas o resortes: Una válvula o un resorte dañados no permiten un buen


asentamiento en la parte superior del motor, permitiendo fugas. Las válvulas y los
resortes quemados, desgastados o con rasguños suelen ser la causa.

▪ Anillos: Si los anillos del pistón están sueltos en el pistón o en la camisa del pistón se
pueden presentar fugas

▪ Junta o empaque: Podría estar dañada, mal ajustada, mal fijada o mal seleccionada lo
que permitirá fugas.

▪ Bloque de cilindros: Si este presenta ralladuras en alguno de los cilindros entonces


podrían presentarse algunas fugas.

▪ Mala sincronización: si no es la correcta pueden no asentar correctamente las válvulas


o no hacerlo a tiempo, esto suele darse por una banda o faja gastada

PROCEDIMIENTO PARA MEDIR LA COMPRESIÓN

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La compresión del motor debe hacerse con un manómetro, esta revisión da buena
información sobre el estado del motor. Para medir la compresión deberán de seguirse los
siguientes pasos:

1. Alcanzar la temperatura normal de operación del motor.


2. Quitar los cables de las bujías.
3. Sacar unas de las bujías y colocar el manómetro cuidando que tape todo el orificio
donde va la bujía.
4. Arrancar el motor por unos segundos acelerando a fondo, es decir hacer el
procedimiento de arranque normal del motor. Considerar que el auto no arrancará.
5. Anotar la presión registrada en el manómetro.
6. Recolocar todas las piezas que hayan sido retiradas en su lugar respectivo.
La presión que se da en cada cilindro debe ser muy parecida entre ellos y la variación no
debe ser de más de un 10 %. Esta medición debe coincidir con lo indicado en el rango
señalado por el fabricante del auto.

Diagnosis de averías a través de los ruidos del motor

Nos vamos a referir solamente a los ruidos que se oyen en el motor y no a los que se
puedan oír en otros órganos del automóvil tales como el embrague, la transmisión, los
frenos, etc.

Es necesario que el Técnico mecánico perciba con claridad los ruidos del motor y después
tiene que fijarse en lo siguiente factores:

El ritmo del ruido

● Si el ruido se oye al mismo ritmo del giro del motor o a un ritmo independiente del
giro de éste.

● Si el ruido se oye a cada vuelta del cigüeñal, o a cada dos vueltas.

● Si el ruido se oye con cada combustión o a doble ritmo que las combustiones
producidas en el cilindro.

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El cambio de ritmo
También es importante concretar si se produce el caso de que el ruido cambia de ritmo al
cambiar el ritmo del motor, es decir, si tiene una frecuencia independiente, por el contrario,
sigue la misma frecuencia.
La procedencia del ruido
Fuentes de ruido en todo motor pueden ser la bomba de agua, el ventilador, el escape o el
turbocompresor; las cadenas de arrastre o los engranajes (de la distribución, etc.). Las
cadenas suelen hacer un ruido característico mientras los engranajes que vibran hacen
como un castañeteo diferente del ruido que produce el picado. También existen los silbidos
que delatan la presencia de fugas, generalmente fáciles de localizar observando el motor
atentamente.
Ver si el ruido se produce en la zona de la culata. En la zona alta (válvulas, balancines.) o
en la cámara de combustión.

De acuerdo con estas observaciones previas podemos encaminar nuestras investigaciones


para la localización de las averías desde los siguientes puntos:

● Ruidos sincronizados con el giro del motor

● Ruido en un solo cilindro en cada vuelta

● Ruidos con el ritmo de las combustiones

● Otros ruidos localizables

Ruidos sincronizados con el ritmo del motor

Una de las fuentes de ruido en el motor que pueden considerarse más frecuentes la
podemos encontrar en esta familia de síntomas. Son ruidos que se producen al mismo
tiempo y con el mismo ritmo a que se mantiene girando el motor.
Las causas principales de estos ruidos pueden ser las siguientes:

Picado o detonación

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Por diversas causas puede producirse un ruido en el interior del motor, localizado en la
cámara de combustión, con un timbre claramente metálico, como si en el interior de la
cámara existiera un objeto metálico en libre movimiento.
Se trata de un fenómeno que se produce en el interior de la cámara de combustión
mediante el cual se modifica el momento del encendido de la mezcla, la cual se efectúa
espontáneamente y de modo que la explosión de la misma no se realiza en el punto
correcto del P.M.S. del pistón. Dentro del motor se producen grandes tensiones de modo
que es un fenómeno que hay que eliminar lo más pronto posible.

Las causas principales que pueden producir este fenómeno son las siguientes:

1. Puesta a punto inicial del encendido incorrecta.

Comprobar con una lámpara estroboscópica que las marcas de puesta a punto
estén en coincidencia con los grados de anticipo indicados por el fabricante del
motor. Si el reglaje inicial es correcto pasar a la siguiente prueba.

2. Distribuidor en mal estado.

Nos referimos aquí a la parte de "baja tensión" del distribuidor en general.


Comprobar el estado del ruptor especialmente si es mecánico. Comprobar que el eje
del distribuidor no esté desgastado y tenga mucho juego. En los encendidos
electrónicos verificar las cotas de reglaje del generador de impulsos.

3. Curvas de avance inadecuadas.

Si el avance de encendido trabaja mal es seguro que es el culpable del picado


observado en el motor. Hay que realizar una comprobación de las curvas del avance

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para tener la seguridad de que tanto el avance centrífugo como el de vacío
funcionan debidamente. Si se trata de un encendido integrado hacer la
comprobación por medio de los tester adecuados para la comprobación de los
parámetros de avance incorporados en el módulo electrónico.

4. Uso de gasolinas de bajo octanaje.

La utilización de gasolina de un octanaje más bajo que el indicado por el constructor


para su motor dará como resultado el picado del motor, sobre todo en los momentos
en que sea sometido a una compresión elevada (aceleración). Si la elevada
compresión del motor requiere gasolina súper, ver que no esté alimentado con
gasolina de la llamada normal.

5. Mezcla demasiado pobre.

Otro de los factores que contribuyen al picado es la alimentación del motor por
medio de mezcla demasiado pobre. El carburador o el sistema de inyección tienen
defectos internos que determinan una dosificación de aire superior a la normal.

Autoencendido
El motor no se apaga cuándo se saca la llave del contacto, de modo que continua dando
golpeteos (pistonadas) durante un corto tiempo.

El autoencendido se diferencia del picado por un sonido bastante diferente ya que no tiene
el timbre claramente metálico que caracteriza a éste. Es menos peligroso para el motor,
pero también hay que tratar de eliminarlo inmediatamente que se observe su presencia.

Las causas fundamentales que lo pueden producir son las siguientes:

1. Riqueza excesiva del ralentí.

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Un ralentí mal regulado, además de estar prohibido por su alta contribución a la
contaminación atmosférica, puede producir depósitos de mezcla rica que se
acumulan en el colector de admisión cuando el motor gira a gran velocidad, pero con
carga nula (caso de las deceleraciones o circulación en bajada). Producirá ruido en
el tubo de escape y preparará la creación del autoencendido en la cámara de
combustión. Arreglar y ajustar el circuito de marcha lenta o ralentí.

2. Exceso de carbonilla en la cámara de combustión.

Cuando las cámaras de combustión están muy y sucia y han acumulado mucha
carbonilla pueden tener puntos calientes que llegan a ponerse incandescentes, de
modo que la combustión puede efectuarse no bajo el control de la chispa de la bujía,
sino por el encendido de la mezcla ante el contacto con este punto incandescente.
es necesario proceder al desmontaje de la culata y a la limpieza de la misma.

3. Bujías demasiado calientes.

La utilización de bujías de un grado térmico demasiado caliente puede producir los


mismos efectos que en el caso anterior, es decir, un calentamiento excesivo de los
electrodos y unos puntos incandescentes. Comprobar que todas las bujías tengan la
porcelana interna de un color café claro, pero nunca blanco o requemado. Ver si el
grado térmico de la bujía escogida se corresponde con lo indicado por el constructor.

4. El motor trabaja a una temperatura demasiado alta.

El líquido de refrigeración está demasiado caliente y hace que la culata se mantenga


también demasiado caliente lo que provoca la facilidad para que la bujía o la
carbonilla que existe en las paredes de la cámara provoquen o mantengan puntos
de incandescencia. Revisar el sistema de refrigeración y actuar sobre el termo
contacto del ventilador o sobre el termostato o sobre el mismo radiador si está
exteriormente sucio o taponado, hasta conseguir el funcionamiento correcto del
sistema de refrigeración.

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Un cilindro falla: El motor funciona con un cilindro menos. Además del ruido se observa
una falta de potencia y una evidente dificultad para subir de revoluciones por minuto (RPM).
Comprobar que le llegue la corriente de alta tensión a la bujía y que ésta se encuentre en
perfecto estado de funcionamiento.

Se aprecian claros silbidos: Nos referimos a silbidos rítmicos. Los lugares donde es más
fácil que encontremos las fugas que se delatan por medio de los silbidos es en la junta de
culata y en los asientos de válvula agrietados. En el primer caso se puede haber producido
una grieta en la culata y en el segundo, el asiento puede haberse deformado o agrietado.
Controlar también que la bujía esté bien apretada, pues si no es así el silbido se producirá
a través de ella.

Ruido en un solo cilindro a cada vuelta: Estos ruidos pueden ser bastante graves según
la causa que los origina y conviene el paro del motor para investigar de qué parte del
mismo proviene la avería. Si el ruido es muy sordo y profundo puede ser que el motor
tenga un pistón que esté a punto de griparse. Si, por el contrario, el golpe es seco y
metálico, la causa puede encontrarse más bien en el golpeteo del pistón con alguna
válvula. En ambos casos lo que le está sucediendo al motor puede considerarse grave.

Los principales puntos a investigar serán los siguientes:

El motor está a punto de agriparse: Además de la producción de un sonido profundo y


sordo que se advierte en el interior de un cilindro, se producirá también una pérdida de
velocidad del motor y de potencia. Hay que averiguar el buen estado del circuito de
engrase de refrigeración del motor.

El pistón tropieza con alguna válvula: Un cierto desarreglo de la puesta a punto de la


distribución puede ocasionar el golpeteo del émbolo contra una válvula que no regresa a su
posición de reposo. También la rotura de los muelles de válvula puede ocasionar los
mismos daños. Cuando el pistón golpea a la válvula pueden producirse serios desperfectos
en la caña de la misma válvula, que puede doblarse; puede romperse la misma cabeza de
la válvula, puede agrietarse la culata o hasta incluso producirse el doblado de los
balancines. El motor habrá soplado previamente cuando la válvula ya no ejercía la debida

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estanqueidad, por lo que, en este caso, la avería es muy probable que ya haya sido
anunciada. Hay que desmontar el motor y comprobar los daños ocasionados por los
impactos.

Ruidos con el ritmo de las combustiones: Cuando el ruido que se advierte sigue el
mismo ritmo que las combustiones, es decir, se acelera cuando el motor gira más deprisa y
se retarda cuando el motor va más despacio, es evidente que la causa se encuentra en la
parte mecánica del motor afectada por el giro. Podemos verificar los siguientes puntos:

1. Juego excesivo de taques: La distancia entre los extremos de los empujadores y la cola
de las válvulas resulta excesiva. El empujador golpea sobre la cola y produce este ruido
que los mecánicos suelen llamar «máquina de coser» porque recuerda el ruido
característico de estas máquinas. Si el ruido se advierte con el motor completamente
frío tiene poca importancia: pero no ocurre igual si el motor ya está caliente. Hay que
desmontar la tapa de balancines y proceder a comprobar el estado del juego de taques
y arreglarlo si se comprueba que resulta superior al indicado por el fabricante del motor.
2. Rotura de los aros: Si el ruido es bastante sordo es más probable que este producido
por las malas condiciones en que se encuentran los aros o segmentos. Pueden
encontrarse pegados en sus ranuras, o desgastados, o, sencillamente, rotos. Cuando
esto ocurre el síntoma puede venir acompañado de un considerable consumo de aceite,
por encima de lo normal.
Hay que desmontar el motor para comprobar sobre el terreno el estado de los aros y
proceder a su cambio.

3. Piezas rodantes deformadas: Cuando las levas del árbol del mismo nombre, la
superficie de los taques, los rodillos o empujadores de accionamiento de la distribución,
etc., se encuentran provistos de canales o ranuras, realces o deformaciones, también
pueden producir ruidos durante su giro. Hay que saber escuchar con gran atención la
procedencia de los ruidos observados. Es fácil detectar su procedencia especialmente
cuando se conoce a fondo el modelo de automóvil y se compara con el ruido habitual de
otros motores iguales que se hallan en buen estado.

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4. Muelles de válvula flojos: También los muelles de válvula aportan su ruido particular
cuando están flojos, desgastados o cedidos, y cuando están rotos. El ruido que se
presenta en estos casos es más bien un repiqueteo.
Sacar el eje de balancines y observar el estado de cada uno de los muelles helicoidales
de cada válvula.

Otros ruidos localizables: Vamos a analizar, para terminar, una serie de posibles
ruidos que produce cada uno de los elementos que se citan en cada uno de los
apartados. Ello puede dar una orientación general para saber encontrar los elementos
productores del ruido que se advierte. Hay que hacer constar, sin embargo, que ahora
nos estamos refiriendo exclusivamente a los ruidos observados en la parte mecánica
del motor, pero no entramos en la explicación de los ruidos producidos en el embrague,
la transmisión, la dirección, etc., de los que nos ocupamos en otros lugares.
Los ruidos principales que pueden observarse son los siguientes:

1. Ruido de cadenas de accionamiento: El golpeteo de las cadenas es un ruido siempre


fácil de localizar por ser muy característico. Suele ser producido por un alargamiento de
la cadena o un aflojamiento del tensor; un mal estado de los rieles y una zona de
atascamiento de la cadena. Este ruido puede ser permanente durante el giro del motor
o aparecer en el paso por ciertas curvas cerradas. Se trata entonces de una inacción
momentánea del tensor que puede tener poca importancia. Si el ruido es permanente
hay que desmontar la carcasa y proceder al cambio de la cadena o del tensor, según
los casos.

2. Ruido anormal en el ventilador: Muchos son los ventiladores que suelen ser muy
ruidosos en especial a altas velocidades del motor. sin embargo, no es una avería.
Cuando el ruido denota un fallo, deja de ser un ruido continuo con nota dominante para
sobreponérsele un campaneo o roce metálico. Hay que verificar el libre giro de las
aspas así como la posibilidad de que no se haya desequilibrado en virtud de alguna
pequeña rotura de las mismas.

3. Ruidos anormales en el silenciador: El silenciador y en general el escape, es otra de las


grandes fuentes de ruidos. No obstante, estos ruidos son normales mientras todo el

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conducto de escape se halle estanco. Como que los gases de escape son siempre muy
corrosivos llegan con facilidad a perforar la plancha del silenciador y ello provoca fugas
y soplidos que modifican el sonido normal del escape.
Es fácil localizar el lugar donde se produce la fuga por medio de la simple verificación
del tubo y el silencioso. Aunque estos ruidos anormales no perjudican al motor es
conveniente proceder a la sustitución del silencioso.

4. Ruidos en la parte baja interna del motor: Un excesivo juego axial en el cigüeñal o el
mal estado de sus cierres pueden dar lugar no solamente a ruidos delatores sino a
pérdidas de aceite. Este defecto, no siempre fácil de localizar exteriormente, hay que
tenerlo en cuenta de modo que hay que prestarle la debida atención.

5. Ruidos en la zona de la bomba de agua: También la bomba de refrigeración tiene un


ruido característico que hay que saber distinguir. Cuando esta bomba rompe una pala y
roza en su carcasa por desvío del eje de giro (holgura en su asiento) el ruido cambia
claramente y nos indica que la bomba está a punto de romperse. Es necesario proceder
al desmontaje de la bomba y a su verificación para descubrir la causa del ruido y mal
funcionamiento de la misma.

6. Burbujeo al parar el motor: Ante un ruido como un burbujeo de sonido grave, que se
produce en la parte delantera del motor, hay que levantar la tapa del cofre del motor y
observar si el sonido proviene del radiador. Si es así es señal de que el líquido
refrigerante está hirviendo. Puede haber también una entrada de gases al interior del
circuito de refrigeración por medio de una rotura de la junta de culata que les permita el
paso.

7. Petardeo al acelerar: Puede muy bien ser debido a la rotura de las juntas que tienen
relación con los tubos de escape. Es bastante corriente la rotura de la junta del colector
de escape.

Tras un calentamiento del motor, o por un mal apretado de la junta, la parte de amianto
de la misma puede sufrir un quemado con su posterior destrucción. En estas
condiciones

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se establece una fuga de salida de gases a través de la ranura abierta y ello comporta
una modificación notable del ruido producido por el motor.
Comprobar el estado de las juntas de escape en general pues también es posible que el
ruido provenga de la misma junta del colector.
También la pérdida del tapón de aceite puede producir un sonido como un petardeo al
acelerar así como las fugas en el sistema de escape que ya hemos comentado.

8. Tableteo con el motor caliente: Puede tratarse de un mal ajuste del juego de taques,
pero también puede estar causado por un excesivo desgaste de los cojinetes de biela.

9. Ruido de carraca: Es muy típico este ruido parecido a algo que gira saltado un trinquete,
y delata el funcionamiento de piezas que giran en condiciones de roce con golpeteo con
otras partes metálicas. Es muy probable que se refiera a los cojinetes de la bomba de
agua gastados, al ventilador que este suelto o bien a una mala sujeción del alternador.
Si se observan problemas de calentamiento excesivo del motor, la causa será la
primera citada, pero si es el alternador el que tiene problemas para alimentar la red, es
posible que sea el culpable por hallarse mal sujeto.

10. Ruido de carraca al tomar las curvas: Si este ruido va acompañado por el encendido de
la luz roja de presión de aceite o por la caída de la aguja del manómetro indica una falta
de aceite en el cárter. Durante unos instantes la bomba se queda sin aceite y el motor
trabaja casi en seco. De ahí el origen del ruido. Hay que revisar de inmediato el estado
del nivel del aceite en el cárter. A veces, al tomar las curvas a gran velocidad, puede
darse el caso de un encendido accidental de la luz testigo. Ello tiene poca importancia si
no va acompañado del ruido de carraca y si la luz se apaga en seguida en cuanto la
curva se acaba.

11. Otros ruidos anormales: La forma como está diseñado un motor puede hacer que los
ruidos provocados por el mismo sean muy diferentes. Si el motor está provisto de un
turbocompresor puede verse también afectado por ruidos diversos procedentes de esta
máquina, tales como golpeteo producido por la rotura de alabes o defectos producidos
por la falta de engrase. En general, la presencia de máquinas rodantes como las
bombas de la dirección asistida, los compresores de los equipos de aire acondicionado,

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etcétera, pueden proporcionar señales de su funcionamiento irregular por medio de
ruidos anormales.
En todos los casos hay que conseguir localizar el lugar donde se produce el ruido y
luego proceder al desmontaje de la máquina afectada para pasar a su posterior
desmontaje y reparación. Muchas veces bastará con el engrase de los cojinetes o con
algunas gotas de aceite bien dispuestas.

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