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Entre 1983 y 1986, periodo de auge del ELN, nació el frente Cristó- bal Uribe en Bucaramanga y

Barrancabermeja; más adelante, el frente Manuel Gustavo Chacón; y, entre 1992 y 1995, el frente
urbano de Resistencia Yariguíes. Estos frentes, que planearon varios atentados y actuaron
principalmente en Barrancabermeja y Sabana de Torres por medio de milicias, estuvieron
articulados inicialmente al Frente de Guerra Oriental.

“La ciudad se considera un baluarte tanto de las FARC como del ELN y, en menor medida del EPL.
La ciudad experimentó un importante crecimiento la década pasada con la afluencia masiva de
trabajadores migratorios y de comunidades campesinas desplazadas, y los barrios marginales han
proliferado y se han esparcido por las zonas circundantes. Es especialmente en estos barrios
pobres donde las organizaciones guerrilleras han establecido una presencia fuerte. A los barrios se
los tiende a identificar con alguno de los movimientos insurgentes. Los barrios suroriental y
nororiental de la ciudad también son bastiones de las milicias urbanas vinculadas a los grupos
guerrilleros. . Entre estas milicias figuran: el Frente Urbano de Resistencia Yariguíes-Fury, y el
«Capitán Parmenio» ambos vinculados al ELN; una unidad de las FARC relacionada con su Bloque
del Magdalena Medio, y una unidad urbana del Frente Ramón Gilberto Barbosa del EPL.”67

La presencia de estos grupos armados ilegales durante la década de los noventa, generó una
dinámica violenta que incluyó varias acciones armadas en Barrancabermeja, asesinatos selectivos,
desapariciones forzadas, amenazas, destrucción de oleoductos, poliductos, gasoductos y torres de
energía, y quema de buses, tractomulas y otros vehículos, así como secuestros y ataques a la
Fuerza Pública.69

Entre los hechos más cruentos, de acuerdo con lo conocido por la Defensoría del Pueblo, se
encuentran las masacres perpetradas por grupos de autodefensa entre el 16 y el 17 de mayo de
1998, en el sector suroriental, el 27 de febrero de 1999, en la zona nororiental, y el 27 de
septiembre del mismo año, en el barrio Los Corales, al suroriente, hechos en los que resultaron
muertas más de 40 personas. Algunas de estas masacres, como la de mayo de 1998, estuvieron
acompañadas de desapariciones; en ese momento, tras la ejecución extrajudicial de 7 jóvenes,
señalados de ser auxiliadores de las milicias urbanas del EPL y el ELN, las Autodefensas de
Santander y Sur del Cesar se llevaron a la fuerza alrededor de 40 pobladores de los barrios
surorientales del puerto, de los cuales 25 no regresaron y, al parecer, fueron ejecutados. De esta
manera, aunque han tenido presencia en la zona desde hace varios años, los grupos de
autodefensa entraron a disputar claramente el control de la región que tenían las milicias a partir
de 1998.

A finales de 2000 y durante el primer semestre de 2001, las AUC iniciaron una ofensiva para
golpear a los grupos guerrilleros y a dirigentes populares y sindicales, cuyo escenario fue los
barrios populares de la ciudad ubicados en las zonas nororiental y suroriental; Esta ofensiva las
llevó a controlar el casco urbano de Barrancabermeja y Desplazamiento intraurbano en Colombia
(51) a reducir ostensiblemente el poder y la influencia de las guerrillas, particularmente del ELN. La
estrategia de la arremetida de las autodefensas contra las guerrillas fue cortar el vínculo de éstas
entre el casco urbano y el área rural, y lo lograron rodeando Barrancabermeja. Las guerrillas se
vieron obligadas a replegarse en las zonas montañosas, como efecto de la presión en los barrios
populares del puerto.

Hechos ocurridos entre el 22 y el 23 de diciembre de 2000 indican el mayor dominio de las


autodefensas en la región. En estas fechas, escuadrones de estos grupos pusieron en marcha
retenes en el sector nororiental de la ciudad e incursionaron en el barrio Primero de Mayo:

El 27 de diciembre de 2000, las Autodefensa Unidas del Sur de Bolí- var y Santander confirmaron
su presencia en Barrancabermeja y anunciaron que “mantendrán una guerra frontal contra la
subversión y declaran objetivo militar a la delincuencia común, la clase política corrupta y todos
los que tengan algún nexo con los grupos guerrilleros

En los dos últimos años se ha observado un posicionamiento de las autodefensas en algunos


sectores de la ciudad.

Las amenazas a la población civil se han convertido en un mecanismo para generar terror, y
muchos de los pobladores urbanos se han visto en la necesidad de cambiar de residencia y
movilizarse silenciosamente dentro de la ciudad para salvaguardar sus vidas. Al mismo tiempo se
ha llevado a cabo un gran número de asesinatos selectivos y desapariciones forzadas.

las autodefensas tienen una estrategia global de cubrimiento de toda la ciudad con hombres que
hacen vigilancia en cada esquina. Estos hombres van rotando cada 15 o 30 días para evitar la
creación de lazos con las comunidades y, por consiguiente, mantener a la población intimidada y
sometida a sus designios

Los paramilitares se ubican en lugares estratégicos para controlar la entrada a los barrios y los
lugares donde se concentra su accionar, de modo que les sea posible sacar a quienes consideren
que podrían interferir en la realización de sus actividades. Por este motivo, el desplazamiento es
pensado como una estrategia de repoblamiento que les permite, por una parte, ubicar personas
en las cuales la organización paramilitar tiene un alto nivel de confianza, y, por otra, controlar los
trayectos a través de los cuales se realiza el comercio de la gasolina (por ejemplo los barrios Pablo
Acuña y 16 de Marzo), factor relevante, pues, al parecer, parte de su financiación proviene de este
negocio.

Cocinar el arroz: Pocillo grande.

Lave el arroz, lo cocina, le echa canela, azúcar, la leche y el queso en pedacitos.

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