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El fascismo fue uno de tantos fantasmas que recorrió la Europa de entreguerras. Su origen,
italiano, data inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial: en 1919 Benito
Mussolini, un socialista expulsado del partido, crea los "fascii di combatimento", un grupo
armado y violento germen del partido Fascista y de tantos partidos fascistas que proliferaron
en Europa.
Ello atrasó la llegada del fascismo a Alemania a casi una década después, aunque con una gran
ventaja, causa posible de la diferencia del régimen de Hitler con el de Mussolini: Hitler llegó al
poder por medio de los resortes de la democracia, una vez comprobó que el intento de hacerlo
mediante la violencia no había dado resultado. Ello hizo del partido Nazi un partido de masas
sin igual, mucho más que el partido Fascista en Italia.
Hacia los años treinta, el auge de los partidos fascistas italiano y alemán hizo que el
movimiento fascista atravesase todas las fronteras europeas. En el caso español, uno de
tantos, José Antonio Primo de Rivera fundaba, en 1933, la Falange, un grupo fascista cuyo
apoyo a la sublevación encabezada por Franco le dará amplios poderes durante y después de
la Guerra Civil española
¿Por qué surgió el fascismo? Podemos preguntarnos. ¿Qué coyuntura vivió Europa en los años
treinta para que en Italia y en Alemania, dos países aparentemente diferentes, surgiese un
movimiento común que llevó a Europa a otra mundial y devastadora guerra?
El final de la I Guerra Mundial: cuando la contienda llegó a su fin, miles y miles de soldados
alemanes e italianos son desmovilizados y, de pronto, se quedan sin rumbo ni futuro. Estos
soldados encontrarán en los movimientos fascistas la ideología que entiende su frustración y
los protege. Su frustración será, por una parte, la de la injusticia de una guerra perdida "en los
despachos", y no con las armas (Alemania), con el humillante Tratado de Versalles; y la de una
victoria conseguida sin ningún tipo de beneficios (Italia).
El apoyo de las grandes industrias y empresarios: tras la guerra, las grandes empresas y
fortunas han perdido muchos beneficios y temen al movimiento obrero. El fascismo nacerá
como una protección de estas fortunas ante el obrerismo y como una garantía de perpetuidad
de su posición.