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 TOMAS Y ATAQUES GUERRILLEROS

ese método de guerra ha sido usado de manera persistente por las guerrillas a lo largo del
conflicto. Históricamente se halla relacionado con la expansión de la insurgencia y ha
originado un importante número de víctimas y afectaciones de diversa índole.

- ACUMULACIÓN TERRITORIAL
Si bien en algunas de estas confrontaciones tienden a prevalecer diversas variables como
podrían ser las étnicas o las religiosas, “la dimensión territorial rara vez está ausente, ya
sea porque movimientos calificados como identitarios tienen desde el principio una base
territorial, o porque la van conquistando en medio del conflicto por múltiples medios”

La dimensión territorial interviene también en asuntos operacionales y tácticos. Es


reconocido que los actores armados escogen los territorios de sus actuaciones y tienden a
seleccionar las zonas de retaguardia de acuerdo a las ventajas que estas ofrecen. Las
retaguardias -que pueden ser nacionales o de cada estructura armada en particular son
zonas seguras para los combatientes al disfrutar de relativos influjos políticos y militares, al
presentar especiales condiciones geográficas e históricas y al disponer de fuentes de
abastecimiento de recursos humanos y materiales.

En contraste, existirían las zonas en disputas, es decir, las zonas a conquistar, en las que la
penetración se hace difícil por ser controladas por el enemigo. control sobre determinadas
zonas por sus condiciones especiales para los propósitos militares de los rebeldes
(corredores estratégicos, áreas fronterizas, etc.) o por los recursos que ofrecen (zonas
mineras o cocaleras, etc.).

- METODOLOGÍA DE OCUPAR PUEBLOS:


En las guerras civiles del siglo XIX colombiano la toma de poblados por los rebeldes fue un
ejercicio militar más o menos permanente debido a que dichas guerras, unas más que
otras, tuvieron como objetivo el control y la acumulación territorial, para luego entrar
triunfantes a la capital del país.

Durante las guerras civiles, las tomas de poblados se pueden dividir entre las que acataron
el derecho de gentes y las que no lo hicieron. Así, en algunos casos los grupos armados se
cuidaron de no afectar a la población civil, como en agosto de 1860, cuando los rebeldes
atrincherados en la población del Socorro (Santander) prefirieron salir de la misma y dar
batalla fuera del poblado, antes que exponer a sus habitantes. Esto pese a que podían
haber optado por atrincherarse en la misma, según los usos de la guerra, “pues a ello les
daba derecho la desigualdad de fuerzas” (Pérez, Felipe, 1862, página 416) frente a las del
enemigo.

Pero, en otros episodios de esa misma guerra lo que afloró fue la violencia contra los no
combatientes. Así, a finales de mayo de 1861 entró a Cocuy (Boyacá) una cuadrilla que
asesinó alrededor de 27 personas, entre ellas a dos niños, uno de seis años y otro de
nueve; además con el cadáver de uno de los adultos cometieron la atrocidad de sacarle los
ojos y cortarle la lengua.
Las tomas de poblados tendieron a ser más reiteradas en los primeros años de La Violencia
y disminuyeron con la creación del Frente Nacional, que permitió la coexistencia entre los
partidos. Sin embargo, en esta fase subsistieron algunas tomas con móviles de retaliación
partidista al lado de los ataques a puestos de policía en los cascos urbanos, que tuvieron
un cambio de significado.

 INCURSIONES GUERRILLERAS EN CABECERAS MUNICIPALES


- Con excepción de San Andrés y Providencia, ningún departamento de la geografía nacional
estuvo exento de la ejecución de tomas guerrilleras y ataques a estaciones de policía en los
centros urbanos o semiurbanos localizados en su jurisdicción. Las incursiones fueron vistas
por los grupos insurgentes como una estrategia política-militar que contribuía
considerablemente a la materialización de los objetivos perseguidos en sus plataformas
ideológicas y planes de acción. Dicha estrategia provocó todo tipo de impactos en la
relación de los actores armados con el territorio, tanto en el plano económico y militar
como en el político y social.

- TIPOS DE INCURSIONES Y GRUPOS RESPONSABLES


La base de datos “Incursiones guerrilleras en cabeceras municipales y centros poblados
1965-2013” registró un total de 1.755 incursiones guerrilleras en centros poblados y
cabeceras municipales entre 1965 y 2013, de las cuales 609 fueron tomas y 1.146
correspondieron a ataques a puestos de policía.

Las FARC fueron quienes realizaron la mayor cantidad de acciones, con un acumulado de
1.106 que representa el 63 por ciento del total general. El ELN se ubicó segundo en la lista
con 323 acciones (18,4 por ciento), seguido del EPL con 88 (5 por ciento) y del M-19 con un
total de 48 (2,7 por ciento).

También se tiene registro de un 10,8 por ciento de incursiones realizadas por otras
guerrillas: Movimiento Jaime Bateman Cayón, sector disidente del M-19, con cinco
acciones; Quintín Lame, con cinco; y ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), sector
disidente del ELN, con dos. De las uniones de los grupos insurgentes en la CNG
(Coordinadora Nacional Guerrillera), y más adelante en la CGSB (Coordinadora Guerrillera
Simón Bolívar), resultaron en total 81 acciones. Por último, se reportó una incursión por
parte del desconocido grupo Fuerzas Unidas Populares de Acción Guerrillera que tuvo
lugar en Villa Garzón (Putumayo).
- PANORAMA NACIONAL DE INCURSIONES
De los 1.096 municipios del país, 569 fueron testigos de tomas guerrilleras en sus poblados
o de arremetidas contra los cuarteles de la policía, lo que corresponde al 51,9 por ciento.
Estos municipios pertenecen a 31 de los 32 departamentos que componen el mapa
administrativo de Colombia.
- REPERTORIO DE LAS INCURSIONES
- INSTRUCCIONES ANTES
Desde los años sesenta las guerrillas comunistas ya tenían clara la necesidad de hacer
preparativos exhaustivos para efectuar incursiones armadas en los poblados. En un manual
interno confiscado por el Ejército durante el ataque a Marquetalia, al parecer en 1964, se
recomendaba el estudio de la topografía, el examen de las condiciones del sitio o lugar y la
elaboración de un minucioso plan que debía ejecutarse a cabalidad. En la preparación de
la incursión se le asignaba un importante papel a los espías, quienes entregaban
constantemente información desde la planeación de la acción hasta por lo menos una hora
antes de su ejecución. La ratificación de los datos hasta el momento previo a la incursión
era un mecanismo para prever la llegada de refuerzos de última hora en el bando contrario
que pudieran variar las condiciones del ataque o enfrentamiento militar.

En el caso de las tomas, se sugiere la elaboración de un croquis del pueblo en su conjunto,


en el que debían ubicarse las vías de acceso –carreteras, puentes y ríos–, los blancos, y los
puntos de repliegue luego de finalizadas las acciones. En el gráfico debía precisarse la
ubicación del cuartel, la alcaldía, la iglesia, el banco, las líneas telefónicas, la planta
eléctrica, la escuela y el cementerio, así como las casas del gerente y el secretario del
banco, el alcalde y el comandante de la policía. En tal dibujo se ubicarían también los
pueblos, caseríos vecinos y el comando general de las tropas del Ejército que operaban en
el área.
- MATERIALIZACIÓN
Al respecto, deben tenerse en cuenta dos aspectos principalmente: la cantidad de activos
involucrados en las incursiones y el tiempo de duración de las mismas. Estas características
variaron de acuerdo a las transformaciones de las organizaciones guerrilleras, los objetivos
de las acciones y los cambios del conflicto armado en Colombia. Entre los hallazgos más
representativos, en lo que respecta a la cantidad de combatientes que participaron de las
incursiones, pueden identificarse, según los casos reportados por la prensa, las siguientes
tendencias: primero, participó un mayor número de guerrilleros en las tomas que en los
ataques; segundo, los grupos encargados de la realización de las incursiones fueron más
numerosos en el tercer subperiodo, cuando el conflicto arreció con más intensidad y las
FARC buscaban demostrar a través del control territorial que se estaba dando el salto a la
guerra de posiciones; tercero, en los años dos mil el tamaño de estos grupos se redujo
considerablemente, priorizándose las acciones rápidas, contundentes y con menor
exposición de los autores a los enfrentamientos con la fuerza pública.

En total, tenemos registro de 348 acciones en las que estuvieron involucrados 100 o más
guerrilleros. De estas acciones, 233 son tomas y 115 son ataques. Si la cantidad de
combatientes aumenta, la diferencia entre estos dos tipos de acciones se hace aún más
grande: de 153 acciones en las que participaron 200 guerrilleros o más, 120 fueron tomas
y solamente 33 corresponden a ataques.

- SALIDA
Para empezar, tenían establecidas unas vías específicas por donde se emprendería su
salida de las poblaciones. Para desplazarse a estos puntos, empleaban vehículos, en
algunos casos de propiedad de los civiles, que luego eran abandonados en algún lugar de
las montañas vecinas. Generalmente se utilizaban jeeps, camperos y todo tipo de carros
grandes que tuvieran la capacidad de transportar la mayor cantidad de combatientes.

De igual manera, idearon diferentes maneras de contener la reacción de la fuerza pública


mientras salían de los cascos urbanos. Una de estas fue asignarle a un subgrupo de
guerrilleros la tarea de emboscar al Ejército en las afueras de los centros urbanos o de
hacer tiroteos a los aviones que los perseguían mientras partían. Otra estrategia para
evitar la persecución por parte de policías y militares fue instalar retenes con tractomulas y
vehículos pinchados en las afueras de las poblaciones.

- OBJETIVOS DE LAS INCURSIONES


En la historia de la guerra insurgente contra el Estado colombiano, las tomas han tenido
propósitos que han sido comunes a los grupos guerrilleros a través del tiempo:
• obtener recursos económicos vía saqueo de entidades financieras y establecimientos
comerciales;
• expropiar armamento a policías y militares para dotación de las tropas guerrilleras;
• realizar labores propagandísticas para dar a conocer a la población civil los ideales de las
organizaciones;
• manifestar oposición a determinadas políticas del gobierno;
• ejercer “justicia revolucionaria” contra personas declaradas enemigas de la “revolución”,
toda vez que eran acusadas de realizar “crímenes contra el pueblo”, o de colaborar con las
fuerzas militares y grupos paramilitares, entre otros.
 DIMENSIONES
- AFECTACIONES A BIENES PUBLICOS Y PRIVADOS
Nuestra base de datos muestra que los daños a bienes públicos (puestos de policía,
alcaldías municipales, Caja Agraria, escuelas, iglesias, etc.) superaron de manera
considerable los daños en bienes privados (viviendas, saqueos de bancos y comercio). La
afectación a estructuras públicas se registró en 1.439 de las 1.755 incursiones y afectaron
al menos 2.524 edificaciones, mientras que los provocados a bienes privados se
presentaron en 456 de estos episodios. La cifra de estructuras privadas afectadas es difícil
de calcular pues la prensa no siempre detalla el número de viviendas o negocios afectados
o destruidos a causa de estas acciones.

- AFECTACIONES A BIENES MUNICIPALES


Como se ha señalado, el blanco principal de las incursiones guerrilleras fueron los puestos
de policía, los cuales registran un total de 1.237 veces en casi medio siglo de conflicto.
Después de los puestos policiales sobresalen en afectación la Caja Agraria (334 casos), y la
alcaldía municipal (206). La afectación a los bienes municipales tendió a ser de una
magnitud relevante cuando se presentó un grado importante de resistencia de la policía y
en consecuencia se prolongaron los combates, o cuando la guerrilla quería castigar a la
policía o a algunos de los habitantes de las cabeceras municipales o de los centros
poblados, evento en el cual la guerrilla haría gala de un mayor número de combatientes y
de pertrechos.

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