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SEÑOR PRESIDENTE Y VOCALES DEL TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA DE LA

PAZ.
INTERPONE ACCION DE AMPARO
CONSTITUCIONAL
OTROSÍES.- SU CONTENIDO
BLADIMIR EDWING GARCÍA VARGAS, mayor de edad, con capacidad jurídica plena, con
cédula de identidad personal N° 8001010 L.P., de profesión Abogado, con capacidad jurídica
plena, presentándome ante vuestras autoridades con las debidas consideraciones de respeto
expongo y pido:
L.- LEGITIMACION ACTIVA.
La acción de amparo constitucional se encuentra establecida en el artículo 128 de la Constitución
Política del Estado, determinando expresamente que: «La acción de Amparo Constitucional
tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de
personas individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley».
Así también según lo establecido en el artículo 51 del Código Procesal Constitucional: « La
Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de toda persona
natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra los actos
ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir«.
En cumplimiento del Artículo 52, del Código Procesal Constitucional, corresponde indicar que el
demandante se identifica con el nombre de BLADIMIR EDWING GARCÍA VARGAS, mayor de
edad, con capacidad jurídica plena, con cédula de identidad personal N° 8001010 L.P., de
profesión Abogado, con domicilio en esta ciudad.
II.- LEGITIMACION PASIVA.-
La presente Acción de Amparo Constitucional, está dirigida en contra de PABLO ANTEZANA
VARGAS, Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, con domicilio en
las instalaciones del citado Tribunal, ubicado en la calle San Martin de la ciudad de Cochabamba.
III.- HECHOS QUE MOTIVAN EL RECURSO.-
Dignas Autoridades, habiéndome presentado a la Convocatoria Pública Nacional 42/2021,
emitido por el Consejo de la Magistratura para la vacante de Registrador y Subregistrador de
Derechos Reales (DD.RR.) de capital y provincia, de acuerdo a los términos previstos por la
Convocatoria y su respectivo Reglamento, obtuve la nota máxima tanto en la casilla de méritos
como en la sumatoria final de la tabla, mereciendo el primer lugar en dicha Convocatoria; sin
embargo, pese a contar con los elementos meritocráticos suficientes en el marco de la propia
Convocatoria, y haber ganado el concurso de méritos, no fui seleccionado para ocupar dicho
cargo y en su lugar, fue nombrado el que obtuvo el tercer puesto, sin la debida fundamentación y
afectando directamente mis derechos constitucionales.
Más allá de lo genéricamente previsto por la Convocatoria, en la parte referente a la calificación
de méritos, en su acápite “IV. SISTEMA DE CALIFICACIÓN”, se 2 consignó cuarenta (40) puntos
en la calificación de méritos y sesenta (60) puntos en el examen de competencia, sumando un
total de cien (100) puntos. Así, en cuanto a la designación, el Reglamento en su art. 37.III, hace
dos referencias concretas y específicas señalando que: “El Consejo de la Magistratura, una vez
aprobado el informe final, remitirá a los Tribunales Departamentales de Justicia las listas finales
de las y los postulantes preseleccionados por cada departamento para su designación tomando
criterios meritocráticos y equidad de género”; entonces el funcionario a ser nombrado, en primera
instancia debe estar en la lista de preseleccionados, y en segunda instancia deberá ser elegido
por el Tribunal Departamental de Justicia en atención a dos criterios el meritocrático y el de
equidad de género. Con referencia al criterio meritocrático, debe entenderse que éste tendrá que
extraerse e interpretarse en función al proceso de selección y sus resultados, que dentro de su
evaluación se contempló en un 40% de puntos referidos a méritos, siendo atentatorio hacer uso
de criterios extraños o subjetivos a los propios de la Convocatoria, a tiempo de determinar dichos
juicios meritocráticos. En cuanto al enfoque de género, el art. 25 del Reglamento, establece que
deberá guardarse equilibrio razonable en el marco de la ley entre ambos géneros, respetando las
previsiones constitucionales; en tal sentido, no es una disposición que ordene que
automáticamente por género se vaya a realizar la designación, sino simplemente la previsión de
la existencia de un equilibrio razonable entre géneros, para que los derechos fundamentales y
garantías constitucionales prevalezcan durante todo el proceso en el marco general de la
igualdad y la equidad.
Advirtiéndose, que el único mecanismo de impugnación previsto en el citado Reglamento se
encuentra inserto en los arts. 34 y 35, que puede plantearse ante los resultados de las listas, sin
advertir ningún recurso frente a la decisión de designación por parte de los Tribunales
Departamentales de Justicia, que permita rectificar errores o proteger derechos.
IV.- PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD EN EL PRESENTE CASO
Siendo que la presente acción constitucional de defensa al ser un medio eficaz para asegurar el
respeto a derechos fundamentales- y garantías constitucionales está dirigida en contra de la
decisión asumida por el Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, al no
existir un medio o recurso legal para solicitar la protección de los derechos y garantías
restringidos, el principio de subsidiariedad se encuentra agotado.
Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, al no existir un medio o
recurso legal para solicitar la protección de los derechos y garantías restringidos, el principio de
subsidiariedad se encuentra agotado.
Ante los hechos descritos, se establece que se lesiono mi derecho al debido proceso, derechos
políticos en sus vertientes de acceso a la función pública y al derecho al sufragio pasivo, al
trabajo, a la dignidad y al principio de seguridad jurídica, establecido en los arts. 26, 46 y 115 de
la Constitución Política del Estado (CPE); 6, 8, 23 y 25 de la Convención Americana de Derechos
Humanos (CADH).
SOBRE EL DERECHO AL DEBIDO PROCESO.- El debido proceso, consagrado en los arts.
115.II de la Constitución Política del Estado, 8 del Pacto de San José de Costa Rica; 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos ha sido entendido como: «el derecho de toda
persona a un proceso justo y equitativo en el que sus derechos se acomoden a lo establecido por
disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en. una situación
similar, comprende el conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales,
a fin de que las personas puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto
emanado del Estado o representante de este como ser una autoridad judicial, que pueda afectar
sus derechos» (SSCC 0418/00-R y 1276/01-R).
NORMATIVA VULNERADA DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO.
Artículo 26.
I. Todas las ciudadanas y los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación,
ejercicio y control del poder político, directamente o por medio de sus representantes, y de
manera individual o colectiva. La participación será equitativa y en igualdad de condiciones entre
hombres y mujeres.
II. El derecho a la participación comprende:
1. La organización con fines de participación política, conforme a la Constitución y a la
ley.
2. El sufragio, mediante voto igual, universal, directo, individual, secreto, libre y
obligatorio, escrutado públicamente. El sufragio se ejercerá a partir de los dieciocho años
cumplidos.
3. Donde se practique la democracia comunitaria, los procesos electorales se ejercerán
según normas y procedimientos propios, supervisados por el Órgano Electoral, siempre y
cuando el acto electoral no esté sujeto al voto igual, universal, directo, secreto, libre y
obligatorio.
4. La elección, designación y nominación directa de los representantes de las naciones y
pueblos indígena originario campesinos, de acuerdo con sus normas y procedimientos
propios.
5. La fiscalización de los actos de la función pública.
Artículo 46.
I. Toda persona tiene derecho:
1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin
discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le
asegure para sí y su familia una existencia digna.
2. A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y satisfactorias.
II. El Estado protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas.
III. Se prohíbe toda forma de trabajo forzoso u otro modo análogo de explotación que obligue a
una persona a realizar labores sin su consentimiento y justa retribución.
Artículo 115.
I. Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio
de sus derechos e intereses legítimos.
II. El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural, pronta,
oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones.
NORMATIVA VULNERADA DE LA CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
(CADH).
ARTÍCULO 6. PROHIBICIÓN DE LA ESCLAVITUD Y SERVIDUMBRE
1. Nadie puede ser sometido a esclavitud o servidumbre, y tanto éstas, como la trata de esclavos
y la trata de mujeres están prohibidas en todas sus formas.
2. Nadie debe ser constreñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio. En los países donde
ciertos delitos tengan señalada pena privativa de la libertad acompañada de trabajos forzosos,
esta disposición no podrá ser interpretada en el sentido de que prohíbe el cumplimiento de dicha
pena impuesta por juez o tribunal competente. El trabajo forzoso no debe afectar a la dignidad ni
a la capacidad física e intelectual del recluido.
3. No constituyen trabajo forzoso u obligatorio, para los efectos de este artículo:
a. Los trabajos o servicios que se exijan normalmente de una persona recluida en
cumplimiento de una sentencia o resolución formal dictada por la autoridad judicial
competente. Tales trabajos o servicios deberán realizarse bajo la vigilancia y control de
las autoridades públicas, y los individuos que los efectúen no serán puestos a disposición
de particulares, compañías o personas jurídicas de carácter privado;
b. El servicio militar y, en los países donde se admite exención por razones de
conciencia, el servicio nacional que la ley establezca en lugar de aquel;
c. El servicio impuesto en casos de peligro o calamidad que amenace la existencia o el
bienestar de la comunidad, y
d. El trabajo o servicio que forme parte de las obligaciones cívicas normales.
Artículo 8. Garantías Judiciales
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo
razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o
para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter.
2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:
a) Derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no
comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal;
b) Comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;
c) Concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de
su defensa;
d) Derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor
de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor;
e) Derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el
Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere
por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley;
f) Derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener
la comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz
sobre los hechos;
g) Derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y
h) Derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna
naturaleza.
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los
mismos hechos.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses
de la justicia.
Artículo 23. Derechos Políticos
1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:
a) De participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de
representantes libremente elegidos;
b) De votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por sufragio
universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los
electores, y
c) De tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su
país.
2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a que se refiere el inciso
anterior, exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción,
capacidad civil o mental, o condena, por juez competente, en proceso penal.
Artículo 25. Protección Judicial
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal
violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.
2. Los Estados Partes se comprometen:
a) A garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado
decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso;
b) A desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y
c) A garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en
que se haya estimado procedente el recurso.
VI.- PETICION.-
En definitiva, habiéndose demostrado la vulneración de mis derechos fundamentales al debido
proceso y al haberse vulnerado la normativa citada precedentemente; consiguientemente, en
aplicación a lo prescrito en el artículo 128 de la Constitución Política del Estado y articulo. 51 y
siguientes del Código Procesal Constitucional, interpongo ACCION DE AMPARO
CONSTITUCIONAL en contra del Abg. PABLO ANTEZANA VARGAS, Presidente del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba; solicitando al Tribunal de Garantías se digne
admitirlo y luego de su respectiva consideración en audiencia pública se CONCEDA la tutela y en
consecuencia disponga:
 Que, el Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba adecúe su
decisión arbitraria sobre el nombramiento de Registrador de DD.RR. y emita un nuevo
nombramiento de acuerdo al art. 37 del Reglamento de la Convocatoria, aplicando los
criterios meritocráticos y de género de acuerdo a la referida Convocatoria y al propio
Reglamento.
OTROSÍ PRIMERO.- Adjunto prueba documental de respaldo.

OTROSÍ SEGUNDO.- En cuanto a honorarios mi causídico estará al arancel mínimo del ICALP.

OTROSÍ TERCERO.- Señalo como Domicilio Procesal la secretaria de su digno despacho,


además de los siguientes medios de comunicación electrónicos; correo:
abogadosunivalle@gmail.com y el celular Whatsapp 77711133.

POR EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD.


La Paz, 18 de marzo de 2024

DAYANA LOYOLA FRANCO


ABOGADA UNIVALLE

IMPETRANTE.

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