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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE


DERECHO

ARTÍCULO DE OPINIÓN

“¡No más muertes inocentes!, el feminicidio y su


atentado a la mujer”

Asignatura: CONSTITUCION Y DERECHOS HUMANOS

Autora:

García Urrunaga, Damaris Ruth

Docente:

Mario Alejandro Ollague Díaz

Tarapoto – Perú

2019
I. INTRODUCCIÓN

En la actualidad es muy frecuente hablar de la violencia hacia la mujer, incrementando


a nivel nacional hechos que atentan en contra los derechos fundamentales de una persona
como la dignidad, la libertad y la vida.

Entre ellos el feminicidio el cual es una expresión que viene siendo cada vez más,
utilizado en las naciones latinoamericanas y siendo tipificado como un delito en varios
países.

¿En qué consiste este terrible crimen? Según la definición proporcionada por el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables - MIMP, el feminicidio se define como
el asesinato de las mujeres perpetrado por los hombres por el solo hecho de ser mujeres.

Según la Organización Mundial de la Salud (2016), La violencia contra la mujer, artículo


científico. Es definida como "todo acto de violencia de género que resulte o pueda tener
como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas
de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la
vida pública como en la privada". Este tipo de violencia se puede dar entre parejas o
exparejas e integrantes del grupo familiar.

Según un autor conocido Larraín (2014) refiere que: La violencia hacia la mujer es el
crimen encubierto más numeroso del mundo, la violencia contra las mujeres,
especialmente la que ocurre en el hogar, es una práctica que ha sido legitimada durante
siglo, sus manifestaciones generalmente no pasa de ser “anécdotas de la vida diaria” y
solo trascienden a titular de las noticias cuando adquieren un carácter espectacular. (p.17)

Hay muchas formas de conceptualizar el término feminicidio, empezando por el análisis


de la realidad en lo general de la violencia hacia la mujer.

Si bien es cierto que en los dos últimos años hemos podido ver que éstos horrorosos
crímenes aumentaron y la forma de realizarlo es cada vez mas aterrador, no solo se trata
de palabras fuertes, golpes hasta dejar inconscientes, violaciones, sino también muertes
de personas inocentes que su único error fue confiar de sus familiares más cercanos o
personas de confianzas (parejas, novios, amigos).
II. OPINIÓN

La violencia no solo es algo penoso, sino una muestra de completa irracionalidad de los
seres huma mencionando a la violencia en términos generales.

La violencia no distingue raza, religión, color, cultura, costumbres ni región, en estos


últimos años en la mayoría de las regiones a diario es registrado un caso de denuncia de
violencia o desapariciones humanas que con el tiempo se confirma con muertes, en
muchos de ellos es considerado un feminicidio.

Las personas aún no toman conciencia de este fenómeno social y no denuncian a su


agresor oportunamente ante las autoridades pertinentes, violencia que aumentan año tras
año y poco o nada se ha podido hacer para frenar las agresiones hacia las mujeres.

Resulta increíble que las mujeres agredidas no busquen ayuda, simplemente porque no
lo creen necesario porque creen o tienen esperanzas de que su agresor cambie, ya que es
común que el agresor después de maltratar a la víctima muestra arrepentimiento y ésta
cree en ello, o porque tienen vergüenza de hacer las denuncias respectivas, porque no
saben a dónde ir o por el simple hecho de tener temor y miedo a ser golpeadas
nuevamente si denuncian ante las autoridades la agresión sufrida por parte de sus
agresores, porque muchas veces el hecho de denunciar al agresor hace que éste se vuelva
más violento y en venganza a una denuncia que pueda realizar la víctima éste lo agreda
de manera mucho más violenta.

La violencia contra la mujer es uno de los mayores males y daños que se infringe a la
sociedad, porque daña al núcleo de una sociedad que es la familia, donde la mujer cumple
un rol fundamental como fuente de vida y de amor; y vemos que hasta el día de hoy, los
intentos por controlar los tipos de violencia contra las mujeres son lentos en comparación
con las manifestaciones de violencia, aunque se estén haciendo esfuerzos importantes;
llegando a una realidad que es totalmente innegable, es que los niveles de violencia son
altos y continúan creciendo. Asimismo, ante toda esta situación los medios de
comunicación, la escuela, la sociedad, las redes sociales, son los que tiene un papel
importante en la socialización de género y de tolerancia cero a la violencia, ya que estos
medios tienen una presencia cotidiana en la gente.
Por eso es importante concientizar a la población sobre las consecuencias de la violencia,
no esperar otra víctima más para poder tener una iniciativa.

Sin duda todo éste tema es consecuencia de la cultura machista que se cultiva en nuestra
sociedad dentro de los hogares y que se reproducen de generación en generación. Como
una de las causas de este tipo de muerte encontramos a los celos, que terminan en este
tipo de actuaciones y resultados tan trágicos. Puede asegurarse que la violencia contra
las mujeres se ha instalado en un espacio de preocupación social y política, que tiene que
ser enfrentado y solucionado por el mismo Estado.

Es increíble que en pleno siglo XXI pueda darse éste tipo de actitudes, en donde la mujer
empezó a tener una mayor participación en la sociedad y se empieza con el tema de
empoderamiento de mujeres para así tener una sociedad con igualdad de derechos sin
importar el sexo y condición sociocultural que se puedan encontrar.

Aunque el término apareció en la segunda mitad del siglo pasado y su validación actual
certifica que aquellos conceptos políticos que se construyeron por la alianza entre los
movimientos sociales y académicos, sientan las bases para un cambio social sin
precedente.

Es importante que el estado, mediante sus órganos de control que trabajan en el tema de
mujer, puedan tomar estrategias para poder empezar a sensibilizar en tema de violencia,
empezando en sociedades vulnerables, donde el machismo parte como ley en las
familias.

Los celos también forma parte de este contexto, constituyen el móvil mas importante de
los crímenes pasionales, es la causa más frecuente del homicidio o asesinato causado a
la mujer por su esposo, enamorado o compañero de vida como consecuencias de sus
sentimientos de culpa, generados por la pérdida para siempre del ser amado.

Los celos se observan por igual en ambos sexos, pero llegar al asesinato es muy raro en
la mujer. Es el hombre quien llega al extremo de dar muerte por celos a su pareja.
Esta diferente de comportamiento del hombre y la mujer encuentra explicación en las
características de la cultura machista que prevalece en nuestra sociedad.

En la cultura machista, es el hombre quien manda y ordena, la mujer obedece. El hombre


es el dueño de la mujer, es allí donde se detecta expresiones como “mi mujer “, “ella es
mía”, “si no es mía no es de nadie”, comportamiento que no hace prevalecer la dignidad
de la mujer.

Basta ya de crímenes! Los medios de comunicación difunden cada semana el incremento


de agresiones y asesinatos a mujeres, y la sensación de indolencia va ganando terreno
entre los peruanos.

Y nosotros no hacemos nada más que organizar marchas de sensibilización o comentar


mediante las redes sociales, cuando a diario muchas mujeres son maltratadas y
amenazadas por sus parejas.

A nivel nacional, se realizan en promedio 48 denuncias de violación sexual y maltrato


físico al día, según el reporte del Ministerio Público. A pesar de la cantidad de delitos
contra la libertad sexual que se registran diariamente, en nuestro país la tasa de
impunidad es alta. Muchos son delitos encubiertos, no son denunciados, y de los
registrados, el 90% de estos delitos quedan impunes.

Es por éstas cifras muchas mujeres desisten denunciar casos de violencia, ya que a pesar
de mostrar su vivencia o pruebas en contra de su agresor, el estado no actua de forma
precisa en contra de éstos depravados.

La falta de credibilidad en nuestra justicia, hace que muchas mujeres no denuncien casos
de violencia, y cuando lo hacen ya es demasiado tarde.

La forma mas operanti de violencia a la mujer es el abuso sexual, es una realidad que se
presenta en todo el país y tiene secuelas terribles en las mujeres: daña sus cuerpos y salud
mental, afectando sus proyectos de vida y el ejercicio de su sexualidad. Ante esta
problemática y para revertir la impunidad, DEMUS y sus aliadas vienen impulsando la
campaña: “Mujer que se escuche tu voz: Un hombre no viola y comparto a favor de
peticiones que se viene realizando para poder hacer justicia mediante ley.
III. ARGUMENTACIÓN

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (2006) con respecto al Marco


Normativo Nacional hacen la siguiente recopilación:

Ley Nº 28983. Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres


(16.03.2007). Establece las garantías para el ejercicio de derechos y acceso a
oportunidades sin discriminación, entre ellos el acceso a la justicia.

Ley 26842. Ley General de Salud (27.07.97). Establece el derecho a la recuperación,


rehabilitación de la salud física y mental, así como del consentimiento informado, clave
para prevenir la violencia hacia las mujeres desde la prestación de servicios y para que
ellas puedan tomar decisiones libres.

D.S. 006-97- JUS. Texto Único Ordenado de la Ley Nº 26260 y su reglamento aprobado
mediante D.S. Nº 002 – 98 – JUS, Ley de Protección Frente a la Violencia Familiar
(25/02/98). Señala las políticas orientadas directamente a la erradicación de la violencia
familiar; establece el proceso de denuncia, investigación y sanción frente a casos de
violencia familiar. Código Penal de 1991 y modificatorias. Incorpora figuras que
criminalizan distintas modalidades de violencia familiar y sexual contra las mujeres.

Por más que existen leyes que protejan todo tipo de violencia, el agresor es pertinente al
realizar su fechoría.

El feminicidio en el Perú, no es algo que se encuentre alejado de la realidad, sino, por el


contrario se encuentra latente en cada uno de los estratos sociales, en unos con mayor
índice que en otros. Algunas de estas víctimas acudieron a diferentes instituciones en
busca de ayuda pero sus intentos no prosperaron debido al desinterés de las autoridades,
o de la debilidad de las leyes para juzgar a los victimarios.

En el Perú se han dado importantes avances jurídicos y de políticas de estado para


prevenir, condenar y suprimir el feminicidio; y pero muchas veces solo es letra muerta
ya que cuando las victimas denuncian malos tratos y agresiones contra su integridad las
autoridades hacen poco por ellas convirtiéndose de esta forma en mujeres proclives a ser
asesinadas.
El 27 de diciembre del 2018 se publicó la Ley 29819, que incorpora el delito de
feminicidio en el Código Penal. De ahora en adelante quien mata a una mujer, quien ha
sido su cónyuge, conviviente o con quien haya sostenido una relación análoga será
castigado con pena privativa de libertad no menor de quince años.

En el ámbito del derecho, es importante que los profesionales estén al día sobre las
nuevas modificaciones de leyes que apoyan el tema de erradicación de violencia, ya que
es esencial la forma como involucran y llevan éstos caso para hacer justicia y evitar más
muertes.

La tipificación del feminicidio como delito autónomo, generó un debate con opiniones a
favor y en contra. Desde la lectura de las principales organizaciones de mujeres, se
consideró que la incorporación de este crimen en la normativa penal, tiene y tuvo varias
ventajas.

En primer lugar, permitió posicionar el tema en su especificidad y poner en evidencia


factores y contextos que tradicionalmente no se toman en cuenta cuando se investigan y
juzgan los homicidios. De otro lado, abrió la oportunidad de colocar a la mujer como
sujeta de protección y a la sanción de la violencia de género como un propósito en sí. En
tercer lugar, brindó herramientas para la incidencia con autoridades, y permite
actualmente movilizar acciones para exigir la debida diligencia.

Guillermina Díaz (2015); señala que los asesinatos de mujeres ocurridos en nuestro país,
no se han detenido o disminuido en la mayoría de los casos, sino por el contrario estos
se han incrementado y con mayor agresividad, a pesar de que el Estado ha aprobado el
plan nacional contra la violencia hacia la mujer 2009-2015 y a nivel de normas legales
ha promulgado la ley No. 26260 Ley de protección contra la Violencia Familiar; ambas
normativas no han continuado con el éxito deseado, especialmente en el período 2014-
2015, debido a diversos factores que involucran a las entidades del gobierno, conforme
lo que refiere CEPAL (2015).

La concientización depende de todos, empecemos por el autoestima y poner en práctica


que en ésta vida no hay nadie mas importante que uno mismo, enseñemos que la familia
es un núcleo importante y todos sus miembros son valiosos e iguales.
IV. CONCLUSIÓN

La violencia contra las mujeres tiene su origen en el seno del núcleo familiar, y la
sociedad, la política y la educación no consiguen erradicarla, ni tan siquiera evitarla,
porque la violencia contra las mujeres es intrínseca a una sociedad en la que las
mujeres experimentan opresión familiar en forma de esclavitud doméstica, debido al
papel desigual de la mujer en los trabajos reproductivos y de los cuidados.

Las políticas públicas ejecutadas por el Estado para frenar los asesinatos de mujeres
o feminicidio, deben estar enfocadas en el cambio de patrones culturales, a fin de que
se modifique la concepción patriarcal existente en nuestra sociedad. Asimismo,
deben cumplir con metas y objetivos priorizando en todo momento las acciones de
prevención desde la educación.

Sin bien es cierto se han creado instancias para brindar protección a las mujeres como
respuesta a la presencia del Feminicidio, estas aún son insuficientes; desde la
transversalizaciòn de las políticas, se debería asegurar que para la ejecución de las
mismas los operadores del Estado deben ser capacitados permanentemente en la
acción que le respecta, a fin de tener mejores resultados
V. REFERENCIAS
1. Pacheco Arévalo B. El feminicidio y la violencia de género en la provincia
de Ocaña, Norte de Santander, entre los años 2004-2011: Análisis social de
la comunidad y la normativa imperante en Colombia. Tesis. Universidad
Industrial de Santander. Colombia. 2013.

2. Arriola Céspedes I. Obstáculos en el acceso a la justicia de víctimas de


violencia psicológica en el procedimiento de violencia familiar nacional.
¿Decisiones justas con enfoque de derechos humanos y de género? Análisis
de casos con resolución de la Segunda Sala de Familia de Lima entre
setiembre – diciembre 2011. Tesis. PUCP. Lima. 2013.

3. Sánchez Barrenechea J. Si me dejas, te mato. El feminicidio uxoricida en


Lima. Tesis. PUCP. Lima. 2012.

4. Almeras D. y Calderón Magaña C. (coordinadoras), Si no se cuenta, no


cuenta, CEPAL, Santiago de Chile. 2012.

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