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Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública

Maestría en Administración de Hospitales y Salud Pública.

BIOÉTICA
• ANTECEDENTES INTERNACIONACIONALES Y
NACIONALES DE COMITÉS DE BIOÉTICA Y CUIDADOS
PALIATIVOS (TANATOLOGIA).

• REFLEXIÓN

MTRA. ALICIA AMALIA KASSIAN RANK

María Magdalena Martínez Rojas.


Grupo 138 A.
5º. Trimestre.
ANTECEDENTES INTERNACIONACIONALES Y NACIONALES DE COMITÉS DE
BIOÉTICA Y CUIDADOS PALIATIVOS (TANATOLOGIA).

El primer paso para la creación de un comité asesor de bioética internacional lo


dio el Consejo de Europa en 1985 con la constitución del Ad Hoc Committee of
Experts on Bioethics (CAHBI), bajo la autoridad directa del Comité de ministros,
formado por los ministros de asuntos exteriores de todos los Estados miembros.
Desde entonces, este comité y sus sucesores (Steering Committee on Bioethics,
CDBI; Committee of Bioethics, DH BIO) han realizado una tarea ingente, pues han
elaborado numerosos documentos sobre las materias más diversas relacionadas
con la biomedicina y la biotecnología humana. En su mayor parte han sido
aprobados bajo la forma de recomendaciones por el Comité de ministros del
Consejo de Europa, sin perjuicio de lo que se indicará más abajo. El Comité de
Bioética está integrado por los delegados de los cuarenta y siete Estados
miembros del Consejo de Europa (de uno a cuatro por Estado, según la decisión
de cada gobierno, con un solo voto) y observadores de otros Estados no
miembros (Australia, Canadá, Estados Unidos, Israel, Japón, México, Santa
Sede), la Unión Europea, diversos órganos internacionales gubernamentales y no
gubernamentales y representantes de otros comités del propio Consejo de
Europa, todos ellos con voz, pero sin voto. Son los gobiernos los que designan a
sus representantes de acuerdo con sus propios criterios, por lo general sin
observar ningún procedimiento transparente y objetivo de selección. La duración
de su mandato viene determinada por el gobierno que los nombra, y pueden cesar
en cualquier momento, si así lo decide el órgano competente de aquél.

El Comité Internacional de Bioética de la UNESCO (CIB), también permanente y


multidisciplinar, fue creado en 1993, y es la única instancia permanente universal
de reflexión en materia de bioética. De él han surgido la Declaración Universal
sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos (1997), la Declaración
Internacional sobre Datos Genéticos Humanos (2003) y la Declaración Universal
sobre Bioética y Derechos Humanos (2005), mencionada más arriba .

El CIB está integrado por 36 expertos nombrados por la directora general de la


UNESCO para un mandato de cuatro años, renovable por un periodo de la misma
duración, y parte de una representación geográfica equitativa, la diversidad
cultural y la rotación de sus miembros. No obstante, los candidatos suelen ser
propuestos de un modo u otro por los gobiernos de los Estados miembros, y se
indica explícitamente que estas nominaciones deberán ser tenidas en cuenta
durante el proceso de selección de los candidatos, lo que no es, ciertamente, una
garantía de independencia de los designados, al menos respecto de la ideología
política de sus gobiernos, que pueden buscar cierta afinidad de esta naturaleza.
Es cierto también que en las deliberaciones en el seno del Comité se parte del
presupuesto de independencia de sus miembros, que es declarada formalmente,
pues en su régimen interno se señala que serán independientes y actuarán
conforme a su capacidad personal.

Respecto a la efectividad de este Comité, es importante mencionar el Comité


Intergubernamental de Bioética (CIGB). Fue creado en 1998, y está formado por
36 Estados miembros elegidos por la Conferencia General de la UNESCO, que se
reúnen al menos una vez cada dos años para examinar los consejos y
recomendaciones del CIB, informarle de sus opiniones y presentar sus puntos de
vista y sus proposiciones, sin restricción alguna. Constituye de facto una especie
de segunda instancia que filtra el borrador de las declaraciones desde los
intereses políticos, lo que se hace de forma casi abierta, antes de su aprobación
para pasar a la instancia final soberana: la Conferencia General. El CIB no sólo
prepara los borradores de las declaraciones, que, tras las revisiones y
procedimientos previstos, serán aprobadas por la Conferencia General de la
UNESCO, sino también informes por su propia iniciativa.

El Grupo Europeo de Ética es un órgano consultivo permanente e independiente,


plural y multidisciplinar, de rango supranacional (europeo). El EGE asesora al
presidente de la Comisión Europea, que es quien los nombra, y al Colegio de
Comisarios Europeos como tal (en su conjunto), bajo la coordinación del comisario
de Ciencia, Tecnología e Innovación. Desde su creación en 1993, el EGE ha
proporcionado a la Comisión, asesoramiento de alta calidad e independiente sobre
los aspectos éticos de la ciencia y las nuevas tecnologías en relación con la
legislación o las políticas de la UE. Los miembros del EGE, integrado por quince
personas, en la actualidad son nombrados sobre la base de su cualificación y
capacidad personal, por un periodo de cinco años, renovable por dos periodos
más. Aquellas presentan directamente su candidatura a la Comisión Europea sin
intermediación de los gobiernos de los Estados u otros entes políticos (aunque no
se excluyen otras vías de presentación de candidaturas, sin concretar cuáles
podrían ser) y proceden principalmente de los campos de las ciencias naturales y
sociales, de la filosofía y de la ética y el derecho; ellos garantizan una perspectiva
independiente e interdisciplinar sobre las cuestiones éticas planteadas por la
innovación científica y tecnológica. La preselección se encomienda a un grupo
reducido de personas (tres), cualificados en estas materias desde perspectivas
diferentes, y no suelen desempeñar en ese momento responsabilidades
vinculadas directamente con las acciones políticas de la Unión Europea, con el fin
de garantizar la máxima autonomía de sus propuestas. En el proceso de selección
ha ido ganando claramente en transparencia e independencia del poder político

La Secretaría de Salud, a través de la Comisión Nacional de Bioética, consolida


los mecanismos institucionales que garantizan el bienestar y el respeto a los
derechos de los sujetos que participan en investigaciones en salud, subrayando al
mismo tiempo el rol medular de los procesos de revisión ética para su protección.
La Comisión Nacional de Bioética promueve el estudio y observancia de principios
y criterios éticos en la investigación en salud e incluye entre sus funciones
fomentar la integración y registro de los Comités de Ética en Investigación (CEI),
así como establecer los criterios precisos para el adecuado funcionamiento de
estos cuerpos colegiados, apoyando además la capacitación de sus integrantes.
Los criterios para la integración y el funcionamiento de los CEI son emitidos a
través de la Guía nacional para la integración y el funcionamiento de los Comités
de Ética en Investigación, en su sexta edición. Ha sido revisada con apego a las
nuevas disposiciones en México respecto de la investigación en salud con seres
humanos y a la actualización de los lineamientos internacionales, con el objetivo
de fortalecer a los CEI.

La legislación sanitaria más reciente está incidiendo con mayor fuerza en ámbitos
de la bioética como son: la tutela de los derechos de los pacientes, el
fortalecimiento de la infraestructura bioética, la integridad científica, la ética de la
investigación y la protección de los sujetos de investigación. Para afrontar tales
responsabilidades, han surgido en diversos países Comisiones o Comités
Nacionales de Bioética, como instancias que asesoran a los representantes
políticos y a los gobiernos, fomentando el debate democrático y público, así como
el análisis y la elaboración de políticas públicas en campos éticos complejos. Su
función no es estrictamente normativa, dichas Comisiones definen los problemas,
los estudian y exponen puntos de vista con la finalidad de explorar posibles
soluciones y formular recomendaciones.

En México las repercusiones de la institucionalización de la bioética se han visto


reflejadas en distintos órdenes de la vida social. El Estado mexicano creó en 1992,
a través de la Secretaría de Salud a la Comisión Nacional de Bioética y en 2005 le
concedió, mediante decreto presidencial, el carácter de órgano desconcentrado,
otorgándole facultades para coadyuvar a la salvaguarda de la dignidad y el
respeto a los derechos humanos en la atención médica y la investigación en salud.

Actualmente la infraestructura nacional en bioética está conformada por la


Comisión Nacional de Bioética, las Comisiones Estatales de Bioética, los Comités
Hospitalarios de Bioética y los Comités de Ética en Investigación. De esta manera,
la bioética se lleva al campo de la acción pública y gubernamental para apoyar en
la formulación y evaluación de políticas públicas. La aplicación del conocimiento y
el desarrollo de la cultura bioética son favorables para garantizar el bienestar
individual y social.

El artículo 41 Bis fracción II de la Ley General de Salud, establece la obligación de


contar con Comités de Ética en Investigación, en los establecimientos para la
atención médica del sector público, social o privado del sistema nacional de salud,
los cuales se sujetarán a los criterios que establezca la Comisión Nacional de
Bioética. En este sentido, la Comisión Nacional promueve la integración y
funcionamiento de los CEI, con las facultades que les otorguen las disposiciones
jurídicas aplicables, así como el apoyo a la capacitación de los integrantes de
estos comités.

La Comisión Nacional de Bioética participa en la generación, promoción y difusión


de los instrumentos jurídicos y normativos nacionales, que permitan dar
cumplimiento a su Decreto de Creación, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 07 de septiembre de 2005 y modificado el 16 de febrero de 2017.
Dichas acciones se reflejan en diversas reformas al marco jurídico nacional en
materia de investigación con seres humanos y CEI, congruentemente con las
funciones que le competen a la Comisión Nacional. Si bien la colaboración de la
Comisión Nacional con diversos organismos gubernamentales e instituciones de
investigación y de educación superior ha permitido encauzar la modernización del
marco normativo nacional de los CEI, también ha coadyuvado a evitar su
sobrerregulación (Ruiz de Chávez, Orozco, y Olaiz, S32). México ha modernizado
su marco jurídico en materia de investigación para la salud en el periodo 2011 a
2016, entre otras cosas, con el propósito de fortalecer el funcionamiento de los
CEI, a fin de garantizar la protección de los sujetos de investigación y contribuir al
desarrollo de una investigación en salud de clase mundial en el país. Esto dio
como resultado el registro de CEI, por primera vez ante la Comisión Nacional de
Bioética, a partir del 11 de enero del 2016, en la Figura 1.0 se presenta de manera
resumida la evolución del marco normativo con respecto a los CEI.

REFERENCIAS.

ACUERDO por el que se emiten las Disposiciones Generales para la Integración y


Funcionamiento de los Comités de Ética en Investigación y se establecen las
unidades hospitalarias que deben contar con ellos, de conformidad con los
criterios establecidos por la Comisión Nacional de Bioética, 31 de octubre de 2012.
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5276107&fecha=31/10/2012
Guía nacional para la integración y el funcionamiento de los Comités de Ética en
Investigación Sexta edición 2018.

Bergel, S. D., “Derechos humanos y genética: los principios fundamentales de la


Declaración Universal sobre el Genoma y los Derechos Humanos”, RevDerGenH,
9, 1998
REFLEXION.

La variedad ideológica o de creencias con una influencia de tipo político hace poco
confiable la credibilidad de las propuestas y opiniones de los comités hospitalarios.

Una posibilidad de que sea efectivo un comité es recoger las opiniones


discrepantes de la mayoría, en la forma de voto particular o mediante un
procedimiento semejante. Los integrantes que conforman los comités deberán ser
aquellos profesionales de la salud como intensivistas, oncólogos, anestesiólogos,
especialistas en cuidados paliativos, psiquiatras, psicólogos y tanatólogos, así
mismo contar con la asesoría de abogados y el área directiva. Este equipo reúne
cada uno su experiencia y la relación estrecha médico-paciente, se debe ser
conscientes de modo constante de que el muro ideológico para todos los comités
es el respeto de la dignidad y los derechos humanos, no sólo los relacionados con
la biomedicina y las tecnologías existentes que ayudan a preservar la vida en
aquellos pacientes que tienen clínicamente posibilidad de mejorar o reestablecer
su salud.

Se deberá tomar en cuenta la institución de salud, su estructura organizacional,


servicios otorgados y la comunicación efectiva entre los mismos miembros del
comité, crear políticas y normas previstas de acuerdo con las diferentes
enfermedades graves, en los cuales el sufrimiento y el dolor es de alto grado, esto
permitirá establecer cuando aplicar los cuidados paliativos, las intervenciones de
tanatología.

En algunos casos los comités se han encontrado con que algunos asuntos sobre
los que tienen que pronunciarse presentan visiones o concepciones culturales muy
marcadas en ocasiones confrontadas, por lo que puede ser muy difícil dar cabida
a esta pluralidad tan trascendente.

Básicamente el análisis del comité de Bioética se realiza de acuerdo con los


principios de no maleficencia, justicia, autonomía y beneficencia:
1. Desde la no maleficencia, la valoración clínica de la indicación o
indicaciones para intervenir médicamente
2. Desde la justicia. Se procura un reparto equitativo de los recursos
destinados para la administración de servicios y recursos para la salud.
3. Desde la autonomía. Implica considerar tres características: la capacidad, la
información y la voluntad del propio paciente.
4. Desde la beneficencia. Incluye que la práctica médica se asista, procure y
mantener la salud, así mismo aliviar el dolor y el sufrimiento. Procurar una
muerte digna.

Me parece interesante al recabar información sobre este tema, las diversas


técnicas para realizar el análisis de casos en ética clínica y a mi parecer lo
establecido por el filosofo Jonsen al desglosar el proceso de la atención del
paciente, me parece efectiva:

Indicaciones médicas: Todos los encuentros clínicos incluyen una revisión del
diagnóstico y las opciones de tratamiento.?

Preferencias de los pacientes: Todos los encuentros clínicos se producen debido a


que un paciente se presenta ante el médico con una queja. Los valores del
paciente son esenciales para el encuentro.?

Calidad de vida: El objetivo de todos los encuentros clínicos es mejorar, o al


menos la dirección, ¿la calidad de vida para el paciente?

Características contextuales: Todos los encuentros clínicos se producen en un


contexto más amplio más allá del médico y del paciente, es importante incluir a la
familia, la ley, la política del hospital, las compañías de seguros, y así
sucesivamente.

Una vez que los detalles de un caso han sido delineados de acuerdo con los
cuatro temas, hay una serie de preguntas que el clínico debe hacer:

• ¿Qué está en cuestión?


• ¿Dónde está el conflicto?
Tal vez llevando está estructura facilitaría a los integrantes del Comité de Bioética
una resolución efectiva.

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