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Christine Hayes «Introducción a la Biblia Hebrea» Open Yale Courses

Introducción a la Biblia Hebrea – Clase 3 Paralelismos entre Enuma Elish y el


relato de la Creación

En los primeros capítulos del Génesis 1 al 11 podemos apreciar como los escritores
bíblicos tomaron del legado cultural y religioso del Antiguo Medio Oriente sus
narraciones e imágenes y las transformaron de tal forma que fueran conforme a una
nueva visión desmitologizada de Dios. Al leer algunos de estos textos veremos como se
hacen evidentes algunas ideas de Kaufman mencionadas anteriormente.
……………………………

En consideración con Génesis 1 y 2, debemos considerar un relato épico Babilónico,


una epopeya que es conocida por sus palabras iniciales, Enuma Elish, que significa
"Cuando en lo alto". Este relato inicia antes de la formación de los cielos y la tierra.
Nada existía excepto agua, y el agua existía en dos formas primarias. Estaba el agua
primitiva dulce, que se identifica con el principio divino masculino, un dios masculino
llamado Apsu. Tenemos también agua salada primitiva de océano que es identificada
con una diosa llamada Tiamat. Tiamat apparece como este océano pero también como
un monstruo con apariencia de dragón muy feroz. Este relato incia:

Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado,


no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme,
nada más había que el Apsu primordial, su progenitor,
(y) Mummu-Tiamat, la que parió a todos ellos,
mezcladas sus aguas como un solo cuerpo.
No había sido trenzada ninguna choza de cañas, no había aparecido
marisma alguna,cuando ningún dios había recibido la existencia,
no llamados por un nombre, indeterminados sus destinos,
sucedió que los dioses fueron formados en su seno.

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Tenemos entonces que se da el caso de una unión entre estos directores divinos
masculino y femenino, una unión sexual entre Apsu y Tiamat que da inicio al proceso
de generación del cosmos que produce en primer lugar monstruos y demonios, y
eventualmente emergerán los dioses. Ahora con el tiempo Tiamat y Apsu son
molestados por el ruido y el tumulto de estos dioses menores.
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Juntos iban y venían los hermanos divinos,


alteraban a Tiamat al agitarse de un lado para otro,
sí, alteraban el talante de Tiamat
con sus risas en la morada del cielo.
Apsu, abriendo su boca,
dijo a la resplandeciente Tiamat:
«Su conducta me resulta muy odiosa.
De día no encuentro alivio ni reposo de noche.
Los destruiré, aniquilaré sus obras,
para restaurar la calma. ¡Tengamos descanso!».
Entonces respondió Mummu y aconsejó a Apsu.
Malicioso y desgraciado fue el consejo de Mummu:
«Destruye, padre mío, la conducta rebelde.
Así tendrás quietud de día y reposo de noche».
Cuando Apsu lo oyó, su rostro se puso radiante,
por el mal que maquinaba contra los dioses sus hijos.

Así que él decide destruir a los dioses y es frustrado por un dios de tierra-agua
llamado Ea, que asesina a Apsu. Tiamat se llena de ira y está empeñada en la venganza.
Hace planes para atacar a todos los dioses con todo su ejército. Los dioses están
aterrorizados y necesitan un líder que los lleve contra su ejercito y recurren a Marduk.
Marduk acepta líderar en la batalla contra Tiamat y su ejército, bajo la condición
que se le conceda soberanía, y él estableza los términos.

Exultante su corazón, dijo a su padre:


«Creador de los dioses, destino de los grandes dioses,
si yo ciertamente, como vengador tuyo,
he de vencer a Tiamat y salvar vuestras vidas,
¡convoca la asamblea, fija para mí un destino supremo!
que mi palabra en vez de la tuya fije los destinos.
Inmutable será cuanto yo haga existir.
Ni revocado ni cambiado habrá de ser el mandato de mis labios».

El acuerdo se concreta. Y Marduk vence a Tiamat en batalla en una batalla feroz en


un pasaje memorable:
Con fuerza gritó Tiamat furiosa.
Hasta las raíces temblaron sus piernas.
Entonces entablaron la lucha Tiamat y Marduk, el más sabio entre los dioses,
trabaron combate singular, se atenazaron en la pelea.
Desplegó su red el señor para atraparla,
el viento malo, que seguía detrás, le soltó en el rostro.
Cuando Tiamat abría su boca para devorarlo,
por ella le lanzó el viento malo para que no cerrara los labios.
Cuando los vientos salvajes llenaron su vientre,
su cuerpo quedó hinchado, la boca abierta.
Lanzó él su flecha, que atravesó su vientre,
le desgarró las entrañas, le destrozó el corazón.
Dominándola así, acabó con su vida.
Arrojó su cadaver para alzarse sobre ella.
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Luego Marduk, con el cadaver de Tiamat construye el mundo, partiéndolo en dos


pedazos, como una ostra, y de la parte superior crea el firmamento, el Cielo. Con la otra
parte crea la tierra.

La partió como una concha en dos partes;


una mitad alzó y la puso como un techo, el cielo,
fijó una barrera y puso guardianes
a los que mandó que no dejaran escapar las aguas.

Marduk utiliza el cadaver para contener sus aguas y esto es el techo, el firmamento,
una estructura firme que está conteniendo las aguas de Tiamat. Cuando se abren
pequeños huecos, sucede la lluvia. La parte inferior es la tierra, que está presionando las
aguas inferiores. Ellas aparecen de vez en cuando en corrientes y ríos y lagos.
Este es el mundo creado, pero él no se detiene aqui y crea varios cuerpos celestes en
este punto.

"Él construyó las estaciones para los grandes dioses" -- se entendía que los cuerpos
celestes eran estaciones para los dioses superiores –
arreglando su semejanza astral como constelaciones.
Él determinó el año al designar las zonas;
Estableció tres constelaciones para cada uno de los doce meses.
La luna que hizo brillar, la noche para su confianza.

Luego comienzan a aparecer las quejas. Los dioses son infelices porque ahora les
han asignado tareas específicas en el mantenimiento del cosmos y quieren tener un
descanso de trabajar en sus estaciones asignadas, así que Marduk accede a esta
demanda.
Él toma la sangre de los muertos del general Kingu, el líder del ejército de Tiamat,
los rebeldes, y crea a un ser humano con el propósito expreso de liberar a los dioses del
trabajo manual.

«Amasaré la sangre y haré que haya huesos.


Crearé una criatura salvaje, 'hombre' se llamará.
Cierto, crearé un hombre salvaje.
Tendrá que estar al servicio de los dioses,
para que ellos vivan sin cuidado.
«Fue Kingu quien maquinó la rebelión,
quien hizo rebelde a Tiamat, quien azuzó el combate».
Lo ataron y llevaron a presencia de Ea.
Le cargaron con su culpa y cortaron (los vasos de) su sangre.
De su sangre formaron la humanidad,
a la que él impuso la servidumbre, dejando libres a los dioses.

Por esta razón los dioses agradecidos reconocen ahora la soberanía de Marduk y le
construyen un templo magnífico en Babilonia, que se pronuncia "Bab-el", cuyo
significado es la puerta del dios. Babilonia significa la ciudad que es la puerta del dios.
Luego sigue un gran banquete y Marduk es adorado por todo lo que ha logrado, y su
reino se confirma y Enuma Elish finaliza.
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Este era la gran epopeya de la ciudad de Babel o Babilonia. Era recitado durante el
festival de Año Nuevo, que era el festival más importante del calendario cúltico, y
Nahum Sarna señala que este tenía cuatro funciones principales:
1. Función Teogónica: narra el nacimiento de los dioses.
2. Función Cosmológica: cuenta el origen del cielo, la tierra y todo lo
creado.
3. Función Social y política: sirve para legitimar la estructura de la sociedad
Babilónica. La posición y función de Marduk en lo más alto de la jerarquía de
autoridad es un paralelo que legitima al rey babilónico, explica el surgimiento de
Babel como una de las grandes ciudades en el Antiguo Medio Oriente.
4. Función Cúltica: el conflicto o la escena de batalla entre Tiamat y
Marduk simboliza el confilcto y la batalla entre las fuerzas del caos y las fuerzas
de orden cósmico. Cada año es dramatizado el ciclo de las estaciones, y esta
dramatización ayudaba a asegurar la victoria de las fuerzas del cosmos y la vida
sobre las fuerzas del caos y la muerte cada año.

Si recordamos ahora las teorías de Kaufman, podemos describir la cosmovisión que


se encuentra expresada por Enuma Elish en tres categorías distintas: la visión de los
dioses, la visión de los humanos, y la visión del mundo.
• Visión de los dioses: claramente se observa que los dioses están
limitados. Un dios puede hacer un plan y luego es frustrado por otro dios que lo
asesina. Emergen de un reino primitivo o primario, una mezcla de agua agua
salada y agua de mar. No son absolutamente buenos o malos, ni la voluntad de
ninguno es absoluta.
• Visión de los humanos: el cuadro que emerge de los humanos es que son
esclavos sin importancia. Son esclavos de los dioses, quienes tienen poco o
ningún interes en ellos.
• Visión del mundo: el panorama que se observa de esta narración es que el
mundo es un lugar amoral. Esto significa que para los humanos puede ser un
lugar difícil y hostil.

Ahora, si observamos el relato de la creación, el primero de los dos relatos de la


creación en Génesis 1 y que concluye en Génesis 2:4, observamos que emerge un
cuadro diferente. El dios bíblico en esta narración es presentado como supremo e
ilimitado, esto se conecta con la ausencia o supresión de mitología. Existe una
distinción entre mitología y mito. Mitología es el término usado para describir
narraciones que tienen que ver con el nacimiento, los eventos de la vida de los dioses.
La creación bíblica no es mitológica porque no existe una biografía de Dios aquí, no
hallamos teogonías. Dios Simplemente es. En el registro mesopotámico, los dioses son
creados luego de haber creado a los demonios y monstruos. El mito es un término que
es usado para referir a un relato tradicional, muchas veces fantasiosa, que relaciona
eventos imaginarios que reclaman haber sucedido históricamente, no en una dimensión
primordial antes del tiempo, y se usa para explicar una práctica o ritual o un fenómeno
natural. De esta manera observamos que la Biblia aunque no hallamos mitología, pero si
contiene mitos.
Regresando a Génesis 1, tenemos que no existe teogonía o mitología que nos
indique una biografía de Dios, surgiendo de una dimensión metadivina. Por tanto, no
existe la noción que Dios sea inminente en la naturaleza o atado a ella. La naturaleza no
es divina. En resumen, en Génesis 1, la visión de dios es que existe un Dios supremo,
que es creador y soberano del mundo, quien simplemente existe, que parece ser
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incorpóreo, y separado de la naturaleza. No tiene una un relato de su vida, no existe


mitología y su voluntad es absoluta.
La creación toma lugar por la expresión de su voluntad. Esto es diferente de muchas
cosmogonías del Antiguo Medio Oriente donde siempre existe un acto sexual en la
creación. La creación es siempre el resultado de la procreación de algua manera. Existe
un relato Egipcio similar de la creación en la que el Dios Ptah solo invoca "hágase
esto". Es muy parecido a Génesis 1, sin embargo contiene un acto sexual que viene
después de la expresión de esa voluntad.

En la visión de los humanos que emerge del relato bíblico, en contraste con Enuma
Elish, los humanos son importantes. En la perspectiva bíblica que emerge de ambas
relatos, aunque poseas muchas contradicciones entre si y sean extremadamente
diferentes, observamos que ambas señalan la posición única y la dignidad del ser
humano. En el primer relato, la creación del ser humano es claramente el acto divino
culminante y una señal de importancia es el hecho que los humanos fueron creados a la
imagen de Dios. Esta idea está conectada con derechos y tareas especiales.

Ahora, ser creados a la imagen de Dios conlleva a otras implicaciones. Esto implica
que la vida humana es de alguna manera sagrada y merecedora de protección y ciudado
especial. El concepto de la imagen divina en los humanos - una idea poderosa que
rompe con otras concepciones antiguas de los humanos señala también que estos no son
criados de Dios, de hecho el relato del Génesis expresa la antitesis de esto. En Enuma
Elish, a los humanos les era impuesto el servicio de tal manera que los dioses fueran
libres, en este caso tenemos lo contrario; es una inversión polémica. La primera
comunicación de Dios a los humanos concierne a las necesidades físicas de sus criaturas
y su bienestar Génesis 1:28-29, 2:16.
Los humanos en Génesis no son presentados como victimas indefensas de las
fuerzas ciegas de la naturaleza. Ellos son importantes, objetos de la preocupación del
dios que los creó. Al mismo tiempo y en línea con la afirmación que los humanos
fueron creados a imagen de dios, ellos no son, de hecho, dioses. En el segundo relato de
la creación coemnzando en Génesis 2:4, leemos que el primer ser humano es formado
cuando Dios lo crea el polvo o barro de la tierra. Existen cientos de relatos del Antiguo
Medio Oriente de dioses creando a los seres humanos del barro; tenemos
representaciones de dioses como alfareros en la silla del alfarero creando cientos de
pequeños seres humanos. Pero el registro bíblico así como toma prestado el motivo
toma lugar para distinguirse de ellos y elevar al ser humano. En primer lugar, la
formación de los seres humanos del barro es el momento cumbre del relato. Segundo y
significativamente, Dios mismo sopla el aliento de vida en la nariz de Adán. De esta
manera, la idea que el ser humano es la mezcla de barro, pero que llega a vivir por el
aliento de Dios, captura la mezcla paradójica de elementos terrenos y divinos,
dependencia y libertad que marca a los humanos como únicos.
Es de notar también que en el primer relato de la creación, no hay una implicación
que hombre y mujer tienen diferencias ante Dios. La palabra hebrea que refiere a la
criatura creada por Dios es la adam. No es un nombre propio, es un término genérico
que significa "de la tierra" ya que viene de la palabra adamah, que significa
"relacionado a la tierra". Génesis 1 declara que Dios creó el adam, con artículo definido,
este ser terrestre que parece incluir masculino y femenino, se dice que tiene la imagen
de Dios, y esto sugiere que los antiguos israelitas no concebían a Dios con género o
necesariamente con género. En el segundo relato de la creación, no está claro que la
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mujer está subordinada al marido. Muchos comentaristas judíos mediavales disfrutan en


señalar que la mujer no fue creada de la cabeza del hombre para que no lo gobernara,
pero que tampoco fue hecha de su pie para que le sirviera; ella fue hecha de su costado
para que fuera su compañía. Así, las narraciones de la creación individualmente y en
conjunto presentan un retrato de el ser humano como el pináculo y el propósito de la
creación: similares a dios de alguna manera, en posesión de facultades y características
distintivas, que los equipan para señorear el mundo que Dios ha creado.
Finalmente, en la imagen del mundo que emerge del relato de la creación de Génesis
1, se observa un fuerte énfasis en la bondad esencial del mundo. Una de las ideas que
reclama Kaufman es que en la cosmovisión politeísta, que es moralmente neutro,
tenemos una dimensión primordial que genera demonios, mounstros, dioses, como una
necesidad permanente. El mundo no es esencialmente bueno o malo por naturaleza. En
Génesis 1 notamos una gran diferencia. Luego de cada acto de la creación en los versos
1, 4, 10, 12 , 18, 21, 25 Génesis(1:1,4,10,12,18,21,25) y luego de la creación de los
seres vivientes, están acompañados por la expresión "y vio Dios que era bueno". la
repetición de 7 o 10 veces de una palabra es una técnica literaria favorita de los
escritores bíblicos para indicar un tema. El escritor bíblico está rechazando el concepto
del mal primitivo, constituido en la estructura del cosmos, un concepto que se encuentra
en la literatura del Antiguo Medio Oriente. Para el escritor bíblico, el mal no es una
realidad metafísica, por tanto todos los signos de batalla cósmica, los actos de violencia
entre las fuerzas del bien y el mal son eliminados. En Enuma Elish, el orden cósmico se
consigue solo después de una lucha violenta con fuerzas muy hostiles. Pero en Génesis,
la creación no es el resultado de antagonistas divinos, Dios impone orden sobre
elementos desmitologizados.
Al examinar Génesis 1 notamos que el capítulo comienza con una clausula temporal
que desafortunadamente se traduce como "en el principio", que implica que los que
sigue es el registro ulterior de los origenes del universo. Se asume que "en el principio"
hace clara alusión al principio del universo. Esta traducción es incorrecta. La frase
hebrea que encontramos en el libro de Génesis es muy parecida a la que se encuentra en
Enuma Elish: "Cuando en lo alto" y se traduce mejor "Cuando Dios comenzó a crear
los cielos y la tierra, Él dijo: sea la luz y hubo luz". Esta traducción sugiere que el relato
no se preocupa por ilustrar el origen del universo, sino en explicar cómo y por qué el
mundo es de la manera que lo percibimos. Cuando Dios inició el proceso de crear los
cielos y la tierra, la tierra estaba sin forma y vacía, y su viento estaba sobre la faz de las
aguas profundas y así sucesivamente, él dijo "sea la luz y existió la luz". Esto nos da a
entender que algo ya existía, pero sin forma, por tanto, la creación en Génesis 1 no está
descrita como el proceso de crear algo a partir de la nada; noción que es conocida como
creación ex nihilo, en lugar de ello es el proceso de organizar materiales pre-existentes e
imponer orden en estos materiales caóticos.
Tenemos que sobre esta masa caótica está la ruah de Dios. Muchas veces la palabra
"ruah" es traducida "espíritu", de forma anacrónica; aunque en realidad, no significa eso
en la Biblia Hebrea. Este significado es más bien posterior, así que debería leerse
"cuando Dios comenzó a crear los cielos y la tierra -- la tierra no tenía forma y estaba
vacía, el viento de Dios moviéndose sobre las aguas profundas." En la batalla cósmica
entre Marduk y Tiamat, Marduk el dios tormenta, libera su viento contra Tiamat, el
agua profunda, representando las fuerzas del caos. De esta manera encontramos grandes
similitudes: ambas narraciones inician con una clausula temporal: "Cuando en lo alto",
"Cuando Dios comenzó a crear"; ambas mencionan un viento que se mueve sobre las
aguas caóticas. En el texto hebreo encontramos un término fascinante Tehom, que
significa profundidad y es etimologicamente exacta a la palabra para Tiamat, sin la
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terminación femenina "at", que traducido diría "y hay oscuridad sobre la faz de
profundidad", sin artículo definido, indicando quizá un nombre propio. De esta manera,
el viento sobre la faz de la profundidad es una desmitologización; se está haciendo
mención a una relato conocido y al mismo tiempo lo está cambiando.
No es plausible la idea que los escritores bíblicos desconocían este motivo de la
creación seguido de una inmensa batalla cósmica, particularmente una batalla entre
un monstruo marino con apariencia de dragón. Existen muchos pasajes poéticos y
secciones poéticas de la Biblia que contienen alusiones claras y explícitas a ese mito.
Era una idea conocida y parte de la cultura Israelita. La encontramos mencionada en
Job; en los salmos:

Salmo 74:12-17
Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.
Dividiste el mar con tu poder;
Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.
Magullaste las cabezas del leviatán, [Mounstruo marino]
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.

Isaías 51:9-10
Despiértate, despiértate, vístete de fortaleza, oh brazo de Jehová;
despiértate como en el tiempo antiguo, en los siglos pasados.
¿No eres tú el que cortó á Rahab [otro mounstro marino],
y el que hirió al dragón?
¿No eres tú el que secó la mar, las aguas del grande abismo;
el que al profundo de la mar tornó en camino,
para que pasasen los redimidos?

Estos relatos les eran familiares, eran relatos de un dios que aniquila las fuerzas del
caos, representadas como dragones acuosos, como preludio a la creación y el rechazo a
este motivo o idea en génesis 1 es señalado y con propósito. Se está desmitologizando el
relato heredado el remover de la creación el registro de una dimensión del mal y el
mundo de la mitología, los escritores bíblicos desean que concibamos a un Dios que no
tiene oponentes y quien a través de su poder soberano crea el cosmos, los cuerpos
celestes no son divinidades, sino creaciones de Él. En el texto bíblico, el firmamento
parece ser vencido, golpeado, como un herrero martillaría una hoja delgada de metal.
Tenemos el firmamento que ha sido golpeado para contener las aguas primordiales que
la presionan; una tierra que esta aguantando a las aguas inferiores. Ilustran la idea que
vivimos en un mundo similar a una burbuja y esa es la imagen que obtenemos de
Enuma Elish y el Génesis 1. En pasajes posteriores Dios va a enfurecer y abrir las
ventanas de los cielos, y va a caer el diluvio. Este cuadro del Génesis hace eco de
Enuma Elish, donde Marduk divide el cadaver de Tiamat, como una ostra. Él separa las
aguas de superiores e inferiores y crea este espacio que se volverá el mundo inhabitado.
La historia de la creación en Génesis toma lugar en siete días, con algunos
paralelismos entre los días uno y cuatro, dos y cinco, 3 y seis. Los días uno y cuatro
hacen mención de la luz y los cuerpos celestes, en los días dos y cinco son creados los
cielos y las aguas, junto con los animales marinos y toda clase de aves y animales
terrestres. En los días 3 y 6 se produce la vegetación y en el día 6 el ser humano es
creado. Por tanto, podemos inferir que la vegetación es para los seres humanos. De
hecho, esta idea se expresa claramente por Dios en Génesis 1:29, donde menciona que
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le han sido dados toda clase de plantas y semillas para que se alimenten de ella. No hay
excusa para vivir en alguna lucha sino en coninua paz y co-existencia. Por lo tanto, los
humanos, de acuerdo con Génesis 1, fueron creados vegetarianos, y en todo aspecto, la
creación original es imaginada libre de derramamiento de sangre o violencia de
cualquier clase, "y vio Dios que era bueno".
En el séptimo día Dios descansó de sus laboras y por esta razón bendijo el séptimo
día y lo declaró santo. Más adelante revisaremos el concepto de santidad, pero en
esencia es algo que está separado, que no te pertenece, sino que pertenece a Dios. Parte
de el propósito de este relato es explicar el origen de la observancia del Sabbath, el
séptimo día, como un día santo. Es un mito en el sentido que explica alguna tradición o
ritual entre la gente.

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