el Jubilado 13

EN HOSPITAL MILITAR FUE INTERVENIDO ÉL MISMO AUTORIZA LA AMPUTACIÓN

¡Operación de El dilema era “la

Emergencia!
“Habían pasado más
de quince horas desde
su desvanecimiento ini-
cial. Tras completarse
el equipo de cirujanos,
empezó la operación a
la una de la tarde. Fue-
ron necesarios más de
diecisiete litros de san-
gre para evitar que el
general muriera desan-
grado. Debía mantener
en su cuerpo los cinco
litros de sangre que
una persona tiene en
promedio para seguir
viviendo”.
“Donaron sangre varios ministros,
entre ellos, el general Edgardo Merca-
do Jarrín, el contralmirante Luis Var-
gas Caballero y el general Rolando
Gillardi, pero la mayor cantidad de do- “La población peruana estuvo pen-
naciones provino de varios soldados
anónimos”.
CUARTELES
“La operación fue exitosa en el Hos- recuperación de Velasco”.
pierna o la vida”
“Al cabo de unos días la pierna dere-
cha del general perdía movilidad. Velas-
co pedía que frotaran su pierna. Creía
que estaba adormecida. Cuando la ar-
decidiera.
-Mi general- se le acercó Mercado,
cuando vio que Velasco despertaba- Es
importante que tome una decisión.
teria se dañó, la sangre dejó de circular - ¿El problema es la pierna, verdad?-
hacia ella. Ésta se había gangrenado. le preguntó a Mercado.
Había que amputar la pierna, señalaron -Sí, mi general, los médicos dicen que
los médicos”. hay que amputar.
En ese momento llegó al hospital el -Proceda, fue la respuesta decidida de
general Mercado Jarrin, quien era el Velasco.
primer ministro del gobierno. Enterado El corte se efectuó en la parte superior
de la situación grave, también fue de la de la pierna derecha. La operación se
idea de que el mismo general Velasco realizó el 10 de marzo de 1973.
pital Militar. Habían colocado un tubo de
teflón en el lugar donde se había roto la
arteria. El general estaba a salvo”.
diente de la salud de su presidente. En
todos los cuarteles se había dado orden
de inamovilidad. Día a día los boletines
oficiales de prensa informaban sobre la

PERO VELASCO SE RECUPERA

co volvió a trabajar a Pala-
cio de Gobierno y los fines
de semana solía recibir in-

Rumores hablan de un “atentado”

A partir de entonces, una
extensa ola de rumores se
extendió entre la población.
Para algunos la pérdida de la
pierna fue por un balazo que
habría recibido de un desco-
nocido. Otros dicen que fue un
atentado en la Vía Expresa.
Estas y otras especulaciones
se han mantenido vivas du-
rante varias generaciones. La
verdad es que Velasco estuvo
al borde de la muerte, logró
salvarse, aunque perdió una
pierna.
VISITAS
Luego de su operación, a ini-
cios de 1973, el general Velas-
numerables visitas en su
casa de Chaclacayo.
Carlos Franco, uno de
los colaboradores del SI-
NAMOS, recuerda que a
Velasco le gustaba jugar
a las cartas con sus vi-
sitas: trataba de demos-
trar que sus ánimos no
habían decaído, “pero
en algunas ocasiones no
podía ocultar su sensa-
ción de derrota”. (CON-
TINUARÁ)