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Filosofía política

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La filosofía política de John Locke y otros influyó en la redacción de la


Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que luego sirvió de modelo para
muchos otros países.
La filosofía política es la rama de la filosofía que estudia cómo debería ser la
relación entre las personas y la sociedad,1 e incluye cuestiones fundamentales
acerca del gobierno, la política, las leyes, la libertad, la igualdad, la justicia,
la propiedad, los derechos, el poder político, la aplicación de un código legal por
una autoridad, qué hace a un gobierno legítimo, qué derechos y libertades debe
proteger y por qué, qué forma debe adoptar y por qué, qué obligaciones tienen los
ciudadanos hacia un gobierno legítimo (si acaso alguna), y cuándo lo pueden
derrocar legítimamente (si alguna vez).23 Mientras la ciencia política investiga
cómo fueron, son y serán los fenómenos políticos, la filosofía política se encarga
de teorizar cómo deberían ser dichos fenómenos.14

En un sentido vernacular, el término «filosofía política» a menudo refiere a una


perspectiva general, o a una ética, creencia o actitud específica, sobre la
política que no necesariamente debe pertenecer a la disciplina técnica de la
filosofía.5 Charles Blattberg, que define la política como «responder a los
conflictos con el diálogo», sugiere que las filosofías políticas ofrecen
consideraciones filosóficas de ese diálogo.6

La filosofía política tiene un campo de estudio amplio y se conecta fácilmente con


otras ramas y subdisciplinas de la filosofía, como la filosofía del derecho y la
filosofía de la economía.1 Se relaciona fuertemente con la ética en que las
preguntas acerca de qué tipo de instituciones políticas son adecuadas para un grupo
depende de qué forma de vida se considere adecuada para ese grupo o para los
miembros de ese grupo.1 Las mejores instituciones serán aquellas que promuevan esa
forma de vida.1

En el plano metafísico, la principal controversia divisora de aguas es acerca de si


la entidad fundamental sobre la cual deben recaer los derechos y las obligaciones
es el individuo, o el grupo.1 El individualismo considera que la entidad
fundamental es el individuo, y por lo tanto promueven el individualismo
metodológico.1 El comunitarismo enfatiza que el individuo es parte de un grupo, y
por lo tanto da prioridad al grupo como entidad fundamental y como unidad de
análisis.1

Los fundamentos de la filosofía política han variado a través de la historia. Para


los griegos la ciudad era el centro y fin de toda actividad política. En la Edad
Media toda actividad política se centraba en las relaciones que debe mantener el
ser humano con el orden dado por Dios. A partir del Renacimiento la política adopta
un enfoque básicamente antropocéntrico. En el mundo moderno y contemporáneo surgen
y conviven muchos modelos, que van desde los totalitarismos hasta los sistemas
democráticos participativos (entre los cuales existen muchas variantes).

Algunos filósofos políticos influyentes fueron: en el Reino Unido, Thomas Hobbes,


John Locke, Jeremy Bentham, John Stuart Mill y John Rawls; en Francia, Montesquieu,
Jean-Jacques Rousseau y Voltaire; en Italia, Niccolo Machiavelli, Cesare Beccaria,
Giambattista Vico y Giuseppe Mazzini; y en Alemania, Karl Marx y Friedrich Engels.

Historia
Artículo principal: Historia de las doctrinas políticas
Antigüedad
Antigua China
La filosofía política china data del periodo de las Primaveras y Otoños,
específicamente con Confucio en el siglo vi a. C. La filosofía política china se
desarrolló como una respuesta a la ruptura social y política del país
característico del período de primaveras y otoño y del período de los Reinos
Combatientes. Cada una de las principales filosofías durante el período, el
confucianismo, el legalismo, el moísmo, el agriculturalismo y el taoísmo, poseía un
aspecto político en su desarrollo disciplinario. Filósofos como Confucio, Mencio, y
Mozi, se centraron en la unidad y en la estabilidad como base de sus filosofías
políticas. El confucianismo abogó por un gobierno meritocrático jerarquizado,
basado en la empatía, la lealtad y las relaciones interpersonales. El legalismo
propugnó por un gobierno altamente autoritario basado en castigos y leyes
draconianas. El mohismo defendía la idea de un gobierno comunitario y
descentralizado, centrado en la frugalidad y el ascetismo. Los agrarios abogaban
por un comunalismo utópico campesino y el igualitarismo7. El taoísmo defendía un
protoanarquismo, mientras que el legalismo era la filosofía política dominante de
la dinastía Qin, pero fue substituido por el confucionamismo de Estado durante la
dinastía Han. Antes de la adopción del comunismo por parte de China, el
confucianismo de Estado seguía siendo la filosofía política dominante en el país
hasta el siglo xx.8

Antiguas Grecia y Roma


La filosofía política occidental se origina en la filosofía de la antigua Grecia,
remontándose al menos hasta Platón.9 La antigua Grecia estaba dominada por las
ciudades-estado, que experimentaban con diversas formas de organización política,
agrupadas por Platón en cuatro categorías: timocracia, tiranía, democracia y
oligarquía. Una de las primeras y extremadamente importantes obras clásicas de la
filosofía política es la República de Platón,9 a la que le sigue la Ética a
Nicómaco y la Política de Aristóteles.10 La filosofía política romana fue
influenciada por los estoicos, incluyendo al estadista romano Cicerón.11

Antigua India
La filosofía política india evolucionó en tiempos antiguos y efectuó una distinción
clara entre “nación y Estado” y “religión y Estado”. Las constituciones de los
estados hindúes evolucionaron con el tiempo y se basaron en tratados políticos y
jurídicos y en instituciones sociales predominantes. Las instituciones del Estado
se dividieron en gran parte en aquellas dirigidas a la gobernabilidad, la
administración, la defensa, la ley y el orden. ´´Mantranga´´, el principal cuerpo
gobernante de estos estados, consistía en el rey, primer ministro, comandante en
jefe del Ejército, y el Sacerdote-Jefe Real. El primer ministro encabezaba el
comité de ministros junto con el jefe del ejecutivo (Maha Amatya).

El Artha-shastra proporciona un relato de la ciencia de la política para un


gobernante sabio, incluyendo asuntos como las políticas para las relaciones
exteriores y las guerras, el sistema de un “Estado espía”, y la vigilancia y la
estabilidad económica del Estado.12 Chanakia, filósofo indio del siglo iv a. C.
cita a varias autoridades, como Brihaspati, Ushana, Prachetasa Manu, Parashará, y
Ambi, y se describió como descendiente de un linaje de filósofos políticos, con su
padre Chanaka siendo su predecesor inmediato.13 Otro influyente tratado indio sobre
la filosofía política es el Sukra Neeti.1415 Un ejemplo de código en la antigua
India es el Manusmṛti.16

Cristiandad medieval

Agustín de Hipona

Tomás de Aquino
San Agustín
La filosofía cristiana temprana de Agustín de Hipona fue fuertemente influenciada
por Platón. Un cambio clave provocado por el pensamiento cristiano fue la
moderación del estoicismo y la teoría de la justicia del mundo romano, así como el
énfasis en el papel del Estado en la aplicación de la misericordia como ejemplo
moral. Agustín también predicó que uno no era un miembro de su ciudad, sino que era
tanto ciudadano de la Ciudad de Dios (Civitas Dei) como de la Ciudad del Hombre
(Civitas Terrena). La Ciudad de Dios de Agustín es una obra influyente de este
período que atacó la tesis, sostenida por muchos cristianos romanos, de que la
visión cristiana podría realizarse en la Tierra.17

Santo Tomás de Aquino


Tomás de Aquino se ocupó meticulosamente de las variedades del derecho. Según Tomás
de Aquino, hay cuatro tipos de ley:

La ley eterna ("el gobierno divino de todo").


La ley positiva divina (habiendo sido "posicionada" por Dios, externa a la
naturaleza humana).
La ley natural (la forma correcta de vivir que se puede descubrir por la razón
natural, lo que no puede ser desconocido, lo interno a la naturaleza humana).
La ley humana (lo que comúnmente llamamos "ley" -incluyendo el derecho
consuetudinario y la “Communitas Perfecta”).
Aquino nunca discute la naturaleza o categorización del derecho canónico. Hay un
debate académico alrededor del lugar del derecho canónico dentro del marco
jurisprudencial tomista.

Edad de Oro del islam


Artículo principal: Edad de Oro del islam
Mutazilitas vs. asharitas

Al-Farabi

Avicena
El surgimiento del islam, basado tanto en el Corán como en Mahoma, alteró
fuertemente los equilibrios de poder y las percepciones de origen del poder en la
región mediterránea. La filosofía islámica antigua enfatizó un vínculo inexorable
entre la ciencia y la religión, y el proceso de iŷtihad para encontrar la verdad;
en efecto, toda filosofía era "política", puesto que tenía implicaciones reales
para la gobernabilidad. Esta opinión fue desafiada por los filósofos
"racionalistas" mutazilitas, que sostuvieron una visión más helénica, poniendo la
razón por encima de la revelación, y como tal, son conocidos por los eruditos
modernos como los primeros teólogos especulativos del Islam; Fueron apoyados por
una aristocracia secular que buscaba libertad de acción independiente del califato.
Sin embargo, hacia finales del periodo antiguo, la "tradicionalista" visión
azharita del islam había triunfado en general. Según esta, la razón debe estar
subordinada al Corán y a la Sunna.18

Averroes

Ibn Jaldún
La filosofía política islámica, estaba, de hecho, arraigada en las mismas fuentes
del islam, es decir, el Corán y la Sunna, las palabras y prácticas de Mahoma,
haciéndolo esencialmente teocrático. Sin embargo, en el pensamiento occidental, se
supone generalmente que era un área específica peculiar meramente a los grandes
filósofos del Islam: al-Kindi (Alkindus), al-Farabi (Abunaser), İbn Sina (Avicena),
Ibn Bajjah (Avempace), Ibn Rushd (Averroes) e Ibn Jaldún. Las concepciones
políticas del Islam como kudrah (poder), sultán, umma, cemaa (obligación) -e
incluso los términos "básicos" del Corán -como, ibadah (culto), din (religión), rab
(maestro) e ilá (deidad)- se toman como base analítico. Por lo tanto, no solo las
ideas de los filósofos políticos musulmanes sino también muchos otros juristas y
ulama plantearon ideas y teorías políticas. Por ejemplo, las ideas de los jariyíes
sobre el califato y la umma en los primeros años de la historia del islam, o las de
los chiitas sobre el concepto de imamah, se consideran pruebas del pensamiento
político. Los enfrentamientos entre los sunitas y los chiitas en los siglos VII y
VIII tuvieron un auténtico carácter político.

Ibn Jaldún
El intelectual árabe Ibn Jaldún es considerado uno de los más grandes teóricos
políticos. El filósofo y antropólogo británico Ernest Gellner consideró la
definición de gobierno de Ibn Jaldún "...una institución que previene la injusticia
de otra manera que la que comete a sí misma", como la mejor en la historia de la
teoría política. Para Ibn Jaldún, el gobierno debería restringirse a un mínimo por
ser un mal necesario, siendo la restricción que hacen los hombres a otros
hombres.19

Europa Medieval
La filosofía política medieval en Europa estaba fuertemente influenciada por el
pensamiento cristiano. Tenía mucho en común con el pensamiento islámico mutazalita
en el sentido de que los católicos, aunque subordinaban la filosofía a la teología,
no sometieron la razón a la revelación, pero en caso de contradicciones,
subordinaron la razón a la fe como los islámicos azharitas. Los escolásticos, al
combinar la filosofía de Aristóteles con el cristianismo de San Agustín,
enfatizaron la armonía potencial inherente a la razón y a la revelación.20 Quizás
el filósofo político más influyente en la Europa medieval fue Santo Tomás de
Aquino, quien contribuyó a reintroducir las obras aristotélicas, las cuales solo
habían sido transmitidas a la Europa Católica a través de la España Musulmana,
junto con los comentarios de Averroes. Su utilización, por parte de Tomás de
Aquino, instaló la agenda para que la filosofía política escolástica dominara el
pensamiento europeo durante siglos, hasta el Renacimiento.21

Filósofos políticos medievales, como Tomás de Aquino en Summa Theologiae,


desarrollaron la idea de que un rey que es un tirano no es rey en absoluto, y
podría ser derrocado.

La Carta Magna, considerada por muchos como la piedra angular de la libertad


política angloamericana, propone explícitamente el derecho a la rebelión contra el
gobernante por causa de la justicia. Otros documentos similares a la Carta Magna se
encuentran en otros países europeos como España y Hungría.22

Renacimiento europeo
Durante el Renacimiento, la filosofía política secular empezó a emerger después de
cerca de un siglo de pensamiento político teológico en Europa. Mientras que la Edad
Media sí vio la política secular en la práctica bajo el gobierno del Sacro Imperio
Romano Germánico, el campo académico era completamente escolástico, y por lo tanto,
de naturaleza cristiana.

Maquiavelo
Una de las obras más influyentes durante este floreciente período fue “El príncipe”
de Nicolás Maquiavelo, escrito entre 1511 y 1512 y publicado en 1532, después de la
muerte de su autor. Ese trabajo, así como los “Discursos sobre la primera década de
Tito Livio”, un riguroso análisis del período clásico, influyeron mucho en el
pensamiento político moderno en occidente. Una minoría (incluyendo a Jean-Jacques
Rousseau) interpretaba “El príncipe” como una sátira destinada como regalo a los
Médici después de su recuperación de Florencia atendiendo a la posterior expulsión
de Maquiavelo de Florencia.23 Aunque la obra fue escrita para la familia Médici
quizás con el fin de influir para que lo redimieran del exilio, Maquiavelo apoyó a
la República de Florencia en lugar de la oligarquía de los Médici. En cualquier
caso, Maquiavelo presenta una visión pragmática y un tanto consecuencialista de la
política, según la cual el bien y el mal son simples medios utilizados para lograr
un fin, es decir, el Estado seguro y poderoso. Thomas Hobbes, conocido por su
teoría del contrato social, continuó ampliando esta visión a principios del siglo
xvii durante el Renacimiento inglés. Aunque ni Maquiavelo ni Hobbes creían en el
derecho divino de los reyes, ambos creían que el egoísmo era inherente en el
individuo. Fue esta creencia la que necesariamente los llevó a adoptar la idea de
un fuerte poder central como el único medio para impedir la desintegración del
orden social.24

Ilustración europea

La Libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix (1830, Louvre), pintura creada


en un momento en que viejas y modernas filosofías políticas entraron en violento
conflicto.

Retrato del jesuita español Juan de Mariana, autor de De rege et regis institutione
(1599), obra en la que argumenta la legitimidad de una revolución o de la ejecución
de un rey si actúa con tiranía en contra de los intereses del pueblo.
Durante el periodo de la Ilustración, nuevas teorías sobre lo que es el ser humano
y sobre la definición de la realidad y la forma en que esta se percibe, junto con
el descubrimiento de otras sociedades en las Américas y las cambiantes necesidades
de las sociedades políticas (especialmente después de las revoluciones en
Inglaterra, Francia, las colonias inglesas en Norteamérica y Haití) llevaron a
nuevas preguntas e ideas de pensadores como Thomas Hobbes, John Locke, Montesquieu
y Jean-Jacques Rousseau. Con sus obras más enblematicas "Leviatán", "Dos tratados
sobre el gobierno civil", "El espiritu de las leyes" y "El contrato social"
respectivamente.

Estos teóricos fueron impulsados por dos preguntas básicas:¿ Por qué derecho o
necesidad las personas forman estados? ¿Y cuál podría ser la mejor forma que
debiera adoptar un Estado? Estas preguntas fundamentales implicaban una distinción
conceptual entre los conceptos de "Estado" y "gobierno". Se decidió que "Estado" se
referiría a un conjunto de instituciones duraderas a través de las cuales el poder
sería distribuido y su uso se justificaría. El término "gobierno" se referiría a un
grupo específico de personas que ocuparían las instituciones del Estado, y crearían
las leyes y ordenanzas por las cuales las personas, incluidas ellas mismas,
estarían obligadas. Esta distinción conceptual continúa operando en la ciencia
política contemporánea, aunque algunos politólogos, filósofos, historiadores y
antropólogos culturales han argumentado que la mayor parte de la acción política en
cualquier sociedad ocurre fuera del Estado, y que hay sociedades que no están
organizadas en Estados que igualmente deben ser tenidas en cuenta en términos
políticos. Mientras no se introdujera el concepto de orden natural, las ciencias
sociales no podrían evolucionar independientemente del pensamiento teísta. Desde la
revolución cultural del siglo xvii en Inglaterra, que se extendió a Francia y al
resto de Europa, la sociedad ha sido considerada sujeta a leyes naturales similares
al mundo físico.25

Las relaciones políticas y económicas fueron influenciadas drásticamente por estas


teorías mientras que el concepto de gremio fue subordinado a la teoría del comercio
libre, y el dominio católico de la teología fue cada vez más desafiado por las
Iglesias protestantes subordinadas a cada Estado-nación, las que también predicaban
en la lengua vulgar o nativa de cada región (lo que la Iglesia católica condenaba
airadamente). Con todo, la Ilustración fue un ataque directo a la religión,
particularmente al cristianismo. El crítico más franco de la iglesia en Francia fue
Voltaire, una figura representativa de la Ilustración. Después de Voltaire, la
religión nunca volvería a ser la misma en Francia.26

John Locke, en particular, ejemplificó esta nueva era de la teoría política con su
obra Dos tratados sobre el gobierno civil, donde propone una teoría del estado de
naturaleza que complementa directamente su concepción de cómo ocurre el desarrollo
político y cómo puede fundarse a través de la obligación contractual. Locke refutó
la teoría política paternalista fundada por Sir Robert Filmer en favor de un
sistema natural basado en la naturaleza en un determinado sistema. La teoría del
derecho divino de los reyes se convirtió en una fantasía pasajera, expuesta al tipo
de ridículo con que John Locke la trató. A diferencia de Maquiavelo y Hobbes, pero
como Tomás de Aquino, Locke aceptaría el dictamen de Aristóteles de que el hombre
busca ser feliz en un estado de armonía social como animal social. A diferencia de
la visión preponderante de Aquino sobre la salvación del alma del pecado original,
Locke creía que la mente del hombre entra en este mundo como una tabla rasa. Para
Locke, el conocimiento no es innato, revelado ni basado en la autoridad, sino
sujeto a la incertidumbre templada por la razón, la tolerancia y la moderación.
Según Locke, un gobernante absoluto como lo propuso Hobbes es innecesario, porque
la ley natural se basa en la razón y busca la paz y la supervivencia para el
hombre.

Industrialización y la era moderna


La crítica de Karl Marx al capitalismo —desarrollada junto a Friedrich Engels —
fue, junto al liberalismo y el fascismo, uno de los movimientos ideológicos que
definieron el siglo xx. La revolución industrial produjo una revolución paralela en
el pensamiento político. La urbanización y el capitalismo cambiaron la forma de la
sociedad enormemente. Durante el mismo periodo, el movimiento socialista empezó a
tomar forma. A mediados del siglo xix se desarrolló el marxismo y el socialismo en
general aumentó su apoyo popular, mayormente de la clase obrera urbana. Sin romper
completamente con el pasado, Marx estableció principios que serían usados por los
futuros revolucionarios del siglo xx, como Vladimir Lenin, Mao Zedong, Hồ Chí Minh,
y Fidel Castro. Aunque la filosofía de la historia de Hegel es similar a la de
Immanuel Kant, y que la teoría de la revolución de Marx hacia el bien común es
parcialmente basada en la visión kantiana de la historia, Marx declaró que se
estaba dando vuelta la dialéctica de Hegel, la que estaba "parada de cabeza”, hacia
"el lado correcto otra vez".27 Aunque Marx creía en el materialismo histórico,
Hegel creía en la fenomenología del espíritu.28 Hacia fines del siglo xix, el
socialismo y los sindicatos eran miembros establecidos del panorama político.
Además, las variadas ramas del anarquismo, con pensadores como Mijaíl Bakunin,
Pierre-Joseph Proudhon o Piotr Kropotkin, y del sindicalismo también obtuvieron
cierta prominencia. En el mundo angloamericano, el antiimperialismo y el pluralismo
político comenzaron a prevalecer hacia inicios del siglo xx.

La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento decisivo en la historia de la


humanidad, cambiando las opiniones de los gobiernos y la política. La Revolución
rusa de 1917 (y revoluciones similares, aunque menos exitosas, en muchos otros
países europeos) llevó al comunismo, —en particular a la teoría política del
leninismo, y también a un nivel más pequeño y gradual el luxemburguismo— al
escenario mundial. Al mismo tiempo, los partidos socialdemócratas ganaron
elecciones y formaron gobiernos por primera vez, a menudo como resultado de la
introducción del sufragio universal29 Sin embargo, un grupo de economistas de
Europa Central, conducidos por los economistas de la Escuela austríaca Ludwig von
Mises y Friedrich Hayek, identificaron los fundamentos colectivistas de varias
nuevas doctrinas socialistas y fascistas de poder gubernamental como expresiones
diferentes de totalitarismo político.3031

Tiempos contemporáneos
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta 1971, cuando John Rawls publicó
su Teoría de la Justicia, la filosofía política declinó en el mundo académico
angloamericano, a medida que los filósofos analíticos expresaban escepticismo sobre
la posibilidad de que los juicios normativos tuvieran contenido cognitivo y la
ciencia política se volcara hacia los métodos estadísticos y el conductismo. En
Europa continental, por otra parte, las décadas de la posguerra vieron un
florecimiento enorme de la filosofía política, con el marxismo dominando el campo.
Esta fue la época de Jean-Paul Sartre y Louis Althusser, y las victorias de Mao
Zedong en China y de Fidel Castro en Cuba, así como los acontecimientos de mayo de
1968, provocaron un creciente interés por la ideología revolucionaria,
especialmente por la Nueva Izquierda. Algunos emigrantes europeos continentales a
Gran Bretaña y Estados Unidos, incluyendo a Karl Popper, Friedrich Hayek, Leo
Strauss, Isaiah Berlin, Eric Voegelin y Judith Shklar, fomentaron el estudio
continuo de la filosofía política en el mundo angloamericano, pero en los años 1950
y 1960, ellos y sus estudiantes permanecieron en contra del establishment
analítico.

El comunismo siguió siendo un foco importante especialmente durante los años 50 y


los años 60. Temas como el colonialismo y el racismo fueron cuestiones importantes
que surgieron en la época. En general, hubo una marcada tendencia hacia un enfoque
pragmático de las cuestiones políticas, más que filosófico. La mayor parte del
debate académico se centró en uno o ambos de los siguientes temas pragmáticos: la
aplicación del utilitarismo a los problemas de política pública, y la aplicación de
modelos económicos (como la teoría de la elección racional) a las cuestiones
políticas. El surgimiento del feminismo, los movimientos sociales LGBT y el fin del
dominio colonial y de la exclusión política de las minorías como afroamericanos y
minorías sexuales en el mundo desarrollado, posibilitaron que el pensamiento
feminista, poscolonial y multicultural se volviera significativo. Esto supuso
desafíos a la idea del contrato social por filósofos como Charles W. Mills, en su
libro "El contrato racial", y Carole Pateman en su obra "El contrato sexual",
centrados en que el contrato social excluyó a personas de color y a las mujeres,
respectivamente.

En la filosofía política académica angloamericana, la publicación de la teoría de


la justicia de John Rawls en 1971 se considera un hito. Rawls utilizó un
experimento mental, la posición original, en la que los partidos representativos
eligen principios de justicia para la estructura básica de la sociedad desde detrás
de un velo de ignorancia. Rawls también ofreció una crítica a los enfoques
utilitarios en los asuntos de justicia política. El libro "Anarquía, estado y
utopía" de Robert Nozick, de 1974, respondió a Rawls desde una perspectiva
libertaria, ganando respeto académico por sus puntos de vista.32

Contemporáneamente, con el surgimiento de la ética analítica en el pensamiento


angloamericano, en Europa surgieron entre los años 1950 y los años 1980 varias
líneas de filosofía dirigidas a la crítica de las sociedades existentes. La mayoría
tomó elementos del análisis económico marxista, pero los combinó con un énfasis más
cultural o ideológico. Dentro de la Escuela de Fráncfort, pensadores como Herbert
Marcuse, Theodor W. Adorno, Max Horkheimer y Jürgen Habermas combinaron
perspectivas marxistas y freudianas. Por su parte, varios otros pensadores, todavía
muy influenciados por el marxismo, pusieron nuevos énfasis en el estructuralismo y
en un "retorno a Hegel". Dentro de la línea del posestructuralismo se pueden situar
pensadores como Gilles Deleuze, Michel Foucault, Claude Lefort y Jean Baudrillard.
Los situacionistas estaban más influenciados por Hegel; Guy Debord, en particular,
trasladó un análisis marxista del fetichismo de la mercancía al ámbito del consumo
y examinó la relación entre consumismo y formación ideológica dominante.

Otro debate se desarrolló alrededor de las distintas críticas de la teoría política


liberal hechas por Michael Walzer, Michael Sandel y Charles Taylor. El debate
liberal-comunitario es a menudo considerado valioso para generar un nuevo conjunto
de problemas filosóficos, en lugar de un profundo e iluminador choque de
perspectivas. Estos y otros comunitaristas (como Alasdair MacIntyre y Daniel A.
Bell) sostienen que, contra el liberalismo, las comunidades son anteriores a los
individuos, y por lo tanto, deben ser el centro del enfoque político. Los
comunitaristas tienden a apoyar un mayor control local, así como políticas
económicas y sociales que fomentan el crecimiento del capital social.

Un par de perspectivas políticas que se superponen entre sí, emergentes hacia


finales del siglo xx, son el republicanismo (o neorrepublicanismo, o republicanismo
cívico) y el enfoque de las capacidades. El resurgente movimiento republicano
pretende proporcionar una definición alternativa de la libertad de las formas
positivas y negativas de libertad de Isaiah Berlin, a saber, "la libertad como no-
dominación". A diferencia de los liberales que entienden la libertad como "no-
interferencia", la idea de "no-dominación" implica que los individuos no están
sujetos a la voluntad arbitraria de cualquier otra persona. Para un liberal, un
esclavo que no es interferido puede ser libre, pero para un republicano el mero
estatus de esclavo, independientemente de cómo se trate a ese esclavo, es
censurable. Entre los prominentes republicanos se encuentran el historiador Quentin
Skinner, el jurista Cass Sunstein y el filósofo político Philip Pettit. El enfoque
de la capacidad, iniciado por los economistas Mahbub ul Haq y Amartya Sen y
desarrollado por la jurista Martha Nussbaum, entiende la libertad bajo líneas
aliadas: la capacidad real de actuar. Tanto el enfoque de capacidad como el
republicanismo tratan la elección como algo que debe ser financiado. En otras
palabras, no es suficiente ser legalmente capaz de hacer algo, sino tener la opción
real de hacerlo.

Uno de los temas más destacados de la filosofía política reciente ha sido la teoría
de la democracia deliberativa. El trabajo seminal es de Jurgen Habermas en
Alemania, pero la literatura más extensa ha sido en inglés, dirigida por teóricos
como Jane Mansbridge, Joshua Cohen, Amy Gutmann y Dennis Thompson.33

Filósofos políticos influyentes


A continuación se enumeran algunos de los pensadores más canónicos o importantes, y
especialmente los filósofos que se centraban en la filosofía política y/o aquellos
que pueden considerarse como representantes de una determinada escuela de
pensamiento en dicha disciplina.

Tomás de Aquino: al sintetizar la teología cristiana y la enseñanza peripatética


(aristotélica) en su "Tratado de la Ley", Aquino sostuvo que el don de Dios de la
razón superior -manifestada en el derecho humano por medio de las virtudes divinas-
da paso a la asamblea del gobierno justo.
Aristóteles: escribió su Política como una extensión de su Ética nicomáquea.
Notable para las teorías que los seres humanos son animales sociales, y que la
polis existió para traer la buena vida apropiada a los mismos. Su teoría política
se basa en una ética del perfeccionismo.
Mijaíl Bakunin: después de Pierre Joseph Proudhon, Bakunin se convirtió en el
filósofo político más importante del anarquismo. Su versión específica del
anarquismo se llama anarquismo colectivista.
Jeremy Bentham: el primer pensador en analizar la justicia social en términos de
maximización de los beneficios individuales agregados. Fundó la escuela de
pensamiento filosófico-ético conocida como utilitarismo.
Isaiah Berlin: desarrolló la distinción entre libertad positiva y negativa.
Edmund Burke: miembro irlandés del Parlamento británico, Burke es acreditado con la
creación del pensamiento conservador. Sus Reflexiones sobre la Revolución francesa
son las más populares de sus escritos. Burke fue uno de los mayores partidarios de
la Revolución de las Trece Colonias.
Confucio: el primer pensador que relaciona la ética con el orden político.
William E. Connolly: ayudó a introducir la filosofía posmoderna en la teoría
política, y promovió nuevas teorías sobre el pluralismo y de la democracia
agonística.
John Dewey: cofundador del pragmatismo y analizado el papel esencial de la
educación en el mantenimiento del gobierno democrático.
Han Feizi: la figura principal de la escuela china fǎjiā (legalismo), abogó por un
gobierno que se adhiere a las leyes y un método estricto de administración.
Michel Foucault: Criticó la concepción moderna del poder sobre la base del complejo
industrial-penitenciario y otras instituciones prohibitivas, como las que designan
a la sexualidad, la locura y el conocimiento como las raíces de su infraestructura,
una crítica que demostró que la sujeción es la formación de poder de los sujetos en
cualquier foro lingüístico y que la revolución no puede ser pensada como la
inversión del poder entre las clases.
Antonio Gramsci: instigó el concepto de hegemonía, argumentando que el Estado y la
clase dominante usan la cultura y la ideología para obtener el consentimiento de
las clases sobre las que gobiernan.
Thomas Hill Green: pensador liberal moderno y partidario temprano de la libertad
positiva.
Jürgen Habermas: teórico y sociólogo democrático contemporáneo, pionero en
conceptos tales como la esfera pública, la acción comunicativa y la democracia
deliberativa. Sus primeros trabajos fueron fuertemente influenciados por la Escuela
de Fráncfort.
Friedrich Hayek: argumentó que la planificación central era ineficiente porque los
miembros de los órganos centrales no podían saber lo suficiente para igualar las
preferencias de los consumidores y los trabajadores con las condiciones existentes.
Hayek argumentó además que la planificación económica central, un pilar del
socialismo, conduciría a un estado "total" con poder peligroso. Abogó por el
capitalismo de libre mercado en el que el papel principal del Estado es mantener el
imperio de la ley y dejar que el orden espontáneo se desarrolle.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel: hizo hincapié en la "astucia" de la historia,
argumentando que siguió una trayectoria racional, incluso al incorporar fuerzas
aparentemente irracionales; influyó en Marx, Kierkegaard, Nietzsche y Oakeshott.
Thomas Hobbes: generalmente se considera el primero en haber articulado cómo el
concepto de un contrato social que justifica las acciones de los gobernantes (aun
cuando fuesen contrarias a los deseos individuales de los ciudadanos gobernados),
puede reconciliarse con una concepción de soberanía.
David Hume: criticó la teoría del contrato social de John Locke y otros,
considerando que se basaban en un mito de algún acuerdo real. Hume era un realista
al reconocer el papel de la fuerza para forjar la existencia de los Estados, y que
el consentimiento de los gobernados era meramente hipotético. También introdujo el
concepto de utilidad, más tarde recogido y desarrollado por Jeremy Bentham.
Thomas Jefferson: político y teórico político durante la Ilustración en Estados
Unidos. Amplió la filosofía de Thomas Paine instrumentando el republicanismo en su
país. Más famoso por la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos.
Immanuel Kant: argumentó que la participación en la sociedad civil se lleva a cabo
no para la autopreservación, como sostenía Thomas Hobbes, sino como un deber moral.
Primer pensador moderno que analizó completamente la estructura y el significado de
la obligación. Argumentó que se necesitaba una organización internacional para
preservar la paz mundial.
Piotr Kropotkin: Uno de los clásicos pensadores anarquistas y el teórico más
influyente del anarcocomunismo.
John Locke: Al igual que Hobbes, describió una teoría de contrato social basada en
los derechos fundamentales de los ciudadanos en el estado de naturaleza. Partió
basándose en la asunción de una sociedad en la que los valores morales son
independientes de la autoridad gubernamental y ampliamente compartidos, y defendió
un gobierno con poder limitado a la protección de la propiedad personal.
Nicolás Maquiavelo: analizó sistemáticamente cómo el consentimiento de un pueblo se
negocia entre y a través de los gobernantes más que simplemente un don natural o
teológico dado a la estructura de la sociedad. Fue precursor del concepto de
ideología al articular la estructura epistemológica de los mandatos y del derecho.
James Madison: Político y teórico político estadounidense, considerado padre de la
Constitución de los Estados Unidos, que creía en la separación de poderes y propuso
un conjunto completo de controles y contrapesos necesarios para proteger los
derechos de un individuo de la tiranía de la mayoría.
Herbert Marcuse: considerado como el padre de la Nueva Izquierda. Uno de los
principales pensadores dentro de la Escuela de Fráncfort, e importante en los
esfuerzos para fusionar las ideas de Sigmund Freud y Karl Marx. Introdujo el
concepto de "desublimación represiva", en el que el control social puede operar no
solo por control directo, sino también por manipulación del deseo. Su obra “Eros y
la civilización” y la noción de una sociedad no represiva influyeron en la década
de 1960 y sus movimientos sociales contraculturales.
Karl Marx: en gran medida, agregó la dimensión histórica a la comprensión de la
sociedad, la cultura y la economía. Entendió el concepto de ideología en el sentido
de creencias (verdaderas o falsas) que configuran y controlan las acciones
sociales. Analizó la naturaleza fundamental de la clase como mecanismo de
gobernabilidad y de interacción social. Profundamente influenciado la política
mundial con su teoría del comunismo.
Mencio: uno de los pensadores más importantes en la escuela confuciana, es el
primer teórico en hacer un argumento coherente respecto a la obligación de los
gobernantes para con los gobernados.
John Stuart Mill: va más allá de Bentham al sentar las bases del pensamiento
democrático liberal en general, y del liberalismo moderno en contraposición al
clásico, en particular. Articuló el lugar de la libertad individual en un marco
utilitarista.
Montesquieu: Analizó la protección del pueblo por un "equilibrio de poderes" en las
divisiones de un Estado.
John Rawls: Revitalizó el estudio de la filosofía política normativa en las
universidades angloamericanas con su libro "Teoría de la justicia" de 1971, que
utiliza una versión de la teoría del contrato social para responder a preguntas
fundamentales sobre la justicia y criticar el utilitarismo.
Mozi: fundador epónimo de la escuela mohista, abogó una forma de consecuencialismo.
Friedrich Nietzsche: filósofo que se convirtió en una poderosa influencia para un
amplio espectro de corrientes políticas del siglo xx, como el marxismo, el
anarquismo, el fascismo, el socialismo, el libertarismo y el conservadurismo. Sus
intérpretes han debatido el contenido de su filosofía política.
Robert Nozick: crítico de Rawls, y defensor del libertarismo, apelando a una
hipotética historia del Estado y de la propiedad.
Thomas Paine: escritor de la Ilustración que defendió la democracia liberal, la
Revolución de las Trece Colonias y la Revolución francesa en sus obras “El sentido
común” y “Los derechos del hombre”.
Platón: escribió un largo diálogo, La República, en la que expuso su filosofía
política sobre la organización de la ciudad-estado ideal, dirigida por filósofos-
reyes para lograr alcanzar el Bien absoluto.
Pierre-Joseph Proudhon: Considerado comúnmente el padre del anarquismo moderno,
específicamente el mutualismo.
Murray Rothbard: teórico central del anarcocapitalismo y economista de la Escuela
austríaca.
Jean-Jacques Rousseau: analizó el contrato social como una expresión de la voluntad
general, y discutió controversialmente en favor de la democracia absoluta, donde el
pueblo en general actuaría como soberano.
Ayn Rand: fundadora del objetivismo, abogó por un capitalismo completo y de
"laissez-faire". Rand sostuvo que el papel apropiado del gobierno era
exclusivamente la protección de los derechos individuales sin interferir en lo
económico. El gobierno debía separarse de la economía de la misma manera y tal como
estaba separado de la religión.
Adam Smith: Creador del liberalismo económico en su obra más enblemetica en la que
plantea la autorregulación del mercado. También conocida como la mano invisible. En
donde indica que el estado no debería involucrarse en la regulación del mercado.
Todo esto en su obra "La mano invisible".
Carl Schmitt: teórico político alemán nazi que desarrolló los conceptos de la
distinción amigo/enemigo y estado de excepción. Aunque sus libros más influyentes
fueron escritos en los años 1920, continuó escribiendo prolíficamente hasta su
muerte (en cuasiexilio académico) en 1985. Influyó fuertemente en la filosofía
política del siglo xx tanto dentro de la Escuela de Fráncfort como entre otros
intelectuales, no todos filósofos, como Jacques Derrida, Hannah Arendt y Giorgio
Agamben.
Sócrates: ampliamente considerado como el fundador de la filosofía política
occidental, a través de su influencia hablada en sus contemporáneos atenienses; ya
que Sócrates nunca escribió nada, mucho de lo que sabemos acerca de él y sus
enseñanzas proviene a través de su estudiante más famoso, Platón.
Baruch Spinoza: expone el primer análisis del egoísmo racional, en el cual el
interés racional del yo es la conformidad con la razón pura. Para el pensamiento de
Spinoza, en una sociedad en la que cada individuo está guiado por la razón, la
autoridad política sería superflua.
Max Stirner: pensador importante dentro del anarquismo y el principal representante
de la corriente anarquista conocida como anarquismo egoísta.
Leo Strauss: percibía una excesiva autosuficiencia de la razón de la filosofía
política moderna así como fundamentos filosóficos defectuosos de la normatividad
moral y política. En su lugar, argumentó que deberíamos volver a los pensadores
premodernos para encontrar respuestas a los problemas contemporáneos. Su filosofía
influyó en la formación del neoconservadurismo.
Henry David Thoreau: pensador estadounidense influyente sobre posiciones políticas
y temas tan diversos como el pacifismo, el anarquismo, el ambientalismo y la
desobediencia civil, que influenciaron a importantes activistas políticos como
Martin Luther King, Mahatma Gandhi y León Tolstói.
Voltaire: escritor, poeta y filósofo de la Ilustración, famoso por su defensa de
las libertades civiles, incluida la libertad de culto y el libre comercio.
Bernard Williams: filósofo moral británico cuyo trabajo póstumo publicado sobre la
filosofía política “In the Beginning Was the Deed: Realism and Moralism in
Political Argument” ha sido considerado, junto con las obras de Raymond Geuss, como
un trabajo fundamental en el realismo político.
Véase también
ciencia política
espectro político
estado de Derecho
filosofía de las ciencias sociales
filosofía de la cultura
filosofía del derecho
filosofía marxista
formación del Estado
filosofía de la guerra
historia de la democracia
historia de la filosofía
imperio de la ley
sociología
teoría comprometida
teoría crítica
teoría de las relaciones internacionales
teoría del Estado
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