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VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

Autores
Mariajosé Mora Sandoval
Eilin Daniela Cardona
Los participantes que faltan (agreguen su nombre)

Profesor(a)
Angélica Sáenz

Universidad Simón Bolívar

Programa de Trabajo Social y psicología

Minor en procesos de intervención social

Cúcuta, Colombia

2024
Contexto

La violencia es un fenómeno social universal en la historia de la humanidad, dejando gran


marca con daños extensos en los seres humanos. A lo largo de la historia se ha compuesto
por diferentes formas y demostraciones que afectan física o psicológicamente la vida de
muchas personas; esta se manifiesta desde las relaciones interpersonales hasta grandes
conflictos en amplias dimensiones a nivel mundial. En términos generales, la violencia son
todos aquellos actos que causan grandes daños en la salud física y mental y vulneran o
atentan altamente los derechos humanos.

A nivel mundial quienes han sufrido en alta cifras esta problemática social han sido
mujeres, niñas y personas que se identifican con una orientación sexual identidad de género
diversa de acuerdo a diferentes resultados que han demostrado distintas investigaciones de
organizaciones que luchan por la protección a los DDHH, en las cuales visiblemente tienen
en común las desigualdades entre géneros.

A nivel global, según ONU mujeres (2023) se calcula que “en todo el mundo, 736 millones
de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte
de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas, al menos una vez en su vida
(el 30% de las mujeres de 15 años o más” lo que quiere decir, que la mayoría de mujeres
sufre violencia dentro de su contexto familiar, siendo vulneradas por su figura paterna o en
muchos casos, su pareja sentimental.
En Estado Unidos, Según los registros de la Línea Nacional de Violencia Doméstica de
EEUU, cada minuto, 24 mujeres sufren violencia física por parte de su excónyuge o
exnovio en todo el país, lo que corresponde a aproximadamente 12 millones de mujeres al
año.
Así mismo, La Línea Nacional de Violencia Doméstica recibe diariamente un promedio de
20 mil denuncias y la mayoría de las víctimas de abuso físico se encuentra en el grupo de
edad de 18 a 24 años. De esta misma manera, Otro informe elaborado por el Centro para el
Control y la Prevención de Enfermedades, teniendo en cuenta solo 18 estados, revela que
más de 10.000 mujeres fueron asesinadas por su pareja en el período 2003-2014. El reporte
indica que, al considerar las cifras de todo el país, las mujeres en EEUU corren un riesgo de
muerte 21 veces mayor que las mujeres en otras economías desarrolladas.
Considerando lo anterior, es esencial resaltar que la legalidad del porte de armas de fuego
en este país durante años ha limitado significativamente las alternativas disponibles para las
víctimas de maltrato. La presencia de este tipo de armamento aumenta el riesgo de que la
intimidación pueda desembocar en tragedias irreparables, lo que se refleja claramente en las
alarmantes cifras de feminicidio. Esta situación perpetúa un ambiente de constante peligro
para las miles de mujeres que viven en estos hogares.

Por otro lado, la OPS (2022) indica que, “Las mujeres que tienen un nivel de instrucción
bajo, han estado expuestas a actos de violencia de pareja contra sus madres, han sido objeto
de malos tratos durante la infancia, han vivido en entornos en los que se aceptaba la
violencia, los privilegios masculinos y la condición de subordinación de la mujer corren un
mayor riesgo de ser víctimas de la violencia de pareja”.

Lo que nos indica, que la violencia de género se desencadena desde la cultura y la


estructura familiar, teniendo en cuenta los estereotipos que se promueven dentro de este
contexto, generando que haya una alta probabilidad de repetir patrones de agresión desde la
figura masculina y la sumisión desde la figura femenina.

Desde el contexto latinoamericano, de acuerdo con UNFPA (2021) menciona que, en


América Latina y el Caribe, se encuentran 14 de los 25 países con mayor número de
femicidios/feminicidios en el mundo. Las cifras más recientes del Observatorio de
Igualdad de Género de la CEPAL reporta al menos 4,640 casos de femicidios para 18
países de América Latina y 6 del Caribe, solamente en 2019. Las tasas más altas de
feminicidios por cada 100,000 mujeres se registran en Honduras (6,2), El Salvador (3,3),
República Dominicana (2,7) y el Estado Plurinacional de Bolivia (2,1).

En otro orden de ideas, De acuerdo con la ENDIREH (2021), la prevalencia de violencia


(de cualquier tipo a lo largo de la vida) contra las mujeres de 15 años y más en México,
muestra que aquéllas que experimentan mayor violencia son: las que residen en áreas
urbanas (73.0 %); de edades entre 25 y 34 años (75.0 %); quienes cuentan con un nivel de
escolaridad superior (77.9 %) y las que se encuentran separadas, divorciadas o viudas (74.0
%).
Teniendo en cuenta las cifras anteriores, podemos ver que la violencia de género no tiene
un factor que determine que, las mujeres con ciertas características son las que sufren este
fenómeno, sino que evidentemente muchas de ellas son afectadas por el simple hecho de
ser mujeres, quienes son vistas por sus agresores como personas vulnerables, frágiles y
victimas de fácil acceso.

Por otro lado, UNFPA (2024) menciona que, “Colombia es el único país de América Latina
que ha reconocido la mutilación genital femenina, esta práctica ha sido reconocida
oficialmente por la comunidad indígena Emberá, sin embargo, existen registros no oficiales
de que también podría ser practicada entre otras comunidades indígenas y
afrodescendientes”. (pág.4)

Lo que indica que, Colombia a pesar de presentar altas cifras de violencia contra la mujer,
se encuentra generando estrategias junto con varias organizaciones que luchan por los
derechos humanos, con la finalidad de solventar este fenómeno social.

De esta misma manera, Colombia a lo largo de la historia con muchos sucesos que se han
presentado y causan conmoción, sensibilización en las comunidades, se han creado leyes de
acuerdo a las vivencias que experimentó cada una de las víctimas por feminicidio o de esta
misma manera, mujeres que fueron sobrevivientes a estos sucesos, se encargan de crear
proyectos en contra de la violencia hacia la mujer, con el fin de que hayan menos mujeres
que estén expuestas y en riesgo, así mismo, para crear conciencia sobre la realidad que
viven dentro de una sociedad patriarcal.

De acuerdo a lo anterior, Colombia crea una ley en conmemoración a una víctima por
feminicidio en el año 2015, la cual es nombrada como Rosa Elvira Cely, pues este caso
causó gran dolor a nivel nacional por la forma en cómo el agresor de Rosa Cely acabó con
su vida.

Según el congreso de Colombia, la ley 1761 de 2015 tiene por objeto tipificar el
feminicidio como un delito autónomo, para garantizar la investigación y sanción de las
violencias contra las mujeres por motivos de género y discriminación, así como prevenir y
erradicar dichas violencias y adoptar estrategias de sensibilización de la sociedad
colombiana, en orden a garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencias
que favorezca su desarrollo integral y su bienestar, de acuerdo con los principios de
igualdad y no discriminación.

Por otro lado, según UNFPA (2023) “Esta ley establece los feminicidios como la muerte
de una mujer, por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de
género. Considera como delito: tener o haber tenido una relación con la víctima; ejercer
sobre el cuerpo y la vida de la mujer actos de instrumentalización de género o sexual; en
aprovechamiento de las relaciones de poder ejercidas sobre la mujer; cometer el delito para
generar terror o humillación; que existan antecedentes o indicios de cualquier tipo de
violencia o amenaza por parte de la persona agresora contra de la víctima; y, que la víctima
haya sido incomunicada o privada de su libertad”.

Así mismo, el Ministerio de justicia y del Derecho (S/F). refiere que, “la ley 1257 de 2008
es creada para la protección integral de las mujeres, es una norma que permite garantizar
una vida libre de violencia y en la que se dictan normas de sensibilización, prevención y
sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres.”

Del mismo modo, “esta ley tiene por objeto la adopción de normas que permitan garantizar
para todas las mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el
privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno e
internacional, el acceso a los procedimientos administrativos y judiciales para su protección
y atención, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su realización”.
(Congreso de Colombia 2010).

En otro orden de ideas, mujeres sobrevivientes a este fenómeno social se han encargado se
traer su experiencia de vida a espacios donde las mujeres que viven este flagelo se
identifiquen y alcen su voz para poner fin a estas violencias, de esta misma manera, con la
finalidad de construir redes de apoyo seguras entre estas mujeres que buscan ser
escuchadas.

Este es el caso de Jineth Bedoya, quien es sobreviviente y formó un proyecto de acuerdo a


su vivencia, es ella quien promueve espacios para que víctimas de este fenómeno social,
cuenten sus historias. “Han pasado 18 años desde que la periodista colombiana Jineth
Bedoya fue secuestrada, torturada y violada por los paramilitares en la cárcel La Modelo en
Bogotá. Jineth es ahora una voz poderosa y defensora de las numerosas víctimas y
sobrevivientes de la violencia de género en Colombia a través de la campaña "No Es Hora
de Callar". (Embajada de Canadá en Colombia 2018)

Por tanto, es importante promover y hacer más visibles estos espacios, teniendo en cuenta
que muchas mujeres necesitan construir un lazo de confianza para poder contar sus
historias. Existen victimas que encuentran más afinidad con mujeres que han
experimentado las mismas vivencias y construyen un sentimiento de empatía, a lo que
conlleva a una mejor comunicación y una mejor construcción de red de apoyo.

Por otra parte, en cuanto a estrategias para esta problemática, la Secretaría de la Mujer
lidera una ruta de atención que brinda apoyo a todas las victimas y así mismo
asesoramiento sobre sus derechos dentro del marco legal, de la salud mental y física. Esta
ruta se compone de un breve concepto sobre qué es la violencia de género, cómo identificar
cada una de ellas y cuales son las líneas de atención a las que pueden acceder si están en
riesgo.

Desde otro ángulo de esta problemática, a nivel regional, el Observatorio de Asuntos de


Género de Norte de Santander (OAGNS) señaló que según información proporcionada por
el Instituto Departamental IDS para el año 2022 se registraron 3832 casos de violencia
basada en género, donde el 21.2% de estos casos corresponden a violencia sexual, el 3.2%
corresponden a violencia psicológica, el 33.4% a negligencia y abandono y el 42.2% por
violencia física”.

De acuerdo a las cifras anteriores, podemos observar que los principales tipos de violencia
que se presentan a nivel regional, son los mismos que se evidencian a nivel global, sin
embargo, las cifras en cada categoría varían teniendo en cuenta los patrones socioculturales,
históricos, políticos y económicos de cada país o región.

En Norte de Santander, existen diferentes entidades que brindan constante apoyo y se


centran en la protección y defensa de los derechos humanos, tales como; la fiscalía general
de la Nación, comisarías de familia y Secretaría de Género departamental y municipal,
quienes se encargan de ofrecer y orientar sobre los procesos jurídicos a los cuales pueden
acceder en cuanto a temas legales.

Sujetos o actores sociales de la intervención

De acuerdo a lo que menciona el blog AFAVIR (S/F), “Las mujeres maltratadas suelen
perder su libertad e individualismo, dejando de lado de realizar las cosas que a ellas mismas
le caracterizaban, y estando a todo momento a las órdenes de su pareja, pidiéndole siempre
permiso a esta para realizar cualquier cosa. Pierden toda identidad para vivir prácticamente
a la sombra de los demás, sintiéndose indefensa y asumiendo que sin su pareja no pueden
hacer nada. Rara vez se dejan ver por reuniones familiares o de amigos ya que siempre
intentarán rehuir de cualquier actividad social y siempre preferirán estar con su pareja.

Por tanto, la violencia de género deja grandes secuelas a nivel emocional, lo cual apunta
directamente a la violencia psicológica que ejerce el agresor sobre su víctima;
manipulación, palabras hirientes sobre su físico, chantaje emocional y celos, los cuales son
factores que de una u otra manera son relacionados con la dependencia emocional para que
la víctima se encuentre en un camino aún más largo de reconocer su situación.

De esta misma forma, Cruz León, A., Morales-Ramón, F., Arriaga-Zamora, RM, & Chan-
García, AC (2013) menciona que, “La violencia conyugal es más frecuente en mujeres con
determinadas características como: mujer pasiva, jóvenes, sin trabajo remunerado, con
descendencia y que vive con un alcohólico. La mayor parte de las mujeres que viven en
violencia no han buscado apoyo legal (78%), mientras que 40% no había contado a nadie
sobre el maltrato y casi el 80% no informó al personal de salud que la atendía. Además,
esta situación es más frecuente en los hogares en donde la mujer trabaja que en los hogares
en donde la mujer se dedica a labores domésticas.

Por consiguiente, podemos determinar que las mujeres que dependen económicamente de
sus parejas, sufren en un alto grado las diversas violencias que se identifican dentro de esta
amplia problemática, tales como; violencia sexual, violencia económica, violencia
psicológica, entre otras. Teniendo en cuenta que existe la constante intimidación por parte
de su agresor de no cubrir sus necesidades básicas, esto aumenta más el nivel si hay hijos
de por medio.

Referentes teóricos

El proceso de intervención se realizó en base a Maria Teresa Gnecco, quién ha aportado la


rigurosidad metodológica desde el trabajo con grupos para el cumplimiento de los objetivos
propuestos y La Teoría Ecológica de los Sistemas de Urie Bronfenbrenner, la cual consiste
en un enfoque ambiental sobre el desarrollo del individuo a través de los diferentes
ambientes en los que se desenvuelve y que influyen en el cambio y en
su desarrollo cognitivo, moral y relacional.

De acuerdo con Maria Teresa Gnecco, “el desarrollo del grupo se refiere a los cambios que
se presentan en el grupo con el transcurso del tiempo; se habla del tiempo, en la estructura,
en los procedimientos y en la cultura, las características personales de cada miembro del
grupo, así como los factores ambientales que rodea el grupo”

Esto nos permitió ver la evolución que demuestra cada participante de acuerdo a las
estrategias planteadas y de esta misma manera, evaluar el proceso de aprendizaje que ha
logrado el grupo de mujeres que participaron en la intervención, qué herramientas pudieron
obtener de este proceso y la transformación sobre las perspectivas que volvieron a generar
sobre los roles de género.

De esta misma manera, desde la teoría Ecológica de los Sistemas de Urie Bronfenbrenner,
nos refiere que, “un enfoque ambiental sobre el desarrollo del individuo a través de los
diferentes ambientes en los que se desenvuelve y que influyen en el cambio y en su
desarrollo cognitivo, moral y relacional”. (Álvarez, P. 2015)

Desde esta teoría, Bronfenbrenner menciona que lo envuelven cuatro sistemas


fundamentales que permiten una mayor dimensión sobre las características de cierta
problemática.

1. Microsistema
Constituye el nivel más inmediato o cercano en el que se desarrolla el individuo. Los
escenarios englobados en este sistema son la familia, padres o la escuela.

2. Mesosistema

Incluye la interrelación de dos o más entornos en los que la persona participa de manera
activa. También se puede entender como la vinculación entre microsistemas. Ejemplos
claros pueden ser la relación entre la familia y la escuela, o entre la familia y los amigos.

3. Exosistema

Se refiere a las fuerzas que influyen a lo que sucede en los microsistemas. En este caso, el
individuo no es entendido como un sujeto activo. Lo conforman por ejemplo la naturaleza
del trabajo de los progenitores, relaciones que mantiene un profesor con el resto del
claustro, etc.

Por lo cual, se permitió evaluar de esta misma manera las dinámicas familiares y el entorno
social en el cual se desenvuelven las mujeres pertenecientes de este proyecto, donde se
pudo exponer de forma más específica las características y las afectaciones que influyen
dentro de esta problemática social.

PROPUESTA

ETAPAS

RESULTADOS

(ANEXAR REFERENCIAS)
AFAVIR. (S/F). “Características de la mujer maltratada”. Tomado de:
http://afavir.org/caracteristicas-de-la-mujer-maltratada
Colombian Survivors. (2018). “Sobrevivientes de violencia de género en Colombia
comparten sus historias”. Tomado de:
https://www.international.gc.ca/world-monde/stories-histoires/assets/pdfs/
colombian_survivors-survivantes_colombiennes-esp.pdf
García, A. (2019). “¿Por qué importa hablar sobre violencia de género?”. Tomado de:
https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Por-que-importa-hablar-sobre-violencia-de-
genero-20190306-0065.html
León, A., Morales, F., Arriaga, R, & García, A (2013). “Prevalencia de violencia conyugal
en mujeres de 15 a 45 años en una localidad de Balancán, Tabasco”. Tomado de:
https://www.redalyc.org/pdf/487/48729883003.pdf
Ministerio de justicia y del derecho. (S/F). “Normatividad Vigente sobre Violencia Contra
la Mujer”. Tomado de:
https://www.minjusticia.gov.co/programas-co/conexion-justicia/Documents/Infografias/
NORMATIVIDAD%20VIGENTE.pdf

ONU Mujeres. (2023). “Hechos y cifras: Poner fin a la violencia contra las mujeres”.
Tomado de: https://lac.unwomen.org/es/stories/noticia/2023/11/hechos-y-cifras-poner-fin-
a-la-violencia-contra-las-mujeres
Organización Panamericana de la Salud. (2023). “Violencia contra la mujer”. Tomado de:
https://www.paho.org/es/temas/violencia-contra-mujer
Secretaria de la Mujer. (2017). “Ruta única de atención a mujeres víctimas de violencia y
en riesgo de feminicidio”. Tomado de: https://rutadeatencion.sdmujer.gov.co/
UNFPA. (2023). “Conmemoración Ley Rosa Elvira Cely”. Tomado de:
https://colombia.unfpa.org/es/news/conmemoraci%C3%B3n-ley-rosa-elvira-cely

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