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Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-

Centro Universitario de Zacapa -CUNZAC-

Licenciada Karol Vargas

Derecho Penal II

IV semetre

Análisis de la película Philadelphia

Greisy Dania Isabel Ramirez Flores

Carnet: 202143127
Análisis Película Philadelphia
La película Philadelphia, es una excelente película que nos da la pauta de reflexionar, dicha
película fue firmada en 1993, se basa en un Hombre que es un excelente abogado y es
contratado para una firma de abogados de una prestigiosa empresa, en la cual el llevo los
casos legales.
El protagonista es un hombre estadunidense, que durante su ejercicio de su profesión
mantiene en secreto su sexualidad y enfermedad hasta que esta comienza a deteriorar su salud
y se hace notorio obviamente por las heridas visibles de esta enfermedad. la firma de
abogados de esta empresa empieza las sospechas de una posible enfermedad.
Por el hecho de su enfermedad y su preferencia sexual fue discriminado por todos los de su
alrededor, incluso en la firma de abogados de la empresa que pertenecía buscaron la escusa
del despido, pero obviamente no fue justificado ya que el caso que lo acusan de descuido y
negligencia. Fue ganado ante el tribunal, el caso fue un éxito más para el abogado, pero aun
así los de la firma de abogados de la empresa no querían tener contacto con él.
Se realizo el despido, y el abogo busca la manera de pelear ante la justicia su caso, por ende,
busca a otro excelente y éxito colega. Pero este al enterarse de su enfermedad no quiso
brindarle el apoyo en llevar el caso ya que tiene cierta discriminación ante las personas con
esta enfermedad.
Lo curioso es que el abogado es de piel morena y por mucho tiempo las personas de piel
morena han sido discriminadas por su color de piel y sus oportunidades muchas veces fueron
limitadas.
El abogado le narra su historia a su colega, le comento que ha sido saboteado que no había
razón justificada para decir que era un incompetente debido a su gran capacidad y dedicación,
y expresa que la razón de su despido era que había sido por su enfermedad. pero su colega
no ve en su historia con motivo para llevar un juicio contra una firma tan prestigiosa y
poderosa.
Evidentemente si había razón para llevar un juicio, pero el abogado tenía otra razón por las
cuales no quería representarlo ya que tenía una mentalidad homofóbica, discriminatorio y
miedo a esta enfermedad que poseía su colega.
A pesar de la discriminación que sufrió el abogado en varias ocasiones él contaba con el
apoyo incondicional de su familia y de su pareja. Consciente de que por su enfermedad no
iba a encontrar algún abogado para defenderse en un juicio, toma la decisión de llevar el caso
el mismo.
Así que va a la biblioteca y la mayoría de las personas lo ven con indiferencia, justamente en
el mismo lugar se encuentra su colega el cual logra percibir y comprende la injusticia y la
inhumanidad con la que es tratado el abogado, se conmueve y decide apoyarlo en llevar el
caso.
Durante el tiempo que se llevó a cabo el caso los abogados tuvieron grandes obstáculos ya
que la empresa demanda contrato a una abogada que los atacaba con astucia e inteligencia.
Los dos abogados forjaron una amistad completamente inesperada por la homofobia que
tenia el abogado defensor. Pero aun así fue derribando poco a poco sus prejuicios en contra
de los homosexuales y en contra de las personas que poseen la enfermedad de VIH.
Después de una larga batalla en el caso, la amistad y la honradez de los dos abogados, hacen
que los demandados sean desenmascarados y sale a luz la corrupción y la discriminación que
tuvieron en contra del abofado Andy y así logran ganar el juicio.

Criterio Personal:
La película nos demuestra las grandes batallas que las personas tiene que llevar por la
discriminación que tienen hacia ellos. Cuando discriminamos dañamos los derechos de las
personas simplemente por ser quienes son, por tener distinto color de piel, por su raza,
religión, su orientación sexual, por su edad, por su estado de salud o por pensar de una manera
distinta.
Todos tenemos derechos a ser tratados por igual, con independencia de cualquier razón. Pero
es muy común ver o escuchar en nuestro alrededor como algunas personas son discriminadas.
En muchas ocasiones la intolerancia, el odio y la discriminación causan una fractura cada
vez mayor en las sociedades. De forma sistemática y muchas veces involuntarias se le niega
a las personas la totalidad de sus derechos humanos por ser distintos.
En la película philadelphia vemos como discriminan a una persona por su estado de salud y
por su orientación sexual. En todo el mundo, las personas sufren mucha desigualdad por amar
a quien aman, por sentirse atraídas por determinadas personas.
Estas personas son tratadas injustamente en todas las esferas de su vida, ya sea en el ámbito
de la educación, el empleo, en sus familias. Y aparte de la discriminación también sufren
acoso y violencia. Es muy difícil y en la mayoría de los casos casi imposible, vivir su vida
en libertad y obtener justicia por los abusos sufridos cuando las leyes no están de su parte.
EL APARTHEID en la historia
Para empezar, debe reconocerse que el apartheid fue un caso único de racismo flagrante. El
Partido Nacional, que llegó al poder en Sudáfrica en 1948, hizo del apartheid una política de
Estado y propugnó la perniciosa ideología de que personas de origen racial diferente no
podían convivir en igualdad y armonía.
Las cuatro décadas de segregación racial generaron desigualdad y pobreza en Sudáfrica. Las
principales consecuencias del apartheid fueron: Los sudafricanos se convirtieron en una
sociedad estructuralmente desigual; con un acceso diferencial a derechos, recursos y
servicios básicos.
En 1948, asumió el poder el Partido Nacional liderado por Daniel F. Malan, del núcleo
afrikáner, quien expresó durante su campaña la necesidad de profundizar la segregación
racial para potenciar el desarrollo económico del país. Desde entonces, se aprobaron
diferentes leyes que fueron limitando, cada vez más, las libertades y derechos de toda la
población no blanca. Podemos agrupar estas leyes en los siguientes grupos:
Leyes de segregación civil:
Ley de prohibición de matrimonios mixtos (1949), Ley de Inmoralidad (1950), Ley de
Registro de Población (1950). Mediante estas normativas, se prohibieron las relaciones
sexuales y matrimoniales entre personas de diferente raza. Se realizó la clasificación legal de
las personas según el color de piel y los ascendentes de sangre.
Leyes de segregación espacial:
Ley de agrupación por áreas (1950), Ley de Nativos [agregados y enmiendas] (1952, 1956),
Ley de servicios públicos separados (1953), Ley de reubicación de nativos (1954). Se
delimitaron los espacios de residencia, las zonas de tránsito y el acceso a los servicios
públicos para cada grupo étnico. Además, la discriminación estableció el privilegio para la
población blanca, al especificar que no era necesario equiparar la calidad de las instalaciones
o espacios reservados para cada grupo.
Las zonas urbanas quedaron reservadas para la población blanca. Toda la población no blanca
debía llevar un “pase” que especificaba las zonas de tránsito habilitadas y en el que figuraba
la autorización temporal para ingresar a zonas de blancos.
Leyes de segregación laboral:
Ley de trabajo de nativos (1953), Ley modificatoria del trabajo negro (1954).
Se prohibió la participación de personas negras en huelgas laborales y se establecieron pautas
regulatorias de los conflictos laborales con la población negra.
Leyes de segregación política:
Ley de supresión del comunismo (1951), Ley de Promoción de Autogobierno Bantú (1959),
Ley de Alcaldías Urbanas Bantú (1960), Ley Antiterrorista (1967). Los partidos y
expresiones comunistas quedaron prohibidos. Además, con esta ley, cualquier acción de
protesta y oposición al régimen era definida como una expresión comunista y, por lo tanto,
reprimida. El gobierno sudafricano podía además arrestar a cualquier persona que
considerara políticamente peligrosa. Se eliminó además la participación de representantes
negros en el Parlamento.
La Ley de Autogobierno estableció la creación de diez “bantustanes” como nuevas naciones
dentro del país, donde cada persona asignada debía instalarse. Esta subdivisión legitimaba la
idea de que la población negra no tenía derechos de ciudadanía para el gobierno sudafricano.
Leyes de segregación educativa y social:
Ley de Educación Bantú (1953), Ley de extensión de educación universitaria (1959). Se
crearon instituciones y programas educativos especiales “para la naturaleza y necesidades del
pueblo negro”, con el objetivo de preparar a las personas negras para aceptar la subordinación
al sistema de segregación y para trabajar en los rubros laborales destinados a la población
negra. Se prohibió el ingreso de negros en universidades reservadas para blancos.
El desmembramiento del bloque comunista a finales de la década de los ochenta cambió el
panorama internacional. Las potencias occidentales, como Estados Unidos, dejaron de
apoyar al gobierno del apartheid y comenzaron a implementar medidas de aislamiento
político y económico a Sudáfrica. Algunos estados occidentales prohibieron a sus compañías
hacer negocios en el país y se establecieron sanciones económicas desde la ONU. Los
diferentes comités deportivos internacionales prohibieron la participación sudafricana
mientras no se levantaran las políticas racistas; los Juegos Olímpicos, la FIA, la FIFA, la
Copa Davis y la Rugby World excluyeron al país de sus competencias.
La economía sudafricana entró en una crisis que fue agravada por la baja del precio
internacional del oro. En 1985, el país se declaró en estado de emergencia y los políticos
blancos afrikáners del Partido Nacional comprendieron que el apartheid se estaba
convirtiendo en un sistema insostenible. El presidente Pieter W. Botha inició algunas
medidas para frenar el descontento de la población negra. Pero fue recién en 1989, con el
presidente Frederik Le Klerk, que el Partido Nacional comenzó la transición hacia una
Sudáfrica sin segregación racial.
En 1990, empezó el proceso de eliminación de las leyes discriminatorias. Se legalizó la
actividad del Congreso Nacional Africano y se liberó a los diferentes presos políticos, entre
ellos a Nelson Mandela. Luego, se iniciaron las negociaciones con representantes de los
diferentes grupos políticos. Al año siguiente, se derogaron todas las leyes discriminatorias y
se acordó la creación de una nueva Constitución nacional.
En 1993, la nueva Constitución estableció los derechos fundamentales de todos los
sudafricanos sin distinción de raza y la participación libre para toda la población mayor de
edad en las próximas elecciones presidenciales. Al año siguiente, Nelson Mandela fue
elegido presidente.
EL APARTHEID en la actualidad
Las Naciones Unidas se han ocupado de la discriminación racial desde sus albores. El 19 de
noviembre de 1946, en su primer período de sesiones, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó una resolución en la que declaraba que “está entre los intereses superiores de
la humanidad el poner fin inmediatamente a las persecuciones y manifestaciones de prejuicio
religioso como del que se ha dado en llamar racial”, e invitó “a los gobiernos y autoridades
responsables a que actúen de acuerdo tanto con el espíritu como con la letra de la Carta de
las Naciones Unidas y tomen con este fin las medidas más rápidas y enérgicas”.
La discriminación racial se convirtió en uno de los temas principales del programa de las
Naciones Unidas después de que los países africanos lograran la independencia y que la
masacre de Sharpeville (Sudáfrica) el 21 de marzo de 1960 sensibilizara a la opinión pública
mundial respecto de los peligros del apartheid y de la discriminación racial. En 1963, la
Asamblea aprobó la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
racial, germen de la Convención Internacional de 1965. La Asamblea declaró el Año
Internacional de la Lucha contra la Discriminación Racial en 1971 y, a partir de 1973, y los
tres Decenios de la Lucha contra el Racismo y la Discriminación Racial, así como el Año
Internacional de la Movilización contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia
y las Formas Conexas de Intolerancia en 2001. Las Naciones Unidas también organizaron
dos conferencias mundiales contra la discriminación racial, la última de las cuales fue la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas
Conexas de Intolerancia, celebrada en Durban (Sudáfrica) en 2001.
La Asamblea General, el Consejo Económico y Social y la Comisión de Derechos Humanos
han dedicado miles de reuniones a debatir la discriminación racial y han adoptado cientos de
resoluciones al respecto. Otros organismos de las Naciones Unidas, en particular la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), han contribuido de forma significativa a
esta labor común. En la actualidad, todos los gobiernos condenan la discriminación racial y
la mayoría de los Estados Miembros han derogado la legislación discriminatoria por motivos
de raza. El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, órgano de expertos
independientes que supervisa la aplicación de la Convención Internacional, ha logrado
persuadir a algunos gobiernos para que adopten medidas adicionales. No deben minimizarse
los progresos logrados con esta labor. No obstante, en la Conferencia de Durban se observó
con grave preocupación que, pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, un sinfín de
seres humanos seguían siendo víctimas de la discriminación racial. Nuevos fenómenos a
nivel mundial, como el gran aumento de la migración, han tenido como consecuencia el
resurgimiento de manifestaciones de racismo. La xenofobia también ha dado lugar a
conflictos violentos, e incluso al genocidio. ¿Por qué la comunidad internacional, que obtuvo
un notable éxito en la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, no ha podido eliminar todavía
la discriminación racial de la faz de la Tierra? ¿Quedan aún lecciones por aprender de la
lucha contra el apartheid? Para empezar, debe reconocerse que el apartheid fue un caso único
de racismo flagrante.
El Partido Nacional, que llegó al poder en Sudáfrica en 1948, hizo del apartheid una política
de Estado y propugnó la perniciosa ideología de que personas de origen racial diferente no
podían convivir en igualdad y armonía. Los gobiernos sucesivos reforzaron el legado de la
opresión racista contra la población que no fuera blanca (los indígenas africanos, las personas
de origen asiático y los mestizos), que constituía más del 80% de la población. La liberación
nacional, en lugar de los derechos humanos, se convirtió en el objetivo de la lucha contra la
tiranía racista.
El apartheid era una afrenta para los países de África y Asia que estaban independizándose
del régimen colonial. Esos países, que pidieron que las Naciones Unidas consideraran que la
grave situación de Sudáfrica constituía una amenaza contra la paz internacional y adoptaran
medidas eficaces, incluidas sanciones, para liberar al pueblo sudafricano, recibieron el apoyo
de mayorías cada vez más importantes en las Naciones Unidas.
La liberación de Sudáfrica de la tiranía racista y la reconciliación nacional subsiguiente
fueron fruto de la lucha del pueblo sudafricano y de las iniciativas internacionales
promovidas por las Naciones Unidas durante casi medio siglo. Aunque el régimen racista
minoritario fue reemplazado por un Gobierno democrático sin distinciones raciales y las
principales leyes racistas se derogaron en el proceso, quedó al nuevo Gobierno la tarea de
eliminar los vestigios del apartheid y sus secuelas. En la actualidad, ningún Gobierno
propugna el racismo y el problema no radica en la promulgación de leyes racistas. Las
víctimas de la opresión y la discriminación racial suelen ser las minorías o los que no son
nacionales. La discriminación racial en países concretos se considera una cuestión de
derechos humanos en lugar de una amenaza para la paz.
Aunque se hayan aprobado por unanimidad declaraciones y resoluciones de las Naciones
Unidas, algunos gobiernos no han dado muestras de la voluntad política necesaria para luchar
contra prejuicios ancestrales, desigualdades tradicionales o consuetudinarias, o incluso la
violencia contra comunidades oprimidas. Políticos y partidos políticos incitan a la hostilidad
racial, mientras autoridades públicas y funcionarios locales hacen caso omiso de la
legislación nacional sobre igualdad racial. Las comunidades oprimidas siguen teniendo
escasa representación en las fuerzas policiales, la judicatura, las asambleas legislativas y
otros órganos decisorios. Los gobiernos son reacios a denunciar la discriminación racial en
otros países, a no ser que sus propios ciudadanos sean víctimas de ella. De ahí que la opresión
racista en países concretos aparezca raramente en el programa de órganos principales de las
Naciones Unidas.
En el decenio de 1960 hubo un punto muerto en las sanciones contra Sudáfrica debido a la
oposición de sus socios comerciales y las Naciones Unidas pusieron en marcha una campaña
internacional contra el apartheid para alentar a gobiernos, organizaciones no
gubernamentales (ONG) y particulares comprometidos a que aplicaran una amplia gama de
medidas para aislar al régimen sudafricano y a sus partidarios y apoyar al movimiento de
liberación. Escritores, artistas, músicos y deportistas, entre otros, se movilizaron en apoyo
del movimiento de liberación, cuyos representantes recibieron la condición de observadores
en las Naciones Unidas y participaron en la adopción de decisiones. En última instancia, la
campaña contribuyó a persuadir a los principales socios comerciales para que impusieran un
embargo de armas y adoptan otras medidas. Tal vez se pueda emular de alguna manera la
experiencia de esa campaña en la lucha contra la discriminación racial.
Si las limitaciones de las Naciones Unidas como organización de gobiernos resultara ser un
obstáculo, tal vez podrían tomar la iniciativa gobiernos que reconozcan los graves peligros
de la discriminación racial y los males que conlleva. Con su apoyo, las ONG podrían poner
en marcha una campaña eficaz, establecer estructuras para supervisar constantemente la
evolución de la situación en relación con la discriminación y la violencia raciales y
desenmascarar a quienes se beneficien del racismo o inciten a él. Una campaña mundial
puede ayudar a las Naciones Unidas a encontrar la manera de examinar la situación en países
concretos y adoptar medidas más eficaces que los meros llamamientos. Si la OIT y el Consejo
Económico y Social de las Naciones Unidas pueden investigar denuncias de violación de los
derechos sindicales, no hay motivo para que no se pueda investigar sin denuncia formal de
los Estados Miembros la privación de los derechos de comunidades sometidas a
discriminación racial.
La Comisión de Derechos Humanos, en respuesta a propuestas de países africanos y otros
países, ha tomado la iniciativa de preparar estudios sobre la discriminación de las personas
de origen africano, cuestión que preocupa a varios países. Tal vez sea oportuno que los países
de África y el Caribe y otros países pidan procedimientos eficaces de acción, como en el caso
del apartheid. Cabe recordar que el establecimiento del Comité Especial contra el Apartheid,
con el mandato de promover iniciativas internacionales y presentar informes, con
recomendaciones, a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad, dio lugar a la adopción
de iniciativas significativas. La experiencia del Grupo Especial de Expertos creado por la
Comisión para investigar e informar sobre violaciones de los derechos humanos en el África
meridional también puede servir de ejemplo al estudiar medidas a adoptar respecto de la
difícil situación de los romaníes y los inmigrantes.
Durante la lucha contra el apartheid, el Comité Especial consideró que era esencial promover
el establecimiento de fondos y organismos al margen de las Naciones Unidas, con la
asistencia de gobiernos y ONG comprometidos, para complementar y apoyar las actividades
de las Naciones Unidas, puesto que podían realizar tareas que no estaban al alcance de los
órganos de las Naciones Unidas. Esa experiencia también puede servir para el presente, como
ilustran los ejemplos siguientes: el Fondo Internacional de Ayuda y Defensa para África
Meridional, que prestó asistencia letrada a presos políticos y mantuvo a las familias de éstos
que lo necesitaban, recurriendo a vías secretas cuando el Gobierno de Sudáfrica lo ilegalizó;
la Campaña Mundial contra la Colaboración Militar y Nuclear con Sudáfrica, cuyo apoyo
fue crucial para aplicar el embargo de armas contra ese país, puesto que el Comité del
Consejo de Seguridad no recibía información de los gobiernos sobre las violaciones del
embargo; y la Oficina de Investigaciones sobre el Transporte Marítimo, que contribuyó en
gran medida a vigilar la aplicación de las recomendaciones de las Naciones Unidas sobre el
embargo de petróleo. La Asociación de Parlamentarios de Europa Occidental en favor de la
adopción de medidas contra el apartheid y el Subcomité de las organizaciones no
gubernamentales sobre la descolonización, el apartheid y la discriminación racial también
hicieron aportaciones importantes.
La eliminación de la discriminación racial, arraigada durante siglos y reforzada por algunos
acontecimientos recientes, no es tarea fácil. Requiere perseverancia y determinación,
basándose en los logros del pasado y preparando nuevas estrategias en función de las
necesidades. Esta labor debe hacerse con rapidez. El ejemplo de la lucha contra el apartheid
sigue sirviendo de inspiración para ello.
Países de América protegen a la comunidad LGBT
Solo Bolivia, Cuba y Ecuador consagran constitucionalmente la protección contra la
discriminación a las personas LGBT. En cambio, en lo concerniente a los códigos civiles,
son todavía pocos los estados que han aprobado leyes que permiten las uniones civiles y el
matrimonio entre personas del mismo sexo. El matrimonio igualitario está permitido en
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México y Uruguay, además
del estado libre asociado de Puerto Rico. En los territorios dependientes de Aruba y las Islas
Caimán cuentan con uniones civiles legalmente reconocidas, otorgando derechos similares a
los del matrimonio; además en Bolivia se logra mediante fallo judicial el reconocimiento de
la primera unión libre entre personas del mismo sexo en 2020.
¿Guatemala protege a la comunidad LGBT?
La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos ha instado a los Estados
Miembros a que adopten políticas públicas contra la discriminación por motivos de
orientación sexual e identidad o expresión de género; sin embargo, actualmente Guatemala
no brinda a las personas LGBT prácticamente ninguna.
Criterio personal
En la Constitución Política de la Republica de Guatemala en su artículo 3 establece que El
estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la
seguridad de la persona. Este articulo para mi es fundamental para proteger la vida de todo
ser humano, sin importar su orientación sexual.
Todos tenemos derechos y obligaciones para vivir en comunión en nuestra sociedad. Pero si
dejamos a un lado a las personas con diferente tipo de pensamientos no estamos siendo
igualitario y estamos negándoles el derecho de libertad a las personas LGBT.
Evidentemente Guatemala es un país muy religioso y cultural. Por ende, muchas personas
tienen cierta negación al aceptar personas con diferente orientación sexual. Pero si un
guatemalteco emigra a otro país donde protegen a las personas LGBT tienen la obligación de
darles un trato digno, de no discriminarlas. Adaptarse a los cambios de esa sociedad.
Es por eso que considero que todos tenemos que recibir respeto, todos tenemos que tener
oportunidad, libertad de pensamiento, libertad de expresión, la libertad de orientación sexual.
Mientras todos estemos en concordancia con las obligaciones y derecho que tenemos como
humanos que establecen las leyes y los morales viviremos en una sociedad con plenitud.
Leyes y tratados que protegen esta clase discriminación
• Nacidos libre e iguales. Orientación sexual e identidad de genero en las normas
internacionales de derechos humanos (Naciones Unida)
• Los principales tratados de los derechos humanos (Naciones Unidas)
• La Constitución de los Estados Unidos y las constituciones estatales. ...
• El Título IX de las enmiendas del Código de Educación. ...
• Las leyes estatales en contra del discrimen y el bullying.

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