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Cap 14
Cap 14
El arte y las ciencias no se [onnan e11 u11 molde. sino que se hacen,. y
perfeccio- mn gradualmente, por u11 manipuleo y pulido frecuente. así como los
osos despa- dosamente dan formo. a sus oseznos.
Miguel de Montaigne, Obras, 11, XII
Que una roca caiga sobre su cabeza es algo evidentemente doloroso; pero la
vugüenza, la desgracia y las maldiciones hieren sólo mientras sean percibidas. lo
que 110 se nota, no molesta. Mientras te aplaudas a ti mismo. ¿qué daño pueden
hacer los silbidos del mundo? Y la locura es la única clave para esta felicidad.
Erasmo, El Elogio de la Locura II
Los Poderes y Placeres de la Locura
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religioso. Como consecuencia Je esas diferencias, el Renacimiento de la E
stptentrional fue mucho menos característicamente aT1 [stico que el del sur I
en los PaístS Bajos la pintura lloreció. en otras partes sólo alcanzó un d�s b�n t'
'
limitado y no se dedicó gran atención a la escultura. Los pueblos scptent ª"1110110
centraron sus esfuerzos principales en la literatura y la filosofía, con frecuen"'. 1" ª
algún propósito religioso o práctico. Puede agregarse que hubo menos pagan¡�'ª con
el Renacimiento del norte que en el de Italia. Probablemente esto reOejase el'�º en
de que los estudios teotégicos predominaban en los programas de estudio ��cho
universidades del norte hasta 1550. l;u
En Francia fue también una guerra la que llevó a la instauración de un estado sólido.
pero se trató de una guerra internacional y no de querellas inlemas. u contienda que
permilió a los reyes franceses acabar con la soberanía de los señores feudales fue la
Guerra de los Cien Allos (13371453), librada principalmente para expulsar a los ingle·
ses de Francia y quebrar su alianza comercial con las ciudades ílamencas. Como cense
cucncia de este conflicto, el pueblo francés adquirió una conciencia nacional, los no·
bles que habían seguido sus ambiciones egoístas quedaron desacreditados. yseencum·
bró a la monarquía por haber salvado al país de la ruina. En el término de treinta años
luis XI (14611483), hábil pero inescrupuloso, extendió el dominio real a toda Fran
cia con excepción de Flandes y Breta!13. Su política abrió el camino para el
gobie':"o absoluto de los Borbones. Otro pa is importante de la Europa occidental
empezó a
su,gir como estado nacional a fines del siglo XV. Ese país era España, unido en
!'arte por el matrimonio de Fernando de Aragón con Isabel de rastilla en 14_ó'I, Y
en pane por Jas exigencias de la larga guerra contra los moros. Durante el remado
de Felipe 11 ( 1556·1598) España ocupó lugar de prim�ra 'fila entre las pot_enc,as
europeas. Además de Italia, Alemania era el único pars unporlantc de la F.urupa
Occidental que 110 se había unido· para formar un estado ronsoli��du durante el
Renacimiento. Aunque es cierto que era sólida la autond�d pclítica de algunos
Retrato de En1iguc VIII¡:;, reinos alemanes particulares, el país, en su conjunto, segura formand� parle del
1/ans 1/olhcin ti Jov,n. Sacr� Imperio Romano gobernado entonces por los Habsburgos de Au�tna. La sube·
Palacio Cursini, tn Rotrd·
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ue fue re<lactad_a esa obra se parece a las que se dan con frrcucnci2 en b
(fl �,:i<ÍO de las naciones de maner_a ta? sorprendc?te que vale la p<IU 1c:n:ilarbi.
,,• 1 11111,:r111>ta muy culto de la Universidad de llr,del�rrg llamado Juan 1teud1lin
''.'',,;:, un apas'.un�do entusi�smo por el estudio de lus es"itns hehrcos. l'nr _h:rh<r
1
>' ·,aJo algunas 111terprctac1oncs del A111tgr111 Testamento he.has J'JI los teologo•
l'clip,· JI ,k h1>01)a. 11
"' fcro1111C11te at��adn por los cristianos fanátk�•s y íinalmc111c luv,, que compa
fo< an1e el lnquisidor General de la Iglesia Católica en Alemania Los dos hanJos
Ice < '
f r cn1aJ11s· pu hl"rcar,'.n numerosos folletos y pronto se planteó �a ludo entre
l:r
'.";,.,rad y la tolerancia por una parte y el autoritarismo y el fana1is11kl por la ,11r:r.
�. nJn fue eviJ_c'�te que la argumentación racional nu servil parJ ,w,lo. l,n ,m,�is
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03
r.inia dcl _Sacro .hnperio Romano era ,.·,1., ficticia, sobre todo porque d Je Rcudilin .dec1d1eron apelar al ridículo. Rubiano y ltuuen puhlic.rr,>n 1111, ..,,._. Je
Ecbd Media habia malgastado sus energías en el inútil intento de ampli ur.in1c � .;artas itnbu,Jas. � supuestos opositores de Rcuchlin y firmadas ''"' 1:,1111hr,s tan
n 1 r 1 • ridí.:ulos corro Z,egenmelker [ordeñadur de cabras l. lton:�ecker llam,,l,•r Je 111id I
a ta 1a. con o que permitio que los duques germanos consolidaran
· y Mistladcr [cargador de estiércol). Heinrich Shafmaul (blla de carnero), ""'"'
o ar s u d n n¡ " putativo de una de las cartas. confesaba que temía haber cometído un �""'e l'•º<JJ,,
su P, , dc r . • ·
por haber comido un dfo viernes un huevo que contenía un ¡,.111ito. H a111ur Je
l. EL RENACIMIENTO INTl:::LEC'TlJAL otra de las cartas se envanecía de su brillante "descubrimiento" Je que Juh,, C"r<:ir
Y ARTISTICO EN ALEMANIA 00 había podido escribir los Comentarto« <I<' la Gu,Tra d,• las (,"a/w, l"''I"'' ,.,,1,ha
demasiado atareado en sus empresas militares para haber tenido tiern¡o ,!,· ap1y11,kr
ALCANCE UMITADO DEL RENACIMIENTO ALEMAN el lalÚl, No es fácil precisar hasta qué punto debilitaron estas cartas la intlucncia J,·
�1.emania fue. u_no de los pr_imeros _países _que experimentaron plenamente la alr,,. la jerarquía católica en Alemania. pero su efecto débió ser muy grande. pu,s circu
cion del �vrfl'llen_to huma?.•sta italiano. Eso era natural. no sólo por la cercanj¡ de . 1,ron profusamente.
las dos naciones. s!no �amb,e� a causa d� la emigración .en gran escala de
estudianies
alen.11nes a las universidades italianas. Sin embargo la influencia de ese humJnisnk,
duro poro tiempo y sus frutos fueron preferiblemente escasos y mediocres. No LA PINTURA ALEMANA; DURERO y HOLBEIN
puede de 01r cuáles habrían sido los resultados si Alemania no se hubiese lanzado,; El Renacimiento alemán se limitó, cu el terreno del arte. a la pintura y el �ahaJn.
pronto a 1 remolmo de las luchas religiosas. Peru no deja de ser cierto que J¡ revulu, ,cpraentados principaln�nte por las ohm de Alhcrln llurcro (147115��1 y Juan
ción protestante desperhi pasiones de odio e intolerancia que no podían menos que llolbein (14971543). En ambos artistas influyeron ,.,,fundamente IJs tradiciones
oponerse al ideal humanista. Se cnalrecían el fanatismo y la fe. mientras que ttl<lu italianas, si bien en su obra se evidencia también el realismo sumbrin del .:spiri111
germano. Los cuadros más farmsos de Durcro �un la t1<1,wad,i11 <lt· los R,·.r,� ,1/a¡;,is.
lu que 5Crntjaba adoradún del hombre o veneración por la· antigüedad pagana l.m tuatro apóstoles y Oisto 0111'ifkad11; este último es un esludio ,k b 1rj�i.:a
m considerado casi con seguridad como la obra del diablo. IIistcza. Representa el suerpo pálido del Galiku estirado en 13 rn11 omtr, un .:id,•
frío y siniestro. u· luz trémula del h01iwntc acrc.:ienla el rfc.:111 1.'111.:11 J,· b
escena. Algunos de los grabados más conoddus de llu,cru muestran bs mi,111»
El HUMANISMO ALEMAN: LAS
características. Su Mela11m/ia muestra una íigur:r femenina .:un alas Jcmasia,lo �,·.
"CARTAS DE HOMBRE\ HUMILDES"
qucllas para que puedan elevarla, meditando desesperadamente :rLcer,a Je lus prublc·
· Es casi impmihle determinar la fecha en que cutnenzú el Renacirnicnto akm;in. [n mas de la vida, que parecen no tener solución. Tiene una bri1jula en la ma1111 )' ,·n e)
algunas ciudades prósperas del sur. como Augsburgo, Nuremherg, Muuich y Vi.'11,. sucio yacen esparcidos otros instrumentos de los que se .sirve el hombre pua <l<'mi
existía ya en 1450 un 11k1vimicnto humanista vigoroso traído de Italia. A nar su medio ambiente. Holbcin, el otro gran ulisla del lknacimicn10 alcmáu. e,
comicn/0! del sigln XVI hahia aruigadu firm,·111.:nle en lns drculus universitarios, célebre sobre todo por sus retratos y dibujos. Sus rctlltos Je Erasn,. fnri411c VIII.
en c•r,·,Íll en bs ciudades Je I lcidelbcrg. Frfurt y Colonia. Sus representantes 111;is figuran entre los más fam:isos del mundo. Un ejemplo admirable de sus Jihuj,,s o d
JcumJ,,1 llamJiio CrÚto t'II la tumba 4uc npreseula el ,.ue1r,1 del llijo de Dios. ""' lus uju<
eran lllrkn de lluucn ( l 4Kl!l 5�JI y ('111111 Ruhiano ( 1411015311). Amhos se inrar· fijos y la boca �ntreabicrta, tan abandonado 011 IJ muerte ,·on" d c:,dáver ,k 1111
sahau menos p•r los aspectos 1i1crari11s ,lel hu11t111ism,, que por sus pusihiliJ,J,:< vulgar criminal. El artista $C propuso, prubahlcni¡•ule. cx¡iresa, la degrada.:ii111 ,11111111.:
,,nm forma de expr,ur la prutesta rcli�iosa y pnlilil'a. lfuttcn, esp�d3l111r111i. ta sufrida por el Salvad_9r para redimir, al hombre. liada el linJI de su vi<lJ 11,,lh,·in
cmplcú su 1alcut.i1 Je escritor para satiritar el espúuu friv,1111) la codicia del dibujó también muchas escenas religiosas sati1irn1Jo los ahusos Je la Iglesia r,11·,.
da11.' lica, considerados com:, la justificación priucipJI Je la revolu..iún rrutcstlntc. Fu,·
parJ defender en escritos ardicutes al puehl« alemán ,·1111tr:1 sus enemigos. Ked131J�J unn de los pocos artistas eminentes que puskrnn "' IJlcnlo al servido de la .:311s;i
enu111adamc11t,· a casi tudas las instilul'iones del urden cstahlccidu. Lo que pror11 Pr11tc,1an1e.
dona a Hunen y K11hia1111 más derecho a la fama es su ubra ( urta: d,· l,,1111h!'.' •
l11i11ildr.1, 11113 de la, sátiras más in�c11ii1s;1s de la lús1111ia literaria. La d1,u11,1a11•"
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1'r:asmn. Tolla r11 1111Jrra
pvr l(am (h•lh<in ,I Jown.
LA CIENCIA ALEMANA: KEPLER Y PARACELSO La historia de la literatura y la filosofía renacentista en los l'aíses Bajos comienza
El único alemán de la época del Renacímiento que hizo contribuciones imponi� y fuialiu con Dcsiderio Erasmo, considerado universalmente como el príncipe de
1e1 a la áencia fue Juan Kepler (15711630). Partidario ardiente de las leoriud<
los hurrmnistas: Hijo de un sacerdote y una sirvienta, nació cerca de Rotterdam.
Copémico, las perfeccionó, y probó que los planetas se mueven alrededor del Sd ¡robablemente en el afio 1466. Tuvo la suerte de recib�r una instrucción
de,cnl>iendo órbitas elípticas· y no circulares. Puede afirmarse, por lo tanto, �· elernen
desterró el último ve,tigio importante de la astronomía tolomeica, ,la que conj· tal excelente en la escuela de los Hermanos de ta Vida Común, en Deventer ".
deraba a'Joa plineth encajados en esferas cristalinas perfectas. Por otr1 pane, b1 Mis tarde, muertos sus padres, sus tutores lo hicieron ingresar en un monasterio
leyes del rmvimiento planetario formuladas por Kepler contribuyeron con mutilo de agustinos. El joven Erasmo recibió allí escasa instrucción religiosa o formal, si
a sugerir a Newton su famoso principio de la gravitación universal. A este r�· bien podía leer todo lo que quería. Devoró todas las obras clásicas que cayeron
to poderms nombrar a otro cienJífico de nacionalidad alemana, aunque n1ci61D en sus nnos, así como. las de muchos padres de la Iglesia. Cuando estaba por
1.u cercanías de Zurich a fines del siglo XV. Era Teofrastro de Hohenhe1m. pao tumplir los treinta anos consiguió permiso para abandonar el monasterio e insc'.i·
eligió el nombre de Paracelso, para indicar que creía en su superioridad sobie Ctl· bine en la Universidad de París, donde obtuvo el tüulo ae bachiller en teología.
so, el gran médico romano. Aunque a menudo se considera a Paracelso �onlO: Ptro no ejerci6 la carrera del sacerdocio y eligió ganarse la vida enseñando Y es·
charlatán y un impostor, .hay en realidad pocas pruebas de que eso sea cierto, Ctibiendo. Mediante la lectura constante de los clásicos llegó a expresarse en idiu
menos tenía la _capacidad .profesional suficiente como para que lo nombraran'; ma latino con tanto ingenio y facilidad que lodo lo que escrihia lograba amplia difu
fesor de mediéina de la Universidad de Basilea y médico municipal en 1527. .
otra parte, tiene el mérito especial de haber recurrido directamente a I! el':
mentación para conocer las enfermedades y su curación. En vez de seguir�� I Los &Dbcrnó d duado de Borgoñ.i. hast.a 1 SOb, fcch:1 en que los hacdó C:ulos. el 1oven
stffanzas de autores antiguos, viajó mucho con el objeto de estudiar las eo et b tcy de Espatia cuyo ahucio se tubía '211.do con b hucdcn únic.a del duque de Borp,i\:a.
dades en diversos ambientes y experimentó con numerosas drogas. Negaba qu 2
v.... p. 413.
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sión. Sin ..,1bargn. el amor de Erasrno por los clásicos no era frutn de un interés�:
liante. Admiraha a los autores antiguos por ser los portavoces �el 1_iaturalis1no, J¡ °;
tolerancia y el humanitarismo, ideales que él tanto estimaba. Se_ inclinaba a pensar·
que algunos paganos, como Cicerón y Sócrates, merecían el titulo de .s�ntos mu.
cho más que muchos cristianos canonizados por el Papa. Erasmo falleció en 1536 1
en Basilea Juego de una vida larga y fecunda al servicio del saber, de los gustos
literarios selectos y de la razón. Se lo ha llamado con justicia el hombre m:is
civilizado de su tiempo.
LA FILOSOFIA LIBERAL DE ERASMO
Como filósofo humanista,.Erasmo encarnó los ideales más altos del Renacimiento septen. ·
trional. Estaba convencido de la bondad innata del hombre y pensaba que la miseriay ,
injusticia desaparecerían finalmente cuando se dejara penetrar la luz pura de la razón en4· '
las cavernas malsanas de la ignoranáa, la superstición y el odio. Como no tenia nada de'
fanatico, era partidario de la libertad intclecÍua\, la moderación y la concilj¡.
ción, por sobre la intolerancia apasicnada con el mal. Siempre estuvo al margen
de la violencia y el apasionamiento de la guerra, ya fuese entre sistemas, clases O
naciones. Dedicó· la mayor parte de sus enseñanzas y escritos a la causa de
la
reforma religiosa. Rechazaba el ceremonialismo estúpido, el dogmatismo y la su.
perstición de la Iglesia Católica de su época, aunque su temperamento no lo in·
ducía a emprender una cruzada contra ella. Trató más bien, eor medio de la iro ..
¡¡{a suave y a veces la sátira punzante, de combatir lo irracional en todas
sus.
formas y de difundir una religión humanista de piedad sencilla y conducta noble
basada en lo que Uamaba la "filosofía de Cristo". Si bien su crítica de la religión
católica· contribuyó mucho a acelerar la revolución protestante, le disgustaba pro
fundamente el fanatismo de los luteranos. Tampoco sentía mucha simpatía hacia
el renacimiento científico de su época. Como la mayoría de los humanistas, sos
tenía que, al concederse atención preferente a la ciencia, se favorecía el materia· los i,nos a los utrus", En una obra menos conocida titulada /:/ laml'IIICJ de la paz,
lismo crudo y se privaría a los hombres de la influencia ennoblecedora de la lite· expresa su aborrecimiento por la guerra y su desprecio por los príncipes despó
ratura y la füosofía. Las obras principales de Erasmo son: el Elogio de la locura, ticos.
en donde satiriza la pedantería, el dogmatismo de los teólogos y la ignorancia y
credulidad de las masas, los Coloquios familiares y el Manual del caballero cris·
tiano, en el que censura el cristianismo eclesiástico y aboga en favor de un retor LA PINTURA FLAMENCA
no a las doctrinas sencillas tic Jesús, "quien sólo. nos mandó que nos amfümos El rc�icimiento artístico de los Países Bajos se circunscribió casi exclusivamente a
la pinl�ra. y las realizaciones más importantes en este campo fueron las de la
CSl:uela · flamenca. La pintura flamenca debió parte no peque na de su excelencia a
que era \m arte indígena. Allí no había influencias cl:ísim, ni estatuas antiguas
para imitar, ni tradiciones vivientes de las culturas bizantina y sarracena. Hasta
una época · relativamente avanzada ni siquiera se dejó sentir mucho la influencia
ilaliana. La pintura de Flandes era más bien producto espontáneo de una sociedad
urbana viril y floreciente dominada por comcr�iantes ambiciosos que se_ preocupa
han por el arle como un signo de sus gustos fastuosos. La obra de casi todos los
Pin1urcs más importantes los Van Eyck, Juan Mcmling y Rogelio van der Wcy
den evidencia ese deseo de mostrar las virtudes sólidas y respe_t�bles de sus
mecenas. Sobresale también por el realismo poderoso. la reprod_ucc10n exacta de
lu¡ detalles de la vida corriente, el brillan le colorldo y una piedad profunda y
399
Un paisano. Dibujo por
l'tdro Brtugl1tl ti Vitjo.
cridub. Haberte Y Juan van Eyck son célebres por ;u Adoración del Cordero
rrublo pntado pan un templo de Gante a principios del siglo XV. Algunos e,¡:
tiros pienun que es b obra más perfecta de la escuela Ilamenca y que revela un
profundicbd de sentimiento relig,oso y un fondo de experiencia corriente no igu �
bdos en ti arte iWiano. Fue la primera gi:an obra del Renacimiento produci�
mediante d nuevo mi!todo � la pintura al óleo, inventado, según se cree, por los
Van Eyck. Los otros dos pintores flamencos del siglo XV, Juan Memling y Rogt.
lio � der Weyde�, son célcb�s por su realismo y por ta expresión de tensión
sentnrrntal, respectivamente. Unos den anos después realizó su obra Pedro Breu.
ghel, el ututa septentrional más independiente y con mayor conciencia de la rea
lidad �· Dcsp�iaba las tradiciones religiosas y burguesas de sus antecesores y
l'."firió ps�� la Vida del hombre común. Le gustaba volcar en el lienzo las diver
DODes bullic1osas �e los campesinos en las bodas y las ferias aldeanas o ilustrar
prombios con escenas de 11 vida de la gente humilde apegada al terruño. Aunque
era lo bastante realista para no idealizar a los personajes de sus cuadros, mostraba
gran simpatía por ellos. 'Empleó también su talento para condenar la tiranía del el país rcpre�nt�han un inte1.11l1, más ,, menos frli,. J,·_ unir la �ra,ia y
O
rigimi:n espallol en los Países Bajos. · en tod .·. Jcl estilo 1tahanu a la solidez del ,as1,llu 111,J,cv.,I. Iampoc» se des
·l e ª
'
1
· · ·
IJ _< . " ''º," "unplelo la ci encr a. s, bi,en 1 as '.ca 1·11ac1·1111cs u· uportautcs
r
fucron 0 11111y
nt, EL RENACIMIENTO FRANCES ,u,<l I' rueden citarse los aportes de Francisco V1c1e 115401603) ;1 la 111:i1c111;,
�sas,J. ¡\mhrosio Paré (1S171590) a la cirugia. El primero inventó lu� si�'""
1i.i Y . �,s modernos y expuso la teoría Je las ,c,uadoncs. l'aré puliú el 111�1, ,Jn
lEAUZAOONES FRANCESAS EN EL ARTE Y LA
al��brJ �núentu de las heridas producidas J"r arma, Je fuego, susti111yen<lu las
CIENCIA Je JtrJ 1 y los ungüentos 'con ap 1·u:am· mes de acei. te 1 u. rvr. cnu·1o. T amh,.c.n l.uc
�:
No obstante d interés del pueblo francés por las cuestiones estéticas, como lo 1
e pll·
e'ridenc:ia la pérfección de su arquitectura gótica en la Edad Media, los logros de vrn asquc utilizÍ> el procedimiento Je ligar las arterias para impedir que íl11y,·s,.· la
sua artislu en la época del Renacimiento tuvieron una importancia relativamente
en las amputaciunes graves. Se lo ha llamado con justicia el padre Je la
pequella. Hubo cierto progreso en la escultura, y otro, igualmente modesto, en la
arquitectura. En ese periodo se constru)(Ó el l..ouvre, en el lugar que ocupaba an cirugía nuderna.
teriorm:nte otro edificio del mismo nombre. Los numerosos castillos levantados
· l
1:1 CastiDo do Chmonc:caux, en Francia central, en la ac uátidad. (:orutru/do durante ti
RABELAIS
Pero en lo que más sobrcsaliú el Rcnacimiemo francés fue en la literatura y la
,vlo XYI, rtp,tlffl1'1 1111 tipo de arquilectum 1r11nsidonal mire ti ,<,tiro Y ti filosofía, corno lo demuestran especialmente las obras Je Francisco Rahcluis
rtnanntiJta-. 1¡1490'! 1553) y Miguel de Montai¡:ne ( 1 S.U·IS'l�I ('01110 lirasmu. Rabelais se
formó en un monasterio pero poco después Je ordenarse lo abandonó con el pro
pósilo de estudiar medicina en la Universidad de MonipeUier. lliw el curso para
lngnr el grado de bachiller e11 ,·I ténuiuo breve <le seis semanas, y cinco ai1os
después se doctoró. Mientra, tanto. practicó la medicina en Lyon y adcnuis Jiu
conferencias y publicó ohrns sobre esta disciplina. Según parece. desde el principi«
entremezcló sus actividades profesionales con las literarias <le diferentes clases.
1:scribió almanaques para la gente del pueblo, sáliras contra los curanderos y
,strólogu� y pa111dias de las supersticiones populares. F.n I SJ� puhlicti la primera
edición <le Gargantúa, que luego revisó y combiné con otra obra titulada l.'ulllu·
/111!'1. c;a,11,111rriu y l'antuf(l'íll'i eran uriginurinnente los uombrcs <le nnns legcu
ibrios gigantes medievales que se Jislin¡:uían por su fuerza p111<liginsa y su apctitu
inn1ensu. _F.I relato de sus aventuras sirviú a Rahclais paru demostrar su in�cni11
.•i�urosu y chispeante y exponer su lil11sufia inspirada en 1111 humanismo cxuhc
•anlc. En un lenguaje 411c uada tiene Je delicado. saliri,.a las prácticas Je la l�k·
�,. ri<lkulit.a al, cscolast icismo, se burla Je las supersticiones y censura Indas l.,s
formas <le fanatismo y represión. Ningím hombre del Renacimiento fue un indi
Yidualista más in trausigcntc ni JXHH.lti!rl1 cun má!i. entusiasmo lu humano y lu n,1·
�ural. Para él son sanos todos los instintos humanos. siempre que no lirnll:111 �,
unpnncr la tiranía al prójimo. ('01110 lirasmo. crcia en la bondad imuta del hmn·
hrc; pero, a diferencia del príncipe Je los humanistas, era un pagano rnmpletli y
4\ll
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,ichauba no sólo el dogma, sino también la moral cristiana. Le desagrad b
quier reslricdón intelectual o m:,ral. Su famosa descripción de la abadíaª�
C¡¡¡¡_
leme construida por Gargantúa, tenía por propósito mostrar el contraste l"I,.
.c:on�pto de la libertad y el ideal ascético cristiano. En Theleme no h¡;�trt II
panas que Damuen al cumplinúento del deber, ni votos de celibato O d 'ª ta� Mont:ai,ne
tuidad. Los residentes en la abadía pod ian abandonarla cuando qucrj¡� ,
mientra csU!,111 allí, coovivían "de acuerdo con su libre voluntad y &ando ·
lefllltaban de la cama cuando lo ere ían conveniente, comían, bebían, lrab¡·�
·!
e
y dormían CU211do lo deseaban y se sentían dispuestos a hacerlo. Nadie 101 Jat.a n frecuencia. Cuanto más pronto ,c11lic11Jan los hombres que no hay nada
taba, nadie los presionaba.•• porque así lo había establecido Gargantli¡. � ¡iiU" � parte alguna. tanto mayores serán sus probabilidades de evitar la tiranía
regla y el lazo más cstñcto de su orden consistía en una sola cliU$UJa: 1'liri II
qw qwel!lf•. ., ,rgurt' pcrstición y el fanatismo. El camino de la salvación está en la duda, no
511
i11 la
di la fe. :
MONTAIGNE
Miguel de Montaigne (15331592} era hombre de temperamento y posición IO<:iil NtsMO DE MONT.AIGNE
muy. disímil�s. Hi!o de padre cat_ó�co y de madre j��ía convertida al Pmt, CI elemento de _la filosofía de Montaigne es el .cinismo. No observa una dife,
tisrm; rcab,6 casi desde su nacmuento una educación esmerada. Todas lu
::, real entre la moral de los cristianos y la de los infieles. Sostiene que
pr�
nanas en Clcspcrtado por una músia suave y durante el día lo atendían
SU"fitn11)¡. todas
que sólo debían hablule _en latín '. A los seis '2ftos de edad ya t,s sccUS luchan entre sí con la misma ferocidad, pero "no existe un odio tan
estaba i,,oluto como el de los cristianos". Tampoco reconoce valor alguno a las cru
para illgresu en el Colegio de Gu,enne, en Burdeos, y a los trece COmtruó �dJS o rcvnluc:unes que se realizan para derrocar un sistema y sustituirlo por
estudios de Derecho. Lu� de ejercerlo durante un tiem� y de ocupa¡ 'trioiI ·olJO. Todas las instituciones humanas son. a su juicio. igualmente fútiles y por eso
cargos públicos, 1 los treinta y 11ete aí'los de edad se retiro a su propiedad considera insensato que el hombre las tome tan en serio que apele a la matanza
a:stRl para dedicu el. re�o 'de s� vida al estudio, la contemplación y lu plf1 reemplazar a unas por las opuestas. Señala que ningún ideal merece que se
�: queme por él al prójimo En su actitud hacia los problemas de moral, Montalgne
Su salud siempre babia 11do delicada y pensaba que a esa edad debía mú no defiende la sensualidad de manera tan impúdica corno Rabclais, aunque no siente
qu, limpa!Ía por el ascetismo. Considera ridículo que los hombres traten de negar su
nµnca coruem.r sus fuerzas. Por otra_ parte le repelían_ el '!Icono y Ju dispit¡¡ naturileza física y piensen que es indigno todo lo que se relaciona con los sen·
que veía a su alrededor y que lo impulsaban todav11 mas a refugiane ai �
tidos. "Aunque nos sentemos en el trono más alto del mundo dice no ha
IDJedad 11telcctual.
cemos sino sentamos sobre nuestro propio trasero". La filosofía de Montaigne,
inspirada en el escepticismo y el desencanto, es un final adecuado del Renací·
LA FllOSOFIA ESCEPTIC.A DE MONT.AIGNE miento en Francia. Pero, a pesar de su actitud negativa, hizo más bien al mundo
Las ideas de Montai�e están contenidas en sus famosos Ensayo1, escritos que la mayoría de sus contemporáneos funcµdores de religiones o inventores de
justificaciones nuevas para que los monarcas absolutistas esclavizasen a sus súb
dwinu dilos. No sólo contribuyó, con su ridiculización de la hechicerfa, a extinguir las
1111 aflos de retiro. La esencia de su filosofía es el escepticismo hacia todos b
dogmas y I la verdad última. Conocía demasiado. bien qué diversas r.on bs 11!' Damas de esa histeria cruel, sino que, además, sus doctrinas escépticas ayudaron
enciu de los hombres, ·qué diferentes y extranas las costumbres que muntnn b oo poco a combatir el fanatismo en general y prepararon el camino para una
estudios geográficos y qué inquietantes lás condiciones de la ciencia modcmt lolcrancia más generosa en lo futuro.
pm que pudiese aceptar la idea de 9ue cualquier secta pudiera poseer en fOn:J
exdusiva "la verdad revelada de una vez por todas a los santos". Smtenia qut b
rai¡.611 y la moral IOIÍ frutos de la costumbre, así como las m:,das en el l!llirJ
los wos en la comida. Juzpba imposible conocer a Diot y afirmaba que es III IV. EL RENACIMIENTO ESPAiilOL
tonto "llorar por no haber ,iv;do cien anos antes como hacerlo por no lultt
MOTIVOS DE QUI; ESP.AFI.A SE RETRASAR.A EN·
nacido cien a!lc>S depués". Según él, debe ensenarse al hombre a que mcn�
la muerte y viva con nobleza y delicadeza en este mundo en vez de sus¡ilr El MOVIMIENTO RENACENTISTA
piadosamente por una vida ultraterrenal que en el mejor de los casos es dud� Durante el ,iglu XVI y comienzos del XVII Espa!la se hallaba en el apogeo de su
Montaigne era igualmente escéptico con respecto a la probabilidad de qut' ·rloria. Su, conquistas en el hemisferio occidental habían enriquecido a sus nobles
pueda llegar a conocer la verdad última mediante la filosofía o la ciencia. l)eca Y comerciantes y a ella le habían proporcionado un puesto de primera fila entre
que las conclusiones de la razón son a veces falaces y que los sentidos 00111
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los estados europeos. Sin embargo, la nación es pallo la no les taba entr
que iban a la �abeu en el movimiento renacentista. Al parecer, sus ci�d osI P1¡"1
hallaban dem1S1ado ocupados en el saqueo de los territorios conqu· ad�o,
dedicar demasiada atención a las empresas intelectuales y art ístic tstados p ;1
parte, la larp guem con los moros había engendrado el fanatismo 1:s. Po'. ot,1
la l&lesia en demasiado poderosa y la expulsión de los judíos a'· fin Pllsición d:
�V había priñd.o � pais de talentos. d� _los que le era difícil prescindí:� :el 1i�0
causas, el Renacimiento español se limitó a unas pocas realilaciones en 1 º %1
1
ª
y la litentun, aunque es cierto que algunas de ellas compiten en brill Pllltu, .
1
las mejores de otros pa ises. antez c00,
t:ARACTER OE LA PINTURA ESPAl'lOLA: El GRECO
1.1 ptnlllr.i �spañola lleva la huella profunda de la lucha enconada entre tr' . y EL A Si\TI Rlc.,t, DE CERVANTES
y moros. En consecuencia, evidencia una preocupación intensa por la ret'�nor L1' t10 • .
s estartan dispuestos negar que el esc1it11r Je ncis uknto del Rena
prefiere �os t�mas .trágico� y an�stiosos. Tiene un l_rasfondo medieval en '�:°n Y
se han índuído ciertas iníluencías flamencas y mas tarde italianas. El .qu,
ª
� nU> español fue Miguel de Cervantes 11547IM<,l Su obn nurnra "-in
� 11 11e u ha ha "d . . . "'
pintor español eminente fue Luis Morales (15171586), llamado a menuX°".'.''
fJ·¡a' te de la m ane , , js o uzgada COITO "laa novel incompaablcmen
tt m e
d!vino". Sus Mad�.nas,. crucifixiones y M�ter �!orosas constituyen ejempl�s � . / que se haya escrito nunca". Escrita de acuerdo con ¡¡· mejor tndíción de u
picos de la devoción sincera a la ortodoxia católica que muchos espailoles d t,. ¡orosa satírica española, cuenta las avenluras de un caballero español (OJn Qui
époc.i tenían corro un deber religioso y patriótico. Sin embargo el artista' 11¡ �tei que tiene las facu�tades mentales algo trastornadas por la lectura constante
talentoso del Renacimiento español no fue un hombre nacido en Espai\a sin 111¡¡ de novelas de caballeria. Con la mente llena de aventuras fantislias Je tu<lo
irm�gr:mtc de la isl.i de C'rcr�. Su nombre verdadero era Domenico 1l1�tocuº lipO, emprende a los cincuenta años de edad el amino poco firme del ca·
pero )e lu llant.1 comúnmente 1:1 Greco (15411614). Después de estudiar du/"'·
u.n. !iem� con Ticianu en Venecia, se radicó en :�ledo alre�edor del año ¡ s;;tc 7 t,allero andante. Cree que los molinos de viento son �µntes y le� rebaños de
ovejas ejércitos de infieles que debe vencer con su ·lanu. En su fantasía des
V1�10 ali, hasta su muerte. IJe temperamento rigídamente mdividualista, asimiJ
evidentcneute, muy poco del cálido colorido y la complacencia serena en ·d ordenada confunde a las posadas con castillos y a las roous de servicio con
esplendor �e las sedas de la escuela veneciana. Por el contrario, casi todo su ane damas cortesanas que se enamoran de él ardientemente. Con la figura ridícula
se cara�tcnu por la expresión de emociones febriles, el sentido de la tragedia O
el vuelo extasiado a lo místico y sobrenatural. Sus figuras representan con r� del caballero andante contrasta audazmente la de su fiel escudero Sancho
cuenciJ fanáticos delgados y medio enloquecidos: s ...s colores, fríos y cenicientos. Panza. Este representa al hombre práctico que tiene firmemente sus pin en la
y sus escenas de sufrimiento y muerte parecen deliberadamente pintadas p¡r1 tierra y al que bastan los placeres auténticos de la comida, la bebida y el
provocar una impresión de horror. Entre sus obras más famosas figuran: 1:1 rn· sueilo. La obra es en conjunto una sátira punzante del feuilalisloo. en cspeci.al
timo del cond« de Urgaz, Pentecostés y La visiú11 apocaliptica. El Greco de las pretensiones de los nobles de pasar po[ los ampconcs cid honor y. la
�xprlll justicia. Su popularidad enorme es una prueba convinctnte de quc la civi·
mejor que cualquier otro artista el fervor religioso del pueblo español en la époa lización medieval se había extinguido ya casi por completo hasta en E.sp¡i\a.
del fanatismo jesuítico y de la lnquisíción.
La literatura del Renacimiento español muestra ciertas tendencias que no K
diferencian de las de la pintura. Así sucede especialmente con el drama, qui
toc.i con frecuencia la forma de alegor ía del misterio de la transustanciación o V. EL RENACIMIENTO EN IN<;LATERRA
recurre al fervor religioso. Otras producciones dramáticas representan el orgul�
9ASES ECONOMICAS Y POLITICAS DEL
pnlitii:o o cantan elogios a la burguesía y expresan desdén por el feudalismo
RENACIMIENTO EN INGLATERRA
:i��mizante. Lope de Vega (156:!1635), coloso de los dramaturgos espa�olts.
ru.: el escritur de comedias más· prolífico que ha conocido el mundo literari0 Lo mismo que España, lnglatem tuvo 1ambiin una edad de 1110 en el siglo
S..· calcula que produjo no menos de mil quinientas comedias y más de cut XVI y comienzos del XVII. Aunque aún no lubia creado su nstu imperio
trocicntos autos sacramentales. De ese total han sobrevivido unas quinienl� colonial, lograba grandes beneficios de la producción de lana Y el �'llmcrcill con
el continente. ¡u gobierno, fortalecido recientemente �JO el reinado de .�
obras. Sus obras no religiosas son de dos tipos: 1 ) Los de capa y csp.idl·
Tudor, hacía de la prosperidad de la clase mcdlJ el obit.'º de su P'��ion
inspirados en las intrigas violentas y los ideales del honor exagerados Je bl especial. Con la eliminación de los comcn:iJntcs cxtnn¡tros, la concrsion de
clases altas; y 21 Los inspirados en la grandeza nacional y que festejan !JI PriVilegios a tos barcos ingleses y la negociación de l�lldus romc1cialcs rttipro·
cos, los comerciantes ingleses lograron ventajas mepc1onalcs ro� rcsptt1u a sus
glorias de Espalia en su apogeo y muestran al rey como el protector del put rivales de los otros países. La formación de una conc,cnaa nac1onli, ti. oriullo
blo contra una nobleza viciosa y degenerada. (lor el poder del estado y la difusión del humamsmo desde ltli1a. fnnc,a � los
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:' Slr u,..m.i, MoN.
- nntUfll J<.• /lo//H'ÜI
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,t\fll· Espedal mente después de I SSO surgió una constelación de tsai·
la base indispensable del conocimiento exacto. ·Considerab del fl'Ít¡cos. c�vas obr�s empañaron a todas bs producidJs por sus predece
d ha a que t '
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..... M ,
Bacon las pasó por alto casi tan!o como las observo, pues creía en Cln11¡¡, il' cO ·e continua de travesuras escandalosas y de protestas airadas coetn las
logia, la adivinación y la hcchicena. Por otra parte, la diferenciación I ª 11lro. il'' . SC�nes del convencionalismo, hasta. que culminó con su muerte en una
entre el conodmento ordinario y las verdades de la religión se ave �ue hac� rcStr1"dc .tabema antes de haber cumplido los treinta afien. Su 0011 rrut CO·
mente con su firme defensa de 1a . ducci.o. "Los sent .dos i
m a
escr ib .. prl�J EÍ doctor Fausto, se basa en la leyenda de Fausto, que vende su llrru
t d,r ·
n. • ca.
co1111 el sol, que mieslra la fu que da: a la tie�, per? oculta la q�: � 1 ,oCl�j,10
a cambio de la . facultad de experimentar todas las ICTIS¡(ioncs posi·
cielo", En nuestro viaje al reino de la verdad celestial tenemos que "aban� � 1 d icanzar todos los triunfos deseables y avcriguu todos los misterios del
la pequeila nave de la ruón · humana y embarcarnos en el navío de la Ir)�
que es el único que tiene la brújula divina que señala el rumbo exacto. Ultsii, bltS•
1
11ni�r5'>·
ª
trellas de la filosofía ya no nos servirán para nada. Del mismo modo que 11,
mos obligados a obedecer la ley divina, aunque murmuremos contra ella ts1¡:1
también nos mros obligados a creer en la palabra de Dios, a pesar de' � L' VIDA Y LAS OBRAS DE WILLIAM SHAKESPEARE.
ello choque a auesúl 11zóo. Cumto más absurdo e íncrefble es un misterioq:
l'ÍllO 11nto mis bollll!D)s a Dios al creerlo". Después de todo, no había la· ·
,.,. •. niShakespearc, el genio más grande de la historia del dranu dtsdc Eurí·
, 'ª nació
1
di(mnáa entre d Rogelio Bacon del siglo XIII y el Francisco Bacon del
11
"' des. en la ciud a d provi·nci·a 1 de StratfordonAeon, En hijo de un
xvn. comer· piante nioorista y su vida se hallaba más envuelta en las sombm que la
de la
�iayoría de los otros grandes hombres. Se sabe que dejó su ciudad iutll alre
LA UTtRATURA DEL RENACIMIENTO INGLES dedor de los veinte años y que finalmente íue a Londres ron el 11bic1iv" de
hallar algún empleo en el teatro. Según la tradición, durante un tiempo se ganó
También ca la literatura siguieron los ingleses las huellas de sus predecesora
la vida cuidando los caballos Je los protectores del dranu mis prósperos. No
medimles 1111cho mis de cerca que los escritores renacentistas de cualqiiii
se � cómo llegó a ser actor y luego autor de conedus, pero tuy evidencias
otro país a exc:t�n de Italia. En realidad, es muy difícil determinar la
íechi
wcl1 en que comenzó la literatura renacentista inglesa. La gran obn dt ?' . � · ' Jlc,WIU!Al.t'· , ·.
Chauccr, Ottn_,, dt Cmiterbury, escrita a fines del siglo XIV, es consideridi
.SH.!.K_ESPEA'RES
gcnemnte urdieval; sin embargo, ¡espin un espíritu de mundanalidad y dt
fuerte desprecio de lo místico tan pronunciado como el que se puede encon111 .. ·.COMEDIES, .'
en las olns de Shakespeare. Si hubiera alguna diferencia esencial entre la litm 1ilSTORIES, &
tu11 iDglesa de la últiim Edad Medía y la del Renacimiento, consistiría en II TRAGEDIES.
indi�ualismo mis audaz, un orgullo nacional más fuerte y un interés mis �
fuaoo por los temas rdosóficos. FJ primer gran poeta inglés luego de la ipoa
de Chaucir fue Ednund Spencer (1552? ·1599). Su creación inmortal, la Rtini
Hada, es un poema épico lleno de color acerca de la grandeza de ln�atem N
la época de la reina Isabel. A .pesar de estar escrito en forma de alegorí1 111}
ral para exprisar el deseo del autor de un retorno a las virtudes de la obllk
ría, �leb? tambi.é� el placer de la conquista y hay en él mucho de gusto P.1
el lu¡o brillante h¡,.:c> del humanismo renacentista.
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uct1tcr en la última de estas ob .
OIO ·, ;sn11• del autor en esa época��::� il111t,. profundwd
I I,,es¡., que
11
las moscas· p:,r:l los nillos .
. . .� um:11101 COlllliluifllOI pm ��
;¡,,,t!f fn el tercer grupu csian los dramitguetonn: nos n,¡1311 rm >U ,,:
etc" �í\OS de su vid:a, probablemente des ��01 p,r _SNknpruc t1I �JS ul
���rit"'º y l.a �<ºIIIP_Nlad. A todos ellospu;1 los IU rc1tro, _mir, ellos Cu<11111
,1 " . dili.:as. la mqu1et uJ y el ...... con11drm romo cnrr.c·
,:.1 ' • so A ...r son ahora laspuede
..
� ,o 11e • pesar de las tr s
(ARACIU Dl U OIIU DE SffAklSPlARE rmo agedia .111di .d unas
� en cierto rrodo benevolente y . SI vr ualn. d pl,n élivino drl urJm
.\1 rcnJir •�•n\:na� • b univcl'S.lliwad del genio Je Shakcs""arc d ;, es JU o.
·, ... . . ,.. no po cmos
1,111 , 1 e hijo Jcl Rcnadmicnlo S11 ,1hra I
e ., ,, tu llcv:i
A� · · · a tme11a pro
11111d, 1 m1�ur !'Irte de la, virtud" y kn e ectos del hu n •
"" d f ma ·1 s mo
. .. .. . rcna.
.,n11<1, ..c¡,rNn10: CA51 tanto romo Boecaccio y Rabetals. el amor intenso LA MUSIC'A DEL RENACIMlt::Nro
yl.
b, ·: hum;anJ, � tcnnutcs que bah ia caracterizado a 13 nuyor parte Je los I f\fOLUCION DE LA MUSICA COMO ARTE INDEPENOl[NT(
mn�,, �"''""""' Jcstlc_ el fin;a_l de � l:dad Media. l'ur utni parte. romo la ma,
r, 1núsiel de la Europa occidental lorrú en k,1 !i�os xv
,_¡�,·, t� '•.
, ,,ii, .t.: �" lmm••.'"'ª'· se 1111cr,s.1 por In, pruhlemas de la política v I
t., ,·1,,1...u, J.· ,u cpo.:a fue amplio. pcnsaha que las m:is importantes eran I l
di 1 (' · · ' l�m¡x, CTI fa CIISIUO·
•''l"'.n•a. b a,1rnl,1ria � b 11\:Jicina•. l'cw la fuerza y la ampliunl Je la intclt dad
• nie eva omn en e poc:as anterior � . la dir
e:.: ción .,. • •
d h b res que hab,an 1 lltUtnlo lllllll, 11
�·n.i, �e S11akrs¡i.J1c estaban lejos Je circunscribirse a los estrechos hurif.Onlrs · o • aba a · cgo ar e
. ubteniJo IUS ,"" ITIO\ • •
1
.. . l gl . m
J.; _b cr,�·a en que ,·ivi(1. Micntr.u que son escasas la� obras de sus .un1cm ( <XIUCIITICl'.IUI ¡ lml..i.·
de la esaa, pero se va oraba ya La fuma de b múlica ,.
l"'f:U1c1S que se leen 11111..:ho al presente. las Je Shakespeare siguen siendo u pr"n ·· · . 1 . . pop1M Y 1t aimh
1 c1p1 �s con os de �a n u1¡1(.1 rcligill!I plll qut ti ,rsuh Jdo focu
01 1,an. sus.
<"'l'<'"K' de Kibli� •,.'culJr JonJt<111ien que se hahb el idíoma inglés. El moti�: más neo de L'Olondo y de etmcion. l.1 ,.:pmción mir•,. · .
Je cl_l" n,'. es w1l,1 el dm1 Je e:>.prcsi,m sin rival Jet autor. sino, sobre todo, su hiz · · ' � mu11."1 s,gnd.1 l L
profana se . . o . menos ngida. y la mayoría dt los compo�IOl't1 00 limit,h,r
m¡:t,110 duspcante y. su profundo análisis del carácter humano asaltado por ya sus act1v,_dade_s a uno u �lro ampo. Ya no 1t considrnb., J b l!
las IÍsi�
111mrn1as de b pasion y puesto a prueba por los caprichos del destino.
coll1> 10la divcrs16n o un aditamento dd cuho. sino Cll!Tll III mr in.!..
ditnte. 1""
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¡:es rni xtas eran una diversión corriente en los hoprn y m las reu·
.,¡I
" 5c,eiales
f"'¡o,ie5 vista.
Y cualquier pcnona medianamente culta podl, leer IIIÚIÍCJ a
�,,-.e"
fl'ICIA DE LA MUSICA RENACENTISTA
, c;fL
f� c;0nclusión, puede observarse que, en tanto alcanzaba· su madura d con
corr" 10, nacía nuestro sistema armónico m,demo, con lo qJe cpicdaba abimo
, 1r,PIJll,riiOO para experimentos nueYOS. Al llisltll tiempo hay cpic tener en cutn·
,:1 c' la música del Renacimiento representa no sólo una etapa de b tvolu
1, qll:e ese arte, sino también una magnífica rnli:zaci6n en sí misma, con com
�� es que están entre los mejores de todos los tiempos. Mwico, como
�tor¡oa y uissus representan el arte glori010 del Rtnacimiento tan '"1Uín1
r,1C51' corro 101 pintores Rafael y Miguel Angel. El ltpdo de nos siglos, ol
,,.ente durante mucho tiempo salvo en algunos centros cclesüstic05. ha eo
1ic!Jdºdo a ser valorado en los últimos años y su popubridad crece a medida
fl""zaal unos grupos de músicos que se interesan por il tutan de restaurarle.
qut g
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