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Nombre

Beatriz De oleo
Matricula
20-SCTN-6-021
Sección
203-CT
Facilitador
Francisco enrique mejía zapata
Fecha
08/04/2021
INDICE

1. ¿Qué es el feminicidio?
2. Diferentes tipos de feminicidios
3. La perspectiva de género
4. Las denuncias
5. La legislación y la débil respuesta del Estado
6. Educar en la igualdad y en una nueva masculinidad
7. Miedo, indiferencia, tolerancia, impunidad

Introducción

La República Dominicana está en los primeros lugares en tasa de


feminicidios en América Latina, que de por sí es la región del mundo donde
estos asesinatos son más frecuentes. De acuerdo a la Procuraduría
General de la República, en 10 años (de 2005 a abril de 2015) han
ocurrido en el país 1033 feminicidios.

Los feminicidios, es decir, el asesinato físico de mujeres, se han


incrementado. Digo físico porque son muchas las mujeres que andan con
el alma destrozada, a causa de maltrato, de injusticias sociales.

El feminicidio suele ocurrir en el hogar como consecuencia de violencia de


género, es un problema que debemos de erradicar ya que son muchas la
vidas que se pierden anual por culpa de este mal.
¿Qué es el feminicidio?
El término “feminicidio” hace referencia a un tipo de homicidio específico en
el que un varón asesina a una mujer, chica o niña por ser de sexo femenino.
A diferencia de otros tipos de asesinato, los feminicidios suelen ocurrir en el
hogar como consecuencia de violencia de género. También se categorizan
dentro de los crímenes de odio, dado que se dan en un contexto en el que
lo femenino ha sido estigmatizado durante años. La palabra “feminicidio”
está en disputa; hay autores que afirman que incluye cualquier asesinato
cuya víctima sea una mujer, independientemente del género de quien lo
cometa o de cuáles sean sus motivaciones. El feminicidio es la
manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia
mujeres. Se produce como consecuencia de cualquier tipo de violencia de
género, como pueden ser las agresiones físicas, la violación, la maternidad
forzada o la mutilación genital.
Diferentes tipos de feminicidios

 Íntimo y familiar
Mientras que los feminicidios familiares son cometidos por varones
dentro de su familia cercana o extendida, el concepto “feminicidio
íntimo” suele usarse para hablar del asesinato de la pareja o la ex
pareja, independientemente de la relación legal entre las dos
personas. El feminicidio íntimo se relaciona con el consumo de alcohol
y otras sustancias y supone un 35% de todos los asesinatos de
mujeres (no sólo los cometidos por hombres), lo cual lo hace el más
frecuente de todos los tipos de feminicidio. El asesinato por honor es
un tipo especial de feminicidio que se comete contra mujeres de las
que se dice que han deshonrado a la familia. Entre los motivos más
habituales de “deshonra” se incluyen ser víctima de violación y ser
acusada de adulterio.

 Feminicidio racial
En los feminicidios raciales el componente de género se suma a un
factor étnico: en estos casos el asesino mata a la víctima tanto por ser
mujer como por tener rasgos culturales y físicos diferentes a los suyos.
Se trata de una mezcla de elementos que generan odio de manera
totalmente irracional, aunque culturalmente inducido por dinámicas
históricas de discriminación.
 Feminicidio en serie
Este tipo de feminicidio suele darse cuando un varón mata a mujeres
de forma repetida para obtener placer sexual sádico. En general estos
asesinatos se producen por trauma o por asfixia. Las víctimas de
feminicidios en serie, como el resto de feminicidios no íntimos, son
más frecuentemente mujeres que trabajan como camareras o como
prostitutas.

La República Dominicana está en los primeros lugares en tasa de


feminicidios en América Latina, que de por sí es la región del mundo donde
estos asesinatos son más frecuentes. De acuerdo a la Procuraduría
General de la República, en 10 años (de 2005 a abril de 2015) han
ocurrido en el país 1033 feminicidios. Sin embargo, esta cifra contabiliza
solo los íntimos (aquellos cometidos por la pareja o expareja) y excluye los
no íntimos (mujeres asesinadas por otros familiares, violaciones por
desconocidos con resultado de muerte, etc.), que se consideran como
simples homicidios.

Según el concepto de feminicidio manejado por la Comisión Económica


para América Latina (CEPAL) y la organización cívica Participación
Ciudadana, que agrupa los íntimos y los no íntimos, en el período 2005-
2018 se produjo un promedio de 188 feminicidios por año. Siguiendo este
mismo criterio, en el período 2011-2016 el país ocupó un vergonzoso
tercer lugar en materia de feminicidios en toda América Latina.
La abogada María Jesús Pola Zapico, que lleva décadas ocupándose de
esta problemática, sospecha que el promedio anual en la República
Dominicana supera la cifra de 200, pues considera que ni la Policía
Nacional ni el INACIF, que son las fuentes utilizadas por la Procuraduría
General de la República, tienen las condiciones científicas que se
requieren para el adecuado registro de estos crímenes.
Y si nos detenemos en la violencia física sin resultado de muerte, un alto
porcentaje de las mujeres dominicanas de entre 15 y 49 años afirma
haberla sufrido. Nada menos que el 26%, según la Encuesta Demográfica
y de Salud (Endesa) 2013.

La perspectiva de género
La violencia ejercida contra las mujeres se ha querido relacionar a menudo
con el alcoholismo, el consumo de drogas, incluso con la salud mental.
Pero lo que permite explicar el fenómeno es la perspectiva de género, que
se puede definir como el enfoque que hace visibles las relaciones de poder
que existen entre hombres y mujeres. La palabra género, a diferencia de la
palabra sexo, alude a una construcción cultural de lo que significa ser
hombre y ser mujer en una determinada sociedad.
La escritora y feminista italiana Dacia Mariani lo ha explicado con sencillez
contundente en una entrevista al periódico español El País: una cierta
cultura masculina no acepta la idea de que la mujer sea libre, y quiere
humillarla. El feminicidio es siempre igual. Tienes una pareja, y por lo que
sea ella dice que se va. Entonces sale a la luz el sentimiento de la
posesión. Los hombres

Las denuncias
La violencia de género es el delito más denunciado en el país (a pesar del
enorme su registro existente, pues muchos de estos casos no se traducen
en denuncias, como también lo documenta Endesa 2013). En 2017 se
sometieron, según datos de la Procuraduría General de la República,
59,391 denuncias de violencia de género y 5,808 de delitos sexuales, y se
emitieron 17,148 órdenes de protección. Pero solo el 4% de las denuncias
llegó a los juzgados y apenas el 2% terminó con una sanción penal.
Hasta el año 2012, cuando una mujer recibía una orden de protección,
tenía que enfrentarse en muchos casos al amargo trago de entregarla
personalmente al agresor debido a la falta de personal especializado. Esta
anomalía se ha corregido en los últimos años y se ha prohibido dicha
práctica, así como la entrega de citaciones u órdenes de arresto por parte
de las víctimas. Pero las órdenes de protección se quedan a menudo en
letra muerta pues no existen mecanismos de seguimiento, y en no pocos
casos contribuyen a aumentar la ira del agresor.

La legislación y la débil respuesta del Estado


Desde finales del siglo pasado, se han ido aprobando en el mundo leyes
para proteger a las mujeres, denominadas «de primera generación». En
una etapa posterior, han aparecido las leyes «de segunda generación»,
que imponen mayores sanciones, hacen hincapié en la prevención y en la
atención y reparación a las víctimas, o eliminan la posibilidad de
conciliación entre víctima y agresor.
La República Dominicana solo cuenta con una ley de primera generación,
que es del año 1997 y fue muy importante en su momento. En la
actualidad tenemos dos proyectos legislativos que corresponden a dos
enfoques muy diferentes de la violencia de género y de la mujer. Uno de
ellos lo presentó el senador Félix Bautista y ya ha sido aprobado en el
Senado. Según diferentes entidades como el Ministerio de la Mujer,
Participación Ciudadana, el Centro de Estudios de Género del Intec y los
distintos colectivos que defienden los derechos de las mujeres, aunque
este proyecto tipifica el delito de feminicidio y endurece las penas, supone
en ciertos aspectos un retroceso respecto al marco legal existente y
adolece de graves deficiencias, entre ellas, que limita el feminicidio al
ámbito íntimo y a las víctimas colaterales, y que carece de un abordaje
integral de la problemática.
Educar en la igualdad y en una nueva masculinidad
Para atajar el problema de raíz es preciso empezar a educar en la igualdad
y contrarrestar el imaginario machista en todos los ámbitos. Este es un
proceso de largo aliento. La violencia de género es estructural y solo se
puede combatir desde la base. A la hora de desmontar estereotipos y
conductas basados en la inferioridad, en la subordinación o en la
cosificación de las mujeres, juegan un papel fundamental las familias, las
escuelas y las iglesias, estas últimas a menudo renuentes al enfoque de
género, que es el único que permite combatir la desigualdad que se
traduce en violencia y asesinatos.
Urge una campaña coherente a través de los medios de comunicación y
las redes sociales que promueva una nueva masculinidad. En un país
donde las distintas instituciones estatales gastan tantos millones en
promocionarse, podrían usarse esos recursos para educar y concienciar a
la población a fin de erradicar esta lacra. Urge también incluir en el
currículum educativo contenidos que prevengan la violencia de género, así
como en el de determinadas carreras como Medicina o Derecho, pues los
profesionales de esas áreas deben tener sensibilidad y empatía para
contribuir al abordaje del problema.

Miedo, indiferencia, tolerancia, impunidad


Escenas de violencia de género como las que describí al principio de estas
páginas son demasiado comunes. Todos conocemos a mujeres que las
han sufrido en algún momento, y eso, aunque parezca paradójico, en vez
de movilizarnos, nos insensibiliza de alguna manera y nos paraliza. Estos
casos ilustran la complejidad del problema y los diferentes actores y
actitudes que intervienen en un caso de violencia de género. El terror de la
víctima y el temor más difuso de quienes intentan intervenir, anticipando
posibles represalias. La indiferencia o la tolerancia. La impunidad tras la
intervención de la autoridad. De todo eso se alimentan los feminicidios y la
violencia machista.
Conclusión

En esta pequeña investigación pudimos ver como los feminicidios están


relacionados muchas veces a la crianza recibida por los padres, mismo
padres que no educan a sus hijos con buenos valores y amor propio, yo
entiendo que esta es una de las causas por la cual existen tanto
feminicidios y/o violencia de genero contra la mujer, y es la falta de amor
propio, la falta de independencia, la mujer debe de ser proactiva,
empoderarse y tener más confianza en ella misma, dejar de pensar que
para poder ser felices y exitosas necesitan de un hombre a su lado.
Muchas veces entiendo que las mujeres tienen la culpa del maltrato
doméstico que reciben por parte de sus parejas, ya que esta siempre
mantiene una actitud de sumisión y obediencia ante las injusticia de los
mismo, e incluso en muchas ocasiones justifican el acto de violencia con la
patética excusa de que es por amor o porque ellas misma provocaron ese
comportamiento.
Bibliografía.

Participación Ciudadana (2019), La violencia de género en la República


Dominicana. Un enfoque desde las estadísticas provistas por el Estado
dominicano entre 2005-2018.
«Antes las mujeres se callaban, no hacía falta matarlas» (Dacia Maraini,
entrevistada por Iñigo Domínguez), El País, 7 de mayo de 2019.
ONE (julio de 2014), «Mujeres víctimas de violencia por parte de sus
parejas o exparejas en República Dominicana, datos de la ENDESA
2013», Boletín mensual, año 6, n.o 70.
ONE (septiembre de 2014), «Algunos factores asociados a la violencia
conyugal en República Dominicana, ENDESA 2013», Boletín mensual, año
6, n.o 72.
Rosario Espinal (2012), «Crisis de la masculinidad machista», Hoy, 10 de
julio.
Centro de Estudios de Género de Intec (marzo de 2019), «Históricas
barreras socioculturales y político-económicas coartan desarrollo integral
de las mujeres en la República Dominicana»,
http://intec.edu.do/downloads/documents/CEG/Historicas_barreras_socioc
ulturales_y_politico-
economicas_coartan_desarrollo_integral_de_las_mujeres_en_la_Republic
a_Dominicana.pdf.
Susi Pola, entrevistada en el programa radial Solo para mujeres, junio de
2018.
Gabriela Read y Virginia Antares Rodríguez (agosto de 2015), «La
cobertura periodística de los feminicidios en República Dominicana:
sensacionalista y limitada», https://www.oxfam.org/es/republica-
dominicana/la-cobertura-periodistica-de-los-feminicidios-en-republica-
dominicana.

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