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Un solo rey para todas las naciones

1 Reyes 8:41-43

Dios había puesto en movimiento un proceso histórico para honrar a su Hijo:


a) Gen. 12: 3 Nos habla de la promesa dada por Dios a Abraham de que en el
serían benditas las familias de la tierra.

b) 25:1-6 Nos muestra que Abraham a quien Dios había dado la promesa,
envió a sus hijos (menos a Isaac) al oriente: Ahí se menciona a Efa y
Madián (razas nómadas de Arabia ricos en rebaños, ganados y camellos)
Números 31:22, 50 y 52 nos muestra el contenido de su riqueza. Séfora, la
mujer de Moises era Madianita (Exo. 3:1) Madian fue idólatra, hizo mucho
daño a los hebreos. Pero Dios no se olvidó de ellos y Jesús se les
manifestó, por medio de la epifanía a los magos. Saba y Tarsis eran lugares
importantes de comercio y riqueza (Ezeq. 38:13) Saba en Arabia y Seba en
África.

c) 56.3 Isaías proclamó con claridad el mensaje radical de las bendiciones de


Dios para todas las personas, incluso para extranjeros y eunucos, quienes
a menudo se excluían de la adoración y ni siquiera los consideraban
ciudadanos en Israel. Cualquiera que sea su raza, posición social, trabajo o
situación financiera, las bendiciones de Dios son iguales tanto para usted
como para cualquier otra persona. Ninguno puede excluir de ninguna forma
a los que Dios decidió incluir.

d) el profeta se refiere a los creyentes gentiles, aquellos asirios, babilonios,


persas, y a personas de otros orígenes étnicos, que habían abandonado la
esclavitud de los ídolos y habían optado por la fe de Israel

e) Más adelante, en el tiempo evangélico gentiles acudirían a Él por


millones, e incluso miles de millones. Esa fue siempre la intención de
Dios. Así, al final del Evangelio de Mateo, el Rey Jesús ordenó a sus
seguidores que hicieran discípulos “a todas las naciones” (Mateo 28:19 Y
Apocalipsis 7:9-10)

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