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MY LITTLE GIRL

KEHLANI BOOTH

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ÍNDICE GENERAL
CAPITULO UNO .............................................................................. 5
CAPITULO DOS ............................................................................. 13
CAPÍTULO TRES ............................................................................ 20

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NOTA DEL AUTOR
Mi pequeña niña… ya creció.
Esta es una historia corta tabú, entre papá Luthor y su hija Olivia.
Es su cumpleaños y él quiere hacer realidad todos y cada uno de
sus deseos de cumpleaños.
Los temas incluyen:
- Incesto (Papá x hija)
- Praise / elogios
- Heroína virgen
- Spit/ escupitajo
- Snowballing
- Sexo sin protección
Tenga en cuenta que My Little Girl es una historia corta tabú que
tiene solo un poco más de 5.000 palabras. Los temas anteriores son
todas escenas que estan en el libro.
Esta es la historia de Luthor y Olivia.

DEDICATORIA
Para la persona que me dio esta idea en el grupo de libros
románticos Deliciously Dark (& Taboo) de Facebook, ¡esto es para
ti!
Disfruta.

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CAPITULO UNO

LUTHOR
−¿Cuándo creció mi pequeña tan rápido? –murmuro en voz baja,
dejando que mis ojos recorran la longitud del cuerpo de mi hija.
Esta vestida con un pijama.
Ella insistió en que pasáramos la noche juntos en casa, en lugar
de salir a celebrar, así que hicimos precisamente eso.
Ahora tiene dieciocho años. Cumplió dieciocho hace una hora.
Ella ya no es tan pequeña.
Mi pequeña… ya creció.
Mientras inclina la cabeza hacia un lado, una pequeña sonrisa
aparece en su rostro mientras sus labios se abren y dice –Todavía
tengo mucho por crecer papá−. Deje escapar un profundo suspiro.
Mientras hago un gesto con mi mano para que se acerque.
−Ven aquí Olivia. –No necesita que se lo diga dos veces.
Inmediatamente, mi hija camina hacia mí y se detiene cuando esta
parada entre mis piernas abiertas. Levanto una ceja ante eso−.
¿Crees que ya eres demasiado mayor para sentarte en el regazo de
tu papá?
Sus labios se contraen y sacude la cabeza suavemente.
−Nunca, papá. −Me dice en un tono tan dulce que sé que está
diciendo la verdad. Mi pequeña nunca me miente.
Olivia se sienta en mi regazo, volviéndose un poco hacia mí,
mientras pone ambas piernas sobre las mías y cruza las suyas. Se
pone cómoda en mi regazo mientras desliza sus brazos alrededor
de mi cuello y fija sus lindos ojos en los míos.
Mi dureza es obvia debajo de sus muslos, pero ella no dice nada.
Enroscando mi brazo alrededor de su espalda baja, la acerco aún
más a mi cuerpo y levanto la otra mano para pasar el dorso de mi
dedo índice por su suave mejilla.

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−Ahora tienes dieciocho años, Olivia. Has crecido tan rápido, te
has convertido en una joven tan hermosa. Ni siquiera sé a dónde
se han ido todos esos años.
Olivia sacude la cabeza como si supiera algo que yo no sé, y levanta
la comisura de sus labios.
−Pero sigo siendo tu niña, ¿no? Siempre seré la niña de papá.
Mi corazón se hincha en mi pecho cuando ella dice eso. Ella es mi
pequeña niña.
Le sonrío a mi hija, acercándola aún más; mientras mantengo su
cuerpo apretado contra mi brazo. Ella no lo espera, así que cuando
presiono mis labios contra su mandíbula y paso mis dedos por su
cintura desnuda, ella chilla de alegría.
Por unos segundos, Olivia intenta alejarse de mí, pero no la dejo.
La tengo ahora. Finalmente deja de moverse una vez que mis
dedos la dejan, pero mis besos no.
Le doy besos a lo largo de su mandíbula, en cada pómulo e incluso
en la punta de su nariz. Olivia se ríe, pero no intenta alejarse de
mí. Sus brazos se aprietan alrededor de mi cuello y, a medida que
se acerca a mí, apoya su frente contra la mía.
Inmediatamente, respiro profundamente y muevo mis ojos hacia
los suyos.
−Siempre, Olivia. Eres la niña de papá, siempre y para siempre.
−Con una pequeña sonrisa, Olivia tararea mientras asiente.
−Me gusta cómo suena eso −susurra mientras su cálido aliento
toca mis labios.
La alejo de mí y la dejo adaptarse.
Sus piernas están a cada lado de mí ahora, su trasero esta
cómodamente contra mis muslos, sostengo a Olivia por su cintura.
−¿Qué quieres como regalo? −Mi hija no pierde ni un segundo en
responder.
−¿Puede ser cualquier cosa, papá?

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Mi sonrisa se hace más grande mientras asiento hacia ella, mis
dedos se hunden más profundamente en sus costados.
−Lo que quieras, Olivia.
Sus bonitos ojos parecen brillar cuando me oye decir eso.
−Quiero un beso, papá. Quiero un beso, justo en mis labios. ¿Me
darás ese regalo?
Mi mano se desliza hacia arriba, pasando por su espalda y su
cuello, hasta que mis dedos recogen su cabello. Mientras la acerco
más a mí, ella sabe que le daré exactamente eso.
−Cualquier cosa por mi pequeña. −Exhalo justo cuando nuestros
labios se tocan. Sus manos se aprietan alrededor de mi cuello
mientras empuja su cuerpo más hacia el mío, perdiéndose en
nuestro beso.
Fuerzo mi lengua dentro de su boca y la enrollo alrededor de la de
ella. Olivia gime de nuevo mientras envuelve sus dedos alrededor
de mi cabello, desesperada por abrazarme.
Mientras mi pecho arde por la necesidad de respirar, me alejo de
los labios de mi hija.
Tiene sus bonitos ojos muy abiertos y sus labios están carnosos,
me encanta saber que ella está así por mí. Mi pequeña esta así todo
por su papá.
No pierdo el tiempo mientras llevo su labio inferior a mi boca.
Chupándolo, veo cómo los ojos de mi pequeña se ponen en blanco
mientras sus dedos aprietan alrededor de mi cabello otra vez.
Muevo la punta de mi lengua contra su suavidad y la veo
retorcerse por mí. Olivia no deja de mecerse contra mi cuerpo.
Es casi como si estuviera tratando de encontrar su liberación aquí
y ahora.
Sus gemidos son tan fuertes, su respiración es pesada y mi polla
está muy dura debajo de ella.
−Papá −gime mi pequeña mientras inclina la cabeza hacia atrás,
con los párpados pesados mientras me mira fijamente con puro

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deseo en su mirada−. Necesito más. −Alejándome de su labio, froto
mis pulgares a lo largo de su estómago desnudo.
−¿Puedo quitar esto? −Le pregunto a Olivia mientras tomo el
material rosa entre mis dedos. Asintiendo inmediatamente, coloca
sus manos sobre las mías y me ayuda a quitarlo.
−Por supuesto que puedes, papá. −Le sonrío y le paso la camiseta
por la cabeza mientras la dejo caer a mi lado en el sofá.
−Qué niña tan buena. −Luego, con una leve burla, la miro a los
ojos−. ¿Sin sostén? Qué niña más traviesa. −Hay una sonrisa en su
rostro y con una pequeña risita, habla.
−Fácil acceso, ¿no crees?
Sonriendo a mi pequeña, no pierdo el tiempo en ponerle la boca.
De nuevo. Esta vez, cubro la suavidad de su seno con mi boca. Su
cuerpo se estremece ante mi toque mientras chupo su carne. Mi
lengua se arremolina contra su piel mientras le doy besos con la
boca abierta. Mis dedos se hunden más profundamente en sus
costados desnudos y Olivia gime en la silenciosa habitación.
Alejándome ligeramente, tomo su pezón entre mis labios,
chupando suavemente mientras golpeo mi lengua contra el y uso
mi mano para jugar con su otro seno.
Tiene los labios entreabiertos y respira con dificultad. Mis ojos se
posan en los de ella, mientras la veo perderse ante mi tacto, siento
que mi polla comienza a palpitar mientras el líquido preseminal se
escapa de mi punta.
−Joder, Olivia. Mira qué bonitas son tus tetas, pequeña. −Exhalo
una vez que mis labios ya no están en su cuerpo. Mis dos palmas
están contra sus senos, tomándolos mientras aprieto su carne
entre mis dedos.
Mi pequeña no habla. En cambio, Oliva gime un poco más y arquea
la espalda, presionando sus tetas desnudas contra mi pecho.
−Muévete. −Con una mano en su espalda baja y la otra entre sus
hombros, alejo a mi pequeña de mi regazo mientras la coloco contra
el sofá. Moviéndome de mi asiento, mantengo una rodilla en el sofá
y un pie en el suelo mientras bajo la cabeza.

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−¿Puedo? −Le pregunto, aunque ya sé lo que dirá. Cuando ella
confirma su respuesta con sólo un movimiento de cabeza, me
muevo. Me arrastro hacia atrás hasta que estoy entre sus piernas,
con mis dedos a cada lado de sus pantalones cortos, mientras bajo
la tela.
No es la primera vez que veo a mi pequeña así; la he vislumbrado
aquí y allá, pero esas veces ni siquiera se pueden comparar con
verla así ahora.
Prácticamente se me hace la boca agua mientras bajo el material
por sus muslos, ayudándola a levantar ambos pies mientras lo dejo
caer al suelo.
Mis palmas recorren sus piernas desnudas mientras apoyo mis
manos sobre la suavidad de su estómago.
Mi polla está a punto de liberarse de todas estas burlas. Joder,
tampoco lleva bragas.
Acercándome, respiro profundamente y huelo su aroma. Ella
llena mis pulmones y me aseguro de inhalar su aroma
repetidamente.
Estoy tan cerca de su coño, prácticamente puedo saborearla en mi
lengua.
−Olivia −digo con voz áspera mientras levanto mis ojos hacia los
de ella−. ¿Papá puede saborear a su pequeña? −Mi pequeña tiene
el labio inferior curvado entre los dientes. Sus ojos están pesados
mientras me mira fijamente, y cuando asiente, no pierdo el tiempo.
Me sumerjo.
Mi boca está sobre ella antes de que mis manos tengan la
oportunidad de separar sus labios.
Olivia grita mientras mis pulgares están a cada lado de ella,
abriéndola para que pueda darme un festín con mi pequeña y así
follarla con mi boca...
Esto es un puto paraíso. Su sabor es dulce y jodidamente adictivo.
Olivia frota su coño por toda mi lengua y no me quejo. Lamo su
coño, lamo todos sus jugos y saboreo el dulce sabor de mi pequeña.

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La punta de mi lengua golpea su clítoris mientras ella se estremece
y jadea, envolviendo sus piernas con más fuerza alrededor de mi
cabeza. Concentrándome allí, chupo ese pequeño manojo de
nervios y espero a que se convierta en un desastre lloroso antes de
que pueda atreverme a dejarla correrse.
No pasará mucho tiempo.
Mi mano serpentea hacia arriba para jugar con sus tetas y la otra
se enrosca alrededor de la parte superior de su muslo, obligándola
a permanecer abierta para mí. Mi lengua explora cada centímetro
de su dulce coño, desesperada por más y más.
Con un último movimiento de mi lengua contra su clítoris, me alejo
de su coño para mirar su cara.
Su cabeza está echada hacia atrás y su rostro se ha vuelto de un
suave tono rojo. Los bonitos ojos de Olivia están cerrados con
fuerza, y creo que, si se muerde el labio inferior con más fuerza,
seguramente le saldrá sangre.
Mi pequeña se ve muy bonita así para su papá.
Reuniendo saliva en mi lengua, la dejé gotear sobre el coño de mi
pequeña.
Primero cae sobre su clítoris y luego lentamente desciende. Brilla
a contraluz en esta habitación, y nunca he estado tan desesperado
por tomar a alguien, como lo hago con mi pequeña.
La quiero y la tendré.
De eso estoy seguro.
Satisfecho de lo mojada que está, tanto con sus propios jugos como
con mi saliva, creo que ahora sería un buen momento para la
cumpleañera dejarla correrse.
−¿Estás bien, Olivia? −Pregunto mientras la miro. Lentamente
abre los ojos mientras sacude la cabeza y entrecierra sus ojos.
−Papá, por favor, no puedo soportarlo más. Por favor, vuelve a
ponerme la boca.
Está sin aliento y ese tono va directo a mi polla. Nunca antes me
había sentido tan torturado como en este momento.

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Sonriéndole, vuelvo a mi posición. Mi pequeña no tendrá que
pedírmelo dos veces.
Se mete entre las piernas y sus dedos se enroscan alrededor de mi
cabello. Ella tira de mí y me guía hacia donde quiere que mi boca
esté sobre ella.
Reprimo una risa y le doy a mi pequeña toda mi atención.
Qué cosita más luchadora.
Chupo su coño y de vez en cuando golpeo la punta de mi
lengua contra su clítoris. Comiéndola mientras me guía, espero a
que mi pequeña me ponga donde ella quiere.
−Justo ahí, papá. Justo ahí. −Olivia gime mientras le pellizco el
pezón entre mis dedos, apretando mi agarre alrededor de su muslo,
dándole todo.
Su cuerpo se queda quieto, luego se estremece, mientras se
desmorona con un fuerte llanto.
Finalmente se corre.
Mi pequeña niña se balancea contra mi cara, mi lengua, mientras
se pierde en su liberación.
El dulce sonido de ella deshaciéndose, mezclado con el dulce sabor
de su coño en mi lengua es todo lo que siempre he necesitado.
Mi pequeña es todo lo que siempre he necesitado.
Cuando finalmente se relaja y libera mi cabeza de entre sus
piernas, inhalo su aroma por última vez.
Sus piernas están flácidas contra el sofá y siento que las mías se
han rendido por completo.
−Papá. −Mi pequeña exhala, con sus bonitos ojos muy abiertos y
sus suaves labios carnosos.
La hago callar de inmediato mientras sacudo la cabeza.
Su boca se cierra de inmediato y la ayudo a sentarse en el sofá.
Con mis manos nuevamente sobre mi pequeña, la levanto hacia mí
mientras nos giro a ambos y la coloco contra mi pecho, envolviendo

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mis brazos alrededor de su cuerpo mientras la mantengo cerca de
mí.
Le acaricio el pelo y espero a que su respiración se estabilice.
Cuando lo hace, y sus ojos están cerrados, cierro los míos con una
sonrisa en mi rostro.
Feliz cumpleaños número dieciocho mi pequeña.

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CAPITULO DOS

OLIVIA
Me despierto y noto algo duro debajo de mí. Pensando que solo soy
yo durmiendo en un ángulo extraño, trato de cambiar de posición,
pero me detengo cuando mis ojos se abren de golpe y un pequeño
jadeo se escapa de mis labios.
Miro debajo hacia algo duro y contengo la respiración.
Estoy durmiendo encima de papá. No estoy durmiendo en un
ángulo extraño, no. Estoy durmiendo encima de mi padre.
Desnuda y un poco fría, hago lo mejor que puedo para tirarme al
suelo sin presionarlo demasiado en caso de que se despierte.
Cuando tengo los pies en el suelo, miro a papá profundamente
dormido en el sofá.
Una sonrisa toca mis labios; mientras me inclino y presiono mi
boca contra la suya. Es sólo un beso corto, así que cuando me alejo
de él, no pierdo el tiempo mientras salgo de esta habitación y
camino en dirección a nuestro baño, necesitando
desesperadamente tomar una ducha.
Mis muslos se aprietan mientras recuerdo los eventos de hoy, y
trago saliva mientras sonrío suavemente.
Entro al baño mientras cierro la puerta detrás de mí, escondiendo
mi risa detrás de mi mano mientras inclino la cabeza hacia atrás.
Lo de anoche no pudo haber sucedido realmente, ¿verdad?
Pero me miro en el espejo y mi desnudez es todo lo que necesito ver
para saber la verdad.
Sucedió.

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Papá está aquí.
Sus ojos están sobre mí, trazando cada centímetro de mi cuerpo
que no está cubierto por la toalla, mientras lentamente se
encuentra con mis ojos.
−Suelta la toalla, Olivia. −Me dice en un tono tan profundo que
envía escalofríos por todo mi cuerpo.
Pienso presionarlo, hacer que se enoje y ver qué hace, pero hay
algo mejor que hacer eso.
¿Por qué arruinar lo que tiene planeado para mí? Levantando mis
dedos hacia la toalla, la separo de mi cuerpo y la dejo caer al suelo.
Cae con un ruido sordo y sólo lo noto porque mi corazón parece
rugir en mi pecho. Prácticamente puedo oír la sangre silbando por
mis oídos.
Respira profundamente mientras se levanta. Sólo le toma dos
pasos llegar hasta mí.
Respiro temblorosamente mientras él me mira para encontrar mis
ojos.
Papá lentamente comienza a caminar a mi alrededor, rodeándome,
mientras sus ojos recorren cada centímetro de mi cuerpo desnudo.
−Métete en la cama, Olivia. Acuéstate para mí. −Asintiendo
lentamente, empiezo a moverme. Camino hacia mi cama antes de
gatear sobre ella, recostándome boca arriba mientras lo espero con
la respiración entrecortada.
No tarda mucho en moverse.
Cuando papá se acerca a mí, sus dedos van al dobladillo de su
camisa mientras se la quita por completo. La deja caer al suelo y
se sube a mi cama conmigo también, acercándose a mi cuerpo
desnudo.
Mis ojos recorren su pecho desnudo y mi boca se seca. Volviendo a
mirar a papá, me lamo los labios y él hace lo mismo mientras me
mira.

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La mezclilla se siente áspera contra mis pantorrillas, pero no digo
nada.
Sus manos suben y bajan por mis piernas mientras las separa, y
estoy bastante segura de que puedo sentir cómo goteo entre ellas.
Con la forma en que papá me mira, sería bastante difícil no estar
tan excitada de esta manera.
−¿Alguien se ha atrevido a tocar así a mi pequeña? ¿Alguien te ha
tocado aquí? −Un escalofrío recorre mi cuerpo ante su tono, y
cuando papá coloca su mano contra mi coño, gimo.
−No, papá. Nunca. −Se inclina más cerca, lo suficientemente cerca
como para que pueda ver cada mota de oro en sus ojos, mientras
sonríe contra mis labios.
−¿Y por qué no? −Me pregunta, levantando la otra mano mientras
agarra mi muslo con fuerza.
−Porque te he estado esperando, papá. −Exhalo con mis ojos fijos
en los suyos. Sus labios se abren, pero no dice nada. Después de
unos largos segundos y de algunas respiraciones agitadas entre
nosotros, papá finalmente habla.
−Mi pequeña ha estado esperando la polla de papá, ¿verdad?
−Inhalo lentamente.
−Lo sabes, papá. Te he estado esperando durante tanto tiempo.
−Sus ojos se oscurecen y se inclina para presionar sus labios contra
mi rodilla. Mientras se aleja, tiene los dedos en la parte delantera
de sus jeans y sus palabras me hacen sentir mariposas en el
estómago.
−Mi pequeña no tendrá que esperar más. Papá está aquí, Olivia.
Papá está aquí. −Mientras habla, saca su polla y se baja los
pantalones y un pequeño nudo aparece en mi garganta. Mi
respiración se vuelve pesada y siento que mi corazón comienza a
acelerarse un poco.
Es tan grande...
No hay manera de que pueda hacerlo encajar.

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Papá levanta su otra mano hacia mi boca mientras golpea mi labio
inferior con uno de sus dedos.
−Necesito tu saliva, Olivia. Esto dolerá sin ella. −Asintiendo,
recojo un poco de saliva en mi lengua antes de dejarla deslizarse
hacia sus dedos. Inmediatamente se enroscan y papá sonríe
mientras mueve esa mano hacia abajo, frotando mi saliva a lo
largo de mi coño mientras tiemblo ante su toque.
−¿Mi pequeña está lista para esto? −Papá me pregunta mientras
se inclina sobre mí, con la punta de su polla ya en mi entrada.
Mis labios se abren y pronuncio una sola palabra. Que lo confirma
todo.
−Si.
Cuando él empuja dentro de mí, todo mi mundo parece detenerse.
Mi respiración se acelera y mis ojos se cierran con fuerza. Lo
escucho gemir encima de mí.
El dolor, no es tan insoportable, pero sí un poco incómodo,
comienza a disminuir gradualmente a medida que papá se mece
contra mí. Siento su cuerpo contra el mío mientras baja la cabeza
y me da un suave beso en los labios, alejándose mientras susurra
suavemente mi nombre.
−Abre los ojos, Olivia. Mira cómo papá te folla lentamente. −Dejo
escapar un suspiro tembloroso mientras abro los ojos lentamente.
Se aleja un poco más, dándome la oportunidad de respirar, antes
de volver a empujar dentro. Siento cierta incomodidad, pero
cuando papá se mueve y me susurra cosas dulces al oído, siento
que comienza a transformarse.
Mi coño se estira alrededor de su espesor y, antes de darme cuenta,
poco a poco todo empieza a sentirse bien.
−Mi pequeña niña. −Exhala papá mientras me obliga a mirar
hacia abajo, hacia donde estamos conectados−. Mira lo bien que
me estás tomando. −Se me escapa un sonido entre un llanto y un
gemido, y cuando papá se aleja sólo para empujar dentro de mí aún
más fuerte, hago ese sonido de nuevo−. La pequeña niña de papá

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ya ha crecido y se mete su gruesa polla dentro de su apretado coño.
Mis ojos se ponen en blanco mientras mis dientes se hunden en mi
labio inferior.
Sus embestidas se vuelven más duras, más rápidas y sus sonidos
se vuelven más fuertes. Mi cama cruje mientras papá me folla, y
no sé por qué, pero eso es todo en lo que puedo concentrarme.
Mi cama cruje… Papá y yo en la cama juntos… Él me follándome
tan fuerte…
Siento que aprieto toda su longitud mientras él maldice, gimiendo
cuando sus dedos se aprietan alrededor de mi muslo.
−Fóllame, Olivia. Voy a derramar mi semilla tan profundamente
dentro del coño de mi pequeña. −Siento revoloteos en mi estómago
cuando dice eso, y aunque sé que está tan mal, incluso más mal
que él y yo estemos juntos así, no puedo evitar
preguntarme cómo se sentiría eso.
El semen de papá, en lo profundo de mi coño.
Y tan pronto como se me ocurre esa idea, la descarto y la saco de
mi cabeza.
−¡Papá, no puedes correrte dentro de mí! No puedes, papá.
−Exhalo con los ojos muy abiertos y las uñas clavándose
profundamente en los costados de sus brazos.
−¿No puedo correrme, mi pequeña? −dice papá, con la cabeza
ligeramente inclinada mientras continúa meciéndose contra mí
Reprimo un gemido, pero cuando me empuja y golpea el lugar
perfecto, no puedo evitarlo.
−No puedes, papá. Sabes que no puedes, −repito, mientras me
quedo sin aliento y siento aleteos en la parte inferior de mi vientre.
A él no le importan mis palabras.
Su sonrisa se vuelve lobuna y desliza una palma a lo largo de mi
cuerpo mientras la presiona contra mi corazón acelerado.
−¿Y quién va a impedir que me corra dentro de mi pequeña? −Mis
labios se abren mientras lo miro.

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Mi corazón late con más fuerza en mi pecho y estoy bastante
segura de que papá puede sentirlo debajo de su palma.
Cuando papá se aleja sólo para volver a golpearse dentro de mí
una vez más, no dejo de llorar.
Mi cabeza se inclina hacia atrás contra la cama y mis dedos se
hunden más profundamente en sus brazos. Papá gime mientras
dice mi nombre, y escucharlo así me hace todo tipo de cosas.
El pequeño aleteo en la parte superior de mi vientre comienza a
subir. Surge ese sentimiento familiar y, antes de darme cuenta de
lo que está pasando, lo siento.
−¡Papá, oh! ¡Voy a correrme, papá! −Sus labios están sobre los míos
en poco tiempo mientras presiona besos calientes por todas partes.
Gimo contra su toque, envolviendo mis brazos y piernas por todo
su cuerpo para mantenerlo cerca de mí, cuando siento mi coño
apretar alrededor de su polla.
Casi de inmediato, papá se sobresalta.
Maldice mientras se aleja para tomar aire, su palma se mueve
mientras aprieta mi pezón entre sus dedos, antes de inclinarse
hacia atrás para golpear sus labios contra los míos.
Yo lloro y él gime. Y siento cada chorro de su semen dispararse
profundamente dentro de mí.
Papá se viene dentro de mí... se viene profundamente en mi coño.
Mi mente da vueltas y no sé si es por la falta de aire o por el hecho
de que él está tan dentro.
Con ambas manos ahora en su pecho, empujo a papá lejos de mí y
respiro profundamente, lo que tanto necesito.
Mis ojos están muy abiertos y mi pecho está agitado. ¿Esto
realmente sucedió?
Me sonríe, toma mi mano entre las suyas y me besa los nudillos.
Dejando caer mi mano a mi costado, papá baja la cabeza mientras
pone sus labios contra mi estómago desnudo.

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−Papaaaaaá... qué... −digo mientras él comienza a alejarse de mí,
arrastrando los pies hacia atrás.
Me siento, trato de levantarme por completo, pero él no me deja.
Ahora en el suelo, con las manos en la cama, papá extiende la mano
mientras me agarra los tobillos y me acerca más a él.
Se me escapa un grito ahogado cuando él abre mis piernas y me
sonríe entre ellas.
−Hoy es el cumpleaños de mi pequeña. Dos orgasmos no son
suficientes para una celebración de cumpleaños. Deja que papá te
haga sentir bien, Olivia.
Y antes de que tenga la oportunidad de hacer un comentario, me
pone la boca encima.
Mis ojos se ponen en blanco hacia la parte posterior de mi cabeza
mientras mis labios se abren. Mis dedos agarran la sábana debajo
de mí y mi cuerpo tiembla bajo su toque.
Su lengua se mueve expertamente contra mi coño y, mientras
chupa mi clítoris entre sus labios, siento que mi vientre vuelve a
contraerse y algo sube dentro de mí.
Apenas puedo contenerme.
−¡Papá, esto es demasiado bueno!

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CAPÍTULO TRES

LUTHOR
−¡Joder, sí! Mira a mi pequeña, ensuciándose para su papá. −Hay
una sonrisa en su rostro mientras se aleja de mi polla, con las
mejillas llenas de mi semen.
Me dijo que era la primera vez que le hacía una mamada a alguien
y joder, mi pequeña ya es una profesional. Con mis dedos alrededor
de su cabello, tiro de ella hacia arriba y envuelvo mi otro brazo
alrededor de su espalda, acercándola a mí antes de golpear mis
labios con los de ella.
Olivia gime casi de inmediato y, cuando le meto la lengua en la
boca, se abre para mí. Mi lengua explora cada centímetro de su
boca caliente. Satisfecha de saber que aún no se ha tragado toda
mi carga, sonrío contra sus labios mientras recojo el resto de mi
semilla en mi propia lengua y la trago.
−Eso fue alucinante, Olivia. Gracias por ese pequeño regalo
también. −Exhalo mientras me alejo, mis dedos todavía están
apretados en su cabello mientras observo cambiar su expresión.
Tiene los párpados pesados y los labios carnosos.
Ella gime y trata desesperadamente de que la bese otra vez.
Riendo, la sostengo allí por un minuto con el pulgar y el índice a
cada lado de su cara antes de inclinar sus labios sobre los míos,
pero no hago ningún movimiento para besarla todavía.
−¿A mi pequeña niña sucia le gusta escuchar eso? ¿Te gusta saber
que me estoy saboreando? −susurro contra sus labios.
Ella asiente, se lame el labio y golpea la punta de su lengua contra
mi boca antes de volver a deslizarla dentro de la suya.
−Sí, papá. Me gusta mucho. −Mis labios se contraen ante su
honestidad y tiro de ella hacia mi regazo. Con mis manos sobre
ella, toco a mi pequeña.
Tiene las mejillas calientes y la cara sonrojada. Cada centímetro
de su cuerpo es de un tenue tono rojo.

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Mientras me recostaba lentamente en la cama, dejé que Olivia se
sentara a horcajadas sobre mi cuerpo.
Sus bonitos ojos brillan hacia mí y sus labios están levantados en
las comisuras. Con mis manos recorriendo su cuerpo desnudo, le
sonrío a mi pequeña.
−¿Por qué no te acuestas otra vez para mí, Olivia? −Ella asiente y
se mueve para hacerlo.
Una vez que ella está de espaldas en la cama, me pongo encima de
ella. Mis manos están sobre su cuerpo mientras la toco por todas
partes. Sus brazos, sus tetas, su vientre, sus muslos: toco a mi
pequeña por todas partes.
Olivia tiembla bajo mi tacto mientras se le pone la piel de gallina.
Sonriendo, acerco mis manos y las pongo en su coño.
Ella respira profundamente cuando mis dedos van a sus labios,
separándolos mientras la estiro. Ella tiene un tono rosa, y no sólo
de su sangre mezclada con mi semen.
Empujo un dedo dentro de ella y mi polla se sacude mientras ella
se aprieta a mi alrededor.
−Mi pequeña se ve así. Todavía estás tan apretada, Olivia. ¿Te
duele? −Moviendo mis ojos hacia los de ella y lejos de su dulce coño,
la veo asentir.
Lentamente alejo mi dedo mientras sacudo suavemente la cabeza.
−Eso no es bueno. Supongo que eso significa que necesitaremos
que descanses. Por ahora, ¿qué tal si usamos este agujero? −digo
mientras separo sus mejillas, frotando mi dedo mojado a lo largo
de su otro agujero apretado mientras lo pinto de rosa.
Mi pequeña se retuerce, pero cuando la toco por todas partes, poco
a poco comienza a relajarse.
−¿Alguien te ha tocado aquí? Puedes decirle a papá si alguien lo
ha hecho. –Su respuesta es rápida.

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−No, papá. Sabes que te he estado esperando. No ha habido nadie
antes que tú. −Y no habrá nadie después de mí. Mi pecho se hincha
y mi sonrisa se hace más grande.
−Mi pequeña me ha hecho un hombre muy afortunado −murmuro
en voz baja mientras escucho sus suaves risitas llegar a mis oídos.
Acercándome más, cierro los ojos mientras respiro profundamente
y lleno mis pulmones con su aroma. Olivia gime y no extraño la
forma en que sus piernas se mueven bajo mi toque−. Amo el aroma
de mi pequeña y me encanta el sabor de mi pequeña. −murmuro
mientras me alejo para echarle otro vistazo.
Su labio inferior está curvado entre sus dientes y hay una pequeña
depresión entre sus cejas. Parece que vendrá a buscarme en
cualquier momento y saber eso me hace sonreír.
−Papá no se cansa de ti. −Y dicho esto, vuelvo a poner mi boca en
su cuerpo caliente, amando la forma en que mi pequeña gime por
mí.

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CAPÍTULO CUATRO

OLIVIA
−El mejor cumpleaños de todos. −Exhalo mientras me giro para
mirar a papá.
Él ya tiene una sonrisa en su rostro y sus dedos rozan ligeramente
mi costado. Hemos pasado la mayor parte del día follando y
mentiría si dijera que no esperaba que esto sucediera.
Siempre ha habido algo entre nosotros y, afortunadamente para
nosotros, finalmente pudimos actuar en consecuencia. No hay
arrepentimientos de cualquiera de nosotros.
−¿Mi pequeña está feliz con su regalo de cumpleaños? −Papá me
pregunta mientras me acerca más a su lado. Su mano va a mi
trasero y no deja de apretarme con fuerza. Aunque mi
cuerpo está presionado contra el suyo, parece que no puede tener
suficiente de mí.
Espero que siempre sea así.
Tarareando, asiento con la cabeza.
−Estoy tan feliz, papá, −digo. Y con una pequeña risa le digo algo
más−. No puedo esperar a ver qué harás el próximo año, papá.
Él levanta una ceja ante eso, pero eso sólo me hace reír más fuerte.
Tendrá que hacer algo más grande y mejor el año que viene, eso es
seguro.
Papá se inclina mientras presiona sus labios contra mi frente.
Cierro los ojos y le sonrío. Sus manos se mueven a lo largo de mi
costado, y cuando la otra se acerca peligrosamente a mi coño, mi
respiración se acelera. Todavía estoy muy dolorida, pero estaría
feliz de dejar que papá me folle el coño de nuevo.
Sólo ha jugado con mi otro agujero, todavía no me ha follado allí,
pero si quisiera, incluso si quisiera ahora mismo, diría que sí.
Estoy bastante segura de que eso también sería divertido.

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Mis labios se abren mientras él continúa tocándome, y finalmente
abro los ojos para mirarlo.
Froto mi cuerpo contra el suyo y siento lo duro que esta.
–Te necesito Papá. –Exhalo con mis manos en su pecho.
Con sus manos sobre mí, me sostiene por las caderas y lentamente
me guía hasta su polla. Mientras me hundo sobre su longitud, gimo
por él, mientras mi cabeza se inclina hacia atrás.
He perdido la cuenta de la cantidad de veces que lo he llamado hoy.
Papá se ríe y comienza a guiarme mientras lo monto por primera
vez.
−Y me tienes, pequeña. Mi pequeña siempre tendrá a papá.

FIN

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El objetivo de esta Traducción es sin ánimos de lucro, solo
pretende que disfrutes de tu lectura en tu idioma. Si puedes
apoya al autor.
−Bitácora Age Gap

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